I Dont want

Hola, este los Cullen y los lobos de este fic pertenecen a Meyer, el resto es completamente de mi autoria.



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Capté la esencia de un jaguar y me eché a correr antes de que Seth me quitase mi presa como hizo con los últimos dos leones. Me agazapé en la hierva y noté que el hacia lo mismo. Le solté un gruñido de advertencia por lo bajo logrando, por mi estupidez, que el felino se tensara y notara nuestra presencia. Pensándolo bien, sonreí, hacia mucho que no tenia un poco de rivalidad con mis presas; Últimamente solo me alimentaba por seguridad, la seguridad de mi pequeño hermano, entre mas seguido cazaba el corría menos peligro. Seth se dejó ver al sentarse en sus cuartos traseros, quitándome la atención del animal. Bufó y entendí que me dejaría cazar. Sonreí gruñendo, llamando a mi presa, alertándola, preparándola para un juego donde los ganadores ya estaban elegidos y ella no formaba parte de ellos. Gruñó irritada; bueno, la entiendo. Es irritante ver como un lobo se sienta a ver como sirves de cena, yo ya lo hubiera hecho pedazos.
Ronroneando amenazadoramente, la rodeé. Me miraba atentamente lanzando pequeños gruñidos. Lancé un gruñido amenazador y salte sobre ella. Sonreí al ver al chucho estremecerse y clavé mis colmillos en la yugular de mi presa dejándole hacerme uno que otro rasguño. Al terminar arrojé el animal a las patas de Seth bufando y me dejé caer a su lado. Oí un sonido gutural que asumí como risa, rodé los ojos y suspiré.
—Disfruta tus presas Shana—Rió Edward por detrás mio.
—Es difícil desfrutar algo si lo cazas a las corridas porque alguien—resalté mirando a Seth—se devora a tus presas. — Me miró y rió negando con la cabeza.
—Te encanta—Dijo con una voz inaudible para Seth y lo miró. Bufé al darme cuenta que ese comentario tubo claramente una doble intención.
—Ni un comentario más Cullen—Gruñí en mis pensamientos, di la vuelta y comencé a correr escuchando su risa. Maldito Cullen lee mentes, sabelotodo presumido. Capte la esencia de un gato montes y decidí seguirlo. Edward estaba a un kilometro, asechando a un puma que olía jodidamente delicioso. Me abstuve de seguirle, después de mi ultima caza con Emmett comprendí que era una mala idea meterse con la presa predilecta de otro vampiro.. Tuve que forzarme a recordar que aun era neófita para evitar que me arrancara el brazo.
Seguí al felino a paso humano por un rato, perdiéndome en mis pensamientos, hasta que me había alejado demasiado de los chicos. Vi al gran gato sentarse y me senté a su lado. Se acurrucó a mi lado y acaricié su pardo lomo.
A diferencia del resto de mi clase, yo me llevo bien con los animales, les gusto. Con los felinos sobre todo.
Frotó su cabeza contra mi mano y ronroneó. Sonreí al captar su esencia.
—Misty, No dejes que cualquiera te siga— La regañé.
Encontré a la gata hace unas semanas con la pata izquierda lastimada, la curé con secreta ayuda de Carlisle, la cuide y alimente por dos semanas. Desde entonces hace que la siga y se hecha a mi lado cada vez que estoy sola o con Carlisle.
—Quien me manda a meterme en esta locura?—Pregunté sosteniendo su cabeza entre mis manos—Quien me manda a querer a un lobo—Dudé—como amigo?—Suspiré y lengüeteó mi nariz, sonreí y le besé el hocico. Me levanté y me siguió. Levanté una ceja en su dirección y la vi asentir con la cabeza, me encogí de hombros y comencé a caminar en dirección a Seth.—Es hora de que conozcas al chucho.
