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Reincorporación obligada -Libre-
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Reincorporación obligada -Libre-
De nuevo recuperada y sin poder esperar más fui a darme un paseo al trote por el parque que estaba a varias calles de mi piso. ¡Lo necesitaba! Me consideraba una mujer muy activa y deportista que no podía estar quieta un rato. Necesitaba moverme y el deporte era de mis cosas favoritas. Todos los días tenía por costumbre salir a correr unos kilómetros y luego hacer estiramientos. Y cuando podía, el día que tenía libre, practicaba boxeo con el saco que tenía en el patio de mi casa, y si no, iba a dar una vuelta en bicicleta o a nadar. Cualquier cosa con tal de no quedarme en casa sin hacer nada perdiendo el tiempo.
Pero hacía ya tres meses había tenido un accidente durante una actividad multiaventura. En uno de mis viajes a Brasil a ver a mis padres había aprovechado, también, para hacer una excursión al bosque. Haríamos tirolina, rapel y escalada. ¡Perfecto! Sí... Hasta que durante la escalada hubo un leve desprendimiento de una roca por culpa de un novato que iba delante de mí y acabé con uno de mis brazos rotos, contusiones leves en la cara y contractura muscular en la espalda. ¡Menudo idiota! Pero me lo pasé bien. Los accidentes podían ocurrir y ésta vez me había tocado a mi. No era la primera vez que me partía un hueso. Y, como no: reposo absoluto durante un par de meses para que el hueso soldara bien.
Regresé al D.C. y estuve en mi casa, en compañía de Mate, todo el día. Mi madre vino conmigo y se empeñó en ayudarme en todo y era algo que no me gustaba. Se lo agradecía, pero no me gustaba. Ya tenía 27 años y podía cuidar de mi misma. Sólo me había roto un brazo, pero al menos, agradecí su compañía, aunque sabía que estaba mejor en Brasil con mi padre, pues ella no sabía hablar inglés y le costaba adaptarse.
En fin, por lo menos ahora estaba curada y podía ir a correr al parque un rato, moverme, hacer ejercicio antes de ir a trabajar... Lo de siempre. Al menos el aire fresco de la mañana me animaba el día y despertaba mis energías. Después, una duchita y un buen café, y al trabajo.
Después de una carrera bastante larga me detuve un instante para rellenar la botella del agua de una fuente y miré mi brazo. Estaba perfecto, como si nada hubiese pasado. Sonreí un momento y bebí otro trago de agua. Era hora de ir caminando normalmente un tramo más.
Hoy me incorporaba de nuevo al trabajo y me habían llamado hacía dos días para comentarme algunos de los casos de los que me tendría que encargar, sobretodo, de tráfico de sustancias.
Pero hacía ya tres meses había tenido un accidente durante una actividad multiaventura. En uno de mis viajes a Brasil a ver a mis padres había aprovechado, también, para hacer una excursión al bosque. Haríamos tirolina, rapel y escalada. ¡Perfecto! Sí... Hasta que durante la escalada hubo un leve desprendimiento de una roca por culpa de un novato que iba delante de mí y acabé con uno de mis brazos rotos, contusiones leves en la cara y contractura muscular en la espalda. ¡Menudo idiota! Pero me lo pasé bien. Los accidentes podían ocurrir y ésta vez me había tocado a mi. No era la primera vez que me partía un hueso. Y, como no: reposo absoluto durante un par de meses para que el hueso soldara bien.
Regresé al D.C. y estuve en mi casa, en compañía de Mate, todo el día. Mi madre vino conmigo y se empeñó en ayudarme en todo y era algo que no me gustaba. Se lo agradecía, pero no me gustaba. Ya tenía 27 años y podía cuidar de mi misma. Sólo me había roto un brazo, pero al menos, agradecí su compañía, aunque sabía que estaba mejor en Brasil con mi padre, pues ella no sabía hablar inglés y le costaba adaptarse.
En fin, por lo menos ahora estaba curada y podía ir a correr al parque un rato, moverme, hacer ejercicio antes de ir a trabajar... Lo de siempre. Al menos el aire fresco de la mañana me animaba el día y despertaba mis energías. Después, una duchita y un buen café, y al trabajo.
Después de una carrera bastante larga me detuve un instante para rellenar la botella del agua de una fuente y miré mi brazo. Estaba perfecto, como si nada hubiese pasado. Sonreí un momento y bebí otro trago de agua. Era hora de ir caminando normalmente un tramo más.
