Visitando Londres - Farah

La ciudad de Londres, una ciudad tan antigua y con tanta historia que hacia que de vez en cuando yo terminara visitándola solamente para poder sentir lo que era pasear por aquellas calles de la ciudad, yo acababa de llegar cruzando las fronteras que tenia aquella ciudad, pues yo había estando un día antes en la ciudad inglesa de Bristol.

Suspire apenas llegue a la ciudad caminando entre sus calles como si fuera una persona más de la ciudad, así fue hasta que termine admirando el “Big Ben” desde su exterior y viendo la hora que este marcaba, las 22:15 exactamente, acomode entonces mis ropas mientras pensaba que podía hacer el resto de la noche, aquella ciudad debería de tener muchas cosa que yo podía visitar o eso me imaginaba

Me volví sobre mis talones haciendo oídos sordos a las burlas de mis compañeras; mi loba interior aullaba con furia e intentaba rasgar las paredes de mi mente, intentando salir de aquel control pero todo era imposible. Bien, sí, mis compañeras de instituto me habían visto salir con un hombre mayor y besarnos en lugares públicos pero ¡Vamos! ¿a quién no le gustaban los hombres mayores? No es como si estuviera interesada en su dinero ni nada por el estilo. Además siendo el señor Knightley un lobo como yo me hacía sentir menos sola. Al salir de la última clase era ya de noche, porque estaba en el turno nocturno, y debía darme prisa si quería tomar el metro que me dejaba lo más cerca posible de la mansión Black-Wolf. Mientras caminaba hacia la estación me detuve en una tienda cerca del big beng para comprar un caramel macciato y continué caminando con relativa indiferencia hasta que vi a un hombre pálido cerca de donde yo estaba. No tenía buena experiencia con hombres pálidos y mortalmente guapos, por lo que nerviosamente decidí seguir mi camino intentando que mi corazón no me delatara.

Desde la posición en la cual yo me encontraba estaba disfrutando completamente de el paisaje que había en el lugar, suspire un momento y me recargue en el edificio que estaba junto a mí, mientras algunas personas pasaban a mi lado, aunque por la hora no eran exactamente muchas, mas bien quienes pasaban por sus platicas me hacían pensar que o se iban a ir de fiesta o directamente a sus casas a descansar, lo mas normal de todo el mundo. Cada persona pasaba sin siquiera reparar en mi aun a pesar de estar en pleno camino, pero entonces sentí un olor que era claramente el olor a un lobo que despedía directamente de el cuerpo de una atractiva mujer con un rostro muy lindo, pero me imaginaba que debería de ser de esas que estaban por convertirse en lobos mas adelante, su cuerpo tenia ese tipo de vibra y yo lo había visto antes así que sabia del tema

Ella me miro por un momento y yo le dedique una sonrisa a ella por unos instantes mientras ella se acercaba hacia donde yo estaba pero parecía que ella se seguiría completamente de largo, yo me quede entonces un segundo parado y cuando ella paso a mi lado estire mi brazo para sostenerla a ella de sus hombros y que no caminara mas, un segundo después un auto paso mas rápido de lo debido salpicando agua justamente hacia donde ella hubiera estado de no haber sido por que yo la detuve – No se ha mojado señorita – le pregunte a ella mientras que la miraba directamente hacia sus ojos y retiraba mi brazo de su cuerpo para que ella no sintiera que yo quería atacarla o algo por el estilo, pues yo no era ese tipo de gente y por el momento yo estaba descansando y admirando el paisaje

Una sensación vertiginosa me sacudió fuertemente mientras mi cuerpo era devuelto hacia atrás por inercia y trastabillaba intentado no caerme de espaldas. Fue entonces cuando mis ojos ligeramente entrecerrados percibieron como un auto a toda velocidad surcaba la calle y el agua salpicaba en mi dirección pero algo había tirado de mi, no, más bien me había detenido tan abruptamente que mi cuerpo rebotó en su agarre pero al fin podía mantenerme en pie. Viré mi cabeza hacia el mayor, mirando al hombre detrás de mi por encima de mi hombro. Mi mirada no reflejaba otra cosa que desconfianza.
-Pues parece que no- respondí, manteniendo un tono gélido en mis palabras a pesar de mi creciente nerviosismo. Vi en el suelo mi café y bufé molesta mientras lo recogía y limpiaba, por suerte la tapa estaba intacta y no se había derramado nada.
-Gracias...- murmuré a regañadientes, pues la idea de amistarme con uno no era muy grata pero la de enemistarme tampoco era bienvenida..