Trotamos al prado donde se hallaba Seth, ya en su forma humana, con tan solo un par de jeans negros. Al verme sonrió, pero su cara cambió segundos después y gruñó. Me tomó menos de un segundo entender.
—No te atrevas—Le gruñí acariciando la cabeza de Misty—Seth, Misty. Misty, Seth. Chicos, nada de gruñidos ni arañazos. —Marqué para Misty. Ella, correctamente aludida, relajó la postura.
—Misty?—Dijo confundido, pasando la mirada de mi a la gata y viceversa.
—Hjm—Confirmé y me acerqué rápidamente, tomé su mano llevándolo con Misty—No seas tonto—Me quejé cuando lo vi forcejear— Ni que fuese mas fuerte que tu.
—Mira el filo de sus garras—Se quejó—Mi clase no se lleva bien con los gatos.
—La mía tampoco—Rodé los ojos— Deja de comportarte como un niño, prometo que no va a lastimarte al menos que tu lo hagas—Suspiró y comenzó a cooperar. Sonreí triunfante y puse su mano sobre el lomo de Misty, quien yacía acostada en la hierba.
—Viste? No es peligrosa—dije sentándome a su lado.
—Es tierna—sonrió—Como tu—Se sonrojó. El se sonroja?! Que seria de mi en este momento si pudiera sonrojarme?! Seria un tomate de pies a cabeza.
—No es justo avergonzar a una muchacha y no poder verlo—Bufaron desde un árbol.
—Tenias que meterte, verdad?—Pensé—Edward, sabes que no es justo? Entrometerse—Se que suena rudo, pero siempre hablamos así. Es el hermano mayor que nunca tuve, sabe que lo adoro y que solo bromeo.
—Te equivocas, estoy aquí para vigilarlos, petición de James—Sonrió. Maldito enano. De repente asintió—Me debes una—Choco el puño con Seth y se fue.
—Que le dijiste?
—No importa—Hice un puchero. Rió y acarició el lomo de mi gata—Eres hermosa cuando estas de curiosa.
—Eres hermoso en todo momento—me gustaría haberle dicho, pero en lugar de eso sonreí tímidamente.
Misty se levanto rápidamente y se sentó detrás mio, quitándose de entre nosotros. Reí al entender a la gata tramposa, Seth rió con migo y me tomó del mentón, acercándose lentamente. Podía sentir sus cálidos dedos en mi mentón, su delicioso aliento mezclándose con el mio, mis ojos cerrándose mientras nuestros labios se acercaban milímetro a milímetro hasta unirse. Sus labios, Oh, sus labios eran como tocar el cielo. Lo besé lentamente, disfrutando el momento, soñando. Pasé mis manos por su cuello mientras el ponía sus manos en mi cintura, acercándome a el. Como era posible para un vampiro sentir mariposas? No tengo la respuesta, solo lo siento. Siento sus manos cálidas en mi espalda baja, siento sus labios calentarse en los míos, siento su lengua adentrarse en mi boca, intensificando un maravilloso beso que desearía nunca termine. Pero, aunque yo no sienta la necesidad de respirar, el si. Nos separamos lentamente y me di cuenta que me faltaba el aliento, abrí los ojos y me encontré a un Seth con los ojos cerrados sonriendo de oreja a oreja. Sonreí y besé su mejilla, abrió sus ojos y note un hermoso brillo. Se levantó y me ayudo a imitarlo. Me gire hacia Misty y le sonreí.
