In the middle of a storm of memories and snow, once more we found each other -Keira-

Viajando de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad transcurrían los siglos cada vez más lentos. Esa noche se podía observar una sombra rondar las estepas heladas de Rusia, desde hace varios días rumores de un lobo dorado asesino se había esparcido por la ciudad de Moscú aterrando a todos los habitantes, aunque los mas escépticos iban al bosque durante la noche, buscando al lobo armados con pistolas para matar a la criatura mítica pero ninguno regresaba nunca. Su marcha por la nieve era lenta, seguía el rastro de un blanco que debía matar por orden de un cliente, era mucho tiempo desde la última vez que piso Rusia e irremediablemente recuerdos del pasado atacaron su mente, *Kei…* fue su único pensamiento mientras recordaba todo lo que habían pasado en ese lugar y otros más pensando si algún día volvería a verla, suspirando de tristeza en su forma animal mirando de reojo a la luna, la única compañía que le restaba en sus eternos siglos de viajes.

Durante un par de horas más mantuvo su marcha bajo la nieve. Frente a el una tormenta comenzaba a crecer pronosticando que debería buscar refugio o quedar atrapado y perder su rumbo en esas enormes tierras heladas. Corrió a toda velocidad hacia el bosque, donde una cabaña esperaba su regreso con su ropa y sus armas, de forma inmediata retomo su aspecto humano vistiéndose con un pantalón negro y una camisa vino no necesitando más para mantenerse caliente, -será una tormenta fuerte –musito mientras encendía la chimenea y colocaba un pedazo del venado que había cazado más temprano esperando que la carne se cocinara.

Paso sus ojos a la ventana y observo la nieve arremolinarse en el bosque, de estar con ella esta hubiera sido una bella imagen. Recorrió el hogar con sus ojos recordando una de las tantas noches que pasaron en ese lugar, abrazados frente a la chimenea, abrazados comiendo, sin separarse mientras la nieve golpeaba las paredes de piedra y madera de la cabaña, -no pienso rendirme…se que la encontrare –musito mientras se acercaba a la chimena, saco la carne y empezó a comer sentándose en un sofá ya algo maltratado mirando la tormenta empezar a formarse a través de su ventana.

La nieve cada vez mas se arremolinaba en la ventana. Su memoria era atacada por un sinfín de recuerdos al igual que el bosque por la tormenta, su mente se sacudía sin descanso desde el día que esa vampiresa le restauro la memoria logrando recordar a Keira y todo lo que habían vivido juntos, cada momento de alegría, de pelea, de risas en si toda la felicidad que habían tenido juntos. Un árbol fue derribado y el sonido de un animal herido por la caída le trajo un momento específico de su pasado, la noche que ella había desaparecido de sus brazos.

“Se encontraba enfrentando a una vampiresa, una fotosensible junto a su prometida, no sabía cómo era posible pero esa vampiresa los estaba dominando a los dos sin mayores dificultades, en su mente corría una sola idea, protegerla aunque su vida se fuera en ellos. Aprovecho la distracción del vampiro y tomo su forma animal derribándolo sobre la nieve, se enzarzó en una batalla campal entre garras y mordidas, el vampiro lo mordió varias veces pero gracias a sus reflejos lograba alejarse antes que la ponzoña entrara en él. Tanto el cómo su loba estaban en fase y al fin parecía que podría ganar cuando la luna fue cubierta, su prometida volvió a su forma humana y antes que su enemigo la alcanzara el su metió en medio recibiendo una mordida en su cuello que casi arranco su cabeza de su lugar. Mal herido y débil alejo a Keira del combate y se enzarzó de nuevo en una lucha con la vampiresa, la mordió más veces más furioso de lo que jamás había estado logrando casi matarla. Antes de poder lograrlo ambos fueron atacados por el don de esa criatura perdiendo sus recuerdos y cayendo en la inconsciencia total. A la mañana cuando despertó…”

Sus recuerdos fueron interrumpidos cuando la puerta de su cabaña fue derribada, lo que vio y logro captar con su nariz lo dejaron sin palabras, era su loba, su Kei. Parecía un sueño pero era ella aunque antes que lograra moverse una vez más salió a la nieve, -no puedo dejar que se marche –musito mientras tomaba su forma de lobo y corría hacia la nieve. Su pelaje dorado contrastaba por completo con la nieve blanca, usando su nariz logro captar el aroma de su loba y corrió en su dirección viendo a un oso ahí. El animal era grande pero no para su forma animal, soltó un aullido de completo deseo de una pelea el cual resonó por todo el bosque al tiempo que saltaba derribando al animal comenzando un enfrentamiento sin notar que el aroma de la mujer que tanto anhelaba encontrar, estaba cerca y que lo mas probable era que observaba el combate.

