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Caperucita roja y.... (libre)
4 participantes
Twilight Moon :: Europa :: Inglaterra :: Londres
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Caperucita roja y.... (libre)
Una historia divertida comienza con HABIA UNA VEZ, pero esta historia comienza con la segunda cachorra de una manada de cuatro, y que ahora es la mas pequeña y humana de todos, aunque ya han pasado cuatro años sus hermanos an alcanzado niveles de lobo superiores,ella mantiene su crecimiento y desarrollo de humana comun, a llegado a pensar y analizar que nunca podre ser parte completa de la manada y siempre se apegara al lomo de su padre, aunque su aroma entre su familia siempre sera de "loba" aunque realmente aun sea una humana.
Esa mañana se tenia pautada un dia de exploracion en el bosque, al tener el permiso firmado por su padre y saltando en un pie se fue hacia su habitacion para terminar de colocarse su uniforme escolar, el viaje fue mas impaciente al tener el deseo de salir de aventura, al darle el besito a papi en la boca de un salto salio a reunirse con sus amigas y sus dos profesoras de aula, despidio con una manito a su papi y lanzandole besos sin saber lo que se aprontaba.
tomadas de las manos en parejas las niñas se dirijieron en columnas hasta el trasnporte escolar y sentada junto a la ventana y juntando las palmas cantaban canciones pegajosas hasta que el transporte las dejo en la entrada del bosque, bajando y colocandose su mochilita tomo la mano de su compañera y caminaron en columnas junto a las profesoras:
- plefesola.. y vamo a camina muchote?
- si llegaremos hasta la cima de esa montaña donde hay un hermoso parque .
- aaammm...
Natasha camino varias horas sin cansarse, pues siempre corria con su padre y hermanos al jugar, se detuvo un momento al estar cerca de subir la montaña que se veia realmente baja, sintio el olor de vampiros, ese aroma que tenia tia Shana.. pero era fuerte, sintio un dolor en el pecho como si algo malo fuera a ocurrir.
-bueno niñas ahora pueden hacer una carrera hacia la cima de la montaña.
dijo una de las maestras, y apensas escucharon las niñas soltando sus manos corrieron como pequeños conejos hacia la trampa, natasha solo se detuvo sin correr al ver como ambas maestras subian la montaña pero al mismo tiempo escucho gritos de las pequeñas niñas, no eran los gritos de felicidad si no de dolor y miedo, sus ajos enormes solo visualisaron como una de las maestras era tomada por el cuello de gran velocidad y estrangulada para luego ver como bebian su sangre.
Natasha sin nada mas que actuar rapidamente dejo caer su bolsito, y salio corriendo rapidamente por el bosque al ver como uno de los vampiros sentio su aroma licantropo y corria hacia ella para atraparla, natasha a lo mas que daban sus veloces piernitas corria por las raices y troncos.
Esa mañana se tenia pautada un dia de exploracion en el bosque, al tener el permiso firmado por su padre y saltando en un pie se fue hacia su habitacion para terminar de colocarse su uniforme escolar, el viaje fue mas impaciente al tener el deseo de salir de aventura, al darle el besito a papi en la boca de un salto salio a reunirse con sus amigas y sus dos profesoras de aula, despidio con una manito a su papi y lanzandole besos sin saber lo que se aprontaba.
tomadas de las manos en parejas las niñas se dirijieron en columnas hasta el trasnporte escolar y sentada junto a la ventana y juntando las palmas cantaban canciones pegajosas hasta que el transporte las dejo en la entrada del bosque, bajando y colocandose su mochilita tomo la mano de su compañera y caminaron en columnas junto a las profesoras:
- plefesola.. y vamo a camina muchote?
- si llegaremos hasta la cima de esa montaña donde hay un hermoso parque .
- aaammm...
Natasha camino varias horas sin cansarse, pues siempre corria con su padre y hermanos al jugar, se detuvo un momento al estar cerca de subir la montaña que se veia realmente baja, sintio el olor de vampiros, ese aroma que tenia tia Shana.. pero era fuerte, sintio un dolor en el pecho como si algo malo fuera a ocurrir.
-bueno niñas ahora pueden hacer una carrera hacia la cima de la montaña.
dijo una de las maestras, y apensas escucharon las niñas soltando sus manos corrieron como pequeños conejos hacia la trampa, natasha solo se detuvo sin correr al ver como ambas maestras subian la montaña pero al mismo tiempo escucho gritos de las pequeñas niñas, no eran los gritos de felicidad si no de dolor y miedo, sus ajos enormes solo visualisaron como una de las maestras era tomada por el cuello de gran velocidad y estrangulada para luego ver como bebian su sangre.
Natasha sin nada mas que actuar rapidamente dejo caer su bolsito, y salio corriendo rapidamente por el bosque al ver como uno de los vampiros sentio su aroma licantropo y corria hacia ella para atraparla, natasha a lo mas que daban sus veloces piernitas corria por las raices y troncos.
Natasha E. Knightley P.- Mensajes : 71
Re: Caperucita roja y.... (libre)
Hacia ya varios días que se lo había pedido, pero él aún dudaba en si firmar o no esa hoja, siempre se lo recordaba diciéndoselo con esa carita de pena, lo pensaba una y otra vez ¿acaso estaba bien dejarla salir con un grupo de humanos a un bosque sabiendo que a él lo buscaban? Podría ser la oportunidad perfecta para que los Voulturi o alguien más la tomara y lo extorsionara con eso, esas ideas no dejaban de cruzar por su mente pero verla tan animosa, tan feliz con ese paseo no podría decirle que no, a pesar de aún llevar la preocupación latente.
Faltaban pocos días para el día de la excusión y ese permiso ya debía ser entregado, Steven aún dudaba si firmarlo o no, pero aquellas últimas veces que había visto a Tasha, no podía negárselo así que aún con esa preocupación en su mente, tomo el papel y lo firmo guardándolo en uno de sus portafolios para llegar a casa con esa sorpresa para su pequeña hija, ya que sabía que eso la haría muy feliz “no sucederá nada… y si intentan algo terminaran calcinados…” pensaba mientras estacionaba el auto antes de subir a casa y entregarle el permiso a Tasha.
Entró a la casa actuando como lo hacía todos los días, viéndola jugar en la sala y sin decirle nada aún, se acercó hasta ella dándole un besito en su frente como de costumbre para luego dejar su portafolios en su despacho y salir a pasar el resto de la tarde con ella y sus hermanos o bueno esperando a que ellos regresaran de sus clases también. Se mantuvo un buen rato jugando con ella hasta justo antes de acostarla a dormir, que fue cuando e entregara el permiso ya firmado, le dejo un besito en la frente y la arropo para dejarla dormir.
Al día siguiente, ya desde muy temprano se estaba alistando para llevarla al colegio pues saldrían temprano para aprovechar el día entero en la excursión, llegó hasta el colegio y se despidió de ella con un besito en la boca, para luego verla como le hacia adiós con la manita antes de juntarse con sus amigas, respiró profundamente y encendió su Aston Martin, para dirigirse luego hacia la oficina, pero aún son dejar de pensar y teniendo un cierto presentimiento que no lo dejaba tranquilo.
La mañana transcurrió de lo más normal, con aceptando solicitudes y revisando algunas propuestas de inversionistas, hasta que antes de salir a un refrigerio, algo en su presiono fuerte su pecho, haciéndolo sentir el peor de los miedos, la peor de las angustias, abrió sus ojos de palmo y salió corriendo de la oficina sin decir nada, habiendo sólo pronunciado una palabra antes de salir como alma perseguida por el diablo “Natasha”, quizás sea esa unión telepática que tienen, pero algo le decía o le advertía que debía llegar donde ella cuanto antes.
Faltaban pocos días para el día de la excusión y ese permiso ya debía ser entregado, Steven aún dudaba si firmarlo o no, pero aquellas últimas veces que había visto a Tasha, no podía negárselo así que aún con esa preocupación en su mente, tomo el papel y lo firmo guardándolo en uno de sus portafolios para llegar a casa con esa sorpresa para su pequeña hija, ya que sabía que eso la haría muy feliz “no sucederá nada… y si intentan algo terminaran calcinados…” pensaba mientras estacionaba el auto antes de subir a casa y entregarle el permiso a Tasha.
Entró a la casa actuando como lo hacía todos los días, viéndola jugar en la sala y sin decirle nada aún, se acercó hasta ella dándole un besito en su frente como de costumbre para luego dejar su portafolios en su despacho y salir a pasar el resto de la tarde con ella y sus hermanos o bueno esperando a que ellos regresaran de sus clases también. Se mantuvo un buen rato jugando con ella hasta justo antes de acostarla a dormir, que fue cuando e entregara el permiso ya firmado, le dejo un besito en la frente y la arropo para dejarla dormir.