Durante unos cuantos instantes me le quede mirando a aquella mujer esperando que no se molestara por que yo la hubiera ayudado a ella para que simplemente ella no terminara totalmente empapada por aquel carro que había asado a grandes velocidades mojando parte de el suelo y hasta alzando a mojar una pequeña parte de uno de los vidrios de el edificio que estaba a mis espaldas, pero por lo menos yo había hecho lo posible y lo que a mi buen juicio me decía que debía de hacer. Ayudarla a ella para no ser victima de ese charco de agua que iba directamente hacia ella, aunque sinceramente su rostro no se veía con nada de confianza hacia mí
El café de ella se había caído al suelo, y aunque parecía que no había sido aquello mas que un simple altercado menor y sin importancia, pues gracias a la tapa que este tenia solamente un poco de basura le había caído en la tapa pero sin llegar a dañar su contenido, yo saque un pañuelo que llevaba conmigo y se lo di a ella para que lo limpiara bien sin que se ensuciara las manos, pues me sentía en parte culpable de que se le hubiera caído – Perdona, creo que fue mi culpa de que se te cayera al suelo tu café

Le dedique una suave sonrisa cuando ella me dio las gracias y negué con la cabeza a manera de quitarle importancia totalmente a lo ocurrido – No ahí problema lo hice con mucho gusto – le respondí a ella sinceramente aunque notaba ciertamente que ella recia tener una especie de hostilidad en parte en su voz por mi presencia y me podía imaginar el por que era eso – Si por algo tu café esta sucio puedo compensártelo invitándote uno por el que por mi culpa se cayo – le comente a ella mientras me le quedaba a ella mirando esperando su respuesta

-Está bien. No ha sido tu culpa...
Tentativamente estiré mi mano para recibir el pañuelo y limpiar lo que se ensució del envase, lo abrí con cuidado y noté que estaba limpio por lo que devolví el pañuelo a su dueño con un suspiro. Vale, quizás no fuera tan malo después de todo, o quizás solamente quería comerme y por eso me trataba de aquella forma tan.... seductora. Vale, no me estaba coqueteando pero aún no me fiaba de él, le escruté con la mirada notando cada una de sus perfecciones faciales como si fueran obra del demonio. Una belleza no natural y aquella sensación de frialdad que me erizaba los vellos.... y probablemente también me endurecerían los pezones si no fuera porque mi sujetador estaba calentito.
-El café está perfectamente, no necesito otro- respondí de inmediato para negar la invitación.
Vamos que si hubiera sido humano hasta me lo tiraba pero era un vampiro ¡un jodido vampiro! ¿No podía encontrarme un sexy lobo? ¿o al menos un chico normal? Al parecer era mucho pedir para una licántropa latente como yo.... Quizás yo no llevaba el gen, quizás no entraría en fase nunca... la idea me deprimía.
-Déjame dejarte algo en claro- entrecerré mis ojos y le miré fijamente-. No soy una chica fácil a la que puedes engañar con tu bonita sonrisa.
Le miré con sospecha.

Le dedique a ella una sonrisa normal mientras que veía lo que ella estaba haciendo justamente con su café y como había limpiado el café viendo aquella sustancia caliente tan humeante un poco mientras que ella no hacia nada mas que devolverme mi pañuelo y yo simplemente lo doble y lo guarde nuevamente e el interior de mis ropas mientras que tragaba un poco de saliva recordaba como si hubiera sido ayer la única vez en la cual fui capaz de probar lo que era un café, una única vez que estaba dentro de mi memoria, pues días después fue cuando fui convertido en lo que era actualmente, quizás por eso deseaba tanto poder tomar una tasa de café, pero su sabor era simplemente desagradable. Pero bueno era una de las tantas cosas que tenia de la malo la inmortalidad, entonces volví a la realidad y con ello a lo que estaba haciendo la mujer y a su negativa inmediata ante mis palabras no era algo que me extrañara en realidad pues los lobos siempre nos veían a los vampiros como los malos, los monstruos y otras tantas cosas y aunque esta mujer no estaba siendo totalmente despectiva conmigo de todos modos se notaba que por ser yo bien era se oponía a lo que yo le decía y si yo fuera alguien distinto hasta ella estaría dispuesta a ir a beber un café conmigo pero bueno así eran los lobos – Si me imaginaba que así seria, y que bueno que así sea

