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Oh, sorry, do I know you? {Zafrina}
2 participantes
Twilight Moon :: América :: Estados Unidos :: New York
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Oh, sorry, do I know you? {Zafrina}
Victor era un chico poco común, le encantaba usar los cosméticos de su madre y las prendas de vestir de su hermana, durante años mantuvo el secreto de su homosexualidad para todo el mundo pero al poco tiempo había salido del armario. Gay de día, diva de noche, usaba sus encantos naturales para fascinar a cualquiera que le viera, sus características andróginas y aquella voz tan tersa, junto a su elevado sentido de la moda, eran la combinación perfecta. Durante muchos años frecuentó únicamente los bares y antros para personas de ambiente pero fue cuando conoció a Dennise, una publicista, que comenzó a ser conocido en la pasarela de la moda como uno de los más hermosos modelos. Incluso recordaba un poco a Sebastian Bach de Skid Row o a Andrej Pejic. Aquella cabellera mullida de un rojizo natural que caía ondeante sobre sus hombros, sus labios delicadamente sensuales en una cálida sonrisa y aquella mirada de ojos verdosos, con pestañas largas y espesas... lo único que podía separarle de ser una mujer hecha y derecha, eran sus genitales. Sin embargo, en contra de los deseos de Dennise, Victor salía de vez en cuando a pasear por bares -en sus mejores fachas femeninas- para pescar hombres a los cuales les encantaba darse de machitos y luego burlarse de ellos, por maricones pues él siendo una mujer tan hermosa hacía a todos rendirse a sus pies.
Alexander era un hombre desgarrado por tres grandes pasiones: la sangre, el dinero y las pelirrojas. Si tenía la oportunidad de tener uno o dos entonces se consideraba un hombre afortunado, tener esas tres cosas era una de sus mayores aspiraciones y eventualmente las tenía; aunque esta última no duraba más de unas horas y con respecto a la sangre, no era difícil conseguirla cuando se disponía de sus encantos. El dinero era otra cosa. No importaba cuando dinero gastara en coches, cenas lujosas o inversiones pues las ganancias y las cifras de sus cuentas bancarias seguían multiplicándose con cada nueva obra. Para el mundo humano el apellido Dupont no tenía otro significado que el de una cadena hotelera -una de las más lujosas en el globo terráqueo por cierto- pero nada del otro mundo, nada de lo que se pudiera sospechar y en eso Alexander había sido muy cuidadoso porque naturalmente odiaba los alborotos. Cualquier alboroto que no fuera causado por él mismo, desde luego, entonces sí se divertía de lo lindo. Tal era el caso que cuando el vampiro llegó al bar, viendo a unos tipos disputándose por una preciosa señorita, no tardó nada en aprovechar aquel momento de estupidez humana -que no eran nada raros- para sacarla de allí. Paseó con la chica que figuraba unos 16 o 17 años como máximo y hablaron de cualquier trivialidad, que en realidad al pelinegro no le interesaba, mientras aquella sonrisa encantadora del Dupont hacía lo de siempre. Y cuando la noche comenzó a enfriarse la dama le llevó a su piso y no dudo en buscar calor corporal en aquel hombre, Alexander Dupont, al cual también había visto como modelo en una u otra revista de traje baños masculinos. Fue entonces cuando el vampiro deslizó la diestra bajo la falda de la fémina y....¡Pero qué carajos! Era un muchacho. ¡Era un jodido muchacho! El gruñido de una bestia resonó en el recinto y lo último en escucharse fue el crujir de un hueso. Una mirada vidriada, una nuca partida en dos y un cadáver dentro de aquel diminuto departamento. Nota mental: Tocar antes de besar.
Tras deshacerse de la evidencia y del cuerpo, Alexander dejó la escena del crimen impoluta, llevándose todo el dinero en efectivo que el muchacho guardara. Al final de la pequeña aventura con su amigo el travesti decidió volver al bar, en busca de una nueva presa femenina.
