Ideas locas (Keira/abierto a Volturis)

Después de chasquear los dedos para que los lacayos dispuestos a mis ordenes se apareciaeran en mi despacho en no menos de medio segundo, recargado sobre el respaldo de la silla de cuero les di precisas ordenes de que trajeran el traje mas caro de todos, los zapatos con mas brillo de todos y a un vampiro de poca categoría al que había sometido a una serie de pruebas concediéndole así el privilegio de subir un poco de rango ordenándole trajera con extremo cuidado la capa roja, la que distinguía a los ancianos de la realeza Volturi, diferentes a los de la guardia que en su caso eran del mismo color que las tinieblas.El joven neófito asintio, dio una efímera reverancia dirigiéndose tras las dos vampiresas que habían salido al recibir el primer mandato; esperaba se descontrolara el joven por los malos tratos que le daba para así tener el pretexto de torturarlo y darle al castillo un poco de diversion;espere, con las manos recostadas sobre mi regazo ,la postura enderezada a un grado elegante y los obres carmesí clavados a la entrada del despacho ,contabilizando el tiempo para que la servidumbre se presentara con las cosas que había pedido.En la mano una copa hacia el oleaje de la corriente sanguínea azotando las paredes de cristal al ritmo de la muñeca que movía con sutileza, el sonido de la sangre invitaba a la ponzoña a revelarse en contra de la copa y arreemetir, pero no, ese no era el itinerario que tenía planeado para ese día. Saldría del castillo a favorecer a los humanos con mi presencia en sus pestilentes calles, para eso había ordenado a traer mis mejores galas. Dos vueltas y media y el trío de criaturas se enfilaba detrás de mi escritorio ,ambas vampiresas repitieron una reverencia para dejar así el atuendo acargo del neófito que admirablemente habia conseguido no hacer ni un solo pliegue a la aterciopelada tela de la capa y así retirarse, dejando al joven muchacho a solas conmigo. Repose los labios en el borde de la copa y digeri el contenido,me levante y comencé a cambiarme frente al perchero neoficio que muy inteligentemente bajaba la mirada. Después, el solo acomodarme las mancuenillas de la camisa me habían liberado de una tarea menos. Deje ahí al neófito sin darle ordenes de que se retirada, debía quedarse ahí parado fiel a mi regreso.
Me dirigí a la planta baja acomodando la capucha sobre mi cabellera rubia que contrastaba con la piel translúcida digna de un rey,Jane y Alec aguardaban en la entrada. Ese día los habia elegido para ser mi escolta personalizada. Los tres salimos del castillo ,deleitando a los seres insignificantes con nuestro encantador físico, yo iba detrás de Jane y Alec, buscando sobre las baldosas de piedra de la plaza principal, mi próxima víctima.No era necesario hacerlo,considerando el hecho de que contábamos con un inteligente tour para los turistas, pero ultimadamente estar en el castillo me resultaba poco lúdico.Avanzaba entre la gente, el cielo nublado nos favorecía, entre el murmullo de la gente podía escuchar conversaciones de índole irrelevante, o al menos eso creía cuando un hilo de voz impacto contra mi agudo tímpano denotando con excelente claridad Volturi .Mire a Alec y a Jane quienes también había identificado la palabra como yo, desplace la capucha para que cayera detrás de mi nuca y así mi campo de visión fuera mas claro, buscaba a la dueña que habia evocado palabra que pocos o ningún humano debían conocer, respire el aire notando que no había nada mas que humanos en la plaza.Había dado con mi presa.