Me le quede mirando a ella por unos momentos mas mientras esperaba a que ella tomara sus cosas y se fuera pues siendo lo que era seguramente eso es lo que haría o pensaba que en cualquier momento yo la iba a atacar solo por el hecho de ser un vampiro y que por serlo así debería de ser. Entonces la note mas seria y me imagine que era lo que me podía ella decir y no me equivoque en parte, simplemente suspire mirándola a ella y negando con la cabeza – Yo no buscaba hacer nada contigo solamente ayudar y nada mas, pero me imagino que siendo lo que soy todo lo haga esta mal cierto – le dije mientras seguía negando con mi cabeza

Me sentía frustrada porque no conseguía llegar al punto clave de la transformación, había aprendido a manejar la ira e incluso el calor, en ocasiones temblaba y continuaba temblando hasta que era capaz de entrar en fase y entonces... solo entonces... me enfriaba. Suspiré mientras me llevaba una mano al cabello echándolo hacia atrás en un gesto de exasperación mientras miraba a este vampiro raro como si tuviera la peste. ¡Oh mierda! ¿No podía ser un ser humano normal? ¡No, desde luego que no! Tenía que ser un colmilludo e ir por la vida arrancando cabezas como si fuera un zombie para bañarse en tu sangre. Y entonces aquel alegado. ¡Diablos! Sabía lo que yo era... bien... bueno.... considerando lo que estaba sucediendo y la forma en que hablaba me gustaba creer que este... tipo. No sería igual que los demás chupirópteros.
-Vale, lo siento.... soy de una familia conservadora- carraspeé incómoda y luego afianzando mis cosas para luego desviar la mirada estando sonrojada-. Sólo te pido que si me vas a saltar el cuello lo hagas ahora y prometo que no grito, pero no seas amable solamente para llevarme a un callejón oscuro e hincarme el diente. No me gusta que me mientan.
Me volví hacia él con la mirada resignada a morir despiadadamente absorbida por un vampiro sexy, pero al menos era sexy y disfrutaría de la mordida. ¿Por qué carajos me excitaban los colmilludos? Eran una peste, bufé molesta pero finalmente bajé el cuello de mi cabeza, dando espacio a mi vena. Tenía el olor característico de un licántropo porque había estado con ellos toda mi vida pero mi sangre seguía siendo limpia y deliciosa para aquellos que se dieran a la tarea de oler un poco más allá de mi olor superficial. El real. Cerré mis ojos esperando que sus colmillos hicieran tacto con mis piel y mordiendo mi labio inferior con tal de contener cualquier tipo de protesta mientras esperaba mi segura muerte. Era arriesgado pero era la única forma de estar segura.

off. Disculpa la tardanza cielo, he estado de mal humor para el rol.