El enfrentamiento con el oso era bastante simple. El animal podía tener mucha fuerza pero no se comparaba con la de él logrando derribarlo varias veces atacando constantemente a su garganta destrozándola con varias dentadas sintiendo la sangre empapar sus colmillos recorriéndole una sensación de placer por la cacería que corría por sus venas. Cuando estaba listo para matar al oso, la mujer hizo su aparición gritándole y derribándole aun a pesar de estar en su forma humana recordándole tiempos pasados.

Cuando se recompuso en el aire y cayo de pie logro verla bien luego de tantos años lejos. Seguía siendo igual de hermosa a pesar de estar cubierta de sangre y tierra, su expresión podía ser salvaje pero el sabía que bajo toda esa furia había una loba buena y dulce que lo gustaba ser amada y cuidada aunque se renegara siempre con el. Escuchaba los intentos del animal por buscar aire, pero luego de haber dejado su tráquea tan destrozada era imposible que lograra tomar algo de aire aunque la posibilidad fue cortada por completo cuando observo como ella arrancaba la cabeza del oso de un tajo usando una daga. El se mantuvo quieto atento a las reacciones de la mujer las cuales eran obviamente hostiles hacia el pero no le importaba ya que nunca la lastimaría.

Estuvo atento para defenderse pero siempre con el cuidado de no herirla mas no tuvo necesidad de hacerlo ya que noto como su cuchillo primero listo para atacarlo bajo dejándola indefensa. Despacio se acercó a ella y estando a unos pocos metros retorno a su forma humana, la de un hombre de 1.93 con piel canela recorrida por completo de varias cicatrices todas de batallas pasadas dejándole demasiados recuerdos para su propio gusto. Una vez que estuvo en su forma humana se acerco despacio a ella, cuando estuvo muy cerca cayo sobre sus rodillas y la rodeo con sus brazos, -Kei…-susurro despacio abrazándola contra su cuerpo, el sabia que ella no debía de recordarlo por la batalla contra esa vampiresa pero no le importaba, una vez mas la había encontrado y no la dejaría ir no importaba que pasara.

La oscuridad de la noche, el frio de la nieve, el constante ruido del viento, todo quedo acallado por lo que paso en ese momento. El mundo se detuvo cuando la vio de esa manera de nuevo, ella igual que el se encontraba desnuda pero eso no le importaba, muchas veces la había visto de esa manera. Memorias lo atacaron al sentir ese aroma que tanto conocía y añoraba desde hace tantos años volver a sentir cerca de el. Se preciaba de ser un lobo despiadado, nunca mostraba la menor emoción mas que una calma perpetua que contrastaba con la sonrisa fría y salvaje que siempre adornaba sus labios cuando asesinaba a sus presas nunca dejando ver ni un ápice de arrepentimiento o de piedad bajo ninguna circunstancia. Su nombre había causado miedo incluso entre los licanos pero una sola cosa o más dicho persona existía que podía derrumbar toda su calma, toda su paciencia, todo su instinto salvaje y asesino con una mirada, una sola y simple palabra, esa persona no era otra que la loba frente a el que le transmitía una sensación de ira y que claramente buscaba una reacción violenta de su parte la cual al menos contra ella nunca llegaría.
Observo la sonrisa que se formó en sus labios. Cuantos recuerdos no venían a su mente, viendo esas expresiones que tantas cosas habían provocado, claro que en ese momento solo había una sola y era de agresividad contra el. Escucho las palabras que salieron de sus labios mirándola con calma, -un lobo dorado, lobita de pelaje chocolate –dijo mientras despacio se levantaba del suelo removiendo la nieve bajo sus piernas y observaba cada movimiento de ella con suma precaución, que la amara y la conociera no quitaba lo fuerte que era y que sin memoria podría matarlo sin problemas.