{...}
Alexander era un hombre desgarrado por tres grandes pasiones: la sangre, el dinero y las pelirrojas. Si tenía la oportunidad de tener uno o dos entonces se consideraba un hombre afortunado, tener esas tres cosas era una de sus mayores aspiraciones y eventualmente las tenía; aunque esta última no duraba más de unas horas y con respecto a la sangre, no era difícil conseguirla cuando se disponía de sus encantos. El dinero era otra cosa. No importaba cuando dinero gastara en coches, cenas lujosas o inversiones pues las ganancias y las cifras de sus cuentas bancarias seguían multiplicándose con cada nueva obra. Para el mundo humano el apellido Dupont no tenía otro significado que el de una cadena hotelera -una de las más lujosas en el globo terráqueo por cierto- pero nada del otro mundo, nada de lo que se pudiera sospechar y en eso Alexander había sido muy cuidadoso porque naturalmente odiaba los alborotos. Cualquier alboroto que no fuera causado por él mismo, desde luego, entonces sí se divertía de lo lindo. Tal era el caso que cuando el vampiro llegó al bar, viendo a unos tipos disputándose por una preciosa señorita, no tardó nada en aprovechar aquel momento de estupidez humana -que no eran nada raros- para sacarla de allí. Paseó con la chica que figuraba unos 16 o 17 años como máximo y hablaron de cualquier trivialidad, que en realidad al pelinegro no le interesaba, mientras aquella sonrisa encantadora del Dupont hacía lo de siempre. Y cuando la noche comenzó a enfriarse la dama le llevó a su piso y no dudo en buscar calor corporal en aquel hombre, Alexander Dupont, al cual también había visto como modelo en una u otra revista de traje baños masculinos. Fue entonces cuando el vampiro deslizó la diestra bajo la falda de la fémina y....¡Pero qué carajos! Era un muchacho. ¡Era un jodido muchacho! El gruñido de una bestia resonó en el recinto y lo último en escucharse fue el crujir de un hueso. Una mirada vidriada, una nuca partida en dos y un cadáver dentro de aquel diminuto departamento. Nota mental: Tocar antes de besar.
Tras deshacerse de la evidencia y del cuerpo, Alexander dejó la escena del crimen impoluta, llevándose todo el dinero en efectivo que el muchacho guardara. Al final de la pequeña aventura con su amigo el travesti decidió volver al bar, en busca de una nueva presa femenina.
Alexander Dupont- †Sweet Bastard†
- Mensajes : 803
Re: Oh, sorry, do I know you? {Zafrina}
Amaba New York por muchas cosas, pero la semana de la moda era la razon mas fuerte que acababa por hacerme adicta a la gran manzana...
Asistia cada año para renovar mi vestuario y actualizar las tendencias de mi inmenso guardarropa. Era sin duda una de las grandes pasiones de mi vida... la moda... amor de mis amores, casi al mismo nivel de apreciacion que siento por el sexo, la gran delicia de la vida
La noche neoyorquina era divertida y variada, por lo que siempre resultaba grato pasear luego de un dia entero dedicado a la moda, los fotografos y a los diseñadores...
me puse un vestido negro sexy pero no en extremo atrevido (por que de por si mi cuerpo sin proponercelo capta la atencion inmediata), unos tacones de lujo, algo de maquillaje y alborote mi melena larga dandole un toque salvaje y sensual.
me habian dicho de un bar famoso al qeu la mayoria de la gente influyente le daba por asistir, asi qeu no siendo menos que ellos, me dirigi alli, sabiendo qeu entrar no seria problema; basto con qeu mirara al chico de la entrada para qeu quedara embobado y me abriera paso entre la multitud qeu rogaba entrar a ese sitio tan esclusivo.
era un lugar agradable y habia mucha gente, por lo que me detube un momento viendo a la concurrencia, como quien lee con placer el menu de un restaurant....
chico?... chica?... joven...? viejo...?
testeaba velozmente mientras pasaba mi mirada en los presentes...
naturalmente pasados unos minutos de que ingresara ya habia gente qeu me miraba con interes y tras unos segundos mas ya tenia a la concurrencia atenta a mis movimientos; sonrei suavemente con cierta picardia y camine abriendome paso entre el gentio, ollendo los aburridos comentarios de los siempre deslumbrados humanos ante una belleza, y en especial, ante una tan unica y despampanante como la mia.
me acerque a la barra y pedi un trago fuerte, aunque no lo pensaba tomar, mientras finjia no escuchar las ancias de ciertos caballeros del lugar;
humanos... eran una delicia en cierto modo: calidos y frajiles... lastimosamente no duraban casi nada en la cama y acababan como cena, sin dejarme satisfecha del todo... esa era la parte frustrante.
capte a un par de hibridos en un grupo alejado, pero a simple vista se notaba la dulce inexperiencia de su edad... probablemente debian de tener 7 años aunque se veian adultos... no servirian...
