The fun happens after school [Tia Helene]

Hoy, como algunos otros días, me tocaba ir a buscar a mi sobrino después de clase al colegio. Siempre lo hacía cuando sus padres no podían y luego me lo llevaba por ahí a pasar la tarde hasta que Isis o Takeshi vinieran a por él. Por suerte él salía a las 12, coincidiendo con mi horario de descanso en el trabajo así que podía ir a buscarlo sin problema alguno. Y si tenía que trabajar de tarde me lo llevaba conmigo, no había problema.
También cabe reseñar que recogía a mi linda sobrina, Midori, también, puesto que ambos iban a la misma clase. Sólo que ella era más reacia conmigo que su hermano, que era totalmente adorable y simpático.

Salí de la clínica y fui en mi Mercedes a buscar a Luke a su colegio. Todavía quedaban 5 minutos para que salieran así que me quedé apoyada en el coche. Algunas madres esperaban allí y el autobús de la ruta también estaba ya situado en su parada.
Sonó el timbre y los niños empezaron a salir en fila al lado de las maestras, todos vestidos con el mismo uniforme: pantalones cortos de color azul marino, una camisa blanca y un chaleco del mismo color que los pantalones, y un sombrerito amarillento con una cinta, de lo más adorable. Primero salían los niños más pequeños, entre ellos mi sobrino. Allí estaba él saliendo el último con su mochilita de Spiderman, era tan adorable... Pero parecía triste. Me acerqué a él pasando entre los niños que ahora eran recibidos por su familia, o iban al autobús para que los llevaran a casa. Cuando llegué a donde estaba Luke me agaché para quedar a su altura y extendí los brazos para que viniera hacia mí y abrazarle.
-¡Luke! ¿Cómo estás, pequeño?
Abracé al niño y le cogí en brazos depositando un beso en su mejilla.
Me incliné un poco para despedirme de la maestra de mi sobrino y lo llevé al coche. Puse su mochila de Spiderman en los asientos de atrás y senté al pequeño poniéndole el cinturón de seguridad.
-¿Qué tal el cole hoy, Luke?
Pregunté mientras arrancaba el coche y me incorporaba a la circulación.
Esperaba que me contase todo lo que había hecho hoy poque era divertido escucharle contar las cosas y con la alegría que las contaba.
Sin duda, adoraba a mi pequeño sobrino.

Iba en fila detras de mis compañeros de la escuela y luego una voz que gritó mi nombre me iluminó el dia. Levanté la mirada buscandola entre la gente y cuando la vi corrí a sus brazos y luego senti como mi corazoncito latia fuetre de verla *o* -TIA HELENE!!!!!!!!!! - grit y me abrace fuerte fuerte a ella con todas mis fuerzas. Le di un beso tronadote en la mejilla y me fui con ella al carro. Me quité la mochila y se la di para que la pusiera en el asiento de atrás y luego me abrochó el cinturon de seguridad. Estaba emocionadisimo y tenia una enorma sonrisa en mi rostro que nadie me podia quitar por mas que intentaran, el solo hecho de estar con mi tia me hacia sentir feliz y no querer separarme de ella nunca.

Cuando me preguntó sobre el colegio no dudé en contestarle y contarle todo lo que habia hecho, los trabajos con papel maché en la escuela y las sopitas secas con pegamento. Busqué en mi bolsillo un dulce que traia y se lo di -tia te compé algo en la escuela- le entregué la paleta de cereza que traia emocioando - te quiedo mucho tia :3 - y como ano podia abrazarla por el cinturón abracé su brazo con fuerzas y no me solté de ella. -a londe vamos? tu me llevadás a casa?- pregunté con cierto desanimo en la voz pues queria pasar el dia con ella como siempre deseaba hacerlo u.u

Mi pequeño sobrino parecía alegrarse mucho de verme porque en cuanto apareí en su escuela se lanzó hacia mí y me achuchó con mucha fuerza. Reí por su beso y luego fuimos al coche.
Mientras conducía él iba contándome con todo lujo de detalles lo que había estado haciendo en clase: arte con papel maché, algo con pegamento que no sabía lo que era, y otras muchas cosas más. Yo, mientras, iba sonriendo y preguntándole más cosas a partir de lo que me contaba.
-¿Y qué tal con los compañeros? ¿Tienes muchos amigos?
Preguntaba a ratos sobre su día a día en el colegio.
-¿Y qué haces en Educación Física? ¿Juegas al fútbol?
Él era un buen jugador de fútbol, la verdad, y aunque era pequeñito era obvio que era más rápido que sus compañeros de colegio y conseguía correr mucho con el balón y meter goles.

Cuando pareció acabar de contarme qué había hecho hoy sacó un dulce y me lo ofreció diciendo que me lo había comprado en el colegio. Me emocioné mucho porque, aunque era una simple piruleta, el detalle que había tenido mi sobrino conmigo al comprarme éso me pareció muy bonito. Acepté con una sonrisa la piruleta y la abrí para metérmela en la boca y saborearla.
-¡Gracias, sobri! ¡Está muy rica!

