Dressed to kill [Mae Dupont]

-De ser un imán de strippers ambulantes para ti seria favorecedor, así pasarían de alto tu evidente humillación de hace unos minutos- Su voz sonó tranquila y casi seductora, era imposible no tenerla así, toda su naturaleza era atrayente para los humanos e incluso para las brujas. La pelirroja acomodo su bolso sin dedicarle una mirada a la chica, pues era evidente que ella solo estaba en el lugar para causar problemas al estar resentida por no haber sido requerida, ya que se notaba a distancia que la chica era modelo profesional. Antes de que pasara otra cosa de tal magnitud las luces fueron apagadas y la música anunciaba el inicio de aquel importante evento, una media sonrisa pudo notarse en la vampiresa pues estaba segura que el evento podía ser interesante cuando había una bruja que no estaba de acuerdo con la decisión de los organizadores. Una bruja estaba obligada a mantener el equilibro y a toda costa impedir que los humanos supieran de la existencia de seres sobrenaturales, así que si la chica era capaz de usar su magia en presencia de humanos, se dedicaba a la magia negra.

En pocos minutos los anfitriones estaban dando la introducción al evento. –Aburrido- susurro mas para ella que para nadie más, en verdad le fastidiaba toda clase de eventos de ese tipo pero al ser una empresaria de ese campo pues tenía que asistir. No había vuelta atrás, el evento había iniciado y solo esperaba que terminara lo más rápido posible. Observo cuidadosamente su alrededor hasta que percibió de donde es que venía el exquisito aroma, se trataba de un hombre que vestía demasiado exagerado para la ocasión pero demasiado informal para esa clase de evento, definitivamente seria su cena de esa noche. Mae le dedico una sonrisa a manera de coqueteo para que este hombre se animara a seguirla cuando ella se pusiera de pie para ir al tocador, escusa perfecta para así extraer hasta la última gota de sangre de aquel humano. Pensaba tanto en su cena que por un momento había olvidado que a su lado había una bruja, remojo lentamente sus labios y guio su mirada de nuevo a la pasarela esperando que la bruja cumpliera con sus sospechas e hiciera el movimiento, comprobándole así que efectivamente era una bruja que practicaba la magia negra.

Un chaqueo arrogante de los dedos de tan hermosa bruja causo un nuevo estremecimiento entre las luces del lugar, algunos presentes se quejaron pero eso poco importaba porque al pasar el primer modelo que varias veces se le había pretendido como todo un cerdo ; una cola retorcida se agito en el bañador hasta rasgar la ropa del querido Stefano y hocico del mismo animal tranformaron el rostro del apuesto modelo Lachowski cuando el beso que había lanzado al aire le pretendía a ella entre el publico y el chasqueo había desprendido el conjuro justo como ella lo había susurrado. CERDO! Pensó para sus adentros escuchando como los susurros se alzaban con desagrado y el mismo hombre tocaba su hocico desprendiendo un ruido de establo para emprender su huida, la chica Swanepoel no se libro de sus maldades cuando tras una profunda mirada y una sonrisa maligna dibujada en sus labios hicieron que uno de los tacones se esropearan y esta cayera sin oportunidad de meter las manos a un lado de la plataforma justo donde un hombre algo informal para el evento comenzaba a ayudarla, la bruja lo conocía o al menos eso creía, le agradaba más verlo de la cintura para abajo que su estúpida cara seductora, el muy idiota la había hecho humillar la noche anterior después del placentero sexo que le proporciono. Sus ojos se nublaron por la misma negrura que la conducía su rabia de celos pero entonces decidió que una joven de tan elevada reputación no debía comportarse así ,girando la vista a la vampira que también lo miraba de un distinto modo.

-Ni se te ocurra- susurró pensando inoscentemente que ella también quería enrredarse entre sus piernas pues al poseer la belleza de una inmortal le sería más fácil.
Uno de los organizadores salio a ayudar a la flacucha esa cuando de pronto…

El evento había pasado de gala a circo, la chica en verdad estaba molesta con los organizadores y no parecía tener la intención de ceder en su ridícula venganza, aun y cuando para la pelirroja era interesante de lo que era capaz de hacer la bruja. Las luces no dejaban de parpadear y los organizadores no sabían cómo tener todo bajo control, para la vampiresa eso ya le parecía ridículo y no pensaba permanecer más tiempo en aquel lugar. Se puso de pie y acomodo su bolso a través de su brazo hasta su hombro, escucho hablar a la bruja, parecía que tenía interés en el chico, pero la pelirroja estaba segura que eran intereses diferentes, dudaba mucho que ella quisiera su sangre. Se detuvo un momento y se giro para ver a la bruja –Es interesante lo que haces pero demasiado arriesgado y estúpido.- Negó con la cabeza lentamente y echo su cabello por detrás de sus hombros para ahora si salir de ahí. Mientras abandonaba el lugar Stefano intento disculparse con ella pero esta misma solo hizo un ademan con la mano para que retrocediera, no pensaba disculparlo por semejante pérdida de tiempo, al mismo instante que caminaba a la salida le indico con la mirada al hombre informal que la siguiera, claro, todo discreto después de todo no le convenía que los vieran juntos ya que el moriría.

