Erzsébet Báthory

Nombre Completo
Erzsébet Báthory

Apodo
Ni siquiera te atrevas

Raza
Vampiro

Edad
450 años

Fecha de transformacion
1604 d.C

Nacionalidad
Húngara

Aspiraciones
- Renacer entre los muertos
- Proclamar mi soberanía
- Continuar con mis métodos de caza
- Cuidar de mi familia

Hobbies
- Matar humanos
- Admirar la belleza
- Estar dentro de su castillo

Ocupación
Lider del clan Báthory

Descripción Física
La condesa es de un fino físico. Pequeños pómulos que permanecen inmóviles en su rostro, solo al hablar se denotan las suaves curvas que estos le producen. Ojos carmín por la sangre humana que sacia su sed. Esbelta y de estatura media. Finas piernas que usa para caminar grácilmente por los alrededores de su castillo o en busca de las víctimas.

Descripción Psicológica
La condesa permanece psicológicamente en la época en que tuvo su vida humana. Adora vestir delicados vestidos y zapatillas de cristales, con su cabello recogido en elaborados peinados.
Su mente, en cambio de su actitud exterior, es todo lo opuesto.
Sólo mira a las personas como cosas, no como seres. Adora ver la belleza de las jóvenes, y más cuando estas son humanas. Cazadora letal, adora bañar su cuerpo en la sangre de las víctimas y luego beberla en finas copas de plata.
Sólo con su familia es piadosa, los cuida con su propia existencia.