Al día siguiente, ya desde muy temprano se estaba alistando para llevarla al colegio pues saldrían temprano para aprovechar el día entero en la excursión, llegó hasta el colegio y se despidió de ella con un besito en la boca, para luego verla como le hacia adiós con la manita antes de juntarse con sus amigas, respiró profundamente y encendió su Aston Martin, para dirigirse luego hacia la oficina, pero aún son dejar de pensar y teniendo un cierto presentimiento que no lo dejaba tranquilo.
La mañana transcurrió de lo más normal, con aceptando solicitudes y revisando algunas propuestas de inversionistas, hasta que antes de salir a un refrigerio, algo en su presiono fuerte su pecho, haciéndolo sentir el peor de los miedos, la peor de las angustias, abrió sus ojos de palmo y salió corriendo de la oficina sin decir nada, habiendo sólo pronunciado una palabra antes de salir como alma perseguida por el diablo “Natasha”, quizás sea esa unión telepática que tienen, pero algo le decía o le advertía que debía llegar donde ella cuanto antes.
Steven Knightley- Mensajes : 113
Localización : Londres
Re: Caperucita roja y.... (libre)
Natasha podria correr rapidamente, pero aun asi su capacidad era de humana comun, asi que rapidamente sus pies podrian ser alcanzados, pero aun asi ella trataba de escapar y volver a la carretera, pero cometia el error de profundizarse mas en el bosque.
la raiz de un arbol no la ayudo mucho y tropezando con ella rodo varios metros sobre el inclinado suelo, su rostro cubierto de la tierra humeda , se levanto y secandose las lagrimas que salian con su sweater solo creaba una marca de barro.
- nada de esto, pasara si yo pusiera ser una loba ... o si nunca hubiera venido...
sus piernas temblaban del cansancio y su aliento se ahogaba entre sus lagrimas, escucho como los pasos del vampiro se acercaban al igual que su aroma, aun manteniendo la esperanza de poder escapar con vida salio corriendo nuevamente a lo que sus piernas daban pero cayo al suelo para comenzar a arrastrarse con las fuerzas que quedaban en su debil y humano cuerpo.
la mano del vampiro poso sobre su eslda y levantandola del sweater la vio saboreandose al mismo tiempo que arrugaba a nariz, una voz tan profunda y masculina hablaba:
- pero que tenemos aqui, pequeña gusano, eres una mezcla de humana y loba... apestas a perra pero aun asi ahogando tu apestoso olor... eres apetecible...
Natasha movio sus piernas y brazos tratando de escapar, pero sin ninguna otra opcion y con lo que quedaba de saliva en su boca, formo una masa pegajosa y se la escupio en la cara. El vampiro no muy contento del acto con la aplicacion minima de su fuerza la lanzo contra un arbol donde Natasha chocando su espalda con el trnco cayo al suelo escupiendo sangre.
El vampiro limiando se cara sintio el aroma a sangre feesa e inocente y se acerco a lijeros pasos hacia ella.
la raiz de un arbol no la ayudo mucho y tropezando con ella rodo varios metros sobre el inclinado suelo, su rostro cubierto de la tierra humeda , se levanto y secandose las lagrimas que salian con su sweater solo creaba una marca de barro.
- nada de esto, pasara si yo pusiera ser una loba ... o si nunca hubiera venido...
sus piernas temblaban del cansancio y su aliento se ahogaba entre sus lagrimas, escucho como los pasos del vampiro se acercaban al igual que su aroma, aun manteniendo la esperanza de poder escapar con vida salio corriendo nuevamente a lo que sus piernas daban pero cayo al suelo para comenzar a arrastrarse con las fuerzas que quedaban en su debil y humano cuerpo.
la mano del vampiro poso sobre su eslda y levantandola del sweater la vio saboreandose al mismo tiempo que arrugaba a nariz, una voz tan profunda y masculina hablaba:
- pero que tenemos aqui, pequeña gusano, eres una mezcla de humana y loba... apestas a perra pero aun asi ahogando tu apestoso olor... eres apetecible...
Natasha movio sus piernas y brazos tratando de escapar, pero sin ninguna otra opcion y con lo que quedaba de saliva en su boca, formo una masa pegajosa y se la escupio en la cara. El vampiro no muy contento del acto con la aplicacion minima de su fuerza la lanzo contra un arbol donde Natasha chocando su espalda con el trnco cayo al suelo escupiendo sangre.
El vampiro limiando se cara sintio el aroma a sangre feesa e inocente y se acerco a lijeros pasos hacia ella.
Natasha E. Knightley P.- Mensajes : 71
Re: Caperucita roja y.... (libre)
Montado ya en el Aston Martin, aceleró como si no le importara que su auto terminara hecho polvo por los choques con las trancas de la entrada al edificio, aumentaba cada vez más la velocidad y sí era cierto que podría salir como lobo desde un principio, pero levantar sospechas de los presentes en la ciudad era lo menos que podría hacer, cruzaba semáforos en rojo, paradas de emergencia, hasta iba contra el trafico en algunas ocasiones sorteando algunos oficiales de carretera con un solo destino alcanzar aquel lugar a donde las habían llevado, esperando poder visualizar pronto aquél bus, el cual no tardó en ver y frenando en seco, casi sin dejar que el motor dejara de funcionar salto de la puerta y comenzó a correr hacia la colina por donde suponía que habían comenzado su excursión.
Rápidamente el olor a sangre llegaba hasta sus fosas nasales, encontrándose con los cuerpos de las maestras que al parecer no habían sido totalmente drenadas, quizás podrían tener alguna esperanza al igual que algunas niñas que encontraba en su camino, pero su preocupación máxima era su hija la cual buscaba incansablemente, adentrándose más en el bosque, sintiendo el mismo miedo y desesperación que ella conforme se iba acercando hacia la parte mas espesa de este bosque, “vamos Tasha… tú puedes no te rindas…” pensaba, justo en el momento en que sentía el aroma de unos vampiros, sí no era solo uno sino varios, quizás neófitos divirtiéndose pero eso no le importaba él quería encontrarla.
Corría por varios metros hasta que sintió un intenso dolor en su pecho, su mente se nubló pensaba lo peor sus ojos se llenaban de lágrimas y sus facciones dibujaban tristeza e ira al momento que lograba sentir el aroma de su hija y la sangre de ella, la ira en él estalló junto con su transformación al visualizar al vampiro que se aproximaba a ella, dando un gran salto y aprovechando su distracción logro tomarlo del brazo antes que la volviera a coger, arrancándoselo de golpe con el hocico y quedando frente a su hija mostrándole los colmillos al chupasangre.
Esté grito de dolor tras ver su miembro en la boca del lobo, abalanzándose contra Steven, ambos forcejeaban, a pesar de no tener brazo este era muy fuerte y lograba golpear numerosas veces al lobo en su lomo logrando atontarlo por unos instantes, suficientes para utilizar su velocidad y acercarse a la pequeña, pero esto n hizo más que enfurecer más al Licántropo, quien de un salto logró tomarlo del cuello para arrancarle la cabeza, dejando caer su cuerpo inerte tras él.
Se cercó así en su lobuna forma hacia su hija, lamiéndole la herida y pegándose a ella, sintiendo en ese momento el aroma de tres vampiros más, los cuales no tardaron en aparecer frente a ambos.
-Vaya vaya, no pensábamos divertirnos con lobitos hoy, pero aparecieron dos- pronunciaba con un acento ruso y tono burlón viéndolos como si midiera sus distancias, -pero lo que acabas de hacer…- viraba sus iris hacia el cuerpo de su camarada caído -debe ser castigado con tu muerte o sufrimiento- en cortos segundos ya estaban totalmente rodeados y Steven sólo atinaba a pegarse más a Tasha mostrando sus colmillos y gruñendo profundamente a modo de advertencia, a pesar de estar algo cansado por el combate anterior.
Rápidamente el olor a sangre llegaba hasta sus fosas nasales, encontrándose con los cuerpos de las maestras que al parecer no habían sido totalmente drenadas, quizás podrían tener alguna esperanza al igual que algunas niñas que encontraba en su camino, pero su preocupación máxima era su hija la cual buscaba incansablemente, adentrándose más en el bosque, sintiendo el mismo miedo y desesperación que ella conforme se iba acercando hacia la parte mas espesa de este bosque, “vamos Tasha… tú puedes no te rindas…” pensaba, justo en el momento en que sentía el aroma de unos vampiros, sí no era solo uno sino varios, quizás neófitos divirtiéndose pero eso no le importaba él quería encontrarla.
Corría por varios metros hasta que sintió un intenso dolor en su pecho, su mente se nubló pensaba lo peor sus ojos se llenaban de lágrimas y sus facciones dibujaban tristeza e ira al momento que lograba sentir el aroma de su hija y la sangre de ella, la ira en él estalló junto con su transformación al visualizar al vampiro que se aproximaba a ella, dando un gran salto y aprovechando su distracción logro tomarlo del brazo antes que la volviera a coger, arrancándoselo de golpe con el hocico y quedando frente a su hija mostrándole los colmillos al chupasangre.