Hoy me incorporaba de nuevo al trabajo y me habían llamado hacía dos días para comentarme algunos de los casos de los que me tendría que encargar, sobretodo, de tráfico de sustancias.
Mayra Canasa Ferreira- Mensajes : 175
Localización : Washington D.C - Rio de Janeiro
Re: Reincorporación obligada -Libre-
Después de una larga ausencia donde mi único objetivo era alejarme tanto como pudiera de cualquier ser racional para sumirme en mis propios pensamientos era hoy el día en el que decidía regresar y no encontraba mejor lugar para volver a sentirme viva y regocijarme de vitalidad que no fuera Washington, donde en épocas pasadas me gustaba torturar a almas vacías merodeantes cuando la luna susurraba el mal a mi oído y dejaba de ser sólo una chica.
Desde que decidí alejarme de todo, mi hermano lobo (que era el alma de un hijo de la luna) y yo teníamos una fuerte conexión congruente, estable y equilibrada. Había dejado atrás las niñerías de venganzas sin sentido, de hostigamientos con otras razas cuando estás no representaban peligro, mi enfoque se había transformado a una neutralidad de conveniencia, y si bien mi gusto por la carne humana no había disminuido de la misma forma que el placer que me provocaba alimentarme del terror de sus ojos, me había transformado en una loba sabia y controlada.
Caminaba por las calles repletas de humanos que arrastraban sus pies a prisa con la mirada muerta y energía pesada condenados a una esclavitud de trabajo a cambio de dinero que en muchos casos ni les agradaba pero lo necesitaban y mientras algunos se atrevían a buscar los ojos de una chica que podría pasar como pordiosera yo les correspondía con una severa mirada al tiempo en el que agradecía profundamente mi condición de libertad mientras le daba otro toque a el cigarrillo que ocupaban mis labios, si bien no llevaba la ropa adecuada y dejaba entre ver casi todo mi cuerpo pude frustrar varias miradas lascivas que no entendían la condición de una hija de la luna.
Entre tantas personas me llamo la atención una chica por su manera tan segura de andar y la mirada determinante como poco se puede ver entre los de su raza.
Cruce la acera sin perderla de vista y decidí seguirla...
Desde que decidí alejarme de todo, mi hermano lobo (que era el alma de un hijo de la luna) y yo teníamos una fuerte conexión congruente, estable y equilibrada. Había dejado atrás las niñerías de venganzas sin sentido, de hostigamientos con otras razas cuando estás no representaban peligro, mi enfoque se había transformado a una neutralidad de conveniencia, y si bien mi gusto por la carne humana no había disminuido de la misma forma que el placer que me provocaba alimentarme del terror de sus ojos, me había transformado en una loba sabia y controlada.
Caminaba por las calles repletas de humanos que arrastraban sus pies a prisa con la mirada muerta y energía pesada condenados a una esclavitud de trabajo a cambio de dinero que en muchos casos ni les agradaba pero lo necesitaban y mientras algunos se atrevían a buscar los ojos de una chica que podría pasar como pordiosera yo les correspondía con una severa mirada al tiempo en el que agradecía profundamente mi condición de libertad mientras le daba otro toque a el cigarrillo que ocupaban mis labios, si bien no llevaba la ropa adecuada y dejaba entre ver casi todo mi cuerpo pude frustrar varias miradas lascivas que no entendían la condición de una hija de la luna.
Entre tantas personas me llamo la atención una chica por su manera tan segura de andar y la mirada determinante como poco se puede ver entre los de su raza.
Cruce la acera sin perderla de vista y decidí seguirla...
Invitado- Invitado
Re: Reincorporación obligada -Libre-
Seguí mi camino por el parque con tranquilidad. Ya había corrido bastante y ahora tocaba un suave paseo para relajar los músculos, pero sin detenerme en seco. Llevé mi mano a la riñonera que colgaba de mi cintura, donde metía el teléfono, el MP3, la botellita de agua y algunas moneditas. Podía comprarme algo para comer.
Mientras caminaba vi a una chica bastante joven. Tal vez fuese universitaria, pensé. Pero no llamó mi atención en absoluto.
