Hogar dulce hogar.[Renata]

INVIERNO, En Volterra



Acababa de llegar de una de las misiones ordenadas, un seguimiento a una supuesta venta de sangre híbrida que resulto ser, sangre falsa, vendida como híbrida. Había cruzado media Europa y ahora regresaba para dar parte de mi misión.  En el camino llevaba dos semanas fuera sin alimentarme así que por Suiza me alimente, de algún solitario humano, cuyo cuerpo inerte lo hice desaparecer en un lago.

Llegue hasta las afueras de Volterra, las murallas de Volterra, que se erguían tras siglos, en pie, con imponencia, eso si, vestidas de blanco por la nieve caída en esas noches de invierno. La ciudad se veía llena de nieve que ya casi se derretía, había nevado hace unos días por lo que veía y sus calles vestían luces navideñas. Desde lo alto, la panorámica, era hermosa. En vez de ir a la ciudad, rehusé las entradas de alcantarillas y tome la entrada de la iglesia, escondida fuera de Volterra entre las colinas, una entrada, menos sucia y más agradable.
Por el pasaje bajo tierra, mi capa ondeaba tras de mi, en mi paso decisivo, no tenia dudas de mi camino, no pensaba en nada, solo llegar al final de aquellos túneles. Tras una breve caminata, al paso vampirico, llegué a la entrada del castillo, donde estaba la recepción de la  única de las secretarias del castillo, que sabia de nuestra condición. Al llegar tome un camino y me tope con Renata.Buenas noches.Dije deteniéndome ante la vista del miembro de la guardia volturi.

Aun mirando hacia la Vampira de nombre Renata, baje la capucha de mi capa, de un tono menos negro.El negro era predestinado solo para los de la realeza. Los demás, usábamos otros tonos, menos negros, con esa intensidad de color que las capas de la realeza. Contra mas alto rango, más oscuro era el tono de la capa. -Sinceramente... Una perdida de tiempo. No era sangre híbrida, solo sangre normal y corriente... Un viaje poco lucrativo.- Comente con desgana, y poca alegría, alargando un poco las terminaciones de las frases como si fueran pesadas. Había resultado una perdida de tiempo, pues esperaba hallar indicios de sangre híbrida. Al recordar dicha misión, me llenaba de aburrimiento, aunque hubiera sacado información de mi forma algo poco ética, no habia sido para llevarme el premio gordo de encontrar la sangre híbrida allí.Solo la idea de que al menos la misión estaba perfectamente cumplida, aliviaban en parte mi desilusión. Al menos, la misión, se cumplió. No era como esperaba... pero esta cumplida. Aunque en mi interior tenia ganas de que hubieran sido ciertas las ideas sobre aquella sangre.

Mire de pronto a Renata, fijandome que llevba la capa encima de sus hombros y los guantes en su mano.-¿Que tal tú? Veo que salías o llegabas... El paso de la iglesia esta despejado, si vas a salir tras las murallas.- En Volterra los Volturis teniamos varias entradas, unas eran por toda la ciudad acequias pesadas de hierro, que solo con muchos hombres fuertes, los humanos podrían levantar, sin embargo no era nada para la fuerza de un vampiro. No era partidaria de ellas, habia que entrar y las acequias no es que fueran muy agradables. Otra era la que usaba la hermosa y querida Heidi, cuando traía la comida humana al castillo; una entrada al lado de la pista de aterrizaje donde estaban los vehículos y aviones, que disponía el Clan, para que ella trajera la comida de todos lados del mundo. Por esa entrada, atraía a los humanos, hasta directamente la sala Volturi, donde se hacia la alimentación.
Y la que habia usado yo, fuera de Volterra, llendo hacia las colinas, una iglesia que se escondía y albergaba la entrada, de las que mas se usaban, por su ubicación mas difícil de ser hallada, y llevar a las afueras de la ciudad.

Esas eran las favoritas por los vampiros del clan. Luego estaban las normales, las de la Torre del reloj y las del castillo, eran normales y sencillas, en ellas entrabas y dabas a una recepción con secretarias, que te ayudaban. A diferencia de la de aquí abajo, esas desconocían la verdad de lo que escondían las habitaciones del castillo.

Parte de la ciudad, más ademas de los edificios continuos y cercanos al castillo aun eran propiedades de los Volturis, ya fueran dejadas en alquiler, o que fuera, en si el dueño eran los lideres Volturis, se podría decir, que la ciudad fue fundada casi por ellos, y aun seguía en su desconocimiento, siendo de ellos. No por ello, salvaguardábamos la seguridad de los habitantes, impidiendo que vampiros cazaran en ella, o nosotros mismos, alimentarnos en este lugar.-¿También tienes una misión o placer?- Dije alzando la ceja, pero aunque mi voz sonara algo aburrida, entre la dulzura de su tono, no era para nada en plan desagradable, únicamente era normal, curiosa, y observadora. Me costaba hacer que mi voz, no se mezclara con mi animo, insatisfecho que me sentía tras mi viaje.-Perdona, mi tono si parece seco, ando algo desilusionada como te dije.. Desearía arrancar alguna cabeza, más. En fin... Otra vez sera.- solté, como si estuviera reteniendo aquello desde hace tiempo, pero ni mis palabras quitandole peso, eran como un caramelo contra un dolor de cabeza. Bonito, sabor dulce, pero sin efecto.