Esté grito de dolor tras ver su miembro en la boca del lobo, abalanzándose contra Steven, ambos forcejeaban, a pesar de no tener brazo este era muy fuerte y lograba golpear numerosas veces al lobo en su lomo logrando atontarlo por unos instantes, suficientes para utilizar su velocidad y acercarse a la pequeña, pero esto n hizo más que enfurecer más al Licántropo, quien de un salto logró tomarlo del cuello para arrancarle la cabeza, dejando caer su cuerpo inerte tras él.
Se cercó así en su lobuna forma hacia su hija, lamiéndole la herida y pegándose a ella, sintiendo en ese momento el aroma de tres vampiros más, los cuales no tardaron en aparecer frente a ambos.
-Vaya vaya, no pensábamos divertirnos con lobitos hoy, pero aparecieron dos- pronunciaba con un acento ruso y tono burlón viéndolos como si midiera sus distancias, -pero lo que acabas de hacer…- viraba sus iris hacia el cuerpo de su camarada caído -debe ser castigado con tu muerte o sufrimiento- en cortos segundos ya estaban totalmente rodeados y Steven sólo atinaba a pegarse más a Tasha mostrando sus colmillos y gruñendo profundamente a modo de advertencia, a pesar de estar algo cansado por el combate anterior.
Steven Knightley- Mensajes : 113
Localización : Londres
Re: Caperucita roja y.... (libre)
El dia empezo como cualquier otro. Una mañana fria lo recibio cuando abrio sus ojos en su mansion ubicada en lo profundo del bosque. A pesar que de lejos parecia una casa comun, estaba protegida por una infinidad de trampas y artilugios, todos diseñados para la seguridad de su pequeña hija. Ni bien se levanto, lo primero que hizo fue ir a ver a su pequeña, la cual aun se encontraba en brazos de morfeo.
Era una de las ultimas licantropas jovenes, al menos de las que conocia, aunque por medio de sus dos hermanas, sabia de otra manada o bueno "familia" de lobos, cuya cabeza era un lobo muy poderoso, habia escuchado que incluso mas que el. Perdido en sus pensamientos, tomo rumbo hacia el cuarto de baño, donde tomo una ducha tibia para luego de terminar, vestirse con un simple pantalon negro y una camisa, a juego con su gabardina negra pero esta vez, dejo su katana en casa y en vez tomo dos dagas echas de la misma aleacion corta vampiros y que eran de uso mas agil en caso de una pelea.
Cuando se encontro listo, preparo un buen desayuno a su pequeña y la dejo en compañia de su niñera, una mujer de su confianza que conocia la naturaleza de Drake pero no de la pequeña y a pesar de confiar, la mantenia bajo advertencia que si algo pasaba con su hija, su vida terminaria.
-Vendre mas tarde, hare patrulla por el bosque, para verificar que no haya peligros -explico a la mujer y luego de abrazar a su pequeña, dejandole un beso en su frente, se encamino hacia la puerta, saliendo a el espeso bosque.
A penas dio sus primeros pasos lejos de su hogar, activo las defensas para que ningun lobo o vampiro pudiera llegar sin morir en el proceso. Escondio las navajas dentro de las mangas de su gabardina y tomo una ruta escogida al azar, internandose entre los arboles, hacia una pequeña montaña desde la cual podia con su vista, dominar todo el panorama y realizar una vigilancia completa.
Camino alrededor de unos 30 minutos cuando capto los primeros aromas. Un grupo de humanos y una licantropa, al menos eso decia su aroma, se encontraban a unos kilometros de su posicion. Iba a tomar otra ruta pero no dio ni dos pasos cuando el siguiente juego de aromas inundo su nariz. Sangre y vampiros, una combinacion desastroza y mas aun con el aroma que les siguio, muerte.
Un suspiro largo broto de sus labios, notando a la pequeña loba mas cerca de donde estaba el. Acomodo su traje y emprendio una carrera a toda velocidad entre los arboles, con la esperanza que a su llegada, la lobita siguiera viva.
-Vamos, no te detengas... -murmuro refiriendose a la niña, ya que si ella paraba, lo mas seguro seria que la matarian.
Imprimio toda la velocidad que tenia, sin llegar a recurrir a su forma lobuna. Casi alcanzando el aroma de la niña, de nuevo sangre se mezclo con el ambiente. Un gruñido de preocupacion escapo de sus labios, acelerando mas logrando llegar para ver la pelea que se daba, observando la gran destreza del lobo que defendia a la niña.
Parecia que todo estaba bajo control, cuando vio a los demas chupa sangre, salir de entre los arboles. Escucho su conversacion en silencio, notando que el lobo mayor se encontraba cansado y que a pesar de su fuerza, los vampiros podrian reducirlo. En silencio se movio entre los arboles rodeando la zona de pelea. Por experiencia sabia que los vampiros eran muy resistentes pero un ataque sorpresa le permitiria usar sus dagas para matar al menos uno de forma inmediata.
Se coloco en el punto preciso tras el vampiro que se ubicaba a un costado del que habia hablado. Sin realizar un solo ruido, salto de entre las sombras, desenfundando sus armas y cortando de raiz la cabeza y un brazo del vampiro, aterrizando a un costado del lobo y la niña.
-Espero que no les importe que me una, parecia que se divertian mucho.. -comento con una sonrisa que desplegaba ira hacia los chupa sangre.
Noto con cierto gusto que su rapido asesinato, tomo por sorpresa a los vampiros, dejandolos por un momento mudos. Podia cambiar a su forma lobuna, pero por el momento se mantuvo normal. No conocia a los dos lobos pero su instinto de hermandad por ser de la misma raza, lo impulso a ayudarlos, dejando de lado por el momento que eran dos extraños para el.
Era una de las ultimas licantropas jovenes, al menos de las que conocia, aunque por medio de sus dos hermanas, sabia de otra manada o bueno "familia" de lobos, cuya cabeza era un lobo muy poderoso, habia escuchado que incluso mas que el. Perdido en sus pensamientos, tomo rumbo hacia el cuarto de baño, donde tomo una ducha tibia para luego de terminar, vestirse con un simple pantalon negro y una camisa, a juego con su gabardina negra pero esta vez, dejo su katana en casa y en vez tomo dos dagas echas de la misma aleacion corta vampiros y que eran de uso mas agil en caso de una pelea.
Cuando se encontro listo, preparo un buen desayuno a su pequeña y la dejo en compañia de su niñera, una mujer de su confianza que conocia la naturaleza de Drake pero no de la pequeña y a pesar de confiar, la mantenia bajo advertencia que si algo pasaba con su hija, su vida terminaria.
-Vendre mas tarde, hare patrulla por el bosque, para verificar que no haya peligros -explico a la mujer y luego de abrazar a su pequeña, dejandole un beso en su frente, se encamino hacia la puerta, saliendo a el espeso bosque.
A penas dio sus primeros pasos lejos de su hogar, activo las defensas para que ningun lobo o vampiro pudiera llegar sin morir en el proceso. Escondio las navajas dentro de las mangas de su gabardina y tomo una ruta escogida al azar, internandose entre los arboles, hacia una pequeña montaña desde la cual podia con su vista, dominar todo el panorama y realizar una vigilancia completa.
Camino alrededor de unos 30 minutos cuando capto los primeros aromas. Un grupo de humanos y una licantropa, al menos eso decia su aroma, se encontraban a unos kilometros de su posicion. Iba a tomar otra ruta pero no dio ni dos pasos cuando el siguiente juego de aromas inundo su nariz. Sangre y vampiros, una combinacion desastroza y mas aun con el aroma que les siguio, muerte.
Un suspiro largo broto de sus labios, notando a la pequeña loba mas cerca de donde estaba el. Acomodo su traje y emprendio una carrera a toda velocidad entre los arboles, con la esperanza que a su llegada, la lobita siguiera viva.
-Vamos, no te detengas... -murmuro refiriendose a la niña, ya que si ella paraba, lo mas seguro seria que la matarian.
Imprimio toda la velocidad que tenia, sin llegar a recurrir a su forma lobuna. Casi alcanzando el aroma de la niña, de nuevo sangre se mezclo con el ambiente. Un gruñido de preocupacion escapo de sus labios, acelerando mas logrando llegar para ver la pelea que se daba, observando la gran destreza del lobo que defendia a la niña.
Parecia que todo estaba bajo control, cuando vio a los demas chupa sangre, salir de entre los arboles. Escucho su conversacion en silencio, notando que el lobo mayor se encontraba cansado y que a pesar de su fuerza, los vampiros podrian reducirlo. En silencio se movio entre los arboles rodeando la zona de pelea. Por experiencia sabia que los vampiros eran muy resistentes pero un ataque sorpresa le permitiria usar sus dagas para matar al menos uno de forma inmediata.
Se coloco en el punto preciso tras el vampiro que se ubicaba a un costado del que habia hablado. Sin realizar un solo ruido, salto de entre las sombras, desenfundando sus armas y cortando de raiz la cabeza y un brazo del vampiro, aterrizando a un costado del lobo y la niña.
