Caso sin respuesta <libre>

Estaba enojada. Muy enojada. ¡¿Cómo podían siquiera considerarlo?! Es decir, algo raro pasaba y ellos solo enterraban el caso. No tiene una pizca de lógica.Habíamos capturado traficantes de todo tipo pero jamás habia visto a traficantes de algo que parecia "sangre". ¿Qué cosas macabras pasaban en el mundo criminal que no damos una ni para investigar un caso? la idea estaba plantada en mi mente y a cada repase me daba más coraje. Era como si tuvieran miedo. No, no queria considerar eso. Me daba vergüenza de solo pensarlo. Miré a Guillot a través del vidrio, caminando de un lado al otro. Él hacía pruebas y de antemano le pedí una muestra para investigar por mi misma. En tanto yo esperaba paciente o quizá no tanto, a que me facilitara la muestra. Mi vista volteó rapidamente al teléfono que sonó de un momento a otro. Guillot interrumpió su trabajo y contestó en pocas palabras y regresó a terminar. No pasaría más de un minuto cuando se dirigía a mi tras salir de las puertas electricas del laboratorio.

—Désolé, Emmanuelle. Ils ont dit qu'ils ne sont pas autorisés.

Le miré mal como pocas veces cuando dijo aquello.

—Bernard, je vous prie. Juste un exemple, je sais ce qui se passe.

Rogué inútilmente por su ayuda, aún cuando no me gustará no tenía muchas opciones.

—Desolé, Emmanuelle. Ils sont des ordres.

Suspiré frustrada y le miré alejarse por el blanquecino pasillo en dirección a los elevadores. Escuché la campanilla y entró al elevador. Y de la nada voltee a las puertas del laboratorio .

—Tu n'es pas bien, Emmanuelle. Jamais désobéi aux ordres ...

Me dije yo misma pero algo me decia que si no lo hacía, quizá no tendría otra oportunidad.

—C'est pour le plus grand bien ... C'est pour le plus grand bien ...

Repetí a forma de mantra tratando de convencerme y tomé un pequeño tubo de ensayo con un poco de esa "sangre". No debia demorar más y la oculté en el bolsillo de mi chaqueta y salí de ahí.Me esforcé para no levantar la menor sospecha y cité a la persona que analizaría la sangre en mi café favorito pero no me sentaría esa vez en la terraza, nadie debía ver y tomé asiento dentro

Me pedi un cafe mientras esperaba a Robin y una amiga, según dijo también agente pero de la CIA. ¿La CIA? ¿Tambiėn agencias norteamericanas estaban implicadas o interesadas en esto que pasaba? O era posible que pasase en todo el mundo...... Había una gran posibilidad, si no para que se interesarían en ello. Ya contaba una taza y media tomada en el café pero la verdad es que yo habia llegado con mucho tiempo de anticipación y tenía que matar el tiempo con algo, además de leer el periodico. Robin llegó al cuarto para las 5:00 de la tarde y platicamos un poco del asunto y de otras cosas más mundanas en tanto la agente Canasa llegaba al lugar

—J'espère que l'agent n'est pas perdu sur la route. Vous devriez avoir la courtoisie de passer par là, Robin.

Le regañé afectuosamente por la posibilidad de que la chica se perdiera por la poca cortesía de Robin de no pasar por ella. Pero voilá! De pronto llegó y Robin le indicó donde estabamos. Para ser de una agencia norteamericana no parecía serlo mucho pero ya pensandolo bien, yo tampoco era el clásico tipo de mujer francesa, aun cuando lo era. Ella saludó a Robin y extendí mi mano para saludarle.......

—Je suis Emmanuelle, Emmanuelle Le Roux. Enchanté.

Reí de mi misma al no acordarme que probablemente no hablara el francés

—Pardon. Se me olvida que no todos hablan francés. Encantada de conocerte.

Nos sentamos y Robin pidió algo para la agente Canasa y escuché el por qué de su presencia ahí

—Oui. Uh... le estoy podiendo a Robin algo arriesgado. He estado trabajando en casos relacionados con la captura de traficantes. De todo, desde droga hasta mercancía ilegal pero hace unos días nos llevamos una sorpresa al descubrir que un grupo traficaba con sangre. La verdad es que quizá no fuera tan importante dado que hay traficantes de órganos si no fuese porque nuestro capitán no dejó que los forenses identificaran la sangre en ese momento, es decir en estudios previos a los formales. Simplemente se llevaron todo, lo pusieron bajo llave y me sacaron del caso. Y yo pienso que esto puede estar relacionado con tantas muertes extrañas. Ya sabes, drenados, destazados...... ¿Qué opina de esto, agente Canasa?

Escuché atenta los posibles argumentos por los que sujetos traficarían con sangre y todos parecían válidos, de no ser por los pequeños detalles que había en el caso y otros que estaban por corurrir. lo medité bien unos segundos y sorbí un poquito de café de mi taza, situada justo frente a mi

—Pienso que todas las opciones que me ha dicho suenan coherentes pero porque la propia dirección en que trabajo se molesta en ocultar lo encontrado y ponerlo bajo llave si es algo completamente conocido, algo de lo que se tiene récord. No tiene sentido el hermetismo en como lo han manejado. Y tampoco es una preocupación de medios o lo que fuere, antes he llevado casos más delicados y en completo silencio. Simplemente no lo entiendo.......

Ya me habia exaltado un poco y es que cuando yo sentía que algo era injusto, no paraba en el afán de que se hiciese justicia. Pero mi entusiasmo para con la agente disminuyó cuando sentí el modo vibrador de mi teléfono celular.

—Excusez-moi une seconde, agent Canasa.

—¿Allo? Oui..... Comment dites-vous? Évadé de la prison?

No me lo creía lo que escuchaba por el teléfono. El caso se ponía cada vez más extraño. Contesté rápidamente y colgué y miré a la agente Canasa todavía más intrigada.

—Los sospechosos detenidos con la sangre...... escaparon de prisión. Hay un par de guardias desangrados. ¿Qué se supone que debo creer ahora, agente Canasa? Pienso que mis superiores saben algo que nosotros no y ni sabemos como enfrentarlo