habia un vampiro tambien, dentro de la oleada de aromas; lo encontre rapidamente sentado en el extremo opuesto de la barra;se veia un poco serio, con esos ojos de asecino encubiertos con una encantadora y sexy sonrisa que esbozaba de a ratos, viendo divertido a una chiquilla rubia que parecia sufrir un orgasmo de solo hablar con el...
sonrei para mis adentros.... al parecer no era la unica qeu andaba de caceria
Asistia cada año para renovar mi vestuario y actualizar las tendencias de mi inmenso guardarropa. Era sin duda una de las grandes pasiones de mi vida... la moda... amor de mis amores, casi al mismo nivel de apreciacion que siento por el sexo, la gran delicia de la vida
La noche neoyorquina era divertida y variada, por lo que siempre resultaba grato pasear luego de un dia entero dedicado a la moda, los fotografos y a los diseñadores...
me puse un vestido negro sexy pero no en extremo atrevido (por que de por si mi cuerpo sin proponercelo capta la atencion inmediata), unos tacones de lujo, algo de maquillaje y alborote mi melena larga dandole un toque salvaje y sensual.
me habian dicho de un bar famoso al qeu la mayoria de la gente influyente le daba por asistir, asi qeu no siendo menos que ellos, me dirigi alli, sabiendo qeu entrar no seria problema; basto con qeu mirara al chico de la entrada para qeu quedara embobado y me abriera paso entre la multitud qeu rogaba entrar a ese sitio tan esclusivo.
era un lugar agradable y habia mucha gente, por lo que me detube un momento viendo a la concurrencia, como quien lee con placer el menu de un restaurant....
chico?... chica?... joven...? viejo...?
testeaba velozmente mientras pasaba mi mirada en los presentes...
naturalmente pasados unos minutos de que ingresara ya habia gente qeu me miraba con interes y tras unos segundos mas ya tenia a la concurrencia atenta a mis movimientos; sonrei suavemente con cierta picardia y camine abriendome paso entre el gentio, ollendo los aburridos comentarios de los siempre deslumbrados humanos ante una belleza, y en especial, ante una tan unica y despampanante como la mia.
me acerque a la barra y pedi un trago fuerte, aunque no lo pensaba tomar, mientras finjia no escuchar las ancias de ciertos caballeros del lugar;
humanos... eran una delicia en cierto modo: calidos y frajiles... lastimosamente no duraban casi nada en la cama y acababan como cena, sin dejarme satisfecha del todo... esa era la parte frustrante.
capte a un par de hibridos en un grupo alejado, pero a simple vista se notaba la dulce inexperiencia de su edad... probablemente debian de tener 7 años aunque se veian adultos... no servirian...
habia un vampiro tambien, dentro de la oleada de aromas; lo encontre rapidamente sentado en el extremo opuesto de la barra;se veia un poco serio, con esos ojos de asecino encubiertos con una encantadora y sexy sonrisa que esbozaba de a ratos, viendo divertido a una chiquilla rubia que parecia sufrir un orgasmo de solo hablar con el...
sonrei para mis adentros.... al parecer no era la unica qeu andaba de caceria
Zafrina- Mensajes : 332
Localización : en la selva
Re: Oh, sorry, do I know you? {Zafrina}
Mientras caminaba de regreso una sensación de pánico le invadió y su erección -que ya se había hecho notoria- parecía haberse desvanecido de un momento a otro. No, no tenía nada de qué preocuparse, él no era homosexual y en realidad no tenía ningún prejuicio contra ellos siempre que no intentaran violarlo, como acababa de pasar con el crío travestí. Si se hubiera besado con aquel muchacho, sabiendo que no era mujer, con seguridad no se le hubiera parado pero aquella preciosa cabellera roja, casi tan hermosa como la de su hermana y otras tantas pelirrojas, le había embelesado al punto de alterar todos sus sentidos. No tardo demasiado en llegar nuevamente al bar, que ahora parecía más calmado y repleto que la última vez, lo cual agradeció aunque esperaba encarecidamente que ningún otro bocadito viniera con sorpresas. Fue entonces cuando un aroma le enloqueció, era el aroma de Zafrina aunque él no estaba del todo seguro de estar agradecido por verle, sin duda le encantaba, su aura de sensualidad, aquella pasión que su piel desprendía. Su rostro no tenía nada de especial pero su cuerpo... su cuerpo era fascinante... casi podía sentir las feromonas ajenas penetrar en su propia piel. Un gruñido bajo, como un ronroneo, se desprendió de su garganta en una frecuencia que solamente vampiros hubieran podido detectar y avanzó con su natural altanería hacia la barra. Había otro vampiro y unos híbridos pero a él no le preocupaba eso, los Cullens no cazaban en Nueva York y estos parecían no-americanos, el vampiro tenía el típico aire ario mientras que los híbridos estarían nada más de pasada. Pidió un tequila, un limón y sal para dar el primer shot y se volvió hacia la morena, con su típica sonrisa altanera de medio lado.
