Un regreso esperado??? [HELENE]

No podia evitar sentir nervios, era mi casa, el lugar en el que habia pasado gran parte de mi vida, no era exactamente el lugar mas lujoso, pero podia llamarlo hogar, las circunstancias habian cambiado, ahora Lucian estaba conmigo, asi que mi estancia en Tokio podría ser efímera, eso hasta que decidiéramos donde radicaríamos, lo importante es que ambos estuviésemos a salvo.

Pero mis nervios no eran unicamente por el regreso a mi antiguo departamento, era porque iba a encontrarme con Helene, qué habia sido de ella?, me sentía culpable pues habia desaparecido sin decirle nada a nadie, solo aquella nota que le dejé... "Helene, siento mucho irme de esta manera, no se hasta cuando sabrás de mi, por el momento, cuida mi casa; de la escuela ni te preocupes, mi amigo, el director, se encargará de ella, te prometo que regresaré... cuidate y mucha suerte... atte.... Saitoo Akako" Tan vacia habia sido, solo una nota, estará helene enojada conmigo, eso estaba por descubrirlo.

Parada frente a la escuela, observaba los pequeños cambios que tenia, era un sábado por la tarde, asi que ya estaba cerrado, me dirigí a las escaleras que llevaban al departamento, subí, antes de abrir la puerta, el olor de helene habia llegado a mi, sonreí y abrí la puerta...

Había pasado tanto tiempo desde que Akako se fue que ya ni pensaba que podía volver a su casa de nuevo. No me había adueñado de su casa, claro, pero sí que había puesto más cosas mías por la vivienda. En realidad vivía ahí a tiempo parcial porque solía vivir en Minato-ku con Souta. Pero a veces cuando había visitas (como por ejemplo que Heather viniera), para pasar la tarde con mis sobrinos, o para pasar un tiempo a solas con Souta usaba la casa de Akako, que siempre estaba vacía. Yo sólo me ocupaba de mantenerla.

Me encontraba colocando unas cosas y regando unas plantas cuando sentí un ligero olor que recordaba, aunque no hubiese sentido en un largo tiempo...¡¡Akako!!
En un instante estaba en el umbral de la puerta, con ella abierta y delante de la que fue mi compañera. Me avalancé sobre ella y le di un fuerte abrazo. No pensé volver a verla más...
-¡¡Akako!! Estás aquí...
Comenté alegremente mientras la achuchaba más fuerte. Había extrañado a mi amiga y verla sana y salva para mi era una grandísima alegría. Estaba por llamar a Takeshi... ¿Él sabría que Akako estaba por Tokyo? O a lo mejor prefería estar un rato en su casa antes de ir a avisar a su amigo. Puede que quisiera descansar.
-¿Sabe Take que estás por aquí?
Le pregunté a Akako mientras me apartaba para que pudiera entrar a su casa.

Alli estaba, la helene que recordaba, al verme se abalanzó sobre mi y me dio un fuerte abrazo, al cual, por primera vez desde hace mucho tiempo no le correspondia a alguien que no fuese a Lucian, recargué mi cabeza en su hombro... "te extrañé amiga" le dije bajito, no es que fuese de las personas que les guste mostrar sus sentimientos, pero estaba realmente contenta de ver a helene.

"Recien he llegado de china, y vine directo aqui, no habia hablado con nadie y no sabia si aun vivias aqui... asi que no, no he hablado con takeshi" le dije mientras desviaba la mirada.

Por mas extraño que resultase, me sentía culpable, había dejado todo y a todos, no merecia un recibimiento como el que me había dado helene. "Hel, quiero pedirte una disculpa, se que no he mantenido contacto con nadie, y ahora que regresé, me recibes como si nada hubiese pasado, tienes todo el derecho de estar molesta" le dije muy sería.

-Y yo a ti.
Había extrañado a mi amiga. De un día para otro había desaparecido de la faz de la Tierra. Se entendía, pues era considerada una traidora al clan Volturi y para más inri era guardia rumana. Yo ya le había dicho que cuidaría de su casa y éso hacía... Aparte de vivir a ratos en ella.
Y había venido primeramente aquí, a verme, antes de ir a hablar con su amigo de toda la vida. ¿Por qué? Pero Takeshi no sabía nada de que había vuelto.
Akako me abrazó y se disculpó por haberse ido sin decir nada y la apreté con fuerza.
-No pasa nada. Tus motivos tenías y yo no soy quien para reprochártelos, Akako. Si no dijiste nada y fue mejor así, pues está bien.
Comenté en tono suave a mi amiga. No quería reprocharle nada. Cada quien podía hacer lo que le diera la gana. Y tal vez fuera mejor así. Cuanto menos gente sepa algo, y si es de vida o muerte, mejor. Cualquier persona que la buscase podía obtener la información si la sabíamos.
-Lo pensaste bien. Si nos lo hubieras dicho ahora mismo te podrían haber cazado o algo... Cuanto más gente lo sepa, peor. No estoy molesta.
Aunque seamos de confianza, muchos vampiros contaban con grandes dones capaces de sacar información sin esfuerzo y, a veces, sin que se entere el propio afectado.
Dejé espacio para que se acomodase en su casa. Algunas cositas estaban cambiadas, pero solían ser adornos que había movido de sitio para dejar paso a algunas cosas mías, también pequeñas. Aunque ya tendría que quitarlas. Si ella se iba a quedar en su casa seguramente sería con Lucian. Así que tendría que guardar mis cosas y acabar de llevarlas todas donde vivía con Souta.