-Espero que no les importe que me una, parecia que se divertian mucho.. -comento con una sonrisa que desplegaba ira hacia los chupa sangre.
Noto con cierto gusto que su rapido asesinato, tomo por sorpresa a los vampiros, dejandolos por un momento mudos. Podia cambiar a su forma lobuna, pero por el momento se mantuvo normal. No conocia a los dos lobos pero su instinto de hermandad por ser de la misma raza, lo impulso a ayudarlos, dejando de lado por el momento que eran dos extraños para el.
- Spoiler:
- Espero que no les moleste que me una a su post
Drake G. Black- ~¤♦φ Golden Wolf Of Hell φ♦¤~
- Mensajes : 1347
Localización : por los bosques del mundo
Re: Caperucita roja y.... (libre)
sobre la hierba cubierta de sus gotas de sangre, la pequeña Tasha se encontraba consiente pero sin las energias ni de poder cerrar sus ojos, su respiracion era tan debil que apenas podia llenar completamente sus pulmones, sus lagrimas ya no brotaban pero podia ver y escuchar lo que pasaba a su alrrededor.
Por un momento penso que nunca podria volver a ver a su papi, a sus hermanos y la luz del sol colarse por su ventana, los pasos del vampiro se acercaban mas y ella no podia ni pensar por el miedo que cubria su debil cuerpo. Sintio el sonido y aroma de su padre, ella no podia ir a cubrirse junto a èl pero si podia sentirlo, se sentia aliviada escucho terribles gruñidos, gritos, golpes pero luego un pequeño silencio que le hizo sentir la humeda nariz de su padre en la mejilla, los besitos perrunos lamiendo su herida tanto en su espalda como en su rostro.
angustiada y tratando de dar una señal de vida Natasha con las fuerzas que quedaban intento decir "papi" pero solo pudo mover lijeramente su boca y verlo a los ojos, una escena bastante triste y conmovedora para aquellos que corria sangre tibia por sus venas, a los vampiros no les importaba eso, los veian como pequeños juguetes, Natasha pegada al pelaje de su padre sentia su corazon latir rapidamente, no queria cerrar sus ojos, queria ver hasta el ultimo instante a los ojos dorados de su padre.
Luego escucho ruidos nuevamente pero no tenia fuerzas para ver, la figura de una nueva persona que se unia al encuentro, aun no tenia las fuerzas para verlo ni ver las terribles muertes, solo entrecerro sus ojos sintiendo que el dolor iba haciendose levemente y Tasha comenzaba a dormirse.
Por un momento penso que nunca podria volver a ver a su papi, a sus hermanos y la luz del sol colarse por su ventana, los pasos del vampiro se acercaban mas y ella no podia ni pensar por el miedo que cubria su debil cuerpo. Sintio el sonido y aroma de su padre, ella no podia ir a cubrirse junto a èl pero si podia sentirlo, se sentia aliviada escucho terribles gruñidos, gritos, golpes pero luego un pequeño silencio que le hizo sentir la humeda nariz de su padre en la mejilla, los besitos perrunos lamiendo su herida tanto en su espalda como en su rostro.
angustiada y tratando de dar una señal de vida Natasha con las fuerzas que quedaban intento decir "papi" pero solo pudo mover lijeramente su boca y verlo a los ojos, una escena bastante triste y conmovedora para aquellos que corria sangre tibia por sus venas, a los vampiros no les importaba eso, los veian como pequeños juguetes, Natasha pegada al pelaje de su padre sentia su corazon latir rapidamente, no queria cerrar sus ojos, queria ver hasta el ultimo instante a los ojos dorados de su padre.
Luego escucho ruidos nuevamente pero no tenia fuerzas para ver, la figura de una nueva persona que se unia al encuentro, aun no tenia las fuerzas para verlo ni ver las terribles muertes, solo entrecerro sus ojos sintiendo que el dolor iba haciendose levemente y Tasha comenzaba a dormirse.
Natasha E. Knightley P.- Mensajes : 71
Re: Caperucita roja y.... (libre)
Un aroma nuevo, el suelo sonando con el desplomar del cuerpo de uno de esos vampiros, el cual yacía sin un brazo y cabeza ¿acaso algún cazador? Era lo primero que pasaba por su cabeza, pero tras unos segundos, unido a ese nuevo aroma o casi mezclado por alguna razón podía sentir el de su hermana y el de Nala, definitivamente no era un cazador, pero ¿quién? Trato de prestarle poca importancia concentrándose en los dos vampiros que aún se encontraban en pie, pegándose cada vez más al cuerpo cansado de su hija “tranquila amor… ya estas con papi” le decía telepáticamente volviendo luego a los gruñidos hacia los chupasangres, hasta que oyó la voz de aquel que había llegado de improviso, aquel que se había posado al lado del lobo y gracias a su esencia le dejaba saber que era uno de los suyos.
“¿diversión? Quizás en otro contexto y sin mi hija aquí podría ser una fiesta, pero ahora es personal…” le respondía de la misma forma que había hecho con Tasha al extraño sin dejar de mostrarle los colmillos al vampiro más alto pensando que quizás ese sea el líder, pero algo extrañado al ver como no se inmutaban ante la muerte de uno más de ellos ¿acaso tenían algo pensado? Trataba de no concentrarse en eso, midiendo la distancia entre ambos, cuando una sonrisa se dibujaba en el rostro del vampiro seguida de un fuerte golpe en su lomo, suficientemente fuerte para tumbarlo, pero no para reducirlo pues este se repuso de inmediato tapando con su cuerpo a su hija, dos vampiros más habían aparecido en el lugar, seguidos de otros dos que atacaban al extraño que ayudaba a Steven.
Un quejido de dolor dejaba oír el lobo antes de contra atacar, tomando al vampiro por uno de sus brazos y lanzándolo lejos, pero no era sólo ese el segundo ya estaba por nueva cuenta sobre él, al igual que el más alto que antes le hablara, quien intentaba tomar a Tasha, Steven forcejeaba con el segundo tratando de alejarlo y así proteger a su hija, pero parecía en vano, solo conseguía recibir uno y otro golpe en su lomo sintiendo como sus huesos se rasgaban ante cada uno de los golpes, su mirada vago por un momento hacia su ahora compañero el cual parecía estar en la misma situación con tres vampiros sobre él, sus gruñidos aumentaron logrando tomar del cuello al vampiro que lo golpeaba arrancándole la cabeza no sin antes recibir un fuerte golpe que le fracturara una de sus costillas, haciendo que sus movimientos se vuelvan más torpes y lentos, pero a pesar de eso no dejaba de cubrir a su hija evitando que la tomaran.
Lanzaba gruñidos amenazantes, uno tras otro, volviendo a ser atacado pero logrando liberarse de estos, pero cada golpe era más fuerte que el anterior, a esta altura ya tenía tres costillas quebradas y su fuerza muy disminuida a tal punto que no podía mantener su transformación más tiempo, quedando apoyado a los pies del árbol y con su pequeña en brazos -demonios… esto… no puede acabar así…- pronunciaba jadeante y dejando correr un hilo de sangre por sus labios mientras veía como los vampiros reventando en risa se acercaban lentamente -no… Tasha… lo…- acariciaba su mejilla, cuando logró sentir el aroma de alguien conocido para él, pero ¿Acaso era cierto que había llegado hasta ahí sólo para ayudarlos? Divagaba virando ligeramente su mirada para observar si su nuevo aliado estaba en las mismas condiciones que él ¿Acaso sería el fin o tendrían un halo de esperanza?
“¿diversión? Quizás en otro contexto y sin mi hija aquí podría ser una fiesta, pero ahora es personal…” le respondía de la misma forma que había hecho con Tasha al extraño sin dejar de mostrarle los colmillos al vampiro más alto pensando que quizás ese sea el líder, pero algo extrañado al ver como no se inmutaban ante la muerte de uno más de ellos ¿acaso tenían algo pensado? Trataba de no concentrarse en eso, midiendo la distancia entre ambos, cuando una sonrisa se dibujaba en el rostro del vampiro seguida de un fuerte golpe en su lomo, suficientemente fuerte para tumbarlo, pero no para reducirlo pues este se repuso de inmediato tapando con su cuerpo a su hija, dos vampiros más habían aparecido en el lugar, seguidos de otros dos que atacaban al extraño que ayudaba a Steven.
Un quejido de dolor dejaba oír el lobo antes de contra atacar, tomando al vampiro por uno de sus brazos y lanzándolo lejos, pero no era sólo ese el segundo ya estaba por nueva cuenta sobre él, al igual que el más alto que antes le hablara, quien intentaba tomar a Tasha, Steven forcejeaba con el segundo tratando de alejarlo y así proteger a su hija, pero parecía en vano, solo conseguía recibir uno y otro golpe en su lomo sintiendo como sus huesos se rasgaban ante cada uno de los golpes, su mirada vago por un momento hacia su ahora compañero el cual parecía estar en la misma situación con tres vampiros sobre él, sus gruñidos aumentaron logrando tomar del cuello al vampiro que lo golpeaba arrancándole la cabeza no sin antes recibir un fuerte golpe que le fracturara una de sus costillas, haciendo que sus movimientos se vuelvan más torpes y lentos, pero a pesar de eso no dejaba de cubrir a su hija evitando que la tomaran.