-Qué agradable sorpresa- murmulló con notable sarcasmo, mirándola de arriba a abajo, disgustado y extasiado a la vez.
Pensó en decir algo más pero decidió permanecer en silenció, observando cautelosamente cada una de sus acciones. Aquella mujer le inspiraba sensaciones que no había sentido desde que era humano, recordar su pasado había sido un golpe bajo a su ego y ahora... ¡Ahora simplemente debía olvidar aquello! Era inútil, debía deshacerse de las emociones inútiles, excepto de una: la que llegaba a experimentar por Britney, su pequeña hija y por los suyos. Alexander era el tipo de persona que, una vez te consideraba "suya" se aseguraba de hacerte el más feliz sobre la tierra y Britney definitivamente era suya, suya y de nadie más, nunca más se arriesgaría a perderle. No, de ninguna manera la podía perder porque ella era la tua cantante y si Zafrina le enloquecía, no había forma de describir aquello que Britney le hacía sentir. Ella era perfecta, absolutamente perfecta; al principio había sido más que nada un interés, una bolsa de la sangre más preciada y costosa -en su caso-. Y fue tras la primera vez que lo hicieron que se dio cuenta de ello: le amaba. Le amaba profundamente y le amaría siempre, porque ella era única.
off. Disculpa si no es lo que esperabas, es que yo tomo en cuenta el rol de cb (osea, técnicamente para éste post ya yo Alex conoce a Zafrina, además que nos vimos ya en la boda de Hel) :3
-Qué agradable sorpresa- murmulló con notable sarcasmo, mirándola de arriba a abajo, disgustado y extasiado a la vez.
Pensó en decir algo más pero decidió permanecer en silenció, observando cautelosamente cada una de sus acciones. Aquella mujer le inspiraba sensaciones que no había sentido desde que era humano, recordar su pasado había sido un golpe bajo a su ego y ahora... ¡Ahora simplemente debía olvidar aquello! Era inútil, debía deshacerse de las emociones inútiles, excepto de una: la que llegaba a experimentar por Britney, su pequeña hija y por los suyos. Alexander era el tipo de persona que, una vez te consideraba "suya" se aseguraba de hacerte el más feliz sobre la tierra y Britney definitivamente era suya, suya y de nadie más, nunca más se arriesgaría a perderle. No, de ninguna manera la podía perder porque ella era la tua cantante y si Zafrina le enloquecía, no había forma de describir aquello que Britney le hacía sentir. Ella era perfecta, absolutamente perfecta; al principio había sido más que nada un interés, una bolsa de la sangre más preciada y costosa -en su caso-. Y fue tras la primera vez que lo hicieron que se dio cuenta de ello: le amaba. Le amaba profundamente y le amaría siempre, porque ella era única.
off. Disculpa si no es lo que esperabas, es que yo tomo en cuenta el rol de cb (osea, técnicamente para éste post ya yo Alex conoce a Zafrina, además que nos vimos ya en la boda de Hel) :3
Alexander Dupont- †Sweet Bastard†
- Mensajes : 803
Re: Oh, sorry, do I know you? {Zafrina}
divertida observaba al apuesto vampirito con su blonda presa; se veia guapo pero su seriedad era un toque molesto para mi natural apetito.
de la nada surgio Alexander a mi lado con esa sonrisa maligna y picara a la vez, pidiendo un trago y hablando con ese tono ironico y altanero, dejando ver como siempre, que encontrarce conmigo no era una experiencia del todo grata
_ lo mismo digo encanto..._ respondi sonriendo, devolviendole el mismo tono ironico que el habia usado, viendolo de reojo un momento, aspirando su escencia deliciosamente masculina, aunque con un toque ajeno en su ropa...
