Set me free {Hanna Heller}

por **Raphael Knightley** Vie Feb 08, 2013 7:37 pm

Era un día como cualquier otro, salí de la escuela a la cual no daba demasiada importancia y caminé por la acera mientras cambiaba de música en mi iPod. Bostecé por el aburrimiento y el cansancio, me pesaban las piernas como no se tenía una idea pero ya quería llegar a casa y echarme a dormir. Dormir comprendía el 30% de mis acciones diarias si no se tenía en cuenta los ratos frente a la consola, que no ayudaban a la alta cifra flotante de mi quehacer diario. Kiki decía que no podía ser doctor si no me aplicaba a mis estudios ¿pero ella qué iba a saber? ¡Ella ni siquiera tenía un trabajo decente! Pasaba las mañanas estudiando y las tardes en su academia de danza profesional ¡ya ni siquiera venía a vernos tan a menudo! y por si eso fuera poco ya me dejaban a mi a mis hermanos más pequeños. ¿Por qué tenía que ser todo tan fastidioso? Quería crecer ya y poder hacer lo que quisiera con mi vida sin que nadie me lo reprochara. Fue entonces cuando encontré ante mi algo que realmente esperaba no ver nunca, era una mujer vampiro y estaba atacando al hermano mayor de un amigo.
-Heeeey! Sueltalo! Es mi amigo- protesté mientras corría hacia ella.

por Invitado Lun Feb 11, 2013 3:10 pm

Normalmente no solía atacar a la especie humana sin razón alguna pero dadas las circunstancias en las que el joven muchacho se había metido conmigo, el correctivo ideal era terminar con su vida para así acabar con la lascividad que gobernaban tiempos modernos. Todo había pasado como un acto reflejo.
Entre mi único al que consideraba mi familia estaba mi padre quien había confiado en mi por mi temprana madurez y absoluto control sobre mi cuerpo. Los instintos primitivos (aquellos que solo eran ya un rastro vago de mis días como neofita) habían sido dominados hace poco tiempo, pero aún así la disciplina ganada con los rigurosos entrenamientos a los que había sido sometida desde muy infante habían ayudado a esos días. Viajando de un lugar a otro sin tener posibilidades de interactuar con otras personas por temor de mi padre a que yo fuera encontrada por los científicos que me habían traído a la vida, el mismo relato era pronunciado casi con la misma solemnidad que un juramento que debía cumplir por la fidelidad a mi padre, el mismo juramento a cada persona que podría encontrarme, palabras llenas del anhelo de que fuera esa realidad cierta en vez de una donde peleaba por mi seguridad a fuerza de golpes.
~œ~
Había estado caminando a un paso sobrehumano entre las personas que para muchos insitaban el descontrol, me dirigía al bosque con determinación en busca de alimento, mis ojos estaban inundados en el hambre del pecado vampírico...sangre.
De pronto el muchacho habia interrumpido intencionalmente mi andar, el impacto hizo que el cayera al suelo, aun concentrada me bastaron unos pocos metros para regresar a ayudarle a incorporarse en cuanto estuvo a mi lado, estudie su mirada con curiosidad de entender que era lo que pensaba, debía alejarme de el pues su olor invitaba a desquitar mi hambre.Se presento pero yo no le tome importancia en cuanto le di la espalda él tomo acto para posar su atrevida mano en mi trasero. Aquello había sido todo el reflejo había causado que lo tomara del brazo,me abalanzara sobre el aplicándole una llave,restregando su cara contra el pavimento,le mostré los colmillos cual animal salvaje, acariciandole con los dientes la piel delgada y suave de su cuello,la ponzoña la sentía hervir en el deseo y mientras lo tenía sometido pude escuchar la voz de un niño con ese aroma desagradable.
-Aléjate!-le advertí tratando de controlar mis instintos.