Seguramente cualquier otro tipo de vampiro con las simples palabras que ella había dicho y teniendo una edad menor a la mía hubiera perdido la compostura de tal manera que ya estaría peleando con ella o simplemente hasta le habrían cortado la cabeza sin la mas mínima contemplación, pero simplemente yo no era de ese tipo de personas, yo había aprendido en mis siglos de vida a contener la rabia de tal manera que era prácticamente imposible perder la paciencia si yo así no lo deseaba y el hecho de perderla frente a aquella mujer en un lugar publico y que además de todo aun había gente que caminaba a los alrededores algunos volteando a vernos antes de seguir su camino sin reparar en nuestra platica simplemente era de lo peor que yo podría hacer y simplemente algo que no me podía yo permitir.
No es que la situación entre los dos estuviera exactamente muy tranquila, pues era bien sabido que los lobos no eran exactamente la raza que mejor se llevara con los vampiros, y eso lo sabia yo muy bien pues hasta el día de hoy todos los de esa raza que había conocido antes de decirme un hola o algo por estilo ya se estaban abalanzando contra mi para intentar destruirme, pero por lo menos era bueno saber que esta mujer aun dentro de todo no era de ese tipo de personas.
Note que por sus palabras y hasta por el mismo sonrojo de sus mejillas ella debería de estar un poco avergonzada por la manera de la cual ella me había hablado y que bueno estaba bien que era normal que alguien como ella me tratara así, pero no se sentía bien cuando yo solamente había deseado ayudarla y ya – No ahí problema, creo saber como son esas familias conservadoras y como ven a los de mi clase – dice sin desear decir la palabra en voz alta pues había personas que pasaban por ahí y aunque estaba seguro que no les interesaba en lo mas mínimo nuestra platica era mucho mejor no tentar a la suerte al mencionarlo. Sus siguientes palabras no puedo negar que me impresionaron verdaderamente, no pensaba que alguien como ella diría eso así como así, era algo totalmente fuera de lo normal, pero yo simplemente asentí ante sus palabras y la tome de la mano para que ella me siguiera hasta un lugar que fuera un poco mejor, no sabia si desearía o no morderla a ella ero por lo menos si era un sitio poco transitado era mejor para mi, y así es como terminamos en una parte alejada de los edificios y totalmente sola, no había mas que nosotros dos ahí cuando ella movió su cabeza dejando su vena a la vista, pase uno de mis dedos por esa parte sintiendo como su cálida sangre pasaba por ahí, la levante con mis manos poniéndolas en la breve cintura de ella hasta que su cuello quedo a la altura de mi boca, me relamí los labios y abrí la boca de tal manera que mis colmillos apenas y habían hecho contacto con su suave piel – Que interesante, aunque tu olor es de Licántropo, tu sangre tiene un olor muy diferente, uno limpio y verdaderamente delicioso – No sabia el por que era esto así, por que ese cambio de su cuerpo con respecto a su sangre – Esto quieres que haga – le pregunta a ella mirándola – Por que me gustaría probar tu sangre, pero eso de matarte en el proceso quizás no sea exactamente lo que yo desee hacer – obviamente no me gustaría asesinarla así como así, pero me encantaba esa idea de probar su sangre y estaba seguro que por lo menos la probaría aunque fuera un poco

Inhalé varias veces seguidas, dejando que el aire gélido entrara hondo en mi interior antes de salir cálido a través de mis fosas nasales. Me mordí suavemente un lado de la mejilla mientras nos alejábamos del bullicio de la ciudad. A mitad del camino terminé mi bebida y tiré el bote vacío al cesto, la cafeína me calentó hasta los huesos y me sentí mucho mejor conmigo misma. Mi temperatura era tal cual como la de un humano, tibia en comparación a la llama que suponían mi padre y mis hermanos. Me sorprendí a mi misma rememorando mis mejores momentos durante mi estadía en casa, sentí una nostalgia enorme mientras pensaba en que quizás aquel vampiro me iba a matar. Mis ojos se dirigieron desde él hacia el suelo y de nuevo al guapo vampiro, podía luego sentir como se acercaba quebrando mi espacio personal mientras un estremecimiento me recorría la espina dorsal.
-Sí, estoy bastante segura.
Me sujete de sus hombros, era frío y duro como la piedra pero tenía un olor llamativo y fresco. Sabía que aquel olor sería terriblemente asqueroso si yo fuera una loba pero no lo era, así que ahora solo podía disfrutar de mis últimos momentos de vida. Sí, estaba resignada a morir pero al fin y al cabo a nadie le importaría... En cambio si este chico decía que no era como los demás y realmente no me mataba, ni me violaba o me hacía daño de alguna forma, quizás le daría una oportunidad a cualquier otro vampiro. Cerré mis ojos cuando sentí el aliento gélido rozar mi piel, estremeciéndome por completo y tensándome a su alrededor. Entonces sucedió, durante algunos segundos solo pude sentir la terrible punzada de aquellos enormes colmillos que perforaban mi piel mientras mis uñas se clavaban -o al menos intentaban clavarse- en la piel del vampiro. Sin embargo antes de que él se apartase todos mis músculos se aflojaron, excepto aquel que se contrajo en mi vientre. Solté un jadeo mientras mis ojos se abrían para darme cuenta de que aún no estaba muerta y mi cabeza aún no rodaba por el pavimento, lo cual era bueno. Un nuevo estremecimiento me recorrió el cuerpo, conectándose directamente con mi entrepierna, y mis muslos se contrajeron por arco reflejo.
Mi corazón desbocado no solo delataba mi temor sino también aquella emoción despertada por debajo de mi vientre. Además la sangre había comenzado a correr a mi rostro, sintiéndolo calentarse y antes de darme cuenta había soltado un ligero gemido delator. Trágame tierra.