—Te saliste con la tuya, gata tramposa. Nos vemos luego—Lamió mi nariz y besé su hocico en respuesta. La gata se levantó y comenzó a trotar en dirección a la maleza, una vez que no pudimos verla, Seth tomó mi mano y la acarició con su pulgar. Le sonreí lo más tiernamente posible y comenzamos a caminar mientras el continuaba con sus leves cariños. Definitivamente las cosas mejoraban. Edward nos encontró a mitad de camino y susurró algo así como “Podrían pensar uno en el otro un poco más bajo?” Reí ignorándolo. Desde mi transformación y, todos aseguran, durante esta Seth ha estado conmigo en todo momento. Rosalie esta segura de que se ha imprimado con migo, pero yo se claramente que eso es imposible. Ya me gustaría ser su impronta, saber que el nunca se iría de mi lado, que me amaría, pero gracias a mi inmortalidad eso no va a pasar. La impronta de un lobo tiene que poder procrear, sin futuros bebes no hay impronta. Por ello Leah aun esta soltera. Al ser una metamorfa, su…ciclo de vida, para así decirlo, se congela. Pero, estoy segura, que a diferencia de un vampiro, cuando ella deje de transformarse, podrá seguir con su vida humana de una forma totalmente plena y normal. Por un momento me imaginé junto a Seth, con un pequeño vientre y una hermosa alianza en mi mano izquierda. Sonreí ante tal idea para luego negar con la cabeza, era imposible; Incluso aunque Seth no fuera un Metamorfo, un vampiro..
—Vampira—Me corrigió Edward, haciéndome recordar que Bella siendo humana le dio una hermosa hija, le contesté simplemente con un asentimiento.
Como decía, incluso aunque Seth no fuese un metamorfo, una vampira no puede tener hijos de la misma forma que su corazón no late. Nuestro ciclo esta muerto y no es posible revivirlo. Mi familia adoptiva lo ha comprobado. Sin embargo, quiero disfrutar de Seth cuanto lo tenga a mi lado. Después de todo, si no se impronta pronto, se cansara de tener una pareja tan fría, que ni siquiera puede darle un hijo.
Edward golpeo disimuladamente mi hombro, sacándome de mis pensamientos y mostrándome a un Seth cabizbajo. Levanté las cejas en dirección al recién nombrado y miré a Edward, este se encogió de hombros con una mueca triste dejando que lo fulminase con la mirada pensando un “Me crees estúpida?” para encogerse de hombros nuevamente y comenzar a correr en dirección a la casa dándonos “privacidad”. Me acerqué a Seth y tome su mano entre las mías haciéndolo detener. Este levantó la cabeza con una mirada vidriosa.

— Hey— levanté su mentón con mis dedos— Que te ocurre?
—Nada—mintió sonriendo distraídamente. No me trague ni jota.
—Seth, aun en un mes, te conozco mas que tu mismo
—Yo…lo siento— dijo y cerró fuertemente los ojos dejándome desorientada
—Que sientes?—Pregunté, pero su respuesta me dejó impactada
—Sientohabertebesado
—Que?—Volví a preguntar, aun habiendo entendido totalmente su respuesta —Porque?
—No debería haberlo hecho—susurró—esto no esta bien—protestó al aire.
—Oh—dudé conteniendo las lágrimas que nunca saldrían—Lo entiendo. No está bien que salgas con un vampiro—asentí y seguí caminando. Tomó mi mano, jalándome hacia el.
—No, no es así—Dijo en un suspiro de desesperación— No es lo que quería decir, yo—lo corté.
—Está bien—Mentí y seguí caminando hacia la casa— lo entiendo— comencé a correr antes de tener que hablar nuevamente y mi voz se cortase. Sentí lágrimas que nunca caerían en mis ojos, que era lo más parecido al llanto de un vampiro, y cerré los ojos. Me adentré en la casa de los Cullen y subí al cuarto de Alice y Jasper, escuchando atentamente para prevenir momentos inoportunos, allí solo se encontraba el por lo que me adentré sin siquiera tocar para encontrarlo con los brazos abiertos en dirección a la puerta y arrojarme en ellos.
—Shsh, no pasa nada—Susurró sentándome sobre sus piernas en un sillón de la habitación.