Su mirada se oriento hacia el cielo al notar mayor claridad en medio de la tormenta, un leve gruñido se escapo al ver la luna llena y luego viendo como se convertida en una loba de pelaje hermoso y aspecto salvaje emanando mucha fuerza. Observo como se lanzo sobre el y cambio a su forma lobuna y se lanzo también interceptándola en medio del aire, en su memoria quedaban los recuerdos de como manejaba esas noches y despacio mordió su cuello como un juego apenas jalando un poco su piel, con su lengua lamio el morro de ella y luego se alejo un par de metros quedando bajo la tormenta que solo aumentaba el brillo de su pelaje oro esperando atento a la reacción de ella estando listo en caso de que tuviera que combatir aun sabiendo que tenia las de perder.

A ciencia cierta el no era como los demás licántropos, su poder, su esencia era muy antigua pero además existía un secreto en su interior, junto a su lobo que en estado de descontrol, lo convertía en un ser de destrucción que muy pocos podían lograr parar. Llamado el lobo del infierno, un asesino sin piedad, sin consciencia, un ser tan oscuro y maldito que el mismo infierno lo regreso a la tierra por que sus llamas no eran castigo suficiente para un alma tan maldita. Un alpha en todo el sentido de la palabra, jamás dejo que nadie lo superara, jamás cedió terreno ni mostro un solo ápice de piedad u otra emoción de ningún tipo, temido por muchos por su mente asesina y oscura pero…..una sola mujer pudo derrumbar eso con una sonrisa y un beso. Esa mujer fue la única que sin fuerza lo dejo indefenso al verla sonreír y al recibir un solo beso termino con sus barreras y rompió el sello que el mismo puso liberando sus emociones perdidas.
Podía matar a quien fuera sin mostrar alguna emoción pero con ella no podía, aun asi su calma se mantenía incambiable a pesar de que fue derribado sobre la nieve sintiendo las garras de la loba perforar su piel y sentir su sangre salir un poco. Las fauces de ella en su cuello, saber que con cualquier otro lo habría matado el momento que toco su cuello, pero con ella no podía reaccionar asi y se quedo sin cambiar la calma de su mirada esperando el golpe final. Pero jamás espero una lamida de parte de ella, sintió su lengua en su cuello y luego en su hocico mientras la presión de sus garras abandonaba su cuerpo mirándola sorprendido pensando que tal vez si lo recordaba.

Su lobo, el animal que vivía en el aulló a la luna con un sentimiento de felicidad. Su cola se movió y empezó a jugar con ella mordiendo sus orejas y su cuello con cuidado, pero de un momento al otro realizo una acción que solo con ella había hecho. Despacio se acercó y lamio su morro como si fuera un beso con su loba mientras despacio movió su cabeza rozando los cuellos de ambos colocando su cabeza bajo la de ella inclinando un poco su cuerpo, realizando una acción que mostraba protección, cariño y añoranza recorriendo su morro y su cuello con su lengua como si la besara múltiples veces dejando ver que la conocía y que la había extrañado demasiado.

El sonido de sus voces al unísono aullando a su única confidente, la única que había visto cada aspecto de la vida de ellos y guardaba el secreto de sus años juntos y también de los muchos que habían estado separados, despertó en el sur ser dormido. El baile que realizaban juntos, esa mezcla de movimientos extraña para todos pero tan conocida por ellos dos. Su lobo se había aplacado, el estar junto a ella de nuevo, sentir su calor y su aroma, la sensación de la lengua cálida de la loba recorrer su morro en respuesta a su acción anterior, todo eso una vez más había puesto en total calma a su bestia interna regresando a su antiguo ser, el lobo que amaba con locura a la loba en frente de él.

