El tan esperado encuentro con mi hermano (Alexander)

por **Mae Dupont** Sáb Feb 04, 2012 10:26 pm

Después de un tiempo de andar de aquí para aya había decidido relajarme un tiempo y lo hice, estuve como 3 meses en un hotel de humanos donde te daban todas las atenciones que tu pedías, era un lugar lujoso y muy caro pero nada que no pudiera pagar para pasármela bien.
Al salir decidí empezar de nuevo mi tan intensa búsqueda de mi hermano este hombre si que se había escondido de mi o aun me faltaban lugares a donde ir. Esta vez mi destino era Venecia el lugar del romanticismo, mi llegada no fue lo que esperaba pues tuve algunos problemas tontos en aeropuerto y eso me pasaba por querer viajar como una persona normal, como cualquier otro humano.
Al llegar me registre en un buen hotel como siempre en cada viaje, me arregle pues empezaba a anochecer y quería ir a un buen lugar a donde los humanos asistían para divertirse un rato mientras que nosotros los usábamos para escoger una buena presa para alimentarnos.
Al llegar había una gran fila pero apenas puse un pie en el lugar y me dejaron pasar a lo que los humanos empezaron a protestar lo que me importo poco, entre y me fui directo a la zona Vip sentándome viendo todo el lugar.

por **Alexander Dupont** Sáb Feb 04, 2012 11:35 pm

-Bien, llámame en cuanto termines- dijo el pelinegro, su voz parecía apenas un leve murmullo del que nadie se había percatado en aquel lugar.
Había estado corriendo hasta llegar a aquel lugar, aunque no se encontraba muy contento con aquello. Lo cierto es que en ese momento pudiera haber estado en algún lujoso hotel bañándose en un jacuzzi y tomando una copa de sangre recién extraída del cuerpo de algún mozo... De no ser por que algún pendejo había cometido unos cuantos errores y ahora él debía dar la cara reuniéndose con gente importante para solventar unos cuantos problemas económicos que habían surgido a raíz del conflicto. Inútiles, se dijo Alexander, patéticas e inútiles criaturas; había que erradicarlas todas de la misma forma que se había encargado de aquel zángano.
Aunque aquello de estar en Italia no le hacía ninguna gracia, sabía que los Vulturi no iban a rendirse aún cuando fuesen derrocados; tan solo un idiota se hubiera conformado creyendo aquello. Idiotas que serían seguramente los primeros en morir. Desde luego era mejor no alborotar el avispero, razón por la cual se movía con cautela y sigilo en aquellas calles, aún así estaba seguro de que si los Vulturis le tenían en la mira no se iba a librar de ellos con facilidad. Aún así esperaba lo mejor.

{...}

Tras la reunión salió del establecimiento con un ligero dolor en los músculos del cuello, se podía definir aquello como estrés puesto que no solo su cuello sino distintas partes de su cuerpo se habían engarrotado. Vaya que era difícil llegar a un acuerdo con estos malditos mafiosos pero al menos habían llegado pacíficamente a un acuerdo y ahora el pelinegro deseaba descansar. A punto estaba de irse cuando una ráfaga de viento trajo consigo un olor familiar, decidió quedarse o más bien, rastrearlo. Necesitaba confirmar que se trataba de ella.

por **Mae Dupont** Dom Feb 05, 2012 12:10 am

Permanecí un rato ahí en la zona Vip esperando un poco de acción pero la verdad todo era normal igual que siempre solo ridículos humanos bailando otros drogándose o tocándose por todas partes, hice una mueca de asco.
Era realmente estúpido que arruinaran su maldita e insignificante vida con algo como las drogas y pensar que ellos creían que solo era diversión de un rato.
Me levante y me asome como en un pequeño balcón dejando caer mis chinos rojos sobre mis hombros, un par de chicos al otro lado me observaban eran los típicos chicos queriendo ligar nada de importancia para mi.
Empezó una canción que me gustaba y empece a bailar un poco pero hacia mi lugar de nuevo sentándome tranquilamente con un gesto de pocos amigos esperaba que nadie se aproximara en un buen rato.

Minutos después apareció un chico parecía ser de dinero pues traía a dos hombres detrás del como si lo quisieran cuidar lastima que no lo podían cuidar de mi.
El paso hacia acá con un poco de porte como queriendo lucirse conmigo algo que me causo indiferencia y guié mi mirada hacia otra parte pero ahí apareció enfrente de mi con su sonrisa estúpida, estaba a punto de hablar cuando se presento al mismo tiempo que se sentaba a mi lado, así que decidí seguirle el tonto juego a ver hasta donde llegaba .

por **Alexander Dupont** Dom Feb 05, 2012 10:45 am

El pelinegro dio por fin con una discoteca y lo primero que pasó por su mente era que, en definitiva, alguien se estaba divirtiendo en ese lugar -y desde luego divertirse era sinónimo de rajar el cuello de algún humano seducido por la infinita belleza de los suyos-. El semblante del mayor se tornó frívolo, incluso tétrico, cuando una sonrisa de medio lado surcó su rostro; aquella era sin duda una faceta que a pocos le hubiese gustado ver. Sin más que esperar se aproximó a la entrada, saltándose toda la cola y los humanos enfurecidos comenzaron a protestar en su contra.