"Podria parecer egoista, pero fue exactamente por eso, no queria poner en peligro a nadie y mucho menos a las personas que... hise una pausa y suspire un poco... a las personas que quiero" dije en un tono algo bajo... "nadie mas que nosotros sabemos lo dificil que es esta vida, tenemos que decir adios a mucha gente, dejándonos solos, sabes, a pesar de que tenia a Lucian conmigo, extrañaba todo esto, pero irme fue lo mejor que pude hacer" le dije mientras caminé hacia la sala, dejé mi bolso a un lado y me senté, esperando que ella hiciera lo mismo.

"Veo que has cambiado un par de cosas" le dije mientras miraba algunas decoraciones que estaba segura no eran mias, entonces concentré la mirada en la foto que estaba a mi lado derecho, estiré la mano y la tomé, era ella con su esposo... "Sabes, gracias al don de Lucian, podia saber de ustedes, siento mucho si alguna vez te llegaste a sentir observada... deje escapar una risita... te casaste" le dije, al mismo tiempo giré la foto para mostrarsela a Helene.

Ella acabó contándome los motivos que la llevaron a tomar la decisión de abandonarlo todo y huir junto a Lucian para ocultarse del mundo. Simplemente no quería que sus seres queridos resultarsen heridos por todo lo que había pasado. Formaba parte de la guardia rumana, pero antes había estado con los Volturi y había llegado a traicionarles... Su vida y la de los que estaban a su alrededor estaba fichada. Y por éso huyó... Desapareció del mundo.

Ahora estaba aquí, en Tokyo, mirando su casa extrañada. Hacía tanto tiempo que no la pisaba que estaría mirando todos los detalles. Y en uno se tuvo que fijar: una foto en la que aparecíamos Souta y yo.
Me senté frente a ella en otro sillón y tomé la foto cuando la giró. Sonreí sin darme cuenta al vernos a los dos y luego asentí cuando Akako preguntó si me había casado.
-Nos casamos hace tiempo, el día del cumpleaños de Souta. Y no me sentía observada.
Comenté lo último soltando una leve risita. Extrañé mucho a Akako y quise que estuviera en mi boda... Pero no pudo ser.
Por lo visto se enteraba de lo que hacíamos gracias al don de Lucian y éso denotaba que no nos había abandonado completamente, seguía estando ahí aunque no fuera de forma tangible.
La foto que ahora tenía en mi regazo no era la única que estaba por la casa, aunque la gran mayoría estaban en mi cuarto.

-¿Y no viniste a Tokyo en este tiempo?
Pregunté curiosa mirando a mi amiga.

"No" dije casi en susurro... "yo no... (suspire) no me sentía con las fuerzas suficientes para afrontar lo que pudiese ocurrir, todo este tiempo no solo me he ocultado, he practicado y mejorado mis dones, antes era demasiado arrogante como para reconocer que era débil y que aun puedo serlo, bueno eso depende de quien me enfrente... (sonreí maliciosamente) ves y sigo siendo arrogante (rodee los ojos y volví a suspirar como si estuviera fastidiada) en fin... (miré de nuevo la fotografia) dime, cómo fue tu boda? me hubiese encantado estar contigo... le pregunté muy curiosa.

Me quedé esperando su respuesta, mientras ella seguía contemplando la fotografía donde estaba con su esposo, su rostro se iluminaba, podía saber que era muy feliz.

Una boda, nunca me había preguntado cómo podría ser la mía, era mas que evidente que no existía otro hombre con quien quisiera pasar el resto de mis días, Lucian es mi todo, pero casarme? casarnos? yo, quiero?, él, quiere casarse conmigo? por un momento mi mirada se quedó perdida, mi mente llena de dudas y yo con mi acostumbrada pose de siempre...

