Just look at What We Have Here (Robert)

En el ultimo año de la pelirroja las circunstancias se habían tornado interesantes, no solo porque ahora pertenecía a la guardia Volturi, mas bien eso era un simple detalle para ella, algo insignificante. Desde que las cosas habían terminado con su hermano, sentía un cambio, pero en estos momentos no sabia si era un cambio para bien o un cambio para mal, no cabía duda que pronto podría averiguarlo.

Un viaje a Alemania despertaba muchos recuerdos en ella, no solo porque había pasado momentos divertidos, también recordaba la vez que Jane había intentado matar a su hijo o la ultima vez que había estado en Alemania cuando su hermano estuvo a punto de morir también. Era extraño que aun cuando viviera numerosos peligros en ese lugar no se cansaba de visitarlo. Esta vez tenia que viajar por una cuestión de negocios, a Mae se le había ocurrido la gran idea de crear un ejercito de Hibridos en secreto, los cuales iría entrenando con lo mismo que le habían enseñado en la guardia Volturi. Su relación con Aro cada vez era mejor, casi podía jurar que el sentía una tensión sexual cuando ella estaba presente y no era para menos, las curvas de la chica siempre habían sido muy bien manejadas por ella. La chica estaba cansada de peleas estúpidas entre Rumanos y Volturis ahora las cosas se pondrían mejor con los Dupont al mando, cosa que no había comentado con su hermano, no tenia ganas de hacerlo pues el estaba en liso de faldas como todo hombre caía rápidamente en las curvas sin darse cuenta que esa era la mejor arma de una mujer.

De momento a otro estaba en el punto de reunión, era un viejo callejón de la ciudad donde la oscuridad podría cubrir cualquier rastro de vida o la no vida. Mae era el tipo de chicas que detestaba la impuntualidad solo esperaba dos minutos después de la hora acordada y el hombre con el que pensaba reunirse ya había tardado. Dio dos pasos hacia la salida del callejón y pudo observar al tipo que llegaba con gesto de apuro, sonrió un poco para tranquilizarlo y que el se sintiera con la confianza de empezar la reunión, con lo que no contaba era que Mae no perdonaba tan fácilmente, en un movimiento limpio y veloz estaba frente a el -Tarde Cariño, muy tarde- Giro su cuello a tal grado que salio de la posición anatómica perfecta y se escucho un crujir, el cuerpo del hombre cayo al suelo sin vida por un momento ya que era vampiro, pero Mae no iba a permitirse eso, prendió un cerillo y lo lanzo al cuerpo viendo como rápidamente el fuego empezaba a propagarse.

La silueta de la chica era sumamente perfecta y mas en la oscuridad de la noche, el contoneo de sus caderas hacia que se viera como si ella fuera una diosa. Se alejo de aquel callejón, caminando por en medio de la calle, esperando que una nueva idea llegara a ella o tal vez alguien con quien divertirse esa noche.

Un elegante café, era donde el vampiro esperaba. Miro el dorso de su mano hechandole un vistazo a su Rolex: era tarde. Sus planes necesitaban algo más que las "tropas" que había conseguido hasta el momento necesita a los Dupont, ese clan era famoso no sólo por su cantidad si no también por su poder aliados indispensables en esta revolución y por lo que había oído compartían su desagrado por las Cortinas de baño también conocidas como los Vulturi.

Bufo mientras veía el café que había pedido, estaba lleno como era obvio, los suyos podían comer y beber sin problemas pero no sentía nada al hacerlo como comer plasta decía el Noback. Vio como este ya no despedía vapor, ya estaba frío. Lo tomo con una mano y le dio un sorbo: nada. Siguió bebiendo para aparentar frente a los humano que había a su alrededor y sobre todo para las mujeres que lo habían visto desde que entro.

Algunas lo veían a cada movimiento, típico, pensó el pues ciertamente era algo común en la vída del vampiro el ser asesinado por su belleza es algo casi tan natural como respirar más el no estaba en ese momento con ganas de coqueteos innecesarios.

Un fuerte olor llego a el, era una mujer y una sin duda de los Dupont. Sonrió. Al fin había llegado para la cita que había arreglado.

-Valla que tardo....

Se dijo a si mismo terminado su café, dejo el envase vacío sobre la mesa junto al ordenador que había estado utilizando por los últimos treinta minutos. Espero paciente,con una pierna finamente doblada en un gesto elegante y púlcro a que la dama y representante de ese poderoso Clan llegara y pudieran entablar su conversación.

Se sonrío cuando vio a la mujer entrar, hacia poco había detectado su aroma y el hecho de que llegara le hacia feliz, muchas citas y poco tiempo. Ella llego rápidamente con el,y comenzó a hablar valla que ella no perdía el tiempo pensó el vampiro mientras la veía hablar, esa mujer era un peligro el lo sabía había hecho muy bien su tarea antes de aceptar algo así pero no se preocupó, el era útil para ella como ella para el así que sólo sonrió nuevamente.

-¿Lado? Claro que lo se...

El vampiro susurra en se tono que los mortales no podrían oír aunque se esforzaran, la miro tranquilo curioso de sus ojos verdes, lo primero que paso por sus pensamientos fue sangre de híbrido obvio y típico en esas épocas, no le molesto la ingesta de híbridos nunca fue un debate para el o siquiera un tabú.

-Odio a los Italianos tanto como ustedes, y créame prefiero ponerme del lado Dupont que permitir que esos sigan cazando razas sin razón.

Eso era cierto, el odiaba a los Vulturis por la cacería de fotosensibles de hacia milenios que continuaba hasta esos años, gracias al miedo a los suyos su raza había sido enviada a los bordes de la excitación cosa que le hizo generar un masivo desprecio por esa casta italiana.

-Puede contar conmigo, my lady....