lo mire con malicia, indagando como siempre en sus impenetrables ojos, desviando en una vista rapido hacia el resto de su cuerpo
_ mmhhh... la caceria acabo muy pronto, cariño...?_ pregunte suavemente, sintiendo ese otro aroma humano presente aun en la ropa, indicando claramente que las manos de su presa habian registrado bien su cuerpo; note una lijera marca de rouge en la comisura de sus labios
_ te ha besado con ganas..._ dije con calma y luego al seguir viendole sonrei divertida_ pero no ha pasado a mayores... arriezgo a decir qeu ni le has mordido siquiera...
me cruce de piernas seductoramente, evaluando su actitud; sin duda cualquiera alla sido la presa, quedo con ganas y se veia visualmente molesto por algo
_ vamos Alex... quita esa cara..._ comente con finjida inocencia_ te ves bastante insatisfecho y eso no te queda...
of no hay problema; la verdad no sabia si en el post debian hacer como que no se conocian o si valia todo lo anterior; gracias por aclararlo n.n
de la nada surgio Alexander a mi lado con esa sonrisa maligna y picara a la vez, pidiendo un trago y hablando con ese tono ironico y altanero, dejando ver como siempre, que encontrarce conmigo no era una experiencia del todo grata
_ lo mismo digo encanto..._ respondi sonriendo, devolviendole el mismo tono ironico que el habia usado, viendolo de reojo un momento, aspirando su escencia deliciosamente masculina, aunque con un toque ajeno en su ropa...
lo mire con malicia, indagando como siempre en sus impenetrables ojos, desviando en una vista rapido hacia el resto de su cuerpo
_ mmhhh... la caceria acabo muy pronto, cariño...?_ pregunte suavemente, sintiendo ese otro aroma humano presente aun en la ropa, indicando claramente que las manos de su presa habian registrado bien su cuerpo; note una lijera marca de rouge en la comisura de sus labios
_ te ha besado con ganas..._ dije con calma y luego al seguir viendole sonrei divertida_ pero no ha pasado a mayores... arriezgo a decir qeu ni le has mordido siquiera...
me cruce de piernas seductoramente, evaluando su actitud; sin duda cualquiera alla sido la presa, quedo con ganas y se veia visualmente molesto por algo
_ vamos Alex... quita esa cara..._ comente con finjida inocencia_ te ves bastante insatisfecho y eso no te queda...
of no hay problema; la verdad no sabia si en el post debian hacer como que no se conocian o si valia todo lo anterior; gracias por aclararlo n.n
Zafrina- Mensajes : 332
Localización : en la selva
Re: Oh, sorry, do I know you? {Zafrina}
Alexander le dedicó una mirada incisiva, cortante como el filo de un hacha y de esas con las que solía intimidar a sus trabajadores cuando no hacían algo bien para que lo corrigiera; claro que ésto era nada más que un vano capricho porque eran precisamente esos los que solían morir de forma accidentalmente inesperada en algún infortunado accidente de transito o atacados por algún animal salvaje durante sus "excursiones" al bosque en el fin de semana. Siseó como queriendo desaprobar su comentario, "encanto", ¡aquella! sí, aquella de allí -pues no había mejor nombre para describirla- ¡se atrevía a llamarle encanto! Hizo una mueca para expresar su desagrado, rodó los ojos y tomo el segundo shot, el cual pasó con algo de dificultad tras escucharla. El vampiro dedujo de inmediato que algo en él le había delatado y buscó atentamente algún metal donde pudiera reflejarse sin embargo el destino estuvo de su lado en aquella ocasión y pudo ver su reflejo en el espejo de una dama que retocaba su rimel. El momento plantó el diminuto vaso sobre la barra y en un rápido pero disimulado movimiento borró toda evidencia de haber alguna vez besado a aquella criatura del mal inconforme con su sexualidad.
-Llevaba implantes -se excusó mientras se volvía contra la barra y ponía ojos en blanco para luego henchirse de orgullo al hablar-. Ya sabes que soy todo un semental pero prefiero el encanto de la naturaleza.
Alexander solía ser capaz de disfrazar muy bien sus pensamientos, incluso sus sentimientos cuando era de menester pero ahora mismo había llegado al límite de la humillación. Rodó los ojos mientras miraba ciertamente concentrado buscando una chica atractiva a la cual seducir aquella noche aunque le hubiera gustado más encontrarse a plena calle con una de esas chicas que le veían en revistas y pedían su autógrafo o una foto juntos. Aquellas chicas eran dulces corderitos en la calle pero se mostraban realmente desesperadas en la cama, como si hubieran ansiado ése día por toda la eternidad y apostaba mil dólares a que ninguna de ella se habría imaginado en aquella situación hasta el momento en que lo vivían y no precisamente para contarlo.