Akako me respondió el porqué no había venido a Tokyo en todo este tiempo. Tal vez por orgullo, o porque estaba entrenando y mejorando sus dones, pero no había vuelto a aparecer por la capital después que se fuera hacía ya tanto tiempo.
Volvió a mirar la foto que reposaba en mi regazo y preguntó cómo había sido mi boda. Ella añadió que le hubiera gustado estar. ¡Obviamente yo quería que estuviese! Pero no pudo ser... Incluso tenía la invitación para ella.
Me levanté y a velocidad vampírica, para no perder tiempo, fui a mi cuarto, busqué la invitación y se la llevé a mi amiga.
-Toma, era la tuya. No sabía dónde mandártela y la hice por si volvías. Para ti y Lucian.

Esperé un segundo y sonreí recordando el día.
-Fue... Especial. Estaba nerviosa, al borde de un ataque. Pero tampoco era una boda tan ostentosa y pomposa como va a ser la de Heather, claro. A ninguno nos gustaba así. Era algo simple. En un jardín con nuestros invitados, cosas para comer, y poco más. Había muchos humanos y claro, ellos tenían que comer. Y teníamos sombrillas puestas donde se sentaban los vampiros. No queríamos cosas raras. ¿Sabes? Nunca pensé en casarme, y sigo pensando que para amar a alguien no hace falta demostarlo con papeles, pero mi boda fue tan especial que no me arrepiento. Souta fue a casa de Heather y me pidió la mano. Estuvo con Takeshi mirando anillos y él me mandaba las fotos porque Souta no se decidía.
Sonreí contenta, como en mi mundo. Había sido perfecto ese día y recordarlo hacía que se me dibujase una sonrisa en la cara.

Ella respondió que le hubiese gustado que asistiéramos a la boda, de pronto corrió a su habitación y de inmediato ya estaba de regreso y puso en mis manos la invitación que era la Lucian y para mi... "gracias por considerarlo a él también" le dije mientras abría la invitación... "es muy bonita, veo que cuidaste hasta el ultimo detalle"... le dije mostrandole una sonrisa.

Helene comenzó a contarme sobre su boda, todo parecía que había sido perfecto, ahora si podía decir que cuidaron cada detalle pues hasta en el brillo que nos caracterizaba habían pensado... pfff, eso es tan fastidioso en ocasiones... pensaba, Helene seguía contando y con cada detalle me hacia sonreír y ver que se sentía muy contenta por como había sido ese día tan especial.

"Si, te entiendo cuando dices que no necesitas de un papel para saber que estas con el amor de tu vida y que eso será para siempre, por ejemplo, Lucian y yo llevamos juntos ya varios años y nos queremos igual o mas que al principio, si he pensado en boda, no voy a negarlo, pero ... ahmm, no se si él piense en eso" le dije y me quedé algo pensativa.

"Como sea... así que Take hiso de padrino de anillos" reí recordando alguna de las locuras de Takeshi... "lo extraño sabes" sonreí un poco y desvié la mirada.

-De nada, Akako. Siempre se invita a la persona más cercana y familia.
Expliqué con una sonrisa al escuchar su agradecimiento por haber contado con Lucian también. Lo cierto es que siempre se ponía el nombre de la familia invitada y listo, no tenía que agradecer mucho más.
Le expliqué algunas cosas a Akako sobre la boda, tampoco demasiado detalle porque no quería aburrirla. Acababa de llegar y no era plan de contarle mi boda con lujo de detalles, aunque quisiera. Habíamos estado separadas mucho tiempo y habían pasado demasiadas cosas para centrarnos en una sola. Ella también tenía que contarme más cosas.
Estaba de acuerdo conmigo en que no hacía falta un papel para demostrar que quería a Souta, pero también a ella, como a mi, le hacía ilusión poder casarse.
-Estoy segura que él quiere casarse. ¿Por qué no se lo propones?
Pregunté apoyando mis brazos en las piernas mientras miraba atentamente a mi amiga. -Nunca lo sabrás si no lo intentas.

Acabó por comentar sobre Takeshi y me eché a reír, negando.
-¡Noo! Take no era el padrino de los anillos. Luke los llevaba, y las niñas llevaban flores. Take era testigo.
Corregí entre risas su error ante lo que Take hizo en mi boda, aparte de traer al novio, y ambos llegaron algo tarde.

-Supongo que lo extrañas, siempre ha sido tu amigo. Luego podemos ir a verlo. En un rato llega del trabajo. ¿Has visto a sus hijos? Son tan tiernos los dos...
Dije con una sonrisa muy amplia. Mis sobrinos eran los pequeños más hermosos del mundo y más divertidos. Tenían unas ocurrencias de lo más graciosas y Akako debía conocerlos cuanto antes.