Old times aren't always good.. [Ryota]

Estaba cansada y harta. Eran más de las diez de la noche y seguía enfrascada en una sesión de fotos. Parezco exagerada, pues he estado en sesiones mucho más largas, casi en la madrugada y, sin embargo, algo en mente no me dejaba en paz. Según mi asistente había estado siguiendome, ahora más que nunca. Habia tenido muchos años de paz y de pronto se aparecía para buscarme. Conociendolo, no se detendría hasta encontrarme, así fuera una visita de lo más insulsa, pero siendo realista, Ryota siempre quiere algo.

_me retiro. veremos esto mañana en la mañana._ exclamé finalmente fastidiada ante el asombro de Sam, mi asistente. salí rapidamente de ahí y me fui caminando a mi apartamento que se encontraba a escasas dos cuadras. pero ni siquiera llegaba a la esquina de la primera cuando recibi un mensaje de mi asistente. lo leí rapidamente y guardé el móvil en el bolsillo de la gabardina.Al llegar a mi edificio abordé cuanto antes el elevador. antes de que subiera conmigo a bordo, alguien intentó forzar la puerta y yo decidida le cerré con el botón del panel.

Suspiré momentaneamente aliviada y me bajé unos pisos antes y subí con rapidez por las escaleras hasta mi departamento. No me parecio que fuera él pero quizá mandó a sus hombres y eso era menos terrible, pero nunca se sabía. Miré los minutos pasar en el reloj y nadie subió. Se fue? era posible que sólo intentara intimidarme, era experto en eso, sabía muy bien como hacerlo....

Pensaba que la suerte estaba de mi lado y que le había perdido otra vez pero no fue así. caminaba por el pasillo que iba a mi habitación y en ese preciso instante escuché la puerta abrirse tras forzar la perilla. estaba dentro.

Escuché esa voz de nuevo y apreté los dientes maldiciendo mi suerte. solo les abrí de nuevo cuando comenzó a hablarme sabiendo que estaba ahí. Aspiré un poco de aire y caminé de vuelta por el pasillo hasta la sala donde estaba él. le miré fijamente escuchando sólo el golpeteo de las plataformas sobre el piso encerado de madera. le miré lo más altiva posible para que viera que no me doblegaba ante su presencia, aun cuando me enojaba sobremanera.

_¿Qué haces aquí?_ pregunté con el dejo de enojo más que evidente.

_Es broma?_ pregunté irónica y mirándolo con dolor, al tiempo que daba unos pasos atrás conforme él avanzaba.

_Eres tú quien la pasaba bien, no yo. Mucho menos cuando mataste a mi hijo. eres un maldito._ le dije con desprecio deteniendo mi marcha, decidiendo que no sería débil ante él nunca más.

_Sólo dime que demonios quieres y lárgate. No quiero volver a verte. Yo no seré más tu víctima, mucho menos tu juguete._ exclamé directo y sin rodeos, encarándolo como nunca lo hice.

No daba crédito a las palabras que salían de su boca, a cada cual más cínicas e insultantes hacía mi persona. Prácticamente echandome en cara que por él no sería nada.

_¿Cómo te atreves........?_ formulé la pregunta en medio de un terrible sentimiento de indignación y de manera casi instantánea le propiné una sonora bofetada que bien se merecía por hablar sandeces en mi presencia.

_Lo que soy lo debo a mi y sólo a mi, ¿está claro? No te pertenezco, nunca fue así y no empezará hoy. ¡Eres un maldito monstruo!_ le grité dolida y llena de enojo.

Le miré a los ojos con el ánimo menos valiente ante la clara amenaza. Me prometí no ser su víctima pero tampoco pensaba en arriesgar mi vida.
_Sé perfectamente con quien trato. Eres el maldito que me arruinó la vida._ declaré sin callarme lo que sentía.
_El maldito que no tuvo piedad con su propio hijo..._ Le miré dolida por cuanto dolor me había causado.
_Tú no me asustas. Hace mucho que dejé de temerte, Ryota..._
Traté de mantenerme lo más altiva posible toda vez que él usaba su fuerza para intimidarme. Él no sabía otro método más que ese, lo tenía bien conocido.

Pocas eran las veces en que se dignaba a hablarte en ese tono. Contadas las ocasiones en que la sinceridad formaban parte de sus palabras. ¿Era cierto aquello que decía? Lo observé insegura y algo me dijo que debía alejarme de él. Un suspiro más bien de susto salió de mi cuando ese temperamento salió a flote y me tomó de la manera más posesiva.
_No... No... Ryota.... No hagas esto..._ supliqué buscando alejarme de él con todas mis fuerzas pero estaba por demás claro que no iba a dejarme.
_Sólo vete... Por favor, vete..._

Luchaba desesperada por librarme de su yugo, pero sus palabras eran más que decisivas, cuando algo estaba en su mira, no lo dejaba escapar, a menos... Que la presa tuviera más opciones...
_Tú arruinaste todo el día que decidiste ser un maldito conmigo. Tú no sabes de apreciar, no digamos siquiera querer... Por eso estás solo, siempre lo estarás. No mereces nada._ casi le grité bastante más alterada y angustiada.
_Sólo soy un capricho para ti. Lo único que te mueve es destruir todo a tu alrededor... Acéptalo. Tú no me deseas... Nunca fue así. Sólo soy un capricho más..._ Lo miraba con la respiración agitada y con las muñecas adoloridas por la presión que ejercía sobre cada una.