Algo en el ambiente cambio de un momento a otro, una ráfaga de viento helado revolvió el pelaje de la loba y el propio sintiendo algo oscuro interrumpir el encuentro de ambos. Podía sentir como algo estaba pasando con su loba pero no lograba identificar que era. Empezó a rodearla preocupado empujando su morro un poco mordisqueando su oreja a modo de juego tratando de que ella le dijera que sucedía pero sin éxito sintiendo como su cuerpo se volvió rígido por completo.

La observaba sin poder hacer nada más que acompañarla mientras escuchaba todos los gruñidos y aullidos como si se encontrara en una batalla muy difícil. Observo como sin razón cayó al suelo pero antes que tocara la nieve metió su cabeza bajo el cuerpo de ella y la dejo sobre su lomo, ella era un poco más grande que el pero su corpulencia superaba la de la loba chocolate por lo cual pudo llevarla sobre él. Camino bajo la tormenta sin detenerse hasta que alcanzo la casa, observo que lejos del brillo lunar una vez más empezaba a cambiar el cuerpo de la mujer, soltó un leve aullido y se tumbó alrededor de ella de tal manera que la dejo por completo recostaba sobre su pelaje cálido resguardándola del frio protegiéndola de todo en espera del amanecer y del despertar de la mujer que tanto amaba, una vez más junto a él.

La noche entera paso en un suspiro una que estuvo con ella nuevamente, podía sentir la respiración de la mujer sobre su pelaje dorado que la mantenía resguardada de todo el frio de la noche. Sobre su rostro y su pelaje logro sentir los primeros destellos del alba colándose por la ventana a su costado provocando que se despertara mas no se movió manteniéndose quieto como si todavía estuviera dormido mientras esperaba a que la mujer despertara…..Lo cual paso algunos minutos después, pudo sentirla moverse sobre el pero se mantuvo estático a pesar que su cuerpo fue recorrido por un escalofrió sintiendo las manos de la mujer sobre su pelaje como antaño.
Sintió como se alejaba de él pensando que tal vez había abandonado la cabaña pero su aroma no había abandonado el lugar lo cual interpreto como algo bueno hasta que escucho el gruñido. No era la primera vez que lo escuchaba, eso indicaba que estaba en verdad molesta. Pudo escuchar sus gritos y se levantó pero no le dedico ni una mirada ignorando sus comentarios mientras salía a la nieve. Camino hasta donde había sido la pelea con el oso y escarbo en toda la capa blanca hasta que encontró lo que buscaba. Tomo la daga en su boca manteniendo el filo lejos de su piel, esa arma le traía más recuerdos de la primera vez que se conocieron donde casi ella le arranco la cabeza. Negó un poco espantando esas memorias de su mente, una vez mas entro en la cabaña depositando la daga a los pies de la mujer y se alejó algunos pasos hasta estar bajo la luz solar donde despacio volvió a su aspecto humano.
Bajo el sol se podía ver mucho mejor su aspecto, era un hombre muy alto, su cuerpo estaba trabajado pero sobre cada musculo ostentaba varias cicatrices que indicaban todas las peleas que había sobrellevado en su vida. Mantuvo su distancia con la mujer pero sin mostrar alguna clase de miedo o reacción sobre sus gruñidos, tantos años escuchándolos antes, lo habían vuelto inmune a ellos y a su efecto aterrorizante sobre las presas.

—Deja de gritar, es muy temprano —comento calmado de pie desnudo bajo la luz solar destellando sobre su piel curtida. —que más pudo haber pasado, nos reencontramos Keira, después de tantos años —dijo mostrando una sonrisa calmada, algo totalmente diferente a la reacción que se suponía su gruñido y sus gritos deberían haber causado en el.

Esperando a que la mujer dijera algo dedico tiempo a observarla con detenimiento luego de tantos años lejos de ella. Era tal como la recordaba, a pesar de las décadas el recuerdo seguía fresco en su mente, de esa mujer tan bella que amo durante tantas décadas y que seguía amándola a pesar de todo. Noto los gestos que realizaba, como se mordía el labio viéndolo, podía sentir un cambio en su respiración, en el aroma que provenía de ella, la imagen de su aspecto como humana y su aspecto como loba seguían frescos en su mente presentándose en sus recuerdos y algunos sueños agitados durante los cuales revivía la noche en que ella desapareció. Observo como ella le daba la espalda y se dirigía a la puerta lo cual significaba que iba a irse de nuevo, no deseaba dejarla ir pero no la obligaría a quedarse si ella no lo deseaba ya que parecía que no recordaba quien era él ni todas las cosas que habían vivido juntos. Iba a alejarse cuando su mirada se cruzó con la de ella, no pudo soportar más y se movió de su lugar saliendo a la nieve sintiendola rozar sus pies pero el frio ni lo afectaba. Se acerco a la mujer y estiro sus brazos rodeándola por la espalda apoyando su rostro en el cabello de la loba recostando el cuerpo de ella sobre su pecho.