Lanzaba gruñidos amenazantes, uno tras otro, volviendo a ser atacado pero logrando liberarse de estos, pero cada golpe era más fuerte que el anterior, a esta altura ya tenía tres costillas quebradas y su fuerza muy disminuida a tal punto que no podía mantener su transformación más tiempo, quedando apoyado a los pies del árbol y con su pequeña en brazos -demonios… esto… no puede acabar así…- pronunciaba jadeante y dejando correr un hilo de sangre por sus labios mientras veía como los vampiros reventando en risa se acercaban lentamente -no… Tasha… lo…- acariciaba su mejilla, cuando logró sentir el aroma de alguien conocido para él, pero ¿Acaso era cierto que había llegado hasta ahí sólo para ayudarlos? Divagaba virando ligeramente su mirada para observar si su nuevo aliado estaba en las mismas condiciones que él ¿Acaso sería el fin o tendrían un halo de esperanza?
Steven Knightley- Mensajes : 113
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Re: Caperucita roja y.... (libre)
Al parecer esa no seria una batalla sencilla o al menos corta, ni por asombro. La actitud del vampiro lo tenia demasiado alterado, no era normal que no mostrara alguna señal de ira o al menos enojo pero esa calma le traia un mal presentimiento, algo faltaba en esa pelea y ese vampiro lo sabia muy bien. Antes que lograra ponerse en guardia, un juego de aromas inundo su nariz, aturdiendolo el tiempo suficiente para recibir dos golpes que lo dejaron mareado por unos instantes.
Cuatro vampiros habian aparecido como refuerzo, dos peleaban con el y otros dos con el lobo que se encontraba a su lado. En una pelea normal, los habria guiado hacia un terreno donde tuviera ventaja pero debia evitar que lograran llegar a la pequeña niña y eso limitaba su area de combate. Golpe tras golpe sentia que sus huesos empezabna a astillarse pero nada de eso bastaba para derrumbarlo. De un agil movimiento logro degollar a uno de los vampiros cuando lo atacaron pero antes de recuperar una de sus dagas, recibio un golpe sonoro que lo impulso, perdiendo una de sus armas.
-Cuantos mas vendran.... -murmuro enfurecido, sosteniendo la zona donde fue golpeado.
Por un momento su mirada se nublo, notando que su compañero trataba por todos los medios de proteger a su hija pero no podia ayudarlo, ya que dos vampiros mas se unieron a la pelea, manteniendolo demasiado ocupado para poder actuar. Movia su daga a gran velocidad, causando heridas en los vampiros cuando lograba acertar un golpe, pero eran demasiados y empezaban a reducirlo. Penso en cambiar, pero no tenia el espacio necesario para lograrlo y solo le traeria muchos problemas.
Su cuerpo se encontraba casi al limite de su resistencia, trato de nivelar un poco el juego y se lanzo con fuerza a uno de los vampiros. Perforo su pecho con su daga y realizo presion hacia arriba cortando su piel hasta llegar a su cuello pero en ese punto, los golpes de los demas vampiros lo tenian maltrecho y solo atino a girar la daga y cortar un poco su cuello para luego arrancarle la cabeza con sus manos, volando hacia un arbol por dos patas, llevando su daga y la cabeza con el.
-Maldicion... -jadeo entrecortado mientras volaba hacia el arbol tras el.
Dejo la cabeza en el suelo y sin poder controlarlo, una gran cantidad de sangre abandono sus labios. Su cabeza estaba toda nublada, no podia cordinar bien sus reflejos y aun quedaban dos vampiros que se acercaban a el. Giro su mirada a el otro lobo que estaba igual que el, maltrecho con la pequeña en brazos. Jadeo agotado pensando que no podia morir, aun tenia a su hija en casa, no podia dejarla sola, no lo haria. Estando cerca del desmayo, un aroma nuevo que no conocia llego a su nariz, seria un aliado u otro enemigo, no tenia idea pero de ser otro mas, sus esperanzas de sobrevivir pasarian de pocas a nulas.
Cuatro vampiros habian aparecido como refuerzo, dos peleaban con el y otros dos con el lobo que se encontraba a su lado. En una pelea normal, los habria guiado hacia un terreno donde tuviera ventaja pero debia evitar que lograran llegar a la pequeña niña y eso limitaba su area de combate. Golpe tras golpe sentia que sus huesos empezabna a astillarse pero nada de eso bastaba para derrumbarlo. De un agil movimiento logro degollar a uno de los vampiros cuando lo atacaron pero antes de recuperar una de sus dagas, recibio un golpe sonoro que lo impulso, perdiendo una de sus armas.
-Cuantos mas vendran.... -murmuro enfurecido, sosteniendo la zona donde fue golpeado.
Por un momento su mirada se nublo, notando que su compañero trataba por todos los medios de proteger a su hija pero no podia ayudarlo, ya que dos vampiros mas se unieron a la pelea, manteniendolo demasiado ocupado para poder actuar. Movia su daga a gran velocidad, causando heridas en los vampiros cuando lograba acertar un golpe, pero eran demasiados y empezaban a reducirlo. Penso en cambiar, pero no tenia el espacio necesario para lograrlo y solo le traeria muchos problemas.
Su cuerpo se encontraba casi al limite de su resistencia, trato de nivelar un poco el juego y se lanzo con fuerza a uno de los vampiros. Perforo su pecho con su daga y realizo presion hacia arriba cortando su piel hasta llegar a su cuello pero en ese punto, los golpes de los demas vampiros lo tenian maltrecho y solo atino a girar la daga y cortar un poco su cuello para luego arrancarle la cabeza con sus manos, volando hacia un arbol por dos patas, llevando su daga y la cabeza con el.
-Maldicion... -jadeo entrecortado mientras volaba hacia el arbol tras el.
Dejo la cabeza en el suelo y sin poder controlarlo, una gran cantidad de sangre abandono sus labios. Su cabeza estaba toda nublada, no podia cordinar bien sus reflejos y aun quedaban dos vampiros que se acercaban a el. Giro su mirada a el otro lobo que estaba igual que el, maltrecho con la pequeña en brazos. Jadeo agotado pensando que no podia morir, aun tenia a su hija en casa, no podia dejarla sola, no lo haria. Estando cerca del desmayo, un aroma nuevo que no conocia llego a su nariz, seria un aliado u otro enemigo, no tenia idea pero de ser otro mas, sus esperanzas de sobrevivir pasarian de pocas a nulas.
Drake G. Black- ~¤♦φ Golden Wolf Of Hell φ♦¤~
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Re: Caperucita roja y.... (libre)
Había pasado mucho tiempo desde que no visitaba Londres, recordaba que aquella vez no fue para vacacionar si no para ayudar a un amigo, alguien con quien había compartido gran parte de su vida, pero ahora había formado una familia, todos esos recuerdos de cacerías, escapes y peleas pasaron rápidamente por su mente cuando ya estacionaba su Ferrari en la entrada del gran edificio, sólo para darse con la sorpresa de que no estaba allí, pues había salido apuradísimo, al parecer a tratar algún tema de suma importancia como para dejar a su secretaria muy malhumorada con un grupo de poderosos inversionistas, la risa no tardaba en escapar de los labios del Híbrido, pues ya sabía como era el perro, siempre pensando en los suyos antes que nada.
Decidió ir a buscarlo para charlar un rato o jugar con sus hijos e invitarlos a pasar unos días en Liverpool, cuando al salir del estacionamiento un patrón de huellas aún frescas llamaron su atención, pues claro aquellas no podían ser de otro auto que el de Steven, ya que él se lo había vendido, decidió seguirlas pues a medida que avanzaba, hacía parecer como si estuviera muy apurado, varias marcas de frenadas, hasta incluso de derrapes en toda la carretera hasta llegar a una especie de parque en el que sólo encontró el Aston Martin apagado y con la puerta abierta y un Bus sin chofer, algo raro pues el lobo no era de los que dejaran sus cosas así, esto lo intrigaba más, pero al bajar de su bólido el olor a sangre en el ambiente llamó más su atención, pero aún más cuando sintió la de él y la de su pequeña, a pesar de la gran distancia a la que estaban.
Chascó los dientes de molestia antes de correr hacia la fuente del olor observando desde lejos como 4 vampiros ya se disponían a terminar su “trabajo” no sólo con él y su hija si no con un perro más que parecía ya muy cansado, negó un par de veces antes de utilizar su máxima velocidad, golpeando a fuertemente a los que estaban por tomar a la pequeña, haciéndolos volar por los aires, para luego de un salto tomar a uno de los que se disponía en atacar al otro lobo por el cuello y reducir al cuarto con una patada, a la vez que arrancaba con suma facilidad la cabeza del tercero -¿Por qué será que siempre que te visito estas en problemas Fido?- pronunciaba burlón viendo a Steven quien abrazaba más a su hija, volviendo su mirada al otro lobo, -tranquilo Firulais… no vine a pelear con ustedes…- rio levemente antes de saltar y tomar del cuello al que había pateado antes, para bajar con este hasta donde ya se encontraban los otros dos vampiros.
