¿De Paseo o Aventura? [libre]

Era una mañana inusualmente soleada, el viento que corría era algo frío pero no al punto de congelar la piel, era un perfecto día para un paseo con la familia, Steven estuvo planeándolo por semanas pero estas últimas, había llovido demasiado como para salir con sus cinco hijos a pasar un día entero fuera de casa, no podía dejar esa oportunidad pasar así que entro en el cuarto de ellos sin hacer bulla, pues aún dormían, preparó una mochila con lo necesario y se metió una ducha antes de llamar a Ice y Thea, para avisarles de los planes, ya que después de todo eran una familia y estas tenían que permanecer juntas e unidas a pesar de los problemas.

Una vez listo todo despertó a los niños avisándoles que ese día saldrían a pasear, pero no les dijo a donde, Tay y Raph ya caminaban así que ellos mismos se alistaron para salir, Steven tomo en brazos a Tasha y Zha, dirigiéndose a la camioneta que había traído de la empresa para ese día, los acomodó en sus asientos para bebés y esperó a que Tayra y Raphael subieran para ponerla en marcha y dirigirse hacia un parque que ya había visto antes, uno en el cual habían muchos juegos, uno en el cual hasta había un pequeño estanque con patos y cisnes cerca.

Al llegar envió un último mensaje para Ice y Thea, dándoles la dirección del parque donde estarían, sonrío y miro a sus hijos, abrío las puertas, siendo los primeros en bajar Tayra y Rapahel , desabrochó los cinturones de los asientos de Tasha y Zha, para luego bajar a su pequeña mordelona, la cual comenzaba a gatear adentrándose en el parque, seguida muy de cerca de su padre, quien tenía a Zha en brazos pues se había quedado dormido, -no se vayan a alejar mucho, Tayra, Rapahel, Tasha…- río levemente y les señaló un lugar donde había una enorme banca, la cual estaba muy cerca de los juegos, -vamos a divertirnos mucho el día de hoy- pronunciaba con una enorme sonrisa en los labios.

Cuando volví de Japón me sentí muy emocionada, con todo lo que había sucedido en la última semana no era para menos mi reacción ante tales sucesos; al principio había sido algo increíble e incluso delirante pero ahora que todo se había aclarado me sentía muy eufórica.... Como si haber pasado aquellos pocos pero realmente hermosos días en Tokyo hubieran despertado en mi el deseo alocado por volver a casa, con mi familia, porque ahora estaba segura de poder llamarles así con toda seguridad. Y aquella llamada por parte de Steven, el mismo día que había llegado, hizo que mi muerto corazón diera un brinco. Toda la mañana había estado ligeramente soleada, inusualmente soleada, razón por la cuál me entristecí un poco de pensar que no podría ir. ¡Estaba tan emocionada por darles a todos sus regalos...! Para Zharick había traído un collar con insignia de Dragón, para Raphael unas muñequitas que seguramente le encantarían, para Natasha una lindas pantuflas con formas de garra y para la hermosa Tayra había comprado algo un poco más serio, una gargantilla preciosa. Y como no podía olvidarme de los adultos con los que más tiempo había pasado últimamente, traje un abanico de diseño artesanal para Ice y una katana para papá S. Por si aquello fuera poco, compre una muñeca en Kimono para mamá, una colección de sakes para papá K y un cuaderno de Battousai para Theito. Cuando le escribí a papá para cancelar por el clima todo pareció cambiar de un momento a otro -y como era natural en Londres- aquel claro cielo despejado se vio cubierto por una capa de nubes. Fue entonces cuando envolví todos los regalos que correspondían a los Knightley y los metí en mi bolsa aunque la Katana sobresalía por un lado, gracias a la funda de tela no se veía tan amenazante como en realidad era. Cuando llegó al lugar notó que los pequeños jugaban excepto Zharick pues ya conocía de sobra sus pequeños ronquidos. Reí melodiosamente en voz baja mientras me acercaba a Steven, podía reconocer aquel perfil en cualquier lugar y sin dudar le abracé de lado.
-Aww... Los extrañé tanto!

-Caramba Raph... claro que no te voy a comer- murmuré con dulzura antes de dejarle con su amigo Boo.... Vaya, sí que lo quería... aunque me preocupaba que él creciera tan descaradamente amanerados, después de todo el mundo había cualquier cantidad de gente con malicia que le molestaría... sobretodo en el colegio. Oh por Dios los niños salían de un Kinder precioso donde todos te trataban bien y se encontraban luego en una primaria llena de críos crueles sin nada mejor que hacer que tocarte los cojones. Oh, sí, yo había odiado la primaria. En fin, me volví hacia Steven y se encontraba ocupado en ése momento por lo que fui con la pequeña Tasha al ver que se había caído. La alcé en brazos y la mecí mientras para calmarla en un gesto sumamente maternal.
-No te pasó nada princesita fue solo el susto...-la acuné y le di un beso en la frente. Luego busqué a Tayra con la mirada, localizándola por la dirección de su voz. ¿Estaba hablando con un búho? qué niña....-. ¡Tay ten cuidado!
Volví mi atención a Tasha y le di un chocolate que traía en el bolsillo para que se distrajera del terrible dolor. Camine con ella hacia la banca donde estaban las cosas de todos juntos con los coches y saqué una botellita de agua, un pañito y una cremita para las cortadas. Limpié con cuidado su heridita y le puse la crema recubriendo todo con sumo cuidado, hubiera jurado que mi dedo ni siquiera se sentía. Después de todo los vampiros teníamos habilidades increíbles e inigualables. Precisión era una de ellas.