And I never saw you coming [Alexander]

En los últimos meses las cosas no habían salido del todo bien para el moreno pero estaba haciendo todo cuando estuviera a su mano para mejorar las cosas, hacerlas tal como estaban antes o mejores; incluso si tenía que dejar todo lo que estaba haciendo, deshacerse de su trabajo, sus autos, sus compañías y demás pero no lo haría porque se había asegurado de no dejar nada a su nombre. Ahora, sería difícil que sus fans olvidasen el nombre de Alexander Dupont así que ¿Por qué no matarlos a todos? desde luego hubiera sido divertido pero muy trabajoso incluso para un vampiro. O quizás ratas, sí, muchas ratas habrían de ser divertidas. También podría enviarles neófitos y se lavaría las manos pero el problema real iba a ser identificarlas. Dejar que su nombre se desvaneciera en el aire como un leyenda porque en éso se estaba convirtiendo con tantas veces en las que había "muerto" falsamente para salvarse el pellejo. En fin, una cosa llevó a otra y ahora mismo se encargaba de un hombre que le debía el pago por un favor. El pelinegro era como el demonio, hacía favores con prórrogas a largo plazo pero una vez que el tiempo para pagar se agotaba venía a cobrar por sí mismo de las peores formas. Alexander, como todo hombre de negocio, mantenía un aspecto impecable sin embargo se había visto en apuros cuando desafortunadamente una sierra de motor rajó por completo la cabeza de su deudor. Ups, al parecer alguien había decidido pagar con su vida, se dijo con un tono burlón, henchido de orgullo por su reciente asesinato. Bueno, eso era indiferente porque era un humano, miserable como todos los demás. Y ya que estaba en una cabaña manchado en sangre, lejos de una ducha, creyó conveniente darse un baño en el lago cercano para no seguir ensuciando la casa y arriesgarse a que quede alguna evidencia que pudiera inculparlo. Alexander salió de allí eliminando todo rastro de sí mismo y se encaminó al lago mientras silbaba una canción infantil.