Desde el episodio en la Isla Esme donde asesiné a un humano, Jasper se había vuelto mi hermano mayor más cercano. Me había enfadado con Jacob porque nunca me dejaba salir a cazar sola, no era como si tuviera que pedirle premiso, y simplemente me eché a correr por la isla. Enojada me puse a cazar cualquier animal que se cruzara en mi camino cuando una esencia puramente humana y deliciosa se cruzo en mi camino. Edward la llamó “La tua cantante” porque su sangre cataba para mi, como le había sucedido con Bella solo que el fue fuerte y la dejó vivir. Luego de beber la sangre de la pobre humana, corrí lo más lejos de la casa que me era posible y pasé horas sentada en una roca con mis piernas apretadas contra mi pecho lamentando lo ocurrido sin siquiera pensar en mirar a Esme a la cara. Era como mi madre y la había decepcionado. Luego de lo que me contaron fue un día, Jasper me encontró en esa misma posición y me abrazó, consolándome, diciendo que todo estaría bien de la misma manera que lo hacia en estos momentos. Gracias a su don y a mi aspecto supo automáticamente que fue lo ocurrido. Desde ese día fuimos inseparables.
—Que ha pasado?—Me pregunto una vez que había dejado de sollozar.
—Seth me besó—dije sonriendo ante el recuerdo del hermoso momento
—Y luego se arrepintió—continué soltando un sollozo y escondiéndome en su pecho.
—Que fue lo que dijo cariño?— preguntó dándome palmadas en la espalda.
— “Siento haberte besado” luego dijo algo como “no debí hacerlo, esto esta mal”—Suspiré—Jazz, porque me besa para luego decirme que fue un error? No entiendo, todo estaba bien antes del beso, incluso después. Luego, cuando estábamos caminando se puso triste y me dijo eso. —Largué un gritito de frustración—Lobos.
—Quizás no quiere hacerte daño—se encogió de hombros—Shana, cuando el se imprime de una chica, que harás? La mataras? Lo dejaras ir? —Negué ambas veces—Sabes que no hay forma de evitar que pase. Puede que el quiera ahorrarte el pesar de ese momento.
—No me importa el pesar del futuro, me importa el presente, el ahora. —suspiré oyéndolo entrar a la casa—Simplemente me gustaría ser feliz por ahora, hasta que el se imprime o se canse, lo que ocurra primero—hice una mueca.
—No pensaste en que el también sufre por hacerte pasar esto?
—El no lo sabe, no sabe nada. —Jasper suspiró y negó con la cabeza.
—El quiere tenerte en sus brazos
—Porque no viene y me busca entonces?—me paré y caminé a la puerta, deteniéndome unos pasos antes de la misma, sintiendo su efluvio.—El no entiende.
—El te quiere—Dudó durante unos segundos— de una forma rara.
—Si, claro. El me quiere como amiga, como hermana, como pasatiempo—Grité lo suficientemente fuerte como para que me escuchara solo la planta alta—Pero no es lo suficientemente hombre como para afrontarlo, verdad? No es lo suficientemente hombre para decir lo que siente, para hacerse cargo de las cosas. No me quiere lo suficiente para simplemente venir y abrazarme. Pero claro, es lo suficientemente hombre para salvarme cuando le rogué que me dejara morir y luego hacerme inmortal, verdad?—Lloriqueé en su hombro, oyendo gritos en planta baja, un fuerte golpe y alguien herido subiendo las escaleras.
—Maldito perro, me las va a pagar. Quien se cree para tratarme así—Refunfuñaba Rosalie subiendo detrás del herido. Mira a Jasper quien solo revoleó los ojos y miro la puerta. Entendiendo, me limite a asentir. Si fuera Seth, el notaria la respuesta en mi humor.
—Entra—Dijo con tono amable.
Y así la pequeña Nessie, quien tenía la pinta de una joven de quince años, entró a la habitación llevando una venda en la mano y una expresión enojada digna de un vampiro. Sonreí pensando que le había pegado a Emmett de una buena vez por sus chistes fuera de lugar sobre sus padres. Pero rápidamente cambie mi semblante al ver pasar a un Seth rengo, directo al escritorio de Carlisle.