Seguí mi camino y me detuve en un pequeño supermercado para comprar algunas cosas que me hacían falta. Debía volver a casa rápidamente porque tenía que ducharme, repasar los informes y hacer mi comida para ir corriendo al trabajo. Elegí lo que suponía que me hacía falta y después de pagar continué a paso tranquilo hacia mi pequeño piso.
En un momento giré para ver si pasaban más vehículos al cruzar la calle y volví a encontrarme con la joven muchacha. ¿A dónde iría?
Off: No había visto la respuesta, perdona. Estaré encantada de tener a alguien con quien rolear!
Mientras caminaba vi a una chica bastante joven. Tal vez fuese universitaria, pensé. Pero no llamó mi atención en absoluto.
Seguí mi camino y me detuve en un pequeño supermercado para comprar algunas cosas que me hacían falta. Debía volver a casa rápidamente porque tenía que ducharme, repasar los informes y hacer mi comida para ir corriendo al trabajo. Elegí lo que suponía que me hacía falta y después de pagar continué a paso tranquilo hacia mi pequeño piso.
En un momento giré para ver si pasaban más vehículos al cruzar la calle y volví a encontrarme con la joven muchacha. ¿A dónde iría?
Off: No había visto la respuesta, perdona. Estaré encantada de tener a alguien con quien rolear!
Mayra Canasa Ferreira- Mensajes : 175
Localización : Washington D.C - Rio de Janeiro
Re: Reincorporación obligada -Libre-
OFF. NO te preocupes, y a mi siempre me agrada los post con gente nueva :DD
Aguarde mientras compraba, siguiendola de cerca sin importarme si cuando se giro a observarme la primera vez sospechara que la seguía debido a mi mal aspecto tratando de ponerme en sus zapatos mirandome a mi misma como una ladrona o pordiosera cuando en realidad iba mas allá de eso, me tenia intrigada y no entendía porque, tal vez era el olor que emanaba su cuerpo trabajado entre tantos de una estructura flácida el de ella olía exquisito, ¿por que ella mantenía su cuerpo ejercitado?, simplemente me parecía un especimen demasiado activo. Cuando estuvimos cerca de unos departamentos (?), volvió una vez mas la mirada hacia a mi, en respuesta yo me limite a mantener una mirada fría sin ápice de alguna expresión diferente al aburrimiento que podría pasar por soberbia. Ya iba consumiendo mi doceavo cigarrillo y el sabor jamas dejaba de complacerme, la observe sin inmutarme avanzando mas para entrar primero a lo que parecía su departamento, pasando junto a su aroma humano repleto de un halo de misterio , me escondería en algún piso o tal vez la seguiría hasta su piso y departamento para matarla ahí.
Subí unas escaleras ocultandome tras el muro contiguo al del corredor que daba una vista perfecta a la del elevador y al de las escaleras, lance el cigarrillo al piso extinguiendo el humo con mi pie desnudo.Aguardando.
Aguarde mientras compraba, siguiendola de cerca sin importarme si cuando se giro a observarme la primera vez sospechara que la seguía debido a mi mal aspecto tratando de ponerme en sus zapatos mirandome a mi misma como una ladrona o pordiosera cuando en realidad iba mas allá de eso, me tenia intrigada y no entendía porque, tal vez era el olor que emanaba su cuerpo trabajado entre tantos de una estructura flácida el de ella olía exquisito, ¿por que ella mantenía su cuerpo ejercitado?, simplemente me parecía un especimen demasiado activo. Cuando estuvimos cerca de unos departamentos (?), volvió una vez mas la mirada hacia a mi, en respuesta yo me limite a mantener una mirada fría sin ápice de alguna expresión diferente al aburrimiento que podría pasar por soberbia. Ya iba consumiendo mi doceavo cigarrillo y el sabor jamas dejaba de complacerme, la observe sin inmutarme avanzando mas para entrar primero a lo que parecía su departamento, pasando junto a su aroma humano repleto de un halo de misterio , me escondería en algún piso o tal vez la seguiría hasta su piso y departamento para matarla ahí.
Subí unas escaleras ocultandome tras el muro contiguo al del corredor que daba una vista perfecta a la del elevador y al de las escaleras, lance el cigarrillo al piso extinguiendo el humo con mi pie desnudo.Aguardando.
Invitado- Invitado
Re: Reincorporación obligada -Libre-
Esa joven chica parecía estar siguiéndome. Aunque tampoco podía acusar sin pruebas. Tal vez se dirigiera al mismo sitio que yo... Ya se comprobaría. Pasado un rato llegué al bloque de pisos donde vivía y subí por las escaleras. Siempre evitaba el ascensor. Subir escaleras me venía muy bien para acabar mi ejercicio diario.