No sabía bien por qué pero todos los detalles de la noche en que lo conocí en esa casa de té se recrearon en mi mente al paso de cuanto decía. No pensaba, no podía hacerlo. Él sólo había llegado en el ánimo de reclamar lo que alguna vez fue suyo y lo hacía con lujo de violencia, con desenfreno. Yo tenía oportunidad de librarme de su fuerza, siempre fue superior a mi, pero lo que hizo después no me lo esperaba.
_ahh..._ me quejé ahogadamente al sentir el dolor de la mordida. Me sostuve de él y quedé quieta mientras él tomaba de mi.
Cuando terminó, lo miré con recelo como nunca.
_Te odio......_ susurré débilmente.

Era lo menos que esperaba, realmente. No pareció importarle lo que dije o mejor dicho, lo tomó como algo completamente distinto. Se arrojó contra mi y me estaba besando con tal arrebato que parecía haberlo guardado por mucho tiempo. Yo, no supe como reaccionar y por instantes forcejee contra él y de súbito se detuvo.
Observé extrañada y jadeante y esa mirada penetrante no se iba. Me odiaría por esto, me sentía traidora a mi misma, pero no pude evitarlo y me entregué en medio de otro beso salvaje y carente de toda cordura.

Palpar mi deseo por ese que juraba odiar era humillante y vergonzoso, pero asi y todo la caida era inminente.
Podia ver con claridad como mis sentidos abandonaban mi cordura y se entregaban sin reservas, cautivos, necesitados....
Esa manera casi bestial de portarce, esa sed por mi cuerpo que parecia no poder saciar a pesar del tiempo que habia transcurrido, no ayudaba a mi juicio, aun cuando intentaba negarme y no traicionar la memoria de mi hijo. Sentir esa pasion devastadora apoderarce de mi era doloroso en cierto punto, pero por vergonzoso que sonara, tambien habia una parte de mi que sentia añoranza de este hombre por quien solo debia sentir desprecio.
El no daba tregua con sus besos y arremetia hambriento contra mis labios; a penas alcanzaba a respirar entre tanta lucha y trataba devilmente, quiza por orgullo, de seguir forcejeando con el. Esto consiguio que el me empujara con fuerza contra una pared como en una señal de que me quedara quieta pero antes de que pudiera reaccionar en contra de ello, no por que me faltaran deseos de seguir con esto si no de nuevo por orgullo, el abrio violentamente el saco que me cubria y se arrojo contra mi en otro beso debastador.
ahogue en sus labios un "No!!!..." que se fundio en un turbio jadeo provocado por sus manos que recorrian mi cuerpo, conocedoras desde hacia rato la sencibilidad de mi piel ante su toque.
por que....? por que tenia que ceder....? por que no podia decirle no y permanecer en mi negacion aunque me costara la vida....?
sentia mis propios reclamos en el alma, pero mi cuerpo estaba lejos de sentirce culpable ante el deseo que este maldito despertaba desde siempre. furiosa contra el y contra mi misma, mordi sus labios en medio de un beso apasionado viendo que habia provocado una herida le gruñi retandole.
no se bien por que lo hice...quiza era producto de mi enfado, quiza por que no queria que el viera que era devil como antes...no sabia como reaccionaria, pues en el pasado jamas reaccionaba en su contra.... quiza acababa golpeandome.... era mejor esperar eso a que siguiera con sus besos que me destrozaban el alma.

Morderlo no fue la mejor idea despues de todo. Le incito mas, le puso mas violento y exigente.
me jalo con el y me puso sobre una mesa empotrada en la pared con fuerza, sin tener un minimo de delicadeza en su agarre... Senti que desgarro mi falda al tiempo que gruñia sus palabras arrogantes. Su boca colmo la mia en un beso salvaje que se mezclo en una mordida. Jadee inconcientemente por la herida mientras el se acomodaba tan cercano a mi cuerpo.
Mi corazon se desboco al tenerlo a esa distancia,era un peligro real e inminente... haberme dejado llevar en ese primer beso habia sido un error,pero tal como el afirmabam el jamas aceptaba derrotas ni negativas... el habia ido a ese lugar a tomarme
no habria ninguna mediacion al respecto.
Tense mi mandibula cuando su boca tomaba de mi herida la sangre entre besos e intente inutilmente apartar mi rostro o alejarle; me tenia apresada en cuerpo...me tenia cautiva en el alma
La fuerza que estaba empleando era por que me negaba a ser docil... mis recuerdos con el siempre era la de un hombre recio y posesivo a la hora de tomarme,aunque nunca era gentil o tierno, jamas era violento. Pero ahora yo no me dejaba y esto le llevaba a portarse asi.
Logre librarme de sus labios solo por que aboco sus besos a trazar un camino por mi cuello. Mi respiracion estaba agitada tanto por el esfuerzo doble de mantenerme en la negacion de que no podia aceptar su imposicion de hacer conmigo lo que qusiera y el anhelo febril de volver a ser suya.
_ no... _ logre decir con poca conviccion,impulsada unicamente por mi orgullo_... no quiero...
tome valor de donde no tenia y le mire furica
_ ya no te pertenezco