Loosing my insanity! - Ridley Duchannes

Los años suelen jugar bromas pesadas con la gente... ¡Imagínate cuantas bromas ya me había jugado con 950 años! Meditaba tranquilamente en la vieja sala, aquella noche había decidido pasarla solo y no, no había nada erróneo en esa frase. Ahora tenía gente para decidir eso. Sonreí levemente mientras miraba los objetos que habían sobre la mesa y al recordar quien se encontraba durmiendo en la única habitación del departamento. Una bruja llamada Ridley... Estaba apostando al karma con ella, sin duda, eso era lo que estaba haciendo. Habíamos comenzado mal, pero al menos ahora podía considerarla casi como una amiga y eso ya era bastante.

Volviendo a los objetos sobre la mesa; una mochila estilo militar llena de armas de fuego. Desde revolvers con silenciador hasta ametralladoras automáticas. Inclusive mi arma favorita y más usada en la segunda guerra mundial; el fiel fusil de asalto. Me había quedado la noche entera limpiándolas, asegurándome de que no hubiese polvo en los mecanismos y en los cañones. No quería que me saliera un tiro por la culata y menos si se trataba de híbridos. Además habían miras nocturnas, radios que nunca usaba ya que trabajaba solo y cuchillos de caza. Había elegido lo más fácil de transportar ya que sabía que los híbridos eran mucho más rápido. Necesitaba entrenar, de eso no había duda y no quería hablar de porque me enfrentaba a los híbridos. Son los inmortales más fuertes, simplemente eso.

El sol comenzaba a iluminar poco a poco la sala, pero yo me mantenía sumido en mis pensamientos. Recordaba lo que me había dicho una nueva amiga hace poco. “Nunca es malo tener a alguien que se preocupe por ti” Dijo básicamente. No me gustaba pensar en eso ya que me hacía cambiar toda mi forma de pensar a la hora de trabajar. No solo ella sería quien se preocupara por mi si me pasaba algo, tenía a Nala y tal vez a Ridley. No podía estar seguro de que sentiría Irena, pero también pensaba en ella. ¡Ahora ven porque juego al solitario! El no tener que preocuparme por alguien me permitía jugar al suicida loco, pero ahora tenía que tomarme mi vida en serio... No iba a salir entonces a la misión, simplemente aproveche la noche para meditar y preparar mis cosas. Ahora solo me quedaba esperar a que la bruja despertase o en realidad daba igual lo que hiciera. Simplemente, si iba a preocuparme de otros debía acostumbrarme a estar con ellos....

Estaba dormida en el departamento de Alargor, o al menos lo estaba intentando pero no podia, despues de dar vueltas en la cama decidí que seria bueno matar el tiempo, me destapé y avancé despacio hasta el armario quitandome el camisón y poniendome unos vaqueros largos y una camiseta que mas bien parecia un vestido.Luego me lavé un poco la cara y me hice una coleta.Observé por la ventana que ya el sol avanzaba poco a poco por la habitación y decidí salir a ver a Alargor, no queria molestar mucho ya que recordaba que habiamos empezado muy pero que muy mal.Llevaba mi colgante en forma de estrella en el cuello y sonreia mientras caminaba.Al llegar toqué en la puerta con educación y dije- Soy yo, Ridley- en alto, entrecerre los ojos mientras jugueteaba con mi colgante y esperaba pacientemente.Intenté abrir la puerta pero mejor esperé tranquila y paciente, no me gustaba causar molestias.