Llegué a la puerta de mi casa y la abrí. Mate me recibió abalanzándose sobre mi y le acaricié de forma alegre.
¡Hola, Mate! Ahora te pongo la comida, tranquilo, tranquilo.
Sonreí a mi compañero que, aunque no fuese una persona, era mejor que nadie para mi. Me había ayudado a superar la pérdida de mi marido e hijo, así que casi se lo debía todo a mi perro. Era quien conseguía animarme si me daba algún bajón.
Cerré la puerta y me adentré en la cocina a dejar las bolsas de la compra. Después de guardar cada cosa en su sitio le serví la comida a Mate. Tenía que pensar qué me hacía yo para comer porque en un rato tendría que volver al trabajo.
Pero antes de nada... Una buena ducha rápida para relajarme y quedarme limpia después del deporte. Al acabar, me sequé el pelo y lo até con una goma haciendo una cola alta y me fui a preparar la comida. Ya no había vuelto a pensar en la chica ésa más. Lo único raro que tenía es que iba descalza, nada más... Aunque había algo de ella que no me gustaba, pero bueno, en una ciudad tan grande era fácil encontrar a gente rara.
Llegué a la puerta de mi casa y la abrí. Mate me recibió abalanzándose sobre mi y le acaricié de forma alegre.
¡Hola, Mate! Ahora te pongo la comida, tranquilo, tranquilo.
Sonreí a mi compañero que, aunque no fuese una persona, era mejor que nadie para mi. Me había ayudado a superar la pérdida de mi marido e hijo, así que casi se lo debía todo a mi perro. Era quien conseguía animarme si me daba algún bajón.
Cerré la puerta y me adentré en la cocina a dejar las bolsas de la compra. Después de guardar cada cosa en su sitio le serví la comida a Mate. Tenía que pensar qué me hacía yo para comer porque en un rato tendría que volver al trabajo.
Pero antes de nada... Una buena ducha rápida para relajarme y quedarme limpia después del deporte. Al acabar, me sequé el pelo y lo até con una goma haciendo una cola alta y me fui a preparar la comida. Ya no había vuelto a pensar en la chica ésa más. Lo único raro que tenía es que iba descalza, nada más... Aunque había algo de ella que no me gustaba, pero bueno, en una ciudad tan grande era fácil encontrar a gente rara.
Mayra Canasa Ferreira- Mensajes : 175
Localización : Washington D.C - Rio de Janeiro
Re: Reincorporación obligada -Libre-
Cual cazador acechando a su presa, espere que se incorporara a su habitad natural, aun detrás de una de las esquinas del pasillo, oculta de su vista. Seguí su rastro con mi curiosidad seduciendo a mis mas obscuros instintos, camine deslizando mis pies descalzos hacia la puerta que momentos antes había recibido a su dueña acompañado con un hedor particular;olfate la entrada bañada por el olor de la mortalidad de ambas criaturas indefensas.
Despeje mi oreja de las interferencias que producía mi cabello ,pegando la desnudez de mi afinado oído a la puerta tentando una serie de imágenes mentales que podrían darme una idea de lo que hacia ahí adentro, de pronto note el estruendo de las gotas impactándose en las baldosas del baño,seguro estaría tomando una ducha. Aprovechando el pequeño lapso me dispuse a exihibir con un ardor proveniente desde mis entrañas hasta la punta de mis dedos...mi contraparte lobuna traducida a unas gruesas y afiladas garras negras con un brillo digno del destello que se produjo cuando el siseo de las cuchillas terminaron de salir del escondite entre mis uñas humanas, la cutícula de cada dedo fue entintado en un carmesí vago del esfuerzo.
Me agache apara arrodillarme e introducir la garra de mi dedo índice en la cerradura, estimulando el orificio de la llave hasta que un "click" cedió a los delicados movimientos de la garra.
Un leve gruñido me recibió observe a la criatura notando que su dueña aun seguía ocupada en sus asuntos de aseo.Tome al animal atrapando su hocico para que no produciera ruido alguno,este mordió mis dedos con garras anexas, le grupo con rabia deslizando el filo de mi garra comparado con la navaja de mi entrepierna mas filoso atraves de su lomo, este chillo y yo lo deje ahí avanzando por la casa ocultandome,hasta que ella salió a cocinar.....