-Vamos muéstrenme de lo que son capaces… - pronunciaba en tono altanero destrozando en su mano el cuello del vampiro que ya había tomado, para luego lanzarlo contra los otros dos y así evitar el ataque de estos, pero no parecía suficiente pues de reponían rápidamente comenzando a atacarlo sincronizada mente, pero algo lento para el Híbrido, uno a uno lograba bloquear los golpes de ambos hasta que utilizando casi toda su fuerza lograba atravesar a uno de un puñetazo, justo en el centro de su pecho, liberando su brazo en el acto para evitar un golpe del único que quedaba intacto, para luego tomarlo con sus brazos y partirlo desde su clavícula en dos.
Los otros dos aún se quejaban en el suelo, uno con un boquete en el pecho y el segundo con sin poder siquiera mover se del todo -debería dejarlos sufrir…- se relamió mientras lo pronunciaba antes de despedazar la cabeza de ambos con dos fuertes golpes -pero mejor les ahorro el llanto-.
Dejando de lado aquellos cuerpos inertes en el suelo corrió hacia su amigo para ayudarlo con la pequeña, -eres un desastre Steven, déjame ver como está ella- le decía comenzando a auscultar a la pequeña -tranquilo sólo fue un fuerte golpe, mejorara pronto… pero tú te ves pésimo, como siempre- le alborotó el cabello para dirigir su mirada hacia el otro lobo, -imagino que esto es tuyo- le decía lanzándole su daga pues ya lo había visto sosteniendo una muy parecida a la que recogió al acabar con los vampiros, -soy Joseph Maktavish, amigo de Fido ¿a quién debo agradecerle el que aún siga respirando?- preguntaba muy interesado, pues lograba ver que gracias a ese Licántropo su “hermano” y su sobrina aún seguían con vida.
Decidió ir a buscarlo para charlar un rato o jugar con sus hijos e invitarlos a pasar unos días en Liverpool, cuando al salir del estacionamiento un patrón de huellas aún frescas llamaron su atención, pues claro aquellas no podían ser de otro auto que el de Steven, ya que él se lo había vendido, decidió seguirlas pues a medida que avanzaba, hacía parecer como si estuviera muy apurado, varias marcas de frenadas, hasta incluso de derrapes en toda la carretera hasta llegar a una especie de parque en el que sólo encontró el Aston Martin apagado y con la puerta abierta y un Bus sin chofer, algo raro pues el lobo no era de los que dejaran sus cosas así, esto lo intrigaba más, pero al bajar de su bólido el olor a sangre en el ambiente llamó más su atención, pero aún más cuando sintió la de él y la de su pequeña, a pesar de la gran distancia a la que estaban.
Chascó los dientes de molestia antes de correr hacia la fuente del olor observando desde lejos como 4 vampiros ya se disponían a terminar su “trabajo” no sólo con él y su hija si no con un perro más que parecía ya muy cansado, negó un par de veces antes de utilizar su máxima velocidad, golpeando a fuertemente a los que estaban por tomar a la pequeña, haciéndolos volar por los aires, para luego de un salto tomar a uno de los que se disponía en atacar al otro lobo por el cuello y reducir al cuarto con una patada, a la vez que arrancaba con suma facilidad la cabeza del tercero -¿Por qué será que siempre que te visito estas en problemas Fido?- pronunciaba burlón viendo a Steven quien abrazaba más a su hija, volviendo su mirada al otro lobo, -tranquilo Firulais… no vine a pelear con ustedes…- rio levemente antes de saltar y tomar del cuello al que había pateado antes, para bajar con este hasta donde ya se encontraban los otros dos vampiros.
-Vamos muéstrenme de lo que son capaces… - pronunciaba en tono altanero destrozando en su mano el cuello del vampiro que ya había tomado, para luego lanzarlo contra los otros dos y así evitar el ataque de estos, pero no parecía suficiente pues de reponían rápidamente comenzando a atacarlo sincronizada mente, pero algo lento para el Híbrido, uno a uno lograba bloquear los golpes de ambos hasta que utilizando casi toda su fuerza lograba atravesar a uno de un puñetazo, justo en el centro de su pecho, liberando su brazo en el acto para evitar un golpe del único que quedaba intacto, para luego tomarlo con sus brazos y partirlo desde su clavícula en dos.
Los otros dos aún se quejaban en el suelo, uno con un boquete en el pecho y el segundo con sin poder siquiera mover se del todo -debería dejarlos sufrir…- se relamió mientras lo pronunciaba antes de despedazar la cabeza de ambos con dos fuertes golpes -pero mejor les ahorro el llanto-.
Dejando de lado aquellos cuerpos inertes en el suelo corrió hacia su amigo para ayudarlo con la pequeña, -eres un desastre Steven, déjame ver como está ella- le decía comenzando a auscultar a la pequeña -tranquilo sólo fue un fuerte golpe, mejorara pronto… pero tú te ves pésimo, como siempre- le alborotó el cabello para dirigir su mirada hacia el otro lobo, -imagino que esto es tuyo- le decía lanzándole su daga pues ya lo había visto sosteniendo una muy parecida a la que recogió al acabar con los vampiros, -soy Joseph Maktavish, amigo de Fido ¿a quién debo agradecerle el que aún siga respirando?- preguntaba muy interesado, pues lograba ver que gracias a ese Licántropo su “hermano” y su sobrina aún seguían con vida.
Joseph Maktavish- Mensajes : 21
Re: Caperucita roja y.... (libre)
La pequeña Tasha una pequeña niña hija de un lobo, estaba batallando inconsientemente en la hierba por su vida, nunca habia sufrido una gravedad como la que presentaba en ese momento, siempre habia sido protegida por su padre y por sus hermanos. Aunque nacieron los 4 juntos, ellos habian ya desarrollado su habilidad Licantropa y ella se habia quedado en su estado humana.
Natasha que nunca perdia la oportunidad de preguntar porque aun era tan pequeña, porque aun no tenia una cola y peludas orejas siempre recibia la misma respuesta, de que pronto tendria esa posibilidad de encontrar su tranformacion, a natasha le habia dicho su padre que sus hermanos se habian transformado al sentir miedo, o amenazados. Pero Natasha acababa de experimentar todo eso en combo y su transformacion fue en un cuerpo que luchaba por su vida.
Ella era mas fuerte que las niñas de su edad, y podia correr por mas tiempo que las demas, su habilidad de ser muy activa desde pequeña y querer explorar, siempre corria con sus hermanos lobos por el bosque, pero hoy era diferente, sera que Natasha no volveria,su respiracion era muy lenta y ya no estaba despierta, sus ojos cerrados y cubiertos de sangre, verla asi entre los brazos de su padre la hacian ver como si realmente hubiera muerto.
Tasha no sabia que pasaba a su alrrededor, pero estaba soñando...
Natasha que nunca perdia la oportunidad de preguntar porque aun era tan pequeña, porque aun no tenia una cola y peludas orejas siempre recibia la misma respuesta, de que pronto tendria esa posibilidad de encontrar su tranformacion, a natasha le habia dicho su padre que sus hermanos se habian transformado al sentir miedo, o amenazados. Pero Natasha acababa de experimentar todo eso en combo y su transformacion fue en un cuerpo que luchaba por su vida.
Ella era mas fuerte que las niñas de su edad, y podia correr por mas tiempo que las demas, su habilidad de ser muy activa desde pequeña y querer explorar, siempre corria con sus hermanos lobos por el bosque, pero hoy era diferente, sera que Natasha no volveria,su respiracion era muy lenta y ya no estaba despierta, sus ojos cerrados y cubiertos de sangre, verla asi entre los brazos de su padre la hacian ver como si realmente hubiera muerto.
Tasha no sabia que pasaba a su alrrededor, pero estaba soñando...
Natasha E. Knightley P.- Mensajes : 71
Re: Caperucita roja y.... (libre)
Se mantiene abrazado a Natasha, por nada del mundo la suelta, unas lágrimas corren por sus mejilla mojando el rostro de su hijita, levanta levemente la mirada observando como los vampiros que ya estaban por atacarlo una vez más salían volando, intento ver quien era el responsable de eso, pero solo lograba visualizar una silueta de cabello largo, que no sólo se encargaba de esos, si no que también reducía a los otros dos ¿acaso podría ser? No pensaba claramente, sólo se aferraba más a su hija, limpiándole el rostro de la sangre que tenia y tratando de reanimarla pues notaba sus signos vitales algo debilitados -vamos Tasha resiste…- intentó ponerse en pie pero se le era inútil sus piernas temblaban y su pecho le dolía muchísimo.