Antes de hacer cualquier cosa y haciendo énfasis en el hecho de que no deseaba que hubiera una sola persona a las cercanías mas que ella y yo, nada mejor que una especie de privacidad entre los dos y ya estando de esa manera ya me pensaría en la posibilidad de acabar simplemente con su vida y dejar que todo terminara ahí para aquella hermosa y atractiva lobita, que por extraño que me pareciera aunque la parte mas superior de su cuerpo despedía un asqueroso olor a lobo, lo mas común en cualquier persona de su raza o por lo menos eso era justamente lo que yo me estaba imaginando que era lo mas normal, pero si me ponía a que mis fosas nasales usaran todo su poder de vampiro para oler hasta lo mas profundo de el ser de aquella mujer encontré un olor a sangre tan delicioso que no podía ser el de una loba, ella tenia algo que se me hacia extraño, demasiado para ser sincero conmigo mismo, pero no tenia la mas remota idea de que era, pero el olor de su sangre me agradaba y mucho, aunque la idea de acabar con su vida no era exactamente algo que me agradara mucho, nunca me había gustado matar a una persona que no hubiera hecho algo que por lo menos le hiciera merecer la muerte y ella no tenia el aspecto de ese tipo de persona que yo normalmente asesinaba – Si así son las cosas, esta bien
No mencione nada mas aparte de esas palabras y simplemente sentí las manos de ella ponerse sobre de mis duros hombros, en ese momento yo lleve mis manos hasta su pequeña y suave cintura levantándola un poco de tal manera que sus pies no tocaban el suelo, seguramente si alguien veía eso a la lejanía debería de pensar que éramos una pareja de enamorados en vez de lo que en realidad era, pero eso era importante que si alguien veía cuando entrábamos en aquel frió callejón y así nos dejarían en paz sea cual fuera el destino en aquel lugar
Estando ya a solas los dos yo deje que ella sintiera lo que eran mis dientes contra de la suave piel de su cuello, la lleve hasta el sitio donde nadie podría vernos aunque pasara por la calle, abrí mi boca lo suficiente como para tomar una porción de su cuello estando ya dispuesto a abrir por lo menos una de sus venas y comenzar a beber de esta una porción de su sangre y alimentarme de ella, no es que en realidad estuviera yo hambriento, así que con una pequeña, quizás mínima cantidad de su sangre me detendría.
A los pocos momentos la sangre de ella iba directamente a mi boca y yo estaba probándola, sencillamente su sangre era exquisita y hasta excitante, por eso seguí absorbiéndola lentamente hasta que la escuche a ella gemir y es cuando note una leve excitación en ella, esto si que no me lo esperaba, ella estaba excitada con lo que le estaba haciendo acaso, mis manos la rodeaban mas pegándola a mi cuerpo y así podía probar un poco mas de ella, pero en ese momento deje de hacerlo pasando mi lengua por la herida para que le había hecho para que esta se cerraba y no se desangrara ella – Tu sangre es deliciosa, excitante – le dije sin importarme mucho lo que ella opinaba al respecto y esperando su reacción antes de ver si yo continuaba bebiendo mas de ella, para que ella muriera por eso faltaba mucho mas y obviamente con mi antigüedad sabia yo muy bien hasta que punto debía beber sin que el humano muriera si es que deseaba perdonarle la vida

Los segundos corrían y cada vez era más difícil contener los tambaleos contantes de mi cuerpo mientras la deliciosa y macabra succión movía mis terminaciones nerviosas como si fuera…. Bueno, no estaba segura de lo que era pero me enloquecía. Solté un suspiro sofocando un nuevo gemido que quería escaparse de mis entrañas sintiendo como la sangre comenzaba a deslizarse desde mi cuello hasta mis pechos lentamente.