-Keira…no te vayas de nuevo… -susurro llenando su cuerpo de su aroma. –Soy Drake…tu lobo…tu prometido…-susurro revelando su nombre a la mujer en busca de estimular su memoria de alguna manera.

Con sus brazos alrededor de la cadera de ella la volvió a meter en la cabaña caminando hacia la cama manteniéndola unida a su cuerpo compartiendo el calor de su piel con ella para combatir el viento helado de la estepa Rusa.

Sus pasos eran lentos y cuidadosos sobre el piso de madera de la cabaña, cada paso le costaba mucho darlo ya que ella no terminaba de reconocerlo lo cual le producia mucho dolor aunque no lo demostraba, sabiendo que no podia mostrarse debil con ella, no era un lujo que podia darse junto a esa mujer tan unica. Cuando se acomodo en la cama junto a ella su mente fue nuevamente golpeada por una oleada de recuerdos.....esa noche fria luego que habia "revivido" donde su cuerpo cambio de forma drastica, cuando una energia muy oscura se adueño de una parte de su alma volviendolo un ser de destruccion sin control. Los meses que paso recorriendo bosques y ciudades con la apariencia de un lobo de pelaje negro y rojo, dando lugar a leyendas de un demonio que rondaba las ciudades durante las noches matando a los incautos que se cruzaran en su camino....Ciudades donde se hacia pasar por un caballero de alta estirpe que luego asesinaba a quienes tenian el infortunio de invitarlo a sus hogares, dejando cuerpos a medio comer...destripados...siempre con la marca de un animal salvaje, destrozando sus propias ropas para que nadie lo siguiera. Luego cuando conocio por primera vez a Keira...cuando estaba terminando un compromiso que nunca quizo...como se enamoro de esa mujer tan fuerte...tan dulce y salvaje a la vez...como su presencia calmaba a la bestia que vivia dentro de el manteniendo al demonio mitigado...Esa noche antes de su boda...cuando ella desaparecio luego de un combate contra un vampiro donde ambos perdieron sus memorias, como la busco por años luego que sus recuerdos fueron regresados, recordando a su prometida...a la loba mas bella de todas...la cual amaba con desenfreno, todo lo cual lo llevo a esta noche cuando al fin pudo darle alcance en esa estepa helada dandose cuenta que el era un extraño para ella.

Miro la sonrisa enmarcada en los labios de Keira...el la conocia demasiado bien como para no saber que pasaba por su mente en esos momentos, sabia cosas que a ella le gustaba, cosas que solo el como su prometido, habia descubirto durante los años que pasaron juntos.

Sus orbes miel estaba clavados en los ojos de ella, sintiendo los brazos rodeo la cadera de ella con los propios acercandola mas a su cuerpo, al calor que emanaba su piel, al aroma ancestral de su propio lobo. Acerco sus labios a los ajenos dejando su aliento calido chocar contra su piel pero antes de besarla guio sus labios hacia el cuello de ella conociendo sus puntos mas sensibles mordisqueando y besando su piel succionandola a penas para luego subir y besarla de sorpresa buscando tal vez de esa forma que su memoria despertara....y lo recordara....