La batalla que se desencadenaba en frente no duro mucho, tan sólo unos cortos minutos, haciendo que aquel hombre quedara frente a ambos, tanto él como su hija y el otro licántropo que los ayudaba, tal vez en ese momento no supo reconocerlo, pero si se trataba de él, uno de sus mejores amigos ¿pero como había dado con él, cómo supo donde estaban? No se detuvo a meditar el por que, sólo observaba como se acercaba para revisarlos escuchándolo detenidamente, -al carajo conmigo Seph… ella no está bien… ayúdanos… ayúdala por favor…- decía casi desesperado, sintiendo como los signos vitales de Tasha se deterioraban cada vez más, intentándolo una vez más, logró ponerse en pie y caminar un poco hacia donde estaba el Híbrido, para luego ver hacia el árbol donde estaba el otro lobo, -ayúdenme… no quiero perderla… haré lo que sea, lo que sea…- casi les rogaba esperando la respuesta de ambos, mientras acurrucaba a su hija y acariciaba sus heridas tratando de sanarla de algún modo.
Se acercó más a Joseph para que la revise bien, agachándose delante de él sin soltarla tan sólo dejándole espacio suficiente para que pudiera dar con lo que tenía y así ayudarla lo más pronto posible, su mirada reflejaba, desesperación, tristeza y miedo, miedo de perder a su hija, la pequeña Tasha a quien amaba muchísimo y siempre había estado dispuesto a protegerla ante todo y ahora parecía no haber podido hacerlo.
La batalla que se desencadenaba en frente no duro mucho, tan sólo unos cortos minutos, haciendo que aquel hombre quedara frente a ambos, tanto él como su hija y el otro licántropo que los ayudaba, tal vez en ese momento no supo reconocerlo, pero si se trataba de él, uno de sus mejores amigos ¿pero como había dado con él, cómo supo donde estaban? No se detuvo a meditar el por que, sólo observaba como se acercaba para revisarlos escuchándolo detenidamente, -al carajo conmigo Seph… ella no está bien… ayúdanos… ayúdala por favor…- decía casi desesperado, sintiendo como los signos vitales de Tasha se deterioraban cada vez más, intentándolo una vez más, logró ponerse en pie y caminar un poco hacia donde estaba el Híbrido, para luego ver hacia el árbol donde estaba el otro lobo, -ayúdenme… no quiero perderla… haré lo que sea, lo que sea…- casi les rogaba esperando la respuesta de ambos, mientras acurrucaba a su hija y acariciaba sus heridas tratando de sanarla de algún modo.
Se acercó más a Joseph para que la revise bien, agachándose delante de él sin soltarla tan sólo dejándole espacio suficiente para que pudiera dar con lo que tenía y así ayudarla lo más pronto posible, su mirada reflejaba, desesperación, tristeza y miedo, miedo de perder a su hija, la pequeña Tasha a quien amaba muchísimo y siempre había estado dispuesto a protegerla ante todo y ahora parecía no haber podido hacerlo.
Steven Knightley- Mensajes : 113
Localización : Londres
Re: Caperucita roja y.... (libre)
Tan sólo negaba levemente mientras lo escuchaba hablar y en cierta forma le entendía, su preocupación su miedo, a demás de verlo reflejado en su mirada se lograba sentir en sus palabras. Observó nuevamente a los Licántropos analizando la situación, pues no sólo la pequeña necesitaba auxilio, a pesar de ser la más grave, si no que también los adultos y en lugar podría ser algo peligroso, ya que la sangre quizás alertaría a otros vampiros que estuviesen cerca y eso si que sería un gran problema.
-Haré lo posible Steven pero…- observo de nuevo todo el lugar fijando sus heterocromicos ojos en el lobo, -en este lugar sería una negligencia tratarlos, en especial por Natasha ya que necesitare hacerle una transfusión mientras trato sus heridas- se mantuvo en silencio unos segundos esperando la reacción de Steven, - en mi auto tengo algunos equipos, pero según lo recuerdo en tu casa dejamos varios instrumentos más de aquella vez que casi mueres, lo mejor será ir para allá, vamos los ayudare y usaremos tu auto pues ahí entramos todos, deprisa!- apurado ya que el tiempo jugaba contra ellos ayudaba a ambos lobos para salir del bosque con dirección al estacionamiento, no sin antes borrar los recuerdos de las pequeñas que no habían sido presas de los vampiros e inyectaba algo de su sangre a las maestras y alumnas que aún permanecían moribundas, para así ayudarlas y dejar que ellas solas salieran del bosque.
-Ni bien lleguemos seguirás mis órdenes al pie de la letra Fido y no quiero que te quejes por nada…- le advertía antes de subir al auto, ya con los materiales para tratar a los heridos.
Joseph Maktavish- Mensajes : 21
Re: Caperucita roja y.... (libre)
Realmente sentia que su final estaba cerca luego de haber recibido tal paliza por esos vampiros, a pesar que eran dos lobos poderosos esos chupa sangre los habian superado por numeros. Al identificar el aroma de hibrido estuvo seguro que acabarian muertos pero al parecer el otro lobo lo conocia de antes. Obervo con detalle como el hibrido mato a los vampiros restantes y luego se acercaba a el.
-Mi nombre es Drake, gracias por el apoyo -atrapo su daga y la coloco junto a la otra dentro de su ropa.
Escucho las palabras del otro lobo mientras se levantaba del suelo, escuchando algunos de sus huesos tronar. Estuvo atento a la conversacion mientras observaba el desastre que habia quedado luego de la pelea. Acomodo su ropa destrozada y siguio al grupo en silencio, sabiendo que lo principal era tratar a la pequeña antes que ellos dos. Revolvia su cabeza con muchos pensamientos mientras subia al auto y miraba de reojo a la pequeña, preocupado por su estado.
-Mi nombre es Drake, gracias por el apoyo -atrapo su daga y la coloco junto a la otra dentro de su ropa.
Escucho las palabras del otro lobo mientras se levantaba del suelo, escuchando algunos de sus huesos tronar. Estuvo atento a la conversacion mientras observaba el desastre que habia quedado luego de la pelea. Acomodo su ropa destrozada y siguio al grupo en silencio, sabiendo que lo principal era tratar a la pequeña antes que ellos dos. Revolvia su cabeza con muchos pensamientos mientras subia al auto y miraba de reojo a la pequeña, preocupado por su estado.
Drake G. Black- ~¤♦φ Golden Wolf Of Hell φ♦¤~
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Re: Caperucita roja y.... (libre)
la pequeña Tasha estaba en un sueño calido yprofundo, donde no sentia solo mas que el latir de su pequeño corazon, y la brisa fria del bosque, podia ver a los conejos correr y sentia los abrazos calidos de alguien, en su sueño tenia un hermoso vestido blanco y su mantita tenia vida porque volaba por todos lados.
Tasha que estaba aun inconsiente hizo un pequeño gesto de una sonrisa, muy leve por el sentimiento tan agradable que estaba sintiendo, apreto despacito su puño dando una señal de que aun estaba con vida luego de todo lo sucedido.
Tasha que estaba aun inconsiente hizo un pequeño gesto de una sonrisa, muy leve por el sentimiento tan agradable que estaba sintiendo, apreto despacito su puño dando una señal de que aun estaba con vida luego de todo lo sucedido.
Natasha E. Knightley P.- Mensajes : 71
Re: Caperucita roja y.... (libre)
No retiraba la mirada de su hija, acariciaba una y otra vez su mejilla, dejándole cortos besitos en su frente -estarás bien- le repetía en un tono suave y casi melancólico, -que estas esperando, date prisa Joseph, no me importa si te sigue todo el cuerpo policial de Inglaterra llega ya- le gritaba al Híbrido muy desesperado pues temía lo pero si demoraban más en llegar hasta el departamento del lobo, los minutos que les había tomado llegar hasta el edificio para Steven eran horas, pero al fin estaban en el lugar, sin esperar a los demás se apresuró en bajar del auto ignorando el dolor que sentía en su cuerpo y que al disponerse a correr uno de sus tobillos terminara por esquinzarse, para él lo único importante en ese momento era su hija, -ya estamos aquí mi amor… vas a estar bien, vas a estar bien- repetía una y otra vez.
No demoro nada en sacar todo lo que Joseph necesitaría para curarlos, pues no sólo era Tasha, si no que también estaban él y Drake, dejo todo listo en la mesa de centro para sentarse con su hija en el sofá sin importarle el mancharlo en sangre, volvió a tomarla en brazos y se quedó observándola, a la espera de lo que pudiera hacer Joseph, esos segundos volvían a tornarse horas, pero un halo de esperanza se formaba en su ser al ver esa mínima muestra de conciencia que mostraba Tasha, pues esa tenue sonrisa y su leve apretón le devolvían el alma al cuerpo, pero aun así no podía cantar victoria hasta verla despierta, jugando, dibujando en sus planos y sonriéndole -vamos Tasha… quédate conmigo…- sus ojos se llenaban de lágrimas cuando notaba como su amigo comenzaba con sus funciones médicas, -esta pálida… usa mi sangre no dejes que la pierda… Joseph por favor…- pronunciaba casi suplicándole, sintiendo a los pocos segundos como la aguja especial, penetraba la dura piel de su brazo, aquel que le había dejado libre para que comenzara con la transfusión.