Como era de esperarse el hombre salió detrás de ella ignorando al trágico rumbo que se dirigía. La pelirroja decidió caminar, despidió a su mano derecha y empezó a caminar por la acera, el olor del hombre se volvía cada vez más fuerte, era claro que el iba tras ella.

Ser un vampiro daba muchas ventajas, una excelente visión nocturna, olfato sumamente desarrollado, velocidad fuera de la capacidad de entendimiento humano, cada uno de los órganos de los sentidos intensificaba su percepción todo esto justo al momento de la transformación pero de igual manera crecía el deseo de la sangre humana. Se convertía en una especie de maldición para muchos, “cada parte de tu cuerpo pareciera pedir a gritos un poco de sangre, sientes como si una ráfaga de electricidad lo recorriera haciendo que el dolor se volviera insoportable” (mencionaba Mae en su diario cuando tenía días de ser vampiro), era como un adicto sin heroína, como un alcohólico sin alcohol, nadie podía escapar de ello. La pelirroja desde que había sido transformada nunca había tenido problema para consumir la sangre humana sin remordimientos por convertirse en una asesina, después de todo había matado a sus padres antes de convertirse en un ser inmortal, apenas siendo una humana se había atrevido a consumar semejante acto, pecado o aberración, como se le quisiera llamar.

Ahora caminaba por las calles oscuras, alejándose de la zona donde había sido organizada la reunión, el humano seguía detrás de ella pero no era el único, había otro aroma, era la bruja, parecía que también le disgustaba el show que ella misma había montado. Tenia sed, el humano olia muy bien pero la verdad le intrigaba mas la presencia de la bruja que su sed. En un abrir y cerrar de ojos estaba frente al humano, le quebró el cuello frente a la bruja y una sonrisa ladina se apodero de su rostro. –Por que me sigues?- Susurro a la bruja con la misma sonrisa, cruzo lentamente al cuerpo sin vida del humano y ladeo su rostro observando cada detalle de la bruja.

Ser un vampiro era ser un animal salvaje el que se “suponía” sabia cómo comportarse, aunque los había de todo tipo, y así como seres casi animales podían identificar el miedo a metros de distancia y la bruja tenía miedo, con justa razón, estaba frente a una de las vampiresas más peligrosas y poderosas que habían en el planeta cosa que había reconocido el mismo Aro Volturi, una opinión insignificante para la pelirroja pero él conocía a muchos vampiros y por algo debía de hacer ese reconocimiento.  Cuando un humano sentía miedo encendía algo dentro del vampiro provocando que este deseara aun mas su sangre es por eso que en la cacería era más interesante que los humanos sintieran temor, que corrieran por sus vidas. Ahora la pelirroja estaba frente a una bruja humana y con miedo, estaba sedienta y su cena yacía en el piso, muerta, esto empezaba a ser un mal pronóstico para la chica. La escucho no muy atenta, no le interesaba lo que la chica dijera. “tu método de cacería, es patético. Te expones tanto que pareciera que necesitas atención.” Mae miro a su lado derecho y sonrió, miro a su lado izquierdo y la misma sonrisa se dibujo en su rostro, estaba lo suficientemente lejos de los humanos para realizar una casería perfecta, no tenía ni porque ensuciar su ropa, la chica se volvía a equivocar, y ya era la tercer equivocación de la noche, era claro que solo era hermosa, inteligente no. Se giro y pateo el cuerpo como si solo se tratase de un peso insignificante, este mismo salió volando y se impacto en la pared del callejón, gracias a que las sirenas de las ambulancias estaban aun encendidas el ruido podía pasar desapercibido y no llamaría la atención de nadie puesto que ya era tarde para que circulara la gente –Nunca me ha importado tener publico- “el cual siempre termina muerto” Termino la frase en su mente. –Ahora creo que no eres la mas indicada para decir lo que es exponerse, niña.- La pelirroja en toda su vida jamás hacia algo para quedar bien con alguien, así que si la chica pensaba que su forma de cazar era patético no era algo que le interesara.

Dio dos pasos ahora a la nueva localización del humano muerto y suspiro como si fuese necesario introducir aire a sus pulmones, cada cosa que había salido de la humana no era algo que sirviera, parecía seguir siendo de las modelos que estaban huecas, había tantas que para la vampiresa no era algo sorprendente. –No sé si decir que eres valiente por hablarme así o si eres una hipócrita por intentar parecer valiente cuando cada parte de tu cuerpo me dice que tienes miedo, abres mi apetito.- Remojo su labio inferior por mera costumbre. Había algo en su aroma que le parecía conocido pero aun intentaba descubrirlo. Sabía que la chica era curiosa pues por algo la había seguido hasta ahí así que camino alejándose más del lugar esperando que la chica la siguiera, sabía que pasaría una noche divertida con la bruja aun y cuando la bruja no se divirtiera.