Sus labios se deslizaban sobre los de la mujer, disfrutando luego de muchos años una vez mas estar juntos unidos lejos de todo. Poco a poco sus manos se deslizaban por la suave piel de la mujer, fria a su tacto pero que poco a poco gracias a su propio calor lograba darle poco a poco una mejor temperatura. El aroma de la mujer poco a poco se colocaba en su ser, lo llenaba por completo como en antaño, volviendo a despertar ese deseo incontrolable de cubrirla con sus brazos, con sus labios, tomarla para si mismo y no volver a soltarla. Sintio los movimientos de la mujer, como el cuerpo de ella termino por caer sobre la cama reposando por completo sobre esta pero sin romper el beso que los unia el hombre bajo su propio cuerpo quedando medio recostado aun rodeandola con sus brazos recorriendo cada centimetro de su piel, como recordando como se sentia tocar de nuevo a la mujer que amaba, con la que estuvo a punto de unirse en matrimonio. Sin proponerselo ya que lo que sucedia en ese momento dentro de su mente era algo que siempre trataba de evitar pero todo a causa de los besos de la mujer, su memoria empezo a desenmarañar un nuevo recuerdo, el recuerdo que mas odiaba de todos, el que sucedio la noche previa a la desaparacion de su prometida,.

Un traje negro cubria su cuerpo, una corbata negra y una camisa blanca completaban el atuendo que vestia en esos momentos. Su imagen en el espejo era todo lo contrario a lo que alguna vez fue, un animal salvaje pero desde que la conocio comprendio lo que era amar sin medida a una persona, estar dispuesto a compartir su vida con la mujer que mas amaba pero todo eso se derrumbo en momentos. A su espalda el grito de su mujer lo alerto, el aroma de un ser despreciable, la destruccion de su traje al cambiar a su forma salvaje, la batalla que le costo su memoria y casi su vida, la herida que ostentaba en su cuello al evitar la muerte de su prometida, la inconsciencia junto a su mujer a causa de sus multiples heridas y el despertar encontrandose solo teniendo como unico recuerdo el anillo que le habia dado y la cadena que llevaba los nombre de ambos grabados en ella sin encontrar a la dueña de esos regalos sintiendo su corazon deshecho.

Cuando el beso se rompio abrio sus ojos miles ligeramente alargados por el dolor de su recuerdo observando la perplegidad en la mirada de la mujer sin saber que la habia causado. Cuando escucho su nombre de los labios de ella una leve esperanza de haber sido recordado inundo su alma.
-Si..soy yo -dijo observando la accion de la mujer dandose una muy leve idea de que podia tratarse a lo cual se levanto caminando a la gabardina que reposaba en la silla.
Revolvio los bolsillos de la prenda por un rato hasta encontrar el objeto que buscaba. Saco una cadena de oro blanco con los nombres de ambos gabrados en ella junto a un anillo que llevaba un grabado de sus nombres junto a un "te amare eternamente". Teniendo ambos objetos camino hacia la mujer nuevamente colgando el anillo en el cuello propio pero acercando la cadena al de ella.
-Esto es tuyo.. -murmuro suave colocandola sobre la piel de la mujer para luego tomar sus manos con cuidado dejando sus ojos puestos en los de ella esperando su reaccion o alguna palabra, algo que le diera una pista si lo recordaba o no.

Su mirada permanecia puesta en los ojos de la mujer esperando alguna reaccion de su parte, algun gesto o palabra que le diera algo para seguir adelante para tener una minima esperanza que lo recordaban luego de tantos años lejos. Pasado sunos momentos pudo notar un brillo calido y amoroso en sus ojos, algo que antes no se encontraba ahi, eso era lo que necesitaba para saber que una vez mas era recordaba pero luego esa mirada fue nublada por lo que asumio era alguna clase de memoria. Espero por varios minutos apretando un poco sus manos temiendo que de nuevo su memoria lo volviera a enterrar y otra vez quedaran como dos extraños lo cual casi fue confirmado al ver su rostro luego de regresar de su viaje entre sus recuerdos, la mirada totalmente diferente que le dio, sentia que lo regañaba, que le reclamaba algo solo con la forma que sus ojos se posaron en el. Sintio las manos de ella lejos de las suyas provocando una sensacion de vacio en su corazon que aunmento al escuchar sus palabras y el tono en que las dijo.
-Mi mujer? -pregunto observando el anillo tal como lo hizo ella esta vez siendo el quien fue golpeado por una nueva ola de recuerdos.

