Phantom Of the Opera [Ice]

Los perfiles de las personas solamente eran esos, etiquetas innecesarias para muchos por el hecho que atacaban como hachas en el pecho, para otros mucho más importantes que su propia vida, pues eso era la suya. Aquella castaña vagabundeaba dejando que sus piernas la guiaran sin ni siquiera preocuparse hacía donde sería eso. Lo que le importaba era pasar la noche, disfrutar de cualquier espectáculo dichoso de sus ojos. Entonces había localizado algunas teatros y uno de estos estaba dando una de sus obras preferidas, el fantasma de la opera. Había hecho todo, la chica tenía ese sexto sentido para poder hacer que las personas le dieran lo que ella deseaba. Boletos, este era el caso. Quería pasar a bastidores para simplemente conocer a la persona que personificaría al fantasma. Era una persona lo suficientemente decidía y podría decirse que de ideas absurdamente locas.

Estaba acomodando su vestido negro, sabía que la elegancia y la presentación que dabas a lo demás era el hito de este lugar. Un guardia le decía que esperara la terminación de la obra, pero ella terca, decidida y manipuladora hizo que la pasaran antes de esta, quizá lograría una cita con el actor antes de la finalización del espectáculo. Una sonrisa ladina se asomó en aquellos labios mientras recorría un pasillo hacía camerinos, pero se dio cuenta de algo, aquella capa representativamente oscura del fantasma. Por casi nada se le salía un chillido de emoción de los labios, le indico al guardia que la dejará aquí, y ella podía seguir su rumbo. Siendo ya una inmortal, debía de aprovechar cualquier momento que tuviera para utilizar sus encantos. Lo siguió, tan cuidadosamente, que sabía que siendo un simple humano no podría darse cuenta de su sutilidad.
Había entrado a un camerino, ella se coloco sobre la puerta semi cerrada para poder divisar cualquier cosa. El hablo, su voz le llamó tanto la atención que ahora sería más que nada imposible sacarla de aquí.