Sentía pulsaciones constantes en mi cabeza y mi cuello, que pinchaba hasta mi carne, se sentía mucho más cómodo teniendo aquellos colmillos dentro. Le miré como quien no quiere la cosa pero mis labios se abrieron suavemente y no pude evitar el pronunciar esas palabras.

-Tú eres excitante.

Oh, no he dicho esto… Una vez más contraje mis piernas sintiendo la humedad entre ellas. ¿No quería? ¿Quería? Estaba segura de que yo quería pero, oh, diablos era un maldito vampiro. Me acerqué lentamente a él y me estiré sobre mi cadera, pegándome mucho más a él. Una vez más mi rostro era del color de los tomates mientras mis labios corrían en la dirección de los ajenos, probando ligeros restos de mi propia sangre.

Tenía un terrible olor metálico completamente repulsivo, pero esos labios eran más irresistibles de lo que me había imaginado en primera instancia. Mis labios saborearon los suyos con suavidad y cierta dulzura antes de reaccionar a mi tontería echándome contra la pared y cubriéndome el rostro con un brazo.

-Lo siento…. No quise molestarlo – balbuceé notando mi respiración agitada.  

Necesité de algunos segundos en los cuales me dejé arrastrar por la oscuridad, no muy consciente de lo que estaba sucediendo o no mientras mi cuerpo se acoplaba nuevamente al del muchacho. Cuando pude separar mi brazo de mis ojos, le miré directamente a los ojos. Eran de un rojo carmín que a cualquiera le hubiera dejado los vellos de punta, pero a mi realmente me eran indiferentes, demasiado acostumbrada a verlos.

Gracias a todas aquellas habilidades que había adquirido cuando me había vuelto un vampiro me fue fácil detectar muchas cosas que estaba viviendo el cuerpo de aquella pelirroja, muchas de ellas no las entendía, pues eran sensaciones que eran propias de la misma excitación en una mujer, y el hecho de que ella estuviera excitándose ante la manera en la cual yo estaba tomando su sangre y bebiendo de ella era algo extraño, a decirlo bien era demasiado extraño, pero de ser así seria muy intenso y a la vez interesante para mi el saber que ella se estaba excitando con lo que yo le estaba haciendo

De repente salieron de sus labios aquellas palabras “Tú eres excitante”, eso me dejo en claro que en realidad lo que yo estaba pensando era justamente lo que en realidad estaba sucediendo, ella en verdad estaba excitada con la manera en la cual yo bebía de ella, y aunque seguramente eso no le agradaría confirmarlo yo simplemente susurre levemente aun contra su cuello apenas con la fuerza necesaria para que ella escuchara mis palabras – te gustaría que siga bebiendo de ti, ¿cierto? – mi mirada estaba contra de su suave y delicioso cuello mientras que de una manera mas incitante mi lengua pasaba saboreando su cuello y eliminando todo rastro de sangre en el, su sangre era toda una delicia para mi, de ser posible bebería de esta siempre.

Pero entonces un movimiento de ella cambio las cosas tanto que sus caderas quedaron completamente pegadas a mi cuerpo de tal forma que sentía yo como el abundante bulto formado entre mis pantalones donde dormía mi pene quedaba recargado entre los muslos de el cuerpo de ella mientras mis manos rodeaban bien su suave y breve cintura y la elevaban lo suficiente como para quedar su cabeza a la altura de la mía y que de una manera inesperada esto termino en un beso entre ambos, un beso que a mi me agrado tanto que lo seguí por un tiempo que quizás muy largo largo, suave, tierno y hasta cariñoso por parte de ella si, pero aun así duro varios minutos en los que yo sentí sus deliciosos labios moviéndose contra de los míos, aunque cuando ella recobro la cordura y supo lo que estaba haciendo termino el beso inmediatamente