Una noche oscura en lo que antes era su clan, observaba a su padre hablando con el que sabia era un tio suyo, algo sobre un compromiso arreglado, como le presentaban a una joven licantropa muy hermosa quien seria su esposa luego de un par de años donde se conocerian para afirmar su relacion. Como pasaban los años junto a esa mujer pero nunca llegba nada mas que un fuerte cariño hacia ella siendole imposible amarla como se suponia que los lideres esperaban que el hiciera. La noche que conocio a Keira, como se enamoro de ella a primera vista decidiendo romper el compromiso que lo ataba sin importarle las consecuencias que eso le acarriera. La ultima noche que estuvo comprometido, el ultimo beso que le dio a la mujer regañandola por mostrarle el anillo de esa manera a Keira antes de romper el compromiso y decirle que el amaba a otra mujer. Las lagrimas y los problemas que acarrieron esa eleccion, la noche cuando grabo en el anillo el nombre de Keira y el propio listo para pedirle que se casara con el. Los dias que necesito para buscarla, explicarle, convenserla, esa noche que se formo el vinculo entre ellos que les permitia entrar en la mente del otro...

Finalmente logro salir de esa maraña de imagenes que lo abordaron mirando a la mujer por unos momentos desorientado. Cuando logro volver a poner en orden su cabeza se levanto de la cama y salio por la puerta para asegurarse que nadie estaba cerca para que no fueran interrumpidos bajo ninguna circunstancia, luego de haberse asegurado regreso a la cabaña cerrando la puerta tras el para mantener el frio afuera y se acerco nuevamente a ella.
-Mira bien esto...recuerdolo todo mi loba -dijo de forma suave y pausada usando un tono muy profundo, algo que el sabia que a ella la volvia loca por completo.
Tomo las manos de ella y sus iris pasaron a ser dorados entrando en la mente de la mujer volviendo a sentir esa union tan privada, tan personal y unica que los mantenia enlazados mientras le mostraba los recuerdos que el habia experimentado momentos atras al mismo tiempo que retiraba el anillo de su cuello y una vez mas lo colocaba en la mano de la mujer devolviendole los regalos que dejo atras la noche que se marcho.

La union, el vinculo mas grande que existia en su raza, algo que jamas compartio con nadie, a nadie le mostro su mente jamas, demasiada oscuridad vivia en el, sombras, recuerdos del pasado, muerte y destruccion tan grandes que tenia la certeza que no existia nadie que pudiera verla sin perderse en ella....hasta que la conocio a ella. Comportia ese lazo tan intimo con ella, le mostro su pasado, su dolor, su debilidad mas grande, sus mayores anheleos, todo los compartio con ella, le mostro todos sus secretos....Como fuerza fisica, sabia que ella lo sobre pasaba por su raza, a pesar de que el era mucho mas antiguo, pero su mente lograba sobre ponerse a la de su loba cuando realizaban la union mental, lograba mantenerla tranquila, pasifica, libre de toda oscuridad y dolor durante los momentos que la union mental se daba, mientras vivian en su plano espiritual....no existia el mal, solo su amor, en la mas pura y perfecta expresion carente de maldad y cualquier otro sentimiento negativo.
El flujo de los recuerdos propios mezclados con unos de ella, viajaron hacia lo profundo de su mente, una zona que estaba sellada por el mismo se resquebrajo liberando el recuerdo de esa noche tan unica vivida junto al mismo lago de aguas casi doradas donde sus momentos mas hermosos se habian dado, su primer encuentro, el primer beso y otros muchos mas pero uno en especial aparecio en su mente llevandolo una vez mas a el mundo de los recuerdos.

Podia ver el bosque deslizarse a su alrededor a medida que corria entre los arboles en direccion a el lugar de encuentro. Le habia tomado meses pero al fin consiguio que ella fuera con el a ese lugar que llevaba tantos recuerdos de los momentos que habia vivido juntos. No le tomo mucho llegar gracias a su velocidad y se detuvo frente a la orilla observando las aguas reflejar el mar de estrellas en el firmamento. Su espera fue corta ya que una brisa trajo el aroma de su hermosa novia. Su cuerpo giro observando a la mujer tan bella, tan fuerte e imponente que se acercaba a el mostrando una sonrisa que nadie mas conocia y que lo hacia sentir tan especial al ser el unico que la habia visto.
Se acerco a ella tomando sus manos, la llevo con el a la orilla y bajo la luna casi llena, le entrego el anillo que habia preparado con los nombre de ambos, lo coloco en su mano jurandole amor eterno y fidelidad mientras la eternidad los mantuviera vivos.....esa noche...sus vidas se unieron aun mas que antes....un juramento de amor...los unio por la eternidad...algo que ni el mismo tiempo...seria capaz de romper...