-Ven y quítamela, preciosa.
-Llevaba implantes -se excusó mientras se volvía contra la barra y ponía ojos en blanco para luego henchirse de orgullo al hablar-. Ya sabes que soy todo un semental pero prefiero el encanto de la naturaleza.
Alexander solía ser capaz de disfrazar muy bien sus pensamientos, incluso sus sentimientos cuando era de menester pero ahora mismo había llegado al límite de la humillación. Rodó los ojos mientras miraba ciertamente concentrado buscando una chica atractiva a la cual seducir aquella noche aunque le hubiera gustado más encontrarse a plena calle con una de esas chicas que le veían en revistas y pedían su autógrafo o una foto juntos. Aquellas chicas eran dulces corderitos en la calle pero se mostraban realmente desesperadas en la cama, como si hubieran ansiado ése día por toda la eternidad y apostaba mil dólares a que ninguna de ella se habría imaginado en aquella situación hasta el momento en que lo vivían y no precisamente para contarlo.
-Ven y quítamela, preciosa.
Alexander Dupont- †Sweet Bastard†
- Mensajes : 803
Re: Oh, sorry, do I know you? {Zafrina}
cuando alex menciono su escusa del por que no habia pasado a mayores su encuentro con su presa enarque una ceja en clara señal de que no le creia la justificacion...
era evidente qeu algo le habia salido mal pero orgulloso como era, jamas admitiria el mas minimo error
_ si tu lo dices..._ comente ironica, devolviendole la misma mirada fria que el me daba, solo que yo sonreia viendo que mentia con descaro_ honestamente eso de que eres un semental lo sabra tu mujer y tus presas... desconosco tus preferencias amatorias...
parecio mirar a nuestro alrededor intentando, seguramente, captar a su proxima victima y asi saciar su insatisfaccion primera; por mi parte regrese mi vista a la parejita de la blonda y el vampiro serio, notando que la chica se habia ganado su sentencia cuando el chico le ofrecio irce juntos para tener mas privacidad, qeu obviamente acabaria en la cena de el y en la muerte de ella.
luego en un giro sobre su actitud hacia mi, sugirio no sin arrogancia, qeu le quitara la cara desanimada y frustrada que portaba en esos momentos;sonrei al oirle, pues aunque su actitud altanera, sin duda no era de mi agrado, algo en Alex lograba hacerle simpatico sin importar su petulante manera de ser.
_ vaya... si que eres inestable en tu actitud, cariño..._ le mire divertida, pero sin sorpresa, pues me era bastante comun el tener que tolerar a mucha gente como el: arrogante sin limite, a quienes sin duda yo no les agradaba, pero asi y todo querian mostrar como podian usarme como a cualquier otra_ no acabaste de decir qeu tu prefieres el encanto de la naturalidad? yo soy lo mas irreal qeu existe en el mundo cariño... soy puras iluciones..._ sonrei maliciosa, mencionando mordazmente mis habilidades_ no podria cambiarte esa cara de frustracion qeu traes hoy, por que basicamente para eso no tendria que ser yo misma...tendria qeu ser otra... verdad...?
mientras hablaba habia aprobechado su cercania, apoyando ligeramente mi mano sobre la suya, y al contacto de su piel, fue facil ahora comenzar a usar mi don: crear iluciones mentales que suplantaban la realidad sin que la otra persona fuera del todo conciente
_mmhh..._ murmure casi en un ronroneo sensual muy cerca de alex, viendo su mirada segura sin el menor atisvo de miedo_ quien tendria qeu ser para gustarte...?_ pregunte despacio, pensando en la ilucion qeu estaba a punto de crear
sabia cuales eran los unicos puntos deviles de Alex: la gente que amaba; un minimo y muy selecto grupo de gente por la cual daria la vida....
al entrar en contacto con la piel de alex tenia acceso a el y asi crear iluciones que en nada envidianban a la realidad; el me miraba sin saber que pretendia hasta que su adorada britney aparecio a nuestro lado viendolo con su mejor cara de enfado; seguidamente hice que la mente de alex viera a su querida hermana mae y a su lado a helene....
