Las cosas siempre pasan por algo. Magnifico. (Sulpicia)

Rabia, frustración, enojo, tristeza, desilusión, aflicción, ansiedad, antipatía, dolor, desesperación....
Tantas cosas pasaban por mi cabeza, nunca había sentido tanto odio por alguien como había empezado a sentirlo por Britney, ni por Demetri quien había sido el que me había condenado a pasar por todo esto. Mi grado de odio era tanto que la quería muerta y de una manera que sufriera antes, ¿cuchillos por todo el cuerpo? ¿violada por neófitos? ¿partida en cachos y lanzada a perros? ¿encerrada en una habitación con 5 hijos de la luna en luna llena? .... suspire, ninguna de las anteriores era lo suficiente buena como para que yo la disfrutara, sabia que a mi hermano le dolería saber que ella estaba muerta pero era algo que ya no me importaba, sus sentimientos ya no significaban nada para mi.
Tenia varias opciones para causar daño y la primera era en relación con los Baker, por una extraña razón Matthew creía que yo era buena, rápidamente me había aprovechado de eso para hacerme su "amiga", a Helene y Heather no les había causado gracia pero a mi si que si, reí. No había nada mas gracioso y satisfactorio que causar daño, después de todo era nuestra naturaleza, ser unos monstruos.
2 paso.- Los Bathory tenían un extraño pacto con los Vulturi y daba la casualidad que a ellos les interesaban dos cosas de mi, mi don y mi hijo, así que veríamos que provecho podía sacar de eso, sea lo que sea ese pacto debería terminar y eso lo decidiría Aro o Sulpicia.


Tome el primer vuelo a Italia, el país del amor y la moda. Patrañas. Afortunadamente por unos contactos que tenia en el mundo vampirico había podido contactarme con Sulpicia la esposa del "gran ex rey vampirico".
La reunión se había fijado en La gran palestra, edificio de 141 por 107 metros con pórticos en tres lados y piscina, con el fondo en pendiente para permitir a los nadadores disfrutar de diversas profundidades de agua, en el centro era utilizado por las asociaciones juveniles para practicar ejercicios gimnásticos. Fue construido en la época imperial. La hora... al atardecer, era la hora perfecta cuando el lugar empezaba a desalojarse y así podríamos estar solas y discutir los temas importantes.
Como era de esperarse llegue primero, camine por el lugar con suma cautela, deslizando levemente mis dedos por la gran estructura, era simplemente fantástica. La ultima vez que había estado aquí ya era hacia un par de años.
Me detuve un momento a observar la alberca, ¿que tal se vería una alberca llena de sangre humana? ... ladee levemente mi cabeza con una sonrisa sobre la perfecta comisura de mis labios, labios que se habían vuelto mas perfectos con mi transformación.

Sulpicia, sulpicia, porque tardas tanto tiempo... resople de momento a otro, dejando que estas palabras chocar contra el fuerte viento que empezaba a desatar su furia contra la naturaleza, este mismo aire hizo que el delicado aroma de la "gran dama" llegara a mi, sonreí con ligereza sin girarme para así esperar su gran entrada triunfal.