Cásting Leah Clearwater

Aquella era la cuarta guardia que hacía hoy. Y ya estaba empezando a cansarme. Jacob se encontraba con Reneesme. Últimamente no hacía otra cosa y Seth no hacía más que adorarle. Era cierto que desde que me fui de la manada de Sam las cosas entre Jake y yo habían mejorado, pero era un fastidio tener que estar de guardia día sí y día también. Además, la mayoría de las veces nos encargábamos Seth y yo de realizarlas, ya que Jacob estaba ocupado con su adorada Reneesme. Aquella noche Jacob había decidido mandar a Seth a casa para descansar de la guardia de aquella mañana, así que me tocaba a mí estar en el bosque rastreando la zona.

Llegué al bosque aún en mi forma humana y entré en fase. Noté como mis patas tocaban la tierra y olfateé el aire. Luego comencé a correr por el perímetro que me había dicho Jacob, en dirección a la playa. Por suerte en aquel momento Jake se encontraba con Reneesme, y Seth estaba en casa por lo que ninguno podría oír mis pensamientos. Eso me dio intimidad. Aún recordaba como hace ya tiempo, dejé la manada de Sam para unirme a la de Jacob. Recuerdo no estar oyendo continuamente los pensamientos de los demás lobos, pensando sobre la pobre y patética ex novia de Sam. Sin embargo, ahora tenía una nueva manada, y pensaba seguir con ellos el máximo tiempo posible.

Entonces mi nariz lobuna captó un olor. Ese olor. Ese insoportable olor perteneciente a los chupa sangre. Venía desde la playa, no me encontraba lejos de allí por lo que corrí hacia allí como una bala, dispuesta a arrancarle la cabeza a aquel vampiro que se había atrevido a entrar en nuestro territorio.

Las órdenes del maestro Aro eran claras: Debíamos hacer seguimientos periódicos a la pequeña de los Cullen.
Largas eran las historias escritas acerca de ese grupo de nadie, hijos de vampiros y humanos que no eran ni una cosa ni la otra.

Esta vez fui la encargada de hacer la revisión y, acompañada por algunos guardias, fui a Forks. Mi hermano, Alec, permanecía en el castillo asegurándose la guardia de Volterra, pues en la vez anterior él había realizado el viaje al continente americano.

Los guardias y yo nos movíamos con agilidad y sutileza por entre los árboles del bosque dispuestos a llegar cuanto antes al territorio Cullen. Pero algo llamó mi atención. No me sorprendió tanto, realmente, era algo de esperar. La joven a la que buscábamos estaba con el lobo, Jacob Black. Algo interesante de ver y estudiar: la relación de una mestiza con un hombre lobo. Hice una seña a mis guardias y sin pensarlo demasiado torcimos nuestra dirección entrando en la reserva.

Después de otra seña a los guardias que me acompañaban ellos se quedaron vigilando por la zona a la espera de nuevas, pero yo seguí el recorrido hasta llegar a la playa, donde un olor desagradable se hacía cada vez más fuerte: un lobo se acercaba a toda velocidad, alarmado por mi presencia.
Una sonrisa tan maquiavélica como angelical se dibujó en mi rostro a la espera del animal.

No tardé mucho en llegar a la playa. Cuando lo hice vi a la vampira. Sabía quién era y al verla me entraron unas ganas irrefrenables de matarla. Por otra parte estaba preocupada. El hecho de que ella se encontrase allí no podía significar nada bueno. Además estaba en nuestro territorio, y por lo que yo sabía los vulturi no se interesaban demasiado por los lobos. Pensé en en irme y avisar a Jacob pero no pensaba dejar a la vampira sola en nuestro territorio. Se me ocurrió cambiar de forma para hablar con ella pero la idea era tan descabellada que no sabía si la llevaría a cabo. Conocía a aquella vulturi y sabía de lo que era capaz. Si cambiaba de forma podría matarme en un abrir y cerrar de ojos pero quería averiguar por qué se encontraba en nuestra reserva y si, tal y como yo pensaba, tenía intención de hacerle daño a los Cullen o a Jacob.


Gruñí a modo de advertencia. Por el momento no pensaba cambiar de forma, no iba a ponérselo tan fácil a aquella chupasangre. Me quedé en posición de guardia, esperando por si decidía atacar y estar preparada para la pelea. Desde luego, no iba a permitir que le hiciese daño a nadie, y por ese motivo, una parte de mí se alegró de que Jacob y Seth no se encontraran allí en aquel momento. Además estaba segura de que, en caso de que se iniciase una pelea, me encargaría de ella sin problemas.

Cásting Aceptado

Sube la ficha para que podamos darte color y empezar a rolear. ¡¡Bienvenida!!