Brake Them

Me encontraba en el MGM Grand, esperando que toda la operación se cayera en pedazos. Eran momentos como este a los que estaba acostumbrado, después de casi un milenio. Usar a mi propiedad como muñecos y luego romperlos. Estaba sentado en un sillón, con un joven bajo mi brazo. Intentaba parecer calmado, pero podía escuchar su corazón latiendo rápidamente. El padre del muchacho vendía la mercancía mientras que jugaba al poker con varios comerciantes. De vez en cuando, nos mandaba una mirada nerviosa, estando seguro de que no le hacia nada a su hijo. Lentamente una sonrisa macabra ilumino mi rostro. Podía escuchar pisadas marchando hacia esta habitación en particular. Me levante del sillón con el muchacho y lo lleve a otro cuarto. Tan dramático, yo drenando la sangre de este virgen, mientras que su padre y los ricos drogadictos morían brutal mente en la otra habitación a manos de la policía.

El cuerpo callo al suelo, aun con una ultima gota de sangre en su sistema, y me senté de nuevo en un sillón, pensando en como rompería a mis próximos muñecos.

Sus ojos se movían suavemente de un lado hacia el otro de la mesa, había cuatro personas más en su misma mesa, con lentitud vieron las dos cartas que había frente a ellos, comenzaron las apuestas siendo la menor fue el último. Sus dedos finos y fríos se deslizaron lentamente por la mesa hasta tocar el par de cartas que le había dado el Crupier, sus dedos rozaron las cartas y las alzo lentamente sin despegar más que los bordes de las mismas, par de Reyes. Su rostro frío e inexpresivo no dijo nada, sólo igualo la apuesta tras unos treinta segundos de "pensar" falsamente.

Las cartas en la mesa se rebelaron, Reina de espadas, Rey de Tréboles y Siete de diamantes. Un tipo sonrió y arrojo setecientos dólares en fichas a la mesa, con actitud arrogante. Sintió las ganas inhumanas de rodar los ojos, viles novatos, peor blofeo del mundo pero sólo igual de nuevo, el tipo a su lado lo pensó y aumento, igulo nuevamente.

Destapan la siguiente carta, Reina de Corazones, el primer tipo se ríe y lanza todo a la mesa, los demás Foldean. El piensa unos segundos, Poker de Reinas. Era casi un hecho pero el tenía Full de mano y no podía desperdiciar lo, sonrió e igualo y miro al sujeto, destaparon la última carta....Rey de Espadas.

-Pocker...

Susurro y arrojo las cartas a la mesa, el sujeto se levantó furibundo mostrando sólo una Reina, una miserable tercia y siguió apostando, ingenioso pero no tanto, no más que el....después de todo, casi medio milenio de experiencia siempre sería útil.

Tenia mas o menos un guion ya echo en mi mente de como terminaría mi próxima historia. Nuevamente, me levante del sillón, y camine a otra habitación. Esta vez habían 4 humanos y un vampiro. Se podía oler el miedo a perderlo todo, y la emoción y esperanza de ganar. Era patético. Por eso controlaba las cosas de lejos, y no me mezclaba directamente con mis muñecos.

Me recosté en el marco de la puerta, y estudie al vampiro, pensando lo patético que debería de ser. Ganar dinero con las obvias ganancias de un juego que no iba a perder. Solté un innecesario suspiro de aburrimiento, e inútilmente parpadee, dejando sentir mi presencia. Estos humanos eran mas horrendos de lo usual, pero me quede mirando al otro vampiro con curiosidad, que no mostré. No socializaba mucho con los de mi clase.

Las cantidades de dinero se apilaban frente a el, simples fichas de plástico cuyo valor arruinaba o construía vidas todos los días en medio de ese desierto: así eran Las Vegas. Un momento eras un millonario y al otro no tenías ni para el Taxi de regreso al hotel que ya no podías pagar, al menos así era para todos menos el,el llebava siglos en eso, uno pensaría que sus poderes de vampiro le daban ventaja, pero el prefería jugar a la antigua, el ingenio era todo lo que necesitaba no más.

Había detectado a otro vampiro desde hacia horas, pero nunca le dio importancia, generalmente los vampiros hada como solían llamarlo no representaban un problema para el y mucho menos uno con ese tipo de presencia tan sencilla, lo miro de reojo y sonrió moviendo sus labios como en el susurro de un.

-Hola....


Vio sus cartas de nuevo y se concentró en lo suyo, le importo poco lo que el vampiro quisiera allí si se metía con el se metería en un serio, serio problema...ñ