Despeje mi oreja de las interferencias que producía mi cabello ,pegando la desnudez de mi afinado oído a la puerta tentando una serie de imágenes mentales que podrían darme una idea de lo que hacia ahí adentro, de pronto note el estruendo de las gotas impactándose en las baldosas del baño,seguro estaría tomando una ducha. Aprovechando el pequeño lapso me dispuse a exihibir con un ardor proveniente desde mis entrañas hasta la punta de mis dedos...mi contraparte lobuna traducida a unas gruesas y afiladas garras negras con un brillo digno del destello que se produjo cuando el siseo de las cuchillas terminaron de salir del escondite entre mis uñas humanas, la cutícula de cada dedo fue entintado en un carmesí vago del esfuerzo.
Me agache apara arrodillarme e introducir la garra de mi dedo índice en la cerradura, estimulando el orificio de la llave hasta que un "click" cedió a los delicados movimientos de la garra.
Un leve gruñido me recibió observe a la criatura notando que su dueña aun seguía ocupada en sus asuntos de aseo.Tome al animal atrapando su hocico para que no produciera ruido alguno,este mordió mis dedos con garras anexas, le grupo con rabia deslizando el filo de mi garra comparado con la navaja de mi entrepierna mas filoso atraves de su lomo, este chillo y yo lo deje ahí avanzando por la casa ocultandome,hasta que ella salió a cocinar.....
Invitado- Invitado
Re: Reincorporación obligada -Libre-
Nunca pensé que una ducha de 5 minutos pudiese acabar convirtiéndose en otro día de los más tristes para mí. Salí de la bañera y me sequé rápidamente para acabar vistiéndome. En una hora debía ir a trabajar y tenía que tener listo todo. Abrí la puerta del baño y me dirigí a la cocina.
Mi siguiente visión me dejó de piedra un instante: Mate estaba tendido en el suelo con el cuerpo lleno de sangre que le chorreaba por el lomo. Quedé en shock, pero lejos de quedarme quieta agarré mi móvil y marqué al veterinario de la unidad canina de mi departamento de trabajo.
¿¡Chris!? Ven a mi casa… Mate está gravemente herido, Chris, te necesito. ¡Ven ya!
Grité desesperada y dejé el teléfono a un lado, en el suelo. No sé si había colgado o no. Me arrodillé junto a Mate e intenté taponar la herida que recorría su lomo. No sabía la profundidad de la herida, pero era muy larga.
Mi pobre Mate… ¿Por qué a él? No era una persona, pero no me cansaba de decir que era casi mejor que cualquiera. Era quien me había ayudado a superar la muerte de Adam y Jonah, siempre estaba ahí para recibirme con saltos y lametones. Creo que sin él me hubiese derrumbado en más de una ocasión. Era la única razón por la que llegaba a casa contenta después de lo sucedido. Por algo se llamaba Mate.
En unos minutos apareció Chris, veterinario de la unidad canina, y rápidamente fue a examinar a Mate. Casi me dijo que tenía que llevárselo sin ni siquiera agacharse a examinar al perro. Era grave… Ya me estaba preparando para lo peor.
Seguí taponando la herida para que no perdiera más sangre y ayudé a mi compañero a cargar a Mate. Eché a correr junto a él hacia el coche para llevarlo a la clínica. Iba a someterse a una operación de urgencias. Aunque conocía su gravedad pero quería intentarlo todo para poder salvarle la vida. No quería que muriera… Él no.
Los coches se apartaban a la derecha cuando nos veían pasar. Llevábamos la sirena policial porque era una emergencia y no escatimé en velocidad, no si se trataba de salvar a mi perro. Mi compañero de trabajo, Chris, iba administrando medicamentos a Mate en la parte de atrás del coche. Aparqué en la puerta de la clínica del FBI y abrí de un tirón la puerta del coche. Había enfermeros veterinarios esperando. Seguramente Chris les avisó cuando iba a mi casa. Dejé que se llevasen a Mate y suspiré, ahora sí, sintiéndome derrotada y en una especie de pozo sin fondo mientras caminaba al interior. A Mate, mi Mate, no le podía pasar nada... Tenía que salir de ésta.
