Un salto es lo que necesito (Raphael Knightley)

Khalid y Ralph habían vuelto a casa después de las aventuras en Japón, donde conocieron a Jun; un vampiro de ojos color espinela. Los vampiros nunca habían sido los enemigos de su manada, o mejor debía decir familia, desde que su hermana mayor Kirsten había sido cruelmente convertida en uno. Y ahora ella había muerto a garras de los Vulturi, los que con gusto podría masacrar sin ningún tipo de consideración o remordimiento. Durante su estadía en el país del sol naciente fue envenenado con sangre de híbrido y ahora se encontraba en recuperación pero al menos las cosas habían comenzado a tomar su curso natural. Y cuando pensó que todo estaría bien ¡Zas! una bruja psicópata le jura venganza contra los de su especie.

Una semana después la universidad de California decidió hacer una excursión educativa. Y aquí estaba Raphael, huyendo del museo de historia natural de Washintong, o algo así. Había estado investigando desde el suceso y ahora que sabía que eran los Quileutes, necesitaba ir a buscarles. Quería saber porque aquella mujer estaba ensañada en asesinar a las bestias. Condujo hasta La Push, bajó del auto y se dejó guiar por su olfato.
-¿Qué tal?- preguntó la celebridad, esperando que la chica no fuera alguna fanática.

Raphael se llevó una mano a la cabellera, la cuál despeinó por completo su ya despeinada mata de cabello rubio dorado. El londinense se sintió algo incómodo por el aullido interior que despertaba en su interior. Bonnie había hecho un gran trabajo intensificando el vínculo con su lobo interno gracias a lo cual ahora no se sentía muy bien recibido. Soltó una risita nerviosa y alzó sus manos en son de paz para luego llevarlas por detrás de su cabeza.
-Mi nombre es Raphael de la manada Knightley de Londres. Soy amigo de Shana... Tienes un olor peculiar a Seth. ¿Eres su novia?- le mira entretenido-. ¿Cómo te llamas?

No muy seguro de lo que hace comienza a caminar en dirección a la fémina, a un paso pausado y completamente despreocupado que muestra la seguridad de un cantante que se la pasa de tarima en tarima rodeado de chicas. Sin embargo había algo en su peculiar andar, destilaban movimientos finos, ágiles y felinos tal cual como el de una mujer. Extendió su mano para formalizar un saludo, dejando lucir un lustroso anillo, típico de un hombre comprometido y listo para casarse.
 

Raphael se preciaba de una personalidad bastante especial y relajada, con un poco de suerte podías encontrarlo de mal humor pero aquello era una probabilidad realmente baja. Su sonrisa de galán, no adrede desde luego, le hacía parecer como un casanova cuando en realidad estaba comprometido. El pequeño zorro podía ver la reacción de Leah desde una perspectiva completamente objetiva y en realidad le resultaba comprensible que un vampiro no le agradara en absoluto. Para él, la convivencia entre vampiros y lobos londinenses era crucial en la disputa del territorio.
-He venido a investigar sobre los Quileutes de la región, ya que una bruja los mencionó. Dijo algo de que los Quileutes habían hecho no-se-qué en contra de ella y por eso ahora juró venganza contra toda la raza-Raphael se encogió de hombros al tiempo que subía las manos a modo "voy en son de paz"-. Sólo quiero saber si hay algo de verdad en ello, se que el tío Seth era una buena persona, así que no puedo creer del todo a esta bruja.

#Partida abandonada.