Su atención sólo se centraba en su hija, pero a pesar de eso lograba sentir el roma de aquel lobo que los había ayudado antes, claro a él también lo habían herido y era lógico que los siguiera ya que estaba en deuda con él -Gracias…- sólo atino a pronunciar, mientras acariciaba el rostro de su pequeña.
No demoro nada en sacar todo lo que Joseph necesitaría para curarlos, pues no sólo era Tasha, si no que también estaban él y Drake, dejo todo listo en la mesa de centro para sentarse con su hija en el sofá sin importarle el mancharlo en sangre, volvió a tomarla en brazos y se quedó observándola, a la espera de lo que pudiera hacer Joseph, esos segundos volvían a tornarse horas, pero un halo de esperanza se formaba en su ser al ver esa mínima muestra de conciencia que mostraba Tasha, pues esa tenue sonrisa y su leve apretón le devolvían el alma al cuerpo, pero aun así no podía cantar victoria hasta verla despierta, jugando, dibujando en sus planos y sonriéndole -vamos Tasha… quédate conmigo…- sus ojos se llenaban de lágrimas cuando notaba como su amigo comenzaba con sus funciones médicas, -esta pálida… usa mi sangre no dejes que la pierda… Joseph por favor…- pronunciaba casi suplicándole, sintiendo a los pocos segundos como la aguja especial, penetraba la dura piel de su brazo, aquel que le había dejado libre para que comenzara con la transfusión.
Su atención sólo se centraba en su hija, pero a pesar de eso lograba sentir el roma de aquel lobo que los había ayudado antes, claro a él también lo habían herido y era lógico que los siguiera ya que estaba en deuda con él -Gracias…- sólo atino a pronunciar, mientras acariciaba el rostro de su pequeña.
Steven Knightley- Mensajes : 113
Localización : Londres
Re: Caperucita roja y.... (libre)
Espero que Steven los llevara a uno de los cuartos, pero al ver que sólo llegaron a recostarse en los sofás, no le quedó otra que comenzar a tratarlos en ese preciso lugar, pero teniendo como prioridad a la pequeña. Sin que tenga que decir nada Steven ya le había traído el equipo para la transfusión de sangre, la cual por el estado de la niña era más que necesaria, Joseph por su parte ya se encontraba estabilizando a la pequeña, revisando su presión y evitando que perdiera más sangre cerrando las heridas de ella, para luego regresar con Steven quien sin importarle lo mal que se encontraba le mostraba su brazo para salvar a su hija.
-Siempre has sido así, comenzaré la transfusión y cerrare tus heridas…- viro el rostro hacia Drake asintiéndole levemente -sé que puedes aguantar un poco más, en un momento tratare las tuyas también- coloco la sonda entre ambos e inyecto primero a Steven, para luego hacerlo con mucho cuidado en pequeño bracito de Natasha, -mantenla firme, tú ya sabes cómo es esto- lo miro fijamente sin decirle más comenzando a cerrarle y vendarle las heridas que tenía en el cuerpo, siendo la más peligrosa la de su torso, -bien con eso bastara para que te estabilices ahora ayudare a tu amigo.-
Dejó a Steven con su hija en brazos para llevar todos sus utensilios hacia el otro Lycano, -a ver hermano, déjame ayudarte con esos cortes- los ausculto encontrando sus heridas, las cuales comenzaba a suturar rápidamente pues ya no podía perder más tiempo, -quisiera hacer esto en una camilla pero… si vamos a un hospital nos harían muchas preguntas, con eso bastara- lo miró unos instantes, para luego ponerse en pie –bien Drake… será mejor que descanses un poco, sí tienes hambre no creo que Fido se moleste por que tomes algo de su nevera- se alejó de ellos, sacando luego una botella metálica de su bolso médico, comenzando a beberla casi en el acto -quizás te sorprenda el hecho de que uno de los nuestros los ayude pero… tras esto hay una larga historia… - agregaba tomando asiento luego de todo lo que había pasado, escuchando las sirenas que se dirigían al lugar del incidente, pero sin preocuparse mucho, pues antes de regresar logró ocultar pistas y hacerlo parecer como si fuera el ataque de algún animal salvaje.
-Siempre has sido así, comenzaré la transfusión y cerrare tus heridas…- viro el rostro hacia Drake asintiéndole levemente -sé que puedes aguantar un poco más, en un momento tratare las tuyas también- coloco la sonda entre ambos e inyecto primero a Steven, para luego hacerlo con mucho cuidado en pequeño bracito de Natasha, -mantenla firme, tú ya sabes cómo es esto- lo miro fijamente sin decirle más comenzando a cerrarle y vendarle las heridas que tenía en el cuerpo, siendo la más peligrosa la de su torso, -bien con eso bastara para que te estabilices ahora ayudare a tu amigo.-
Dejó a Steven con su hija en brazos para llevar todos sus utensilios hacia el otro Lycano, -a ver hermano, déjame ayudarte con esos cortes- los ausculto encontrando sus heridas, las cuales comenzaba a suturar rápidamente pues ya no podía perder más tiempo, -quisiera hacer esto en una camilla pero… si vamos a un hospital nos harían muchas preguntas, con eso bastara- lo miró unos instantes, para luego ponerse en pie –bien Drake… será mejor que descanses un poco, sí tienes hambre no creo que Fido se moleste por que tomes algo de su nevera- se alejó de ellos, sacando luego una botella metálica de su bolso médico, comenzando a beberla casi en el acto -quizás te sorprenda el hecho de que uno de los nuestros los ayude pero… tras esto hay una larga historia… - agregaba tomando asiento luego de todo lo que había pasado, escuchando las sirenas que se dirigían al lugar del incidente, pero sin preocuparse mucho, pues antes de regresar logró ocultar pistas y hacerlo parecer como si fuera el ataque de algún animal salvaje.
Joseph Maktavish- Mensajes : 21
Re: Caperucita roja y.... (libre)
Cuanto tiempo había transcurrido desde el accidente, la pequeña no podía saberlo, un ella mantenía sus ojitos cerrados y su respiración era lenta y muy pausada, que podía pasar entre sus sueños, podría ser que estuviera como en aquellas películas en un prado tranquilo lleno de calma y serenidad, pero solamente ella podría saberlo, el tiempo para su padre debió transcurrir como largas décadas, sin saber que podría suceder con su hija, la pequeña y dormida Natasha estaba en una posición muy triste, su rostro cubierto de tierra y de su misma sangre que ya estaba seca, su uniforme no parecía el de una tierna niña de primaria, y pensar que esa misma mañana ella estaba tan feliz por irse de excursión, por explorar en el bosque mientras les demostraba a las demás niña lo buena que era ella en su ambiente, pues siempre corría tras su padre y hermanos aunque su apariencia era humana le encantaba ir al bosque, pero volvería Natasha a hacer lo que tanto disfrutaba.
Había pasado ya varias horas y Natasha tenía en su brazo conectado la transfusión de sangre, el Señor Joseph había cerrado aquella herida en su cabeza, el era un muy buen médico, y lo estaba demostrado en ocasiones anteriores al curar a su padre; ahora Tasha se encontraba entre los brazos de su padre, limpia y cubierta por una manta suave, su cabeza estaba rodeada por unas vendas, sus labios estaban secos y agrietados, el tiempo seguía transcurriendo, permaneció dormida un par de horas más entre los cálidos y temblorosos brazos de su padre, abrió lentamente sus ojos, miro a su padre sin poder hablarle solo lo observaba para dedicarle una pequeña sonrisa.
- Papi…
Dijo en casi un susurro, su garganta estaba muy seca, deshidratada no podía producir muchas palabras pero era bueno pues su reacción demostraba que poco a poco se estaba recuperando.
Había pasado ya varias horas y Natasha tenía en su brazo conectado la transfusión de sangre, el Señor Joseph había cerrado aquella herida en su cabeza, el era un muy buen médico, y lo estaba demostrado en ocasiones anteriores al curar a su padre; ahora Tasha se encontraba entre los brazos de su padre, limpia y cubierta por una manta suave, su cabeza estaba rodeada por unas vendas, sus labios estaban secos y agrietados, el tiempo seguía transcurriendo, permaneció dormida un par de horas más entre los cálidos y temblorosos brazos de su padre, abrió lentamente sus ojos, miro a su padre sin poder hablarle solo lo observaba para dedicarle una pequeña sonrisa.
- Papi…
Dijo en casi un susurro, su garganta estaba muy seca, deshidratada no podía producir muchas palabras pero era bueno pues su reacción demostraba que poco a poco se estaba recuperando.
Natasha E. Knightley P.- Mensajes : 71
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