Mi siguiente visión me dejó de piedra un instante: Mate estaba tendido en el suelo con el cuerpo lleno de sangre que le chorreaba por el lomo. Quedé en shock, pero lejos de quedarme quieta agarré mi móvil y marqué al veterinario de la unidad canina de mi departamento de trabajo.
¿¡Chris!? Ven a mi casa… Mate está gravemente herido, Chris, te necesito. ¡Ven ya!
Grité desesperada y dejé el teléfono a un lado, en el suelo. No sé si había colgado o no. Me arrodillé junto a Mate e intenté taponar la herida que recorría su lomo. No sabía la profundidad de la herida, pero era muy larga.
Mi pobre Mate… ¿Por qué a él? No era una persona, pero no me cansaba de decir que era casi mejor que cualquiera. Era quien me había ayudado a superar la muerte de Adam y Jonah, siempre estaba ahí para recibirme con saltos y lametones. Creo que sin él me hubiese derrumbado en más de una ocasión. Era la única razón por la que llegaba a casa contenta después de lo sucedido. Por algo se llamaba Mate.
En unos minutos apareció Chris, veterinario de la unidad canina, y rápidamente fue a examinar a Mate. Casi me dijo que tenía que llevárselo sin ni siquiera agacharse a examinar al perro. Era grave… Ya me estaba preparando para lo peor.
Seguí taponando la herida para que no perdiera más sangre y ayudé a mi compañero a cargar a Mate. Eché a correr junto a él hacia el coche para llevarlo a la clínica. Iba a someterse a una operación de urgencias. Aunque conocía su gravedad pero quería intentarlo todo para poder salvarle la vida. No quería que muriera… Él no.
Los coches se apartaban a la derecha cuando nos veían pasar. Llevábamos la sirena policial porque era una emergencia y no escatimé en velocidad, no si se trataba de salvar a mi perro. Mi compañero de trabajo, Chris, iba administrando medicamentos a Mate en la parte de atrás del coche. Aparqué en la puerta de la clínica del FBI y abrí de un tirón la puerta del coche. Había enfermeros veterinarios esperando. Seguramente Chris les avisó cuando iba a mi casa. Dejé que se llevasen a Mate y suspiré, ahora sí, sintiéndome derrotada y en una especie de pozo sin fondo mientras caminaba al interior. A Mate, mi Mate, no le podía pasar nada... Tenía que salir de ésta.
Mayra Canasa Ferreira- Mensajes : 175
Localización : Washington D.C - Rio de Janeiro
Re: Reincorporación obligada -Libre-
Escondida tras uno de los muros escuchaba todo lo que estaba pasando tensa de pies a cabeza con la adrenalina despertando mi pulso hasta exaltarlo en un bombeo insinuante de destrucción, con mi mano en mi muslo me aferre a mi daga retrayendo las garras en mis manos, siempre destruía todo lo que tocaba o me atacaba, y aquella criatura no había sido la excepción. Note como un hombre a los pocos minutos de recibir la llamada de emergencia de la humana había llegado, envidié por un momento que ella gozará de la atención de alguien más, sería más difícil todo. Aún tenía cosas que averiguar acerca de esa humana, me llamaba tanto la atención como para no matarla tan pronto aunque desprendiera un olor exquisito, el perro no me importaba en lo absoluto y después de escuchar la puerta tras de si, me dispuse a merodear dentro del apartamento en el había un discreto marco olvidado tras una pila de papeles en un escritorio que figuraba el origen del oficio de la chica, me acerque a el a observar a la familia que posaba felizmente en la fotografía, estudié cada uno de los rostros identificando a la humana, e inconscientemente una sonrisa maliciosa se dibujo en mis labios, continué revolviendo los papeles en busca de un nombre...
En uno de los papeles en la parte superior derecha un logotipo muy bien conocido se mantenía impreso gozando de su autoridad "Central Intelligence Agency", mis ojos se fijaron en las primeras líneas recorriendo el caso sin mucha importancia hasta que después de unas 20 hojas el nombre de "Agente Mayra Canasa Ferreira" concluyo mi búsqueda. Cerré el archivo satisfecha mientras decidí salir de ahí por una de las ventanas que daba a la parte trasera del edificio donde unas escaleras metálicas de emergencia reposaban pegadas al muro, del suelo al techo del edificio, mire el cielo unos instantes aun con medio cuerpo dentro del apartamento para después con movimientos ágiles escalar al techo del edificio. Salté uno a uno los techos por toda la ciudad siguiendo el rastro del olor oxido a sangre del animal....
