Amiga o protegida? -Farah-

Habian pasado ya varios dias desde que regrese de una isla con mi familia. Nos habiamos alejado un tiempo de Londres y su estress constante, buscando descansar de todo eso al menos temporalmente. Hace unos dias habia recibido la carta de un viejo amigo mio, diciendome que su hija estaria en Londres. Me pedia que la cuidara hasta que revelara su gen pero si lo hacia, lo mas probable era que terminara siendo su alfa.

-En fin..veremos que pasa...-metio una mano en su bolsillo, recorriendo los bosques en silencio.

Su hogar siempre habia sido ese, los bosques. No sabia que tiempo podia tardar en despertar el gen licantropo en la chica pero debia cuidarla hasta que pasara o su amigo buscaria venganza. Nego varias veces apartando por el momento esos pensamientos y tomo una ruta que lo llevaria hacia una cueva que conectaba con una cascada subterranea.

Hacia un tiempo que habia alcanzo la armonia con su mitad lobuna. Ahora aunque estuviera en forma humana, sus sentidos eran tan agudos como cuando era animal. Su oido era en extremo sensible al igual que su olfato ni que decir de su vista. Ademas desde ese momento habia empezado a preferir los bosques a la ciudad. Rechazaba por instinto las junglas de concreto que rodeaban ahora el mundo. Sentia un apego mayor con la naturaleza, no sabia si era algo bueno pero no podia hacer nada para evitarlo.

Escucho una voz cerca suyo pero no la reconocio. Su actitud iba a ser hostil hasta que capto un aroma muy tenue de su amigo. Debia ser la chica que viviria con el. Giro mirandola con una sonrisa suave en sus labios. Era muy joven por lo que podia ver, fragil desde su punto de vista pero siendo parte de una manada seguramente solo era simple apariencia. Se acerco a ella, acomodando la camisa negra semi abierta que llevaba.

-Buenos dias -uso un tono suave y amigable.- Tu debes ser Farah, verdad? -mas que una pregunta era una afirmacion pero espero confirmacion de la joven.

El hombre frente a mi se veía idéntico al de la foto que me dio mi padre y supe de inmediato que no me había equivocado en mi camino a los bosques. Claro que aquella posibilidad era remota, para la manada de Cardiff era casi un requisito saber orientase, cualquiera que fuese el medio. Cardiff estaba infestado de vampiros por lo que cada miembro era enseñado a combatir, no solamente como lobo sino también como humano. No era de extrañar que yo estuviera armada hasta los dientes.
-Sí, así es. Mucho gusto señor Drake- extendí mi mano hacia él a modo de saludo.
Lo cierto es que no me gustaban los extraños y tener que acoplarme a una nueva familia sería un trabajo difícil. Solo esperaba dar las menores molestias posibles y así no ser un estorbo acá como lo era allá.
-Mi padre me ha hablado mucho sobre usted. Son buenos amigos, ¿No? espero no serle de mucha molestia. ¡Puedo ayudarle en lo que sea! Sé hacer de todo un poco...
Y allí estaba yo intentando agradarle  

El aroma del acero de varias armas cubria a la joven. Debia darle el credito de saber mantener ocultas sus armas a plena vista hasta el momento de combatir. Sabia que debia protegerla hasta que despertara su gen pero el problema estaba que cuando pasara, no sabia si el padre de ella continuaria siendo el alfa o pasaria el a serlo, solo le restaba esperar a ver como se desenvolvia todo eventualmente.

-Solo Drake, no me gusta el señor -comento tomando la mano de la joven, estrechandola suavemente.

Retomo la marcha con calma hacia la cascada, dejando marcas en los troncos con sus garras para recordar por donde debia volver. Conocia la ruta pero preferia hacerlo por cualquier tipo de eventualidad.

-Si, tu padre y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Por el momento puedes acompañarme a la cascada, ire por comida para el castillo y por unas plantas medicinales que solo crecen en esa zona subterranea -le mostro una sonrisa amigable mientras le ofrecia la mano para ayudarla a bajar el peñasco a la cueva.

No estaba segura de qué esperar con respecto a todo aquello. Ni siquiera estaba segura de si iba a agradarle al señor Drake después de todo pero esperaba hacer su vida desde allí y no volver de nuevo a casa; la versión que papá le había contado a Drake era un poco bastante diferente a lo que ella había estado planeando pero ya vería qué hacer cuando llegara el momento. Estaba segura que entonces todo sería mucho más fácil para todos aquellos que alguna vez hubieran convivido con ella, incluso para sus hermanos. Lo cierto es que extrañaba muchísimo a Lucas, a Elba no tanto, quizás porque con ella no tenía los mismos privilegios de piel.
-Está bien, Drake- sonrió amigablemente mientras le seguía-. ¿Castillo? Wow ¿Viviré en un castillo?
Estaba atónita, papá no me había dicho eso. Al bajar el peñasco no requirió de mucho esfuerzo, siempre había sido una muchacha bastante ágil y suspiró cuando sintió la tierra húmeda hundirse en sus pies. Le encantaba esa sensación, además no quería que sus botas nuevas se mancharan tan rápido.

Ya en la cueva, el ambiente era mas confortable y claramente mas fresco qe en el bosque. El rio subterraneo que corria en medio de la zona, mantenia ese lugar fresco aunque arriba hubiera una fuerte rafaga de calor. Podia aprecia que la chica tenia entrenamiento y buenas habilidades para moverse aunque igual se mantenia en alerta por si necesitaba ayuda pero ya desde ese punto, el camino era practicamente recto y en bajaba por tierra hasta llegar al lugar donde crecian las plantas.

Camino sin mirarla, no lo necesitaba mientras nada se mezclara con su aroma. Ya en minutos escucho el rio correr por la cueva y pocos pasos despues lo vio. Parecia que habia crecido un poco desde la ultima vez que estuvo ahi por que la orilla era mas pequeña de lo que podia recordar.

-Bueno ire por las plantas. Si no te molesta, podrias pescar algo? Asi terminaremos mas rapido y podremos volver -se alejo dejandola en la orilla mientras bajaba por unas escaleras naturales hasta una zona verde y mullida.

La escalera era lo unico natural que separaba a las plantas del rio. La pared y el tragaluz los hizo el ademas de una pequeña sangria que desviaba la cantidad justa de agua para que las plantas crecieran sin ahogarse. Se tomo su tiempo para recolectar las plantas, revisando que estuvieran listas para ser recogidas y demas mientras en su cabeza iba tachando cuando tenia la cantidad necesaria.