—Reneesme, que te pasó en la mano y porque rayos Seth esta medio rengo?—cuestioné una vez cerrada la puerta.
—Larga historia, que cazaste hoy?—intentó cambiar el tema, mas yo la continué mirando fijamente—Esta bien, estábamos abajo, Seth llego malhumorado y se sentó a mi lado. Como buena chica le pregunte que rayos le pasaba y el se la tomo con migo. Estaba en mis cabales hasta que te nombró. Comenzó a decir cosas jodidamente idiotas como “Soy un imbécil” “En que estábamos pensando” “No la merezco”, luego dijo que—Dudó mirando a Jasper. Estaba totalmente atónita. Eso quería decir que yo no era lo suficiente para el? Sentí cuchillos clavarse en mi pecho—que quería que lo mordieras y volverse como tu — susurró— En ese momento le dije que era un idiota, que lo mataría y le golpeé el muslo con mi puño.
—Porque el querría ser como yo? —Me cuestioné en voz baja y luego sacudí la cabeza, arrojando las ideas de un Seth vampiro lejos ya que era tan imposible como tener hijos—Interesante, creo.
—Creo? Golpeó al lobo, he querido hacerlo desde que pasaste el umbral de mi habitación—Reí ante la situación, Jasper nunca peleaba con los lobos—Sin embargo—Miró a Nessie—Para la próxima, golpéalo en los riñones o rómpele una costilla—Guiño un ojo y rieron.
—Nada de próxima vez—Negué seria
—No se golpea a los amigos, por mas tontos que sean—Nessie asintió y me paré del regazo de Jasper, quien me miró con el seño fruncido— Alice extraña su lugar— Abrí la puerta y la recién nombrada subía por las escaleras.
—Eres psíquica—rió. Le dedique una sonrisa forzada y caminé a mi habitación—Estas segura? No me molesta jugar otra partida con Eddie—Preguntó la duendecilla recibiendo un asentimiento de mi parte.
Caminé a mi habitación conteniendo el aliento. Mi habitación, es ahora, la antigua habitación de Edward en el último piso. Al entrar vi a una figura masculina en mi sillón, pase de largo y caminé al gran piano de cola blanco sentándome sobre la tapa, un mal habito que adquirí de mi padre a los 5 años; me sentí incomoda, por lo que caminé hacia la cama que tenia por pura comodidad y por Seth. Me senté en esta, ya más cómoda, y mire de soslayo a la persona en mi sillón. No es como si no lo hubiese reconocido al entrar, pero me gusta confirmar. Suspiré y me dejé caer contra el respaldo. Será de niña pequeña, pero no iba a hablar primero.. O eso creí.
—Siento lo de Reneesme—Dudé—Pero fue estúpido tu comentario. Si un vampiro te muerde, mueres. Ya hemos hablado eso.
—Lo siento—susurró y yo asentí. Lo vi pararse y caminar hacia mi, sentarse a mi lado en la cama, tomar mi mano y mirarme a los ojos.
—Lo siento—Dijo con brillo en los ojos y entendí a lo que se refería. Entrelazó sus dedos con los míos y llevó su mano libre a mi mejilla, acariciándola fue acercándose con la mirada fija en mis labios. Negué, no lo dejaría.
—No juegues Seth—advertí—No hagas cosas de las que te vayas a arrepentir—Mire sus ojos y des entrelacé nuestros dedos y me paré, dirigiéndome al piano para volver a mi primer asiento. Al sentarme, el estaba sosteniendo mi cintura encerrándome entre el y el piano. Subí mis manos a su cuello y besó mis labios
—No quiero dejarte ir— susurró haciéndome sonreír y volvió a besarme.

*-* OMG Esta muy bueno shana *.* terminalo