por **Raphael Knightley** Dom Mar 03, 2013 1:01 am

Los pocos transeúntes, creyendo haber visto algo horrendo se dispersaron con rapidez sin siquiera chistar en defensa del muchacho. Vamos, quizás se le pasaba un poco la mano cuando de seducir mujeres se pasaba pero no era un mal chico y yo sentía en el fondo la fuerte necesidad de defenderlo. La amenaza de la chica me hizo gruñir de enojo. Seguí corriendo hacia ella, el hermano de mi amigo gimoteaba pidiendo por ayuda y un extraño calor comenzó a correr por mi cuerpo mientras los temblores bajaban desde mi cabeza a los pies. Los temblores haciéndose cada vez más violentos me obligaron a detenerme ¿Qué estaba sucediendo? De un momento a otro, como agua cayendo de un caudal, una especie de fuego cálidamente abrazador se extendió por mi cuerpo. De un momento a otro podía escuchar los gritos a kilómetros, el viento cantando sobre las hojas de los árboles y rasgando el espacio. Una sensación de libertad y poderío me hizo estremecer, sabía lo que estaba sucediendo y era delicioso pero no podía seguir disfrutando de aquello. Salte sobre mis patas traseras hacia adelante cortando distancia con facilidad y un gruñido se trasmitió a través de mis fauces, amenazante.

por Invitado Dom Mar 03, 2013 7:48 pm

Las personas rápidamente se habían esfumado como el humo puesto en un aire que desprendía toda tensión que seguramente les habia advertido que este no era un buen lugar para quedarse a ver como una pequeña niña rubia despues de ser atacada por la lasciva mano de un joven obtendria su merecido y que a su vez ella se enfrentaria a un oponente de la misma naturaleza anormal que ella, seguro lo intuian y por eso se habian marchado siguiendo sus instintos, los institntos que podria tener cualquier presa al sentir una amenaza.
Tan pronto como su fetido olor se propago por mi nariz, note como caía en su forma lobuna a unos cuantos centimetros de mi, no aguarde demasiado para reafirmar la llave al humano que con las mejillas encendidas en un rubor rojizo tentaba mi autocontrol, el miedo que desprendia acompañado de algunas lagrimas de arrepentimiento, seguian incitandome, hasta su olor irritando mis fosas nasales me hacian no pensar y seguir mis instintos a reaccionar ante su acercamiento como un reto, aquel humano era mio por derecho , por defender mi honor, por darle una lección por qué debia soltarlo solo porque un perro nada amenazante me gruñia cerca? No. Y tan pronto como esa palabra de decision sacudio todo mi interior arremeti contra el cuello del muchacho descargando toda la ponzoña que hervía en deseo desde hace unos cuantos momentos, mis colmillos desgarraron la delgada capa de piel haciendo una abertura donde se acomodaban para despues comenzar a succionar la sangre, ese liquido templado bailando sobre mi lengua, oxido mezclado a inocencia con un toque de miedo, sangre.... vitalidad fortaleciendo mi inmortalidad satisfaciendo mis deseos....Los ojos revelaron el color del pecado, rojo anunciando que no dejaria de drenar su sangre por nada, casi olvidandome de la criatura a mi lado, hasta que....

por **Raphael Knightley** Jue Mar 07, 2013 3:50 pm

Un aullido salió de mi pecho cargado de dolor de dolor e impotencia cuando los colmillos del vampiros se inyectaron en el cuello del mayor. Un gruñido a todo pulmón subió desde lo más hondo de mi pecho con ferocidad mientras me impulsaba en mis cuartos traseros cayendo en mis cuatro patas sobre el cuerpo de ambos. De un momento a otro, con la misma "clemencia" que ella había sentido por el humano, mis fauces se cerraron sobre su torso clavando mis colmillos en su espalda y estómago antes de lanzarla contra una pared con mucha más fuerza de la que se creía capaz. Antes de poder ver que había sucedido con la vampiresa corrí en dirección al humano que estaba comenzando a gritar desesperado, desangrándose, sin entender lo que sucedía o el motivo de su dolor pero yo sí lo sabía: se estaba convirtiendo. En ése momento recordé la batalla y me puse alerta, rodeando el cuerpo y dispuesto a cuidar lo que por derecho tenía merecida la vida. Mis músculos se tensaron mientras la pelambrera de la lomo se erizaba y un escalofrío recorría mi cuerpo.