Durante segundos pareció que el tiempo se detenía, las voces se aplacaron por completo y el hombre que cuidaba la puerta dejó pasar a su eminencia sin mayor problema. Segundos más tarde las quejas se reanudaban pero aquel misterioso hombre ya no estaba allí, se movía entre los humanos buscando el olor de su petit fleur aunque la gran variedad de estos llegaban a confundirlo. Y cuando menos lo esperaba aquella cabellera fogosa se resplandeció entre cabellos de todo tipo, ningunos tan lisos y sedosos como los de la fémina. Notó entonces que ella estaba hablando con algún desconocido, que encima tenía otros dos gorilas tras de sí. Esto se va a poner divertido, se aseguró, al tiempo que pasaba de largo a los guarda espaldas del infante y ponía su mano en el hombro de este.
-Piérdete- su voz sonaba grave y prepotente aunque no amenazante.

Off: ;w; ¡Cuántos errores de redacción! Se nota que estaba durmiéndome.

por **Mae Dupont** Dom Feb 05, 2012 4:55 pm

La verdad después de unos minutos de escuchar las tonterías del chico me fastidie así que lo próximo que decía ya a mi cerebro no se tomaba la molestia de procesarlo. Estaba apunto de pararme y salir de ahí a buscar otra presa menos habladora pero el chico me impido eso, definitivamente este chico moriría lo mas rápido posible o podría hacerlo sufrir tanto que suplicara que lo matara de inmediato.
Me cruce de brazos este chico estaba acostumbrado a ganar y obtener lo que quería pero lamentable para el yo siempre ganaba.

Baje la mirada de aburrimiento en cuanto escuche una voz grave y prepotente la que se mi hizo muy conocida aparte del aroma tan familiar sonreí un poco de manera un tanto seductora mientras me ponía de pie viendo la reacción de los guardias de ese tipo.
Puse una mano en la cintura -BAh.... Largo a todos y no fastidien.- Dije refiriéndome a todos pero sabia que Alexander el chico que apenas llegaba no se iba a ir tan fácilmente era mi hermano y lo conocía como la palma de mi mano. Pase por un lado de ellos caminando hacia la puerta trasera del lugar, sin mirar a tras pero sabia que alguien me seguía así que me detuve, había una gran posibilidad de que fuera mi hermano después de haberse encargado de los otros tres tipos molestos que me habían quitado casi 3o minutos de la noche que apenas empezaba para mi.

por **Alexander Dupont** Vie Feb 10, 2012 6:05 pm

El par de guardias que osaba acercarse al de hebras de ébano terminaron muy mal parados; no había ni siquiera usado el vampiro la mitad de su fuerza cuando ya ambos se encontraban en el suelo, desde luego no iba a gastar sus energía en bellacos como aquellos y aunque sería estúpido siquiera comparar al pelinegro con aquellos seres inferiores era importante decir que este primero había sido parte incluso de la milicia francesa y que sus habilidades en combate cuerpo a cuerpo o con armas eran, por mucho, mayores. Y con respecto al amo de aquellos dos, desde luego no quedaría eximido de la paliza pues a penas huía de aquel “luchador” cuando éste le alcanzó y encantó bajo su don.
El pelinegro volvió a su andanza rastreando a su hermana y cuando estuvo a pocos pasos la voz de ella resonó en el espacio, o al menos esa era la impresión que él tenía, aún así sabía que los humanos no lo verían de la misma forma. Tras él caminaba, cual zombi, el muchacho que antes estaba con su hermana.
-Alguien ordenó un bocadillo pero lo dejó sobre la mesa para que se mosqueara-dijo, con ese descaro típico que a él le correspondía-. Espero no te moleste si me lo robo, ya sabes que me encantan de este tipo… A menos, claro, que quieras compartirlo.
Él era así, a veces agrio pero encantador. Bueno… Quizás no tan encantador pero se podía decir que tenía su carisma y aún cuando parecía, por haberse alejado de ella, que no le tenía en estima era todo lo contrario. Desde luego Alexander tenía sus contactos y ellos muy discretamente le tenían informado pero ahora que estaban en la ciudad ambos quizás pasasen rato de calidad… Tal como en los viejos tiempos.

Pero justamente aquello no iba a ser posible, porque en ese preciso instante recibió una llamada de carácter urgente. Sonrió de medio lado y se disculpó vagamente por tener que retirarse, dejando a Mae y a los humanos a su propio rumbo.
#Partida abandonada a falta de respuesta.