I will die if someone hurts you, sweetheart.. [Raven]

Avanzó con sensualidad natural entre la multitud, con los auriculares del celular calzados en sus oidos mientras música era emitida por estos a un nivel ligeramente alto y se escabullía por entre las hebras de su cabello, abriendose paso por las calles caminó a la cafetería como cada mañana. La sensualidad siempre había sido algo natural e innato para Nala, siempre con un aire inocente y juguetón al mismo tiempo que la hacían de alguna forma irresistible puesto que no era provocado conscientemente por ella y, cuando lo era, podía ser realmente indomable hasta para un experimentado y antiguo vampiro. Creo que eso ya lo hemos comprobado con anterioridad.

Sus sensuales labios carmín se movían en susurros mientras esperaba en la fila del café, cantando casi para sus adentros una afamada canción que siempre invitaba al desenfreno, a la diversión sin importar las consecuencias, a vivir la vida como lo que es...una sola. Al mismo tiempo, sus ojos se mantenían con un aire misterioso, pensativo, repasando su nueva vida mas sin dar nota de ello con una sensual mirada.

Pidió un café y mientras esperaba, se dispuso a reposar contra la pared observando el lugar. Una niña rubia de apenas un par de años de edad entró con su madre de la mano y, extrañamente, el corazón de Nala dolió. Habían pasado apenas dos días de que había regresado de la caza y aun no había podido hablar con su bebé. Su cuerpo tenía ahora nuevas marcas de guerras, cicatrices que no se irían incluso con una transfusión de sangre de su cuñada. Algunas zonas, como partes aisladas de sus muslos y cadera, estaban aun cubiertos con gaza y un ungüento especial preparado por una bruja para su rápida curación.

Tomó su café y salió del lugar con melancolía, trepando a la terraza de un edificio y caminando de estructura en estructura, pensando en su niña...En la niña que habia "adoptado" comos suya por amor, esa niña de la que secretamente se había enamorado al momento en que la vio, esa niña a la que su ex esposo y padre de esta no le permitia siquiera acercarse. 

-Maldito sea el día en que me dejé engatuzar....¿Que pasa conmigo? Yo no era de esta forma!-Gruñó dando un golpe al suelo de cemento y suspirando luego, notando que estaba frente al departamento Noback, sentada en una cornisa intentando ver a su Balerina por una ventana.

los rayos suaves del sol de la mañana que entraban por la ventana acentuaban el azul brillante de su uniforme del preescolar,  la pequeña Raven ahora  lo suficientemente grande  para aparentar cinco años  corría por toda la habitación buscando sus crayones  y cuadernos de trabajo.  el tiempo había hecho de ella una niña inteligente e independiente para ciertas cosas, habiendo tenido que aprender muchas cosas por si misma a falta de una madre que le enseñara, porque cierto era que  a pesar de tener un padre maravilloso que la adoraba y la cuidaba de la mejor manera, habían cosas que solo una madre podía ofrecer y que ella solía buscar en Bonnie o en sus tías.

se miro al espejo de media pared  que tenia la habitación y dio los últimos retoques a  su uniforme, sacudió su vestido a cuadros  para quitar un par de arrugas , enderezo el nudo de su  corbatín  y por ultimo puso sobre su rubio cabello suelto el adorable sombrerito escolar que solo llevaban los niños y niñas de preescolar; sonrió a su reflejo y camino hasta la mesa para tomar la mochila considerablemente grande  y que la hacía lucir aun más pequeña junto a su lonchera, ahora solo faltaba que llegara  el auto con  alguno de los miembros de Imperial Flush que hacía de  su chofer ese día.  

La verdad es que la pequeña soñaba con poder tomar el autobús escolar como los otros niños pero  con lo mucho que había costado el que su padre la dejara ir a la escuela en lugar de tomar clases privadas en casa , prefería aceptar el transporte y el anillo de seguridad que casi rozaba lo ridículo   que perder  la oportunidad de asistir al preescolar con otros niños de su edad.

Antes de salir de la habitación para esperar el auto en la puerta, se acerco a una de sus mesitas de noche para acariciar a su Roca-mascota y dar un beso a un retrato de su mama.

- Adiós mami, Adiós Nyanperona no te portes mal ...-

Observó los movimientos dentro del departamento y aguda angustia embargó su ser. Su nena iba a la escuelita ya y ella no había estado ahí, se reprendió mentalmente con el ligero y pobre consuelo de que la niña aun así tenia a Robert. El no era un mal padre, había que admitirlo, pero aun así la dejaba muchas veces a cargo de personas en las que Nala desconfiaba absolutamente. 

Bebió un trago del café, esperando ver a Robert tomando a la nena de la mano y llevarla al pre-escolar, pero esto no sucedió. En su lugar, notó un auto ligeramente familiar detenerse en la puerta. Una sonrisa asomó sus labios y con un salto, bajo de la cornisa para caer pesada en el suelo. Se quejó apenas prestando atención a las heridas que se habían vuelto a abrir en sus piernas, tenía un objetivo. Se acercó al auto y sonrió a la vampiresa. 

-¿Shana?-Sonrió más al ver como la niña la reconocía y la saludaba con amabilidad y un extraño cariño.
"¿Donde has estado? ¿Eso es sangre lo que huelo?"
-Shana...más tarde hablamos de todo lo que quieras, pero hoy es muy importante que no le digas nada a Robert y me dejes llevar a Rav a la escuela..-

Cuando la vampiresa asintió, Nala por primera vez la abrazo efusivamente aunque se separó al instante y agradeció con la mirada. Shana se fue y Nala miró a la puerta del edificio con los ojos cristalizados, tomando en brazos a la niña antes de que cruzara la puerta.