por Invitado Miér Mar 13, 2013 10:44 am

. Senti el muro de concreto impactarse contra mi espalda perforada,el golpe habia causado un estruendo acompañado del sonido de surcos dibujándose en la pared para después simplemente desmoronarse y caer al suelo como yo lo habia hecho. Revise metódicamente mi cuerpo evaluando mi condición para seguir aquello, el problema no era con el lobo pero lo habia sido cuando decidió interferir. Tirada bajo el arropó de los escombros escuche agonizar al humano, no necesitaba transformarlo ,debía eliminarlo como los mortales acostumbraban cortar de la sociedad a los malaventurados, como se corta la gangrena de una extremidad infectada.Eso era ese humano, y con ese pensamiento deseoso de eliminar esa percepción de vacío, me levante poniendo mis manos en mi estomago, el dolor lo sentía profundamente que el solo esfuerzo de incorporarme me hizo encogerme por un momento. Lo mire con mis iris encendidas de un carmesí sanguinario, con los labios aun remojados del delicioso sabor a la sangre, con la ponzoña aun acumulándose a mantos sobre mi lengua. Lo seguía mirando un tanto impresionada por su fuerza apesar de la antigüedad que dejaban ver su rostro de niño, tendría al menos la misma edad que yo aparentaba, entre tanto me convencí en usar mi don contra él. Mi padre muy inteligentemente habia capturado a uno de los de su raza para que yo pudiera decodificar su anatomía ,su funcionamiento orgánico tanto como lobo como humano. Me concentre en sus pulmones mirandolo fijamente cuando levantaba las manos a la altura donde detrás de su pelaje se ocultaban sus pulmones, comenze a apretar las manos sintiendo su resistencia energética, eso me frustro y le moestre los colmillos esforzándome aun mas aunque el dolor en la espalda molestara de la misma forma en la que empezaba a dirigir sus células a no responder a las inhalaciones y que el aire se acumulara ahí cerrndolo ahí...

por **Raphael Knightley** Vie Mar 22, 2013 9:10 am

Me quedé quieto aguardando a un próximo ataque por parte de la loba, me recliné sobre mis patas delanteras mientras gruñía con las fauces fuertemente apretadas y el sonido gutural tan salvaje resultaba atemorizante incluso para mi. Era como enfrentarse a un lobo ártico pero más grande de cualquiera de ellos. La rubia extendió su mano hacia mi y yo no pude entender lo que estuvo sucediendo hasta que mis pulmones comenzaban a quemar con intensidad, necesitados de toda liberación. Se me comenzaba a dificultar la respiración pero yo no iba a dejar que el dolor me resquebrajara. De inmediato me lancé como una bala sobre aquella criatura, embistiéndole con mi costado derecho... tenía la esperanza de desconcentrarla y poder volver así a tener mi capacidad pulmonar. Sabía que necesitaría para más tarde y ya que encontraba imposible inhalar tuve la necesidad de contener el mucho o poco aire que me quedaba en los pulmones. Mi cuerpo impactando contra el suyo a una velocidad sobrenatural me hizo salir volando por inercia, mi cuerpo impactó fuertemente contra el suelo y se volcó sobre este. Me encontré sumamente aturdido, sacudí mi cabeza sabiéndome lleno de tierra y guijarros. Boqueé intentando conseguir aunque fuera una puequeña y dispersa cantidad de oxígeno. En momentos como estos deseaba una manada. En ése momento de mayor estrés vi a un hombre velos como un rayo arrancar de cuajo la cabeza de aquella mujer, entonces la capacidad de respirar volvió a mi a pesar del daño que aún permanecía en mis pulmones. ¡Era Alexander! Se quitó la chaqueta de cuero y la lanzó sobre mi lomo como invitándome a salir de fase. Cuando así lo hice me miró con severidad y simplemente dijo:
-Anda a jugar con muñecas, deja las peleas para los hombres de verdad.
La chaqueta era enorme y me cubría por completo pero aquello me causó un terrible dolor en el pecho. Por primera vez en mi vida sentí frío y comencé a caminar en dirección a casa.

#Partida abandonada por inactividad.