Suspire no les todo muy feliz cuando ella se tapo el rostro con su brazo después de decir “Lo siento…. No quise molestarlo”, la verdad me había molestado mucho mas el hecho de tener que dejar de besarla que el de sentir su beso, si fuera por mi seguiría ese beso por una o dos horas solo dándole tiempo para respirar y después continuaría, pero mi idea no era seguida por ella, mientras tanto y estando ella así, yo la tome bien de la cintura y la lleve a una parte mas profunda de aquel oscuro pasillo, simplemente hasta el final de este y que estando ahí momentos después ella se quedo mirando mis ojos carmín mientras yo hacia lo mismo admirando ese par de expresivos ojos oscuros

Escuché aquellas palabras, llena de vergüenza por mi situación actual asentí con la cabeza sin darle demasiada importancia a lo que estaba bien o lo que estaba mal. Un gran amigo me dijo alguna vez que si tuviera la posibilidad de acabar con el mundo entero, yo sería una de las pocas personas a las que salvaría sólo por mi estricto sentido de lo que estaba bien y lo que estaba mal, pero que debía aprender que soy una chica joven y debería despreocuparme por eso, comenzar a vivir sin que nada más importase salvo la búsqueda del hedonismo. Si se sentía bien, acéptalo y sonríe. Gabriel tenía razón, esto se sentía bien... muy bien... Oh, maldición, estúpido y sensual vampiro tan suave en sus modos, sexy y varonil besame más, pensé sin reparo alguno.

Antes de darme cuenta quedé embelesada mirando bien al vampiro para no perder detalle, los ojos eran aterradores, sí... pero Elba daba más miedo a pesar de ser su hermana mayor. Si en ése momento tuviera que elegir entre ir con una Elba sonriente y un vampiro enojado, no tardaría mucho en arrojarme a los brazos de un frío. Sin embargo aquí estaba en los brazos de uno, recargando mi latente y deseosa entrepierna contra la suya. Me mordí el labio suavemente, deseando sus labios, su lengua.... no precisamente en mi cuello.
-Mi nombre es Farah... ¿Tú cómo te llamas?...- logré susurrar al final, llevando un mano a mi oreja, para controlar un mechón rebelde. Me lamí suavemente el labio antes de caer en cuenta que aquel vampiro de hecho había correspondido mi beso por lo que luego de un momento sin hacer o decir nada me atreví a dar un paso fuera de la zona segura-. Y sí, me gustaría que siguieras haciendo eso.... pero también me gustaría que hicieras otras cosas..... como besarme...

Sus brazos cayeron suavemente sobre el pecho del vampiro, sintiendo cada centímetro de su frío y bien esculpido cuerpo. Sabía muy bien lo que iba a suceder si el vampiro la besaba nuevamente, consciente de que una cosa llevaría a la otra. Vaya que su parapeto de hace unos momento no había servido de nada ¿a quién engañaba? Cualquier hombre atractivo mayor que ella era capaz de llevarla a la cama sin demasiado esfuerzo, los que realmente tendrían que currársela serían los hombres jóvenes como ella.

Pase mi lengua por mis dientes lentamente con el único fin de limpiar completamente de estos cualquier tipo de rastro que quedara de su deliciosa sangre y si que quedaba un poco de esta, mientras hacia esa pequeña muestra de lo que yo había estado haciendo momentos antes mis ojos de un color rojo encendido gracias a la sangre consumida se quedaron observando muy minuciosamente los grandes y expresivos ojos oscuros que tenia esa mujer que aunque se notaba joven de todos modos tenia un interesante y curvilíneo cuerpo. Su cabeza se movió dándome que si deseaba que yo bebiera más de ella aun a pesar de que sus labios no se movían para decírmelo en palabras, pero eso no era lo importante para mí ahora.