- ¿Te has olvidado de mami?..mami te extrañaba horrores- Susurra contra su cabello, abrazandola suave pero fuertemente,cerrando los ojos y aspirando su aroma con gusto aunque quemase sus pulmones.

se paro sobre las puntitas de su pies para alcanzar la perilla de la puerta y poder abrirla .

-ya me voy a la escuela Bonnie moni... - grito desde la entrada antes de salir y cruzar el pasillo dando saltitos que hacían rebotar su enorme mochila , saludo con su manita a Zess que la escoltaba en las escaleras y finalmente llego al enorme portón que daba a la calle. Lo abrió con un poco de esfuerzo , a pesar de haber nacido como hibrido su fuerza era muy  poca ... tal vez era un hibrido defectuoso, o aun era muy  pequeña, quien sabe.

lo siguiente paso muy rápido,  de pronto estaba elevada un metro del suelo y un olor familiar llego a su naricita  - Mami?...- un poco incrédula se separo un poco para ver el rostro de quien la abrazaba - MAMI!!! - una enorme sonrisa ilumino su rostro adorable y sus ojos azules brillaron con lagrimitas de emoción , sus bracitos rodearon con fuerza su cuello sin ser consciente de las heridas que su madre tenía -volviste mami ...-

Al oír la voz de su pequeña, una sonrisa resplandeciente de aquellas sonrisas que Nala pocas veces tenía en el ultimo tiempo apareció en su rostro. La miró a los ojos mientras contenía las lagrimas y besaba su naricita con cuidado, dulzura y un aire ajenamente maternal. -Te extrañé tanto princesita..me hiciste muchisima falta..- Pronunció la loba en susurros algo aguados, mirando a los ojos a la pequeña vampirita que tanto adoraba.

-Jamás te dejaría Raven..-Sonrió dulce, colocando con cuidado un mechón de su rubio cabello tras su oreja y acariciando su mejilla. La sostuvo mas firme, con un brazo en sus muslos y dejando sus rostros a la misma altura mientras el otro brazo rodeaba la cadera de la infante. -Has crecido mucho linda!..¿Te han dado mi regalito de cumpleaños?-El rostro de Nala era completamente diferente al que había cargado durante el mes que estuvo de caza, ahora había un brillo especial en sus ojos que solo se daba cuando Raven la llamaba mamá o recordaba a Felix, aunque era aun mas autentico con la hibrida.

su pequeño cuerpecito no lograba contener la emoción, deseaba tanto ver a su mami  que no podía creer que al fin había regresado , sus bracitos se aferraron con fuerza a los hombros de la Licantropa  mientras  movía su cabeza para dejar inocentes besitos por todo el rostro de su madre.

-regalo? - pregunto curiosa  ladeando su cabeza con una mirada confundida al escuchar la pregunta - que regalo mama? - miro hacia arriba y trato de recordar pero en su mente no tenia recuerdos de haber recibido un regalo por parte de Nala.

dejo esa idea de lado por un momento y trato de concentrarse en lo realmente importante

-Mami, ya volviste para quedarte conmigo? te extrañe mucho , muchisimo, quédate conmigo por favor mami - ambas manitas estaban ahora  en cada una de las mejilla de su mama - prometo ser buena hija -

-¿No te llegó el par de zapatitos dorados?...-Frunció el ceño, pero rápidamente lo relajó queriendo disfrutar a su hija lo más posible. -Da igual...iremos por unos mas significativos, ¿qué te parece?-

 El gusto de la loba era inexplicable, no cabía en una mujer. Aunque suene raro viniendo de la ácida loba, la muchacha no había dejado de pensar un solo día en la infanta hibrida, cada colmillo que se cobraba era por ella y por su sobrina, el resto le importaba poco. Sintiendo como sus heridas en las piernas comenzaban a sangrar mas por la anterior caida, besó la frente de la pequeña.

-Te extrañé muchísimo princesa...no tienes idea cuanto..-Subió una mano a las manita derecha de su hija y la acarició con una mirada poblada de ternura y amor. ¿Cómo decir que no? ¿Cómo romperle el corazón a la pequeña luz de sus ojos? Imposible.

-Jamás me iré princesa...Jamás te dejé, recuerdas? Siempre estuve aquí-toca suavemente el pecho de la niña, en el lugar que ocupa su corazón, sintiendose una cursi fresa. A veces le repugnaba su propio hablar. -Alguien tiene que ir al pre-escolar! Adivina quien la va a llevar..-. Nala sonrió tranquila, dejando muchos besitos en el rostro de Raven.

La sonrisa que se formo en el rostro de la  pequeña Raven  pudo haber iluminado todo Londres , su mami se quedaba  y no era mentira. Al fin todas las monedas que había lanzado al pozo de los deseos del parque surtían efecto, su mama estaba de regreso con ella  y no se iría de nuevo, apostaba a que al igual que ella su padre también estaría muy feliz .

- tuuuu! -dijo rebosante de alegría con un tonito cantarín al escuchar la pregunta de su madre - ya soy grande mami, voy a la escuela y te presentare a todos mis compañeros  y a mi maestra  y ... - se detuvo de pronto  arrugando la nariz como un cachorro mientras olfateaba graciosamente el aire ...ese olor era...comida?, no no ...era un poco diferente ,  dio una vueltecita sobre si misma y finalmente reparo en una mancha roja que comenzaba a formarse y mojar la ropa que llevaba puesta la loba-  Mami!!!...que te paso ahí??  -pregunto asustada señalando el lugar del que provenía el olor