Cuando llegue al techo donde unos enfermeros esperaban fastidiados por haberles interrumpido su descanso me percate que había llegado unos minutos antes , caí sin hacer ningún ruido sobre mis pies de una forma gracial, a un lado de la puerta donde supondría entrarían todos. Esperando recargada contra el marco de la puerta , al menos sabía su nombre ahora, no estaba oculta pero mantenía un rostro neutro a su espera, la espera de quien hacia mi tarde un tanto entretenida . . .
En uno de los papeles en la parte superior derecha un logotipo muy bien conocido se mantenía impreso gozando de su autoridad "Central Intelligence Agency", mis ojos se fijaron en las primeras líneas recorriendo el caso sin mucha importancia hasta que después de unas 20 hojas el nombre de "Agente Mayra Canasa Ferreira" concluyo mi búsqueda. Cerré el archivo satisfecha mientras decidí salir de ahí por una de las ventanas que daba a la parte trasera del edificio donde unas escaleras metálicas de emergencia reposaban pegadas al muro, del suelo al techo del edificio, mire el cielo unos instantes aun con medio cuerpo dentro del apartamento para después con movimientos ágiles escalar al techo del edificio. Salté uno a uno los techos por toda la ciudad siguiendo el rastro del olor oxido a sangre del animal....
Cuando llegue al techo donde unos enfermeros esperaban fastidiados por haberles interrumpido su descanso me percate que había llegado unos minutos antes , caí sin hacer ningún ruido sobre mis pies de una forma gracial, a un lado de la puerta donde supondría entrarían todos. Esperando recargada contra el marco de la puerta , al menos sabía su nombre ahora, no estaba oculta pero mantenía un rostro neutro a su espera, la espera de quien hacia mi tarde un tanto entretenida . . .
Invitado- Invitado
Re: Reincorporación obligada -Libre-
Me senté en la sala de espera con las manos tapando mi cara y los codos apoyados en mis piernas. Estaba, de verdad, muy derrotada hoy. No podía pensar que Mate iba a morir, deseaba fervientemente que saliera con vida de ésta y pudiese seguir haciéndome compañía. Éso era lo que me hacía seguir adelante: su compañía incondicional. ¿Qué podía hacer? Necesitaba que se salvase...
Levanté la cabeza soltando un suspiro. Mis ojos estaban hinchados de llorar por él. Me sequé las lágrimas que aún caían y de pronto me quedé paralizada. Otra vez la chica de esta mañana... ¿Qué hacía aquí?
Algo me decía que ella había tenido que ver con lo de Mate.
¿Qué tienes que ver con ésto? ¡Dime! ¿Tienes algo que ver? ¡¡Habla!!
Increpé a la chica acercándome a ella presa de los nervios y la histeria. Ahora no podía pensar fríamente como siempre. Me podía mi angustia y sabía que esa chica tenía algo que ver, era tan extraña... ¡Lo sabía! Estaba segura de que todo ésto había sido cosa suya. Si no, ¿por qué habría venido?
¿Has sido tú? ¡¿Por qué lo has hecho?!
Ni siquiera estaba segura al 100%, pero algo muy fuerte me decía que sí, que había sido esa chica tan extraña de pies descalzos.
Levanté la cabeza soltando un suspiro. Mis ojos estaban hinchados de llorar por él. Me sequé las lágrimas que aún caían y de pronto me quedé paralizada. Otra vez la chica de esta mañana... ¿Qué hacía aquí?
Algo me decía que ella había tenido que ver con lo de Mate.
¿Qué tienes que ver con ésto? ¡Dime! ¿Tienes algo que ver? ¡¡Habla!!
Increpé a la chica acercándome a ella presa de los nervios y la histeria. Ahora no podía pensar fríamente como siempre. Me podía mi angustia y sabía que esa chica tenía algo que ver, era tan extraña... ¡Lo sabía! Estaba segura de que todo ésto había sido cosa suya. Si no, ¿por qué habría venido?
¿Has sido tú? ¡¿Por qué lo has hecho?!
Ni siquiera estaba segura al 100%, pero algo muy fuerte me decía que sí, que había sido esa chica tan extraña de pies descalzos.
Mayra Canasa Ferreira- Mensajes : 175
Localización : Washington D.C - Rio de Janeiro
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