Perdido se encontraba en sus recuerdos hasta el momento que la voz de su loba lo arranco de vuelta a la realidad. Observo el anillo y luego a ella mostrandole una sonrisa suave y amorosa respirando su aroma lentamente antes de responderle
-nuestra alianza...la misma que te di hace casi 2 siglos -susurro mirando de manera profunda a sus ojos, rodeo su cadera con sus brazos disfrutando de la sensacion de tenerla nuevamente a su lado. Un leve estremecimiento lo recorrio al sentir los besos respirando de manera suave mientras deslizaba sus propios labios sobre el cuello de ella dejando besos en zonas muy sensibles de su cuerpo....zonas que unicamente el conocia...que luego de tantos años...volvian a ser suyas...por fin luego de tanta busqueda...una vez mas la mujer que amo y que le entrego su corazon en ese lago...volvia a estar en sus brazos.

En medio de esa cabaña perdida en medio de un mar de nieve, un lugar donde solo habia ido a buscar un viejo objeto, un recuerdo de una epoca mas antigua, creyendo que nuevamente la mujer estaria lejos para el momento en que lograra dar con la cabaña, pero todo eso no resulto como el habia esperado, la encontro nuevamente tan fuerte y hermosa como la recordaba....Ahora nuevamente la tenia entre sus brazs, podia sentir su piel entre sus manos, el latido de su corazon, el sonido de su respiracion...su aroma que amenazaba con volverlo completamente loco....Su conexion se mantenia hasta el momento que sintio como ella cerraba su mente. Acepto lo que ella hacia, no tenia deseos de forzar su mente, de obligarla a que le mostrara lo que pensaba, solo aguardo paciente perdido en sus propios pensamientos, sintiendo que los siglos que los habian separado no era mas que una ilucion del destino, que la unica mujer que habia existido para el, jamas se fue de su lado, aunque todo eso fuera una vil mentira, era una que lo calmaba y le ayudaba a descansar durante las noches mas duras y oscuras. Luego de unos momentos el tacto de ella lo saco de sus pensamientos, sus acciones tenian un aire diferente, no la misma desconfianza inicial. Sus orbes quedaron prendados de los ojos de su mujer, saliendo de ellos al sentir su beso y escuchar sus palabras, las cuales habia ansiado por muchos años ya. Noto su rubor, eran contadas las veces que habia podido observarlo en su rostro, pero cada vez que aparecia, su belleza se volvia incluso mayor para el, jamas lo habia dicho pero amaba cuando eso pasaba. Cuando se levanto penso que de nuevo se iria pero observo su mano unos momentos aun sentado en la cama, sin reaccionar hasta que la escucho nuevamente...*esta bien, salgamos de aqui...*murmuro levantandose y tomando su mano* vamos juntos..mi loba...*susurro besando sus labios de forma suave, pasando un recuerdo de un lugar donde podrian ir, mientras salia junto a ella de nuevo hacia la estepa helada, pero esta vez, juntos tal como habia sido muchos años atras.

Una cueva muy antigua, un lugar donde los dos habian encontrado refugio y habian creado un hogar para volver juntos cada noche luego de cualquier cosa que pasara, ahi dentro solo eran dos seres enamorados, juntos lejos de todo...miles de lugares ocultos, que solo podian ser abiertos con su sangre...algo que poco a poco habian ido descubriendo. Ocultando un arma antigua...una daga forjada hace tanto que no podia recordar cuando...su secreto permitia que el fuego bailara con el sin dañarlo...elemento que revivia viejas heridas....que revelaba un secreto oculto en su cuerpo...piel oscurecida...cicatricez perdidas y un tatuaje...oculto en su pecho...