Mis manos se abrieron paso por la pequeña y breve cintura de la mujer mientras los dos nos quedamos observándonos entre si y mis dedos tocaban la sensual cintura y vientre del cuerpo de aquella sensual pelirroja mientras la pegaba mucho mas a mi cuerpo quedando a una distancia entre nuestros cuerpos simplemente nula mi entrepierna, estaba descansando recargado contra la entrepierna de ella, mis sentidos me dejaban en claro que ella estaba verdaderamente excitada y seguramente muy deseosa pues hasta su olor denotaba eso, y justamente esa situación es la que hacia que yo quisiera continuar mas e incitar a aquella mujer hasta llegar a las ultimas consecuencias por así llamarlo – mi nombre es Jake – le dije a ella sonriéndole levemente mientras que la notaba de una forma algo entre nerviosa y algo mas que prefería averiguar que era en realidad

Escuche entonces sus siguientes palabras y estas me hicieron jalarla mas hacia mi cuerpo dejando mi virilidad recargada entre su entrepierna y arte de sus muslos, mis brazos quedaron rodeando completamente su cuerpo haciendo que el cuerpo de la mujer quedara entre mis brazos y sus manos quedaran acariciando mi esculpido tórax. Entonces sin decir una palabra mas pegue mis labios a los de ella dándole un intenso y delicioso beso que no tenia el menor interés en detenerme de este, no por lo menos hasta que ella necesitara respirar y solo hasta ese momento me detendría separándome un momento de ella.

Aquellos dedos expertos paseaban sobre mi cintura enviando dulces corrientes eléctricas a través de mi cuerpo mientras mis ojos no se apartaban de los ajenos; mirándole fijamente no pudo evitar soltar un dulce suspiro, teniéndolo frente a mi sólo podía pensar en lo que quería que sucediera a continuación.... Sabía que esto no estaba bien... pero se sentía bien...

Jake, un nombre sexy para un hombre igualmente atractivo. Sonreí y me aclaré la garganta, echándome un mechón de cabello hacia atrás antes de hundir mis labios en los suyos en un profundo beso sin separar mis manos de su cuerpo, recorriéndole con suavidad.

Luego de lo que pareció una eternidad entre besos y mordidas mis manos juguetonas encontraron el bordillo de su camisa, las deslicé en el interior su piel era helada pero con lo caliente que estaba ni siquiera podía tratar de pensar en otra cosa que no fuera acariciar aquel cuerpo al comenzaba a desnudar ya sin ningún reparo. Moví mi cadera a su vez, buscando provocar su erección.

Mis dedos se movían sobre de la cintura de ella lentamente, pero aun así provocando seguramente las sensaciones en ella que yo quería provocar, además podía sentir con los toques de mis dedos sobre de su delicada piel como ella reaccionaba perfectamente, justo como yo quería que fuera

Mis labios se hundieron en los de ella de una manera que en segundos nos estábamos dando un beso intenso mientras que mis brazos la rodeaban a ella por la cintura completamente pero sin hacerlo de mas, pues la verdad es que no deseaba hacerle daño alguno a ella solamente por poner mas fuera de lo debido en mis brazos, por eso aunque tenia ganas de besarla tan intensamente no apreté mas su cuerpo para no lastimarla

Las manos de ella se abrieron paso hasta mi piel helada, sentí sus manos calidas contra mi piel, era una sensación que era muy placentera como deliciosa, sus caderas se movían chocando contra mi pantalón y con eso provocando un rose con mi miembro que sin duda comenzaba a hacer presencia y que tras varias veces que ella hacia lo mismo seguramente comenzó a sentir un poco de dureza contra su zona vaginal y eso sin que fuera aun una erección total, pero si seguía así seguro pronto ya estaría totalmente erecto mi miembro

Farah suspiró contra sus labios, ahogada por el deseo carnal mientas se sumían en la pasión de sus labios, se dejó llevar por sus deseos perdiéndose en el carmín sin embargo algo inesperado sucedió, al otro lado del callejón una voz gruesa, masculina y claramente enojada la llamó. Farah se paralizó del miedo y como pudo se escapó de los brazos del vampiro, echando a correr hacia el hombre que le esperaba con una manada de lobos tras él.
-Lo siento....

off. Disculpa, tuve un inconveniente con alguien y borraré este pj.