Historia
Erzsébet Báthory nace en una de las familias más antiguas y adineradas de Transilvania. Fue hija de Esteban Báthory y Anna Báthory. Nacida el 7 de agosto de 1560, pasó su infancia en el castillo de Ecsed. A los 4 ó 5 años de edad la pequeña sufría de violentos ataques: epilepsia o alguna otra enfermedad neurológica.
Esta enfermedad, fue usada para justificar su posterior transformación. En general fue una niña buena, dulce y aplicada que se preparaba para ocupar su puesto entre la nobleza de Transilvania. No se la veía manifestando un especial interés en las habituales ejecuciones de delincuentes y traidores que tenían lugar frente al castillo, excepto aquella vez que, cuando ella tenía diecinueve años, ajusticiaron a un gitano. Esa vez la propia Erzsébet se levantó muy temprano para no perdérselo porque le hacía mucha ilusión.
Nadie imaginaría que esa tarde la joven hermosa en que se había transformado, cambiaría para siempre.
Al lado izquierdo de su padre, la bella Erzsébet admiraba admirada la forma en que el gitano pagaba por su crimen. No se percató del joven que despertó en su cuerpo una sensación que desconocía*. Este tenía unos ojos oscuros, piel clara y de apariencia delicada. Le recordaba a cuando de niña, imaginaba a su esposo de pié en el gran ventanal de sus aposentos.
Aprovechó la oportunidad de que los condes admiraban fascinados la escena para acercarse al desconocido que la había atrapado. A pocos pasos de alcanzarle, este comenzó a caminar hacia la torre derecha del castillo. Erzsébet volteó a ver a sus padres quienes no notaron su ausencia y siguió al joven quien vestía finas telas.
Para su sorpresa al voltear la mirada hacia el camino, tuvo que detenerse abruptamente, ya que el hombre que había llamado fijamente su atención, estaba solo a unos centímetros de su rostro. ¿Cómo se atrevía?. Ella levantó su mano en advertencia de una bofetada ante el acto tan irrespetuoso que se estaba llevando a cabo.
Sin notarlo, la tomó de su pequeña muñeca, sintiendo la diferencia de temperatura entre ambos. La joven no huyó. Fijó sus ojos arrogantes color cielo en los suyos tan oscuros, intentando descifrar que ocurría.
No pudo evitar sonreír apenas cuando el hombre lo hizo, mientras acercaba la mano de Erzsébet a sus labios. Estaba acostumbrada a que finos hombren tuvieran el honor de besar la palma de su mano, pero él no lo hizo, giró delicadamente la fina mano de ella y suavemente la mordió.
Por su cuerpo comenzó a recorrer el placer. Cerró los ojos embriagandose de el sentimiento recién encontrado, y los abrió para ver como los ojos de este ser cambiaban por un color mas provocativo. Tambien su piel. Se veía aún mas suave, lisa...
Lisa como las sedas que ahora cubrían su cuerpo envuelto en espasmos. Otro de sus ataques... no.
Luego ella entendería todo completamente, pero no demoró en reflejarse en los cristales del castillo apenas tuvo oportunidad. Era ella, más bella que nunca.
Como era corriente en la época, a los once años había prometida al Conde Ferencz Nádasdy, que le doblaba la edad. Poco tiempo de su transformación, la enviaron a vivir en el castillo de su prometido para que conociera a su nueva familia. Nunca hizo buenas migas con su dominante suegra, Úrsula, matriarca del clan; al parecer, la joven Báthory hacía valer el rango superior de su apellido y belleza con frecuencia, enojando así a la Nádasdy. Tentada a romper su lazo matrimonial, quedó embarazada de uno de los sirvientes. Éste, pagó por su crimen, y Erzsébet enviada a otro remoto castillo familiar para que pariera a su primer hija: Lauren, Lauren Báthory. Nombre de origen francés y que significaba honor y victoria.
La niña nació sin dificultades, pero provocó algo que despertaría el otro lado de la joven condesa. La nodriza fue encontrada bañada en sangre, y la pequeña niña a sus pies, con los sus pequeños dientes clavados en el cuello de esta.
Instantaneamente Erzsébet caminó hasta donde la pequeña estaba recostada y tomó con sus dedos la sangre de la campesina, llevandola a sus labios para saborearla. Provocando que el placer mas grande que conocía hasta el momento llegara a todo su cuerpo.
A partir de ese momento, los ciervos tuvieron la orden de conseguir mujeres para alimentarlas a ambas en secreto. Aprendió el placer de la tortura y el de vaciar cuerpos.
Esta actitud la sintió aburrida luego de unos meses, por lo que al recordar el efecto de la sangre en los ojos del joven que la había mordido, imaginó que no solo debía beberla para ser joven, sino bañarse en ella para que limpie su piel.
Así, madre e hija encargaban las tinas llenas de sangre noble de mujeres y niñas para embellecerse, y otras dosis para beberla en copas elaboradas para ello. Aprendiendo a controlar a fuerza de voluntad, el instinto poco femenino que despertaba la sangre en ellas.
Al poco tiempo, y ya con murmullos de sus crueles actos, vió a su pequeña hija algo sola. Ella había sido hija única, y si algo le ocurría, quería que tuviera a alguien con quien estar.
Sedujo a uno de los hombres mas nobles que había en la época y quedó embarazada nuevamente.
Para su suerte, otra niña a la cual nombró Michelle Báthory, que significaba La Justa y Niña Bonita.
Sin dudas le hacía justicia a su nombre.
Esta aprendió las costumbres para la alimentación, forma de vestir y comportarse frente a las personas de su misma clase social y también del resto.
Para su molestia, los murmullos de los asesinatos cometidos comenzaron a abundar con el tiempo. Sus hijas contaban con diecinueve años cuando puso en marcha su plan para limpiar su apellido e imagen. No sólo por ella, tambien por el bien de sus hermosas hijas.
Quemó todas las pinturas y escrituras que la nombracen. Asesinó a toda su servidumbre y por último, permaneció inmovil en su lecho, vistiendo su mejor vestido y peinado.
Todos la dieron por muerta. Una asesina muerta...

Se escondió por varios siglos, dentro de su propio castillo para que nadie la viera. Sus hijas se ocuparon de alimentarla y prepararle sus baños favoritos.

El tiempo pasó.. y es hora de renacer.

*el vampiro poseía el don para atraer de esa forma a la joven condesa.

Temores y debilidades
- Dejar de ser bella
- Lastimar a un ser querido
- Ser desterrada de su residencia por dar a conocer su verdadera identidad y forma de alimentarse

Poder
En construcción

Pertenencias
- Su castillo de Čachtice, actualmente Eslovaquia
- Vestimenta y riqueza de su época. De gran valor en la actualidad.
- Su familia