El niño intentó abrazarme y como no podía por el cinturón de seguridad se enganchó a mi brazo, el que tenía apoyado en la palanca de las marchas, así que puse el modo automático del coche para no tener que cambiar y no mover el brazo, dejando a mi sobri ahí abrazado. Me enternecía tanto el niño...
-Yo también te quiero mucho, peque. Mucho, mucho.
Seguí conduciendo y me preguntó, desanimado, si le llevaría a casa. Parecía que no le apetecía ir así que negué con la cabeza y me incorporé a uno de los carriles que llevaban al Rainbow Bridge. Crucé el puente para llegar a la isla donde solíamos ir a pasar las tardes, Odaiba. Allí había todo lo que necesitábamos para divertirnos: playa, grandes parques, centros comerciales y zonas de juegos, parques de atracciones...
-Vamos a Odaiba, peque. ¿Qué te parece si nos vamos a un parque, te cambias de ropa para no manchar el uniforme y hacemos los deberes al aire libre, y luego vamos a donde quieras? Te invito a un helado, si quieres. O podemos ir a jugar por ahí donde quieras.
Propuse al niño mientras buscaba un sitio para aparcar y bajarnos del coche.

Seguimos platicando mientras llegabamos al destino, pero cuando llegamos me solté de su braz y con una maroma me aventé al asiento trasero a buscar los trabajos que habia hecho en la escuela, el barquito, unas flores, y un angelito con brillantina para mi tia :3 a mi mami siempre le regalaba cosas pero ahora que mi tia tuviera los regalos en su refrigerador de su cocina :3 rebusquee entre la mochila y cuando los encontre tuve que desdiblarlos un poquito y regresé al asiento -Tia mila lo que tambien te hice en la escuela :3- le dije mientras le entregaba los tres trabajitos. Estaba sonriendo con orgullo pues me habian quedado bien bonitos y eran dignos de que mi tia los tuviera en su refrigerador.

TRABAJITOS:

Al fin pude encontrar un sitio donde aparcar porque la gente, como nosotros, solía ir después del colegio al centro comercial a pasear a los niños o a que jugasen en los parques, aparte, otros vivían en los edificios de la isla, y si no, trabajaban allí. Y también los adolescentes salían de los institutos y universidades e iban a pasar allí la tarde, hacer ejercicio o leer un rato bajo la sombra de un árbol o en la playa que, aunque no estuviera permitido el baño, se estaba a gusto allí.

Dejé el coche en un hueco entre otros dos y mi sobrino se quitó el cinturón de seguridad y fue a buscar algo de su mochila. Me giré para ver qué hacía y para buscar mi bolso. El niño volvió a su asiento con varios trabajos escolares y me los enseñó. Eran unas flores, un ángel hecho con la forma de las manos de mi sobrino, y un barco hecho con un plato de plástico y palitos de helado.
Sonreí, aun con la piruleta en la boca, mientras examinaba los trabajos artísticos que ahora eran míos porque me los había regalado.
Luke parecía sentirse orgulloso de lo que había hecho, se le veía en la cara. Y no era para menos, eran cosas bastante bonitas y, con cuidado, los metí en la guantera del coche para luego colgarlos cuando llegase a casa.
-Me gustan mucho, Luke. Los colgaré en una corchera que tengo yo, así los veré todos los días.
Le comenté al niño mientras salía del coche e iba a abrir su puerta. Le di la mano a mi sobrino y cerré con el mando a distancia de la llave.

No los iba a poner en la nevera porque no se verían bien además no me gustaba tener esas cosas ahí. Prefería colgarlas en mi corchera.

Entramos al centro comercial y el aire acondicionado se notaba al traspasar la puerta.
-¿Vamos a comprar un yogurt helado?
Comenté mientras caminábamos entre la gente.

Sonrei emocionado cuando vi que le habian gustado mis trabajitos, reí y cuando abrió mi puerta tomé su mano y bajé con ella. -Tia no me agales la mano van a cleel que soy tu novio ¬¬ y las niñas no me vana vel pol que mengo contigo ¬¬ -le dije y rei yo solito. Yo tenia una novia en mi escuela, pero ella no sabia que era mi novia todavia, se llamaba cindy (?) y era muy bonita con su cabello marroncito y que le llegaba hasta la espalda! era divertido jalarle el cabello y que ella se quejara, me daba mucha risa.

Caminamos hasta donde vendian el yogurt helado y corrí a ganar una silla que tenia el dibujo de spiderman -yo quiero aquiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!- grité emocionado y me lanzé a la silla, me subí y luego me acomodé viendo a mi tia con una sonrisota y mis manitas juntitas sobre la mesa -quielo uno le fesas y banana -le pedi y luego hice ojitos, bricaba en mi asiento de la emoción y solo sentia que mi cabello se movia de arriba a abajo xD. -Eles la mejol tia lel mundo entelo- le dije feliz, cabe mencionar que helene es la única tia que conosco XD.

Le di la mano al niño cuando salimos del coche pero se quejó diciendo que si nos veían de la mano pensarían que era mi novio. No pude evitar reír con él. Mi pequeño sobrino tenía unas ocurrencias...
Cuando llegamos a un sitio donde vendían yogurt helado Luke corrió a adueñarse de una silla con un dibujo de Spiderman. ¡Este niño amaba a Spiderman! Se sentó ahí con sus pequeñas manitas juntas y me dijo el tipo de yogurt que quería, de fresa y plátano.
-Buena elección, peque.
Le respondí a mi sobrino y dejé sobre la mesa la chaqueta y el bolso, llevándo sólo el monedero para pagar en el mostrador. Pedí su helado y se lo llevé a la mesa.
-Aquí tienes.
Le dije al niño y me senté frente a él mientras se lo comía. Era tan lindo el pequeño... Casi se me caía la baba cuando me decía que era la mejor tía del mundo. Sí, era la única, pero me encantaba escucharlo.
-Y tú el sobrino más lindo de todos.
Le dije revolviendo su suave y sedoso cabello, que botaba cuando él lo hacía.