Nudos Nudos mentales ~Steven~

Los últimos días habían sido un poco agitados para el Licántropo, no había pasado ni mes y medio de su recuperación pero él ya estaba casi al 100%, siempre preocupándose de cada detalle, por más pequeño que fuera, para mantener una sonrisa en sus pequeños y ahora no sólo eran Tay, Raph, Tasha y Zha, sino que también estaba Thea, lo cual lo ponía muy feliz, jamás se hubiera imaginado el tener tantos hijos, pero de una forma u otra ellos eran su motor para seguir adelante, ese impulso que lo hacía sonreír cada día al verlos.

Esa mañana tuvo que ir primero a la oficina, pues se había enterado por uno de sus arquitectos, que el plano de la obra que le había encargado hace un par de días, le había sido entregado a Dana y claro si ella lo había recibido, lo más probable era que este en su despacho, pues el sábado no fue a la oficina por estar con sus hijos, “primero recojo esos planos, los reviso bien y voy por el traje, buscaré uno bien elegante y así sorprenderé a Thea” era lo que pensaba de camino a la oficina. No demoró mucho pues los papeles habían sido dejados en recepción junto con una nota que decía “si me vuelves a dejar sola un día de conferencias renuncio” aquellas palabras escritas, no hicieron más que arrancar una sonrisa y una pequeña carcajada del Licántropo, pues el ya conocía a Dana.

Al salir del edificio, dejó los papeles dentro del auto y recordó algo que había pasado unas noches atrás, aquella noche en la cual, luego de mantener una charla con aquella joven tan agradable, ese beso se daba de la manera más natural ¿acaso comenzaba a sentir algo de nuevo? No podía creérselo, él mismo se había prohibido sentir algo, luego de lo que había vivido, pero esto era distinto y lo llenaba de dudas, cerró los ojos unos segundo, recordando su rostro la última noche, no se le veía muy contenta ni mucho menos tranquila, quizás ella.

No pensó más, entrando casi de inmediato en el Aston Martin, encendiéndolo en el acto, para dirigirse lo más rápido que pudo hacia ese Hotel donde ella estaba alojada, al llegar, ni siquiera pregunto en recepción si se encontraba y nadie se atrevió a detenerlo, esperó unos cortos minutos, los cuales parecían horas, hasta que el ascensor lo llevaba hasta el mini departamento, se paró frente a la puerta y toco el timbre, esperando no haber llegado tarde, pues temía que ella hubiese decidido alejarse.

La espera no fue larga, es más ni bien sacaba el dedo de aquel botón, ya la perilla sonaba, como si lo hubieran estado esperando, aunque al parecer no sería así y todo lo que había estado pensando hasta antes de llegar a verla, la mirada del licántropo bajó casi de inmediato hasta aquella maleta que ella había dejado caer al verlo, su voz se dejaba oír entrecortada, como si viera un fantasma o cómo si le sorprendiera el simple hecho de que haya decidido visitarla -¿Acaso te irás de viaje?- Fueron las primeras palabras que pudo pronunciar, levantó la mirada hasta ver sus ojos, pero antes dio un corto vistazo al interior del departamento notando que no sólo sería un viaje.

-Ya veo…- tragó un poco de saliva y respiro hondo como solía hacerlo cuando sentía que algo estaba mal o necesitaba fuerzas para afrontarlo, -no es un viaje… pensé que te había aclarado algunas cosas la noche pasada… Jude… tu…- detuvo su hablar, llevando casi involuntariamente su mano hacia la mejilla de ella, acariciándola suavemente, quitando unos cuantos mechoncitos de cabello -no eres una carga, ni mucho menos una molestia…- se agacho ligeramente, para tomar aquella maleta con la mano derecha y con la izquierda la mano de ella, entrando luego con ella dirigiéndose directo a la sala.

-¿Qué sucede? ¿Acaso hice algo que te molestó? Sé que algunas veces soy muy egoísta en mis decisiones, pero…- se mantuvo en sus pensó sin decir nada, sólo viéndola a los ojos esperando que ella también le dijese algo, no entendía del todo lo que sucedía, aunque ya lo había pensado pues había notado su molestia la noche pasada, en cuanto lo que sucedía con Tayra y el temor de ella de que por alguna razón lo alejase de sus hijos, aunque así n fuera el caso.

-No quiero que te vayas… no quiero que te alejes…- concluyó casi sin darle motivos, aunque estos rondaban por su mente, confundiéndolo un poco, debido a lo que sentía por Ice hasta el momento, pero aun así algo estaba naciendo hacia Jude.

Se mantuvo de pie frente a la joven, sus ojos expresaban muchas cosas, pero sobre todo, que no lograba entender el porqué de su decisión, ¿acaso pensaba que esa era la única salida? Negó varias veces -¿hacerme daño?- dejó la maleta de lado, acercándose nuevamente hacia Jude -¿crees que con irte solucionarías algo?- No sabía que más decirle, su cabeza aún daba vueltas y muchas, quería ya dejar de pensar tanto y verse sincero ante ella, su interior se llenaba de tristeza con tan sólo pensar que ella se iría para siempre sin volver en ningún momento.

-¿Por qué?- lentamente levantaba su mano para acariciar la mejilla de ella -¿Nadie saldrá lastimado? ¿Qué me dices de ti?- sus dedos ya rozan su piel, a la vez que su mirada se pierde en la de ella -¿acaso crees que no me interesa lo que sientes? Yo…- hace una pausa por que no sabe como continuar, se siente confundido, pero al tenerla cerca y sentir ese tacto, todo su interior tiembla pues hay algo más que siente hacia ella pero no quiere lastimarla o piensa que podría hacerlo, pero a la vez tampoco quiere dejarla ir y no verla más.

Lentamente lleva su otra mano hasta dejarla descansar en su mejilla izquierda, viéndola fijamente, su corazón palpita a mil por hora y su respiración se hace un poco más agitada, lentamente va acercando su rostro al de ella sin soltarlo, en su mente se dibuja aquella noche en la cual sus labios se juntaron por unos cortos segundos, pero a partir de ese día no había podido dejar de pensar en eso que le hiciera sentir con tan solo haberle dado un suave y corto beso, -Jude… no entiendo bien qué es esto que siento pero…- una de sus manos corrió por su mejilla hasta mover un poco el cerquillo que tapaba un poco su rostro -quiero que te quedes… no quiero perderte…- terminó esas suaves palabras dejándole un corto y sabe beso, para luego alejarse, esperando que con eso ella no se sintiese atormentada ni presionada, por que lo que menos quería era que sintiera que lo está obligando a pedirle algo.