puse ante el tres de sus mujeres mas importantes y realmente parecia que estaban alli presentes, tanto que por primera vez vi un minimo asombro en el rostor de mi pelinegro arrogante.
sonrei de lado sin haberme alejado de el y pregunte con mi tono suave
_ y bien....? quien de ellas tendria que ser para cambiarte ese mal humor que traes....?
era evidente qeu algo le habia salido mal pero orgulloso como era, jamas admitiria el mas minimo error
_ si tu lo dices..._ comente ironica, devolviendole la misma mirada fria que el me daba, solo que yo sonreia viendo que mentia con descaro_ honestamente eso de que eres un semental lo sabra tu mujer y tus presas... desconosco tus preferencias amatorias...
parecio mirar a nuestro alrededor intentando, seguramente, captar a su proxima victima y asi saciar su insatisfaccion primera; por mi parte regrese mi vista a la parejita de la blonda y el vampiro serio, notando que la chica se habia ganado su sentencia cuando el chico le ofrecio irce juntos para tener mas privacidad, qeu obviamente acabaria en la cena de el y en la muerte de ella.
luego en un giro sobre su actitud hacia mi, sugirio no sin arrogancia, qeu le quitara la cara desanimada y frustrada que portaba en esos momentos;sonrei al oirle, pues aunque su actitud altanera, sin duda no era de mi agrado, algo en Alex lograba hacerle simpatico sin importar su petulante manera de ser.
_ vaya... si que eres inestable en tu actitud, cariño..._ le mire divertida, pero sin sorpresa, pues me era bastante comun el tener que tolerar a mucha gente como el: arrogante sin limite, a quienes sin duda yo no les agradaba, pero asi y todo querian mostrar como podian usarme como a cualquier otra_ no acabaste de decir qeu tu prefieres el encanto de la naturalidad? yo soy lo mas irreal qeu existe en el mundo cariño... soy puras iluciones..._ sonrei maliciosa, mencionando mordazmente mis habilidades_ no podria cambiarte esa cara de frustracion qeu traes hoy, por que basicamente para eso no tendria que ser yo misma...tendria qeu ser otra... verdad...?
mientras hablaba habia aprobechado su cercania, apoyando ligeramente mi mano sobre la suya, y al contacto de su piel, fue facil ahora comenzar a usar mi don: crear iluciones mentales que suplantaban la realidad sin que la otra persona fuera del todo conciente
_mmhh..._ murmure casi en un ronroneo sensual muy cerca de alex, viendo su mirada segura sin el menor atisvo de miedo_ quien tendria qeu ser para gustarte...?_ pregunte despacio, pensando en la ilucion qeu estaba a punto de crear
sabia cuales eran los unicos puntos deviles de Alex: la gente que amaba; un minimo y muy selecto grupo de gente por la cual daria la vida....
al entrar en contacto con la piel de alex tenia acceso a el y asi crear iluciones que en nada envidianban a la realidad; el me miraba sin saber que pretendia hasta que su adorada britney aparecio a nuestro lado viendolo con su mejor cara de enfado; seguidamente hice que la mente de alex viera a su querida hermana mae y a su lado a helene....
puse ante el tres de sus mujeres mas importantes y realmente parecia que estaban alli presentes, tanto que por primera vez vi un minimo asombro en el rostor de mi pelinegro arrogante.
sonrei de lado sin haberme alejado de el y pregunte con mi tono suave
_ y bien....? quien de ellas tendria que ser para cambiarte ese mal humor que traes....?
Zafrina- Mensajes : 332
Localización : en la selva
Re: Oh, sorry, do I know you? {Zafrina}
Para Alexander decir una media mentira estaba lejos de ser una mentira completa y por tanto tenía el componente de una media verdad. El transexual le había burlado por completo no lo admitiría pero su respuesta había sido una media mentira que a su vez fue una media verdad, la que el chico en cuestión si tenía implantes pero ella no tenía que saber que se había tratado de un él y no de una ella. Por norma general Alexander no mentía, o al menos no decía mentiras completas, por lo que su consciencia podría llamarse "limpia". En realidad, Alexander ni siquiera parecía tener consciencia, lo más parecido a eso era su sentido común y su impetuoso deseo por no hacerle daño a Britney. Ver a Britney llorando le encogía su muerto corazón, pensar que le hacía daño le hacía una herida profunda y difícil de sellar. Para su suerte, gozaba de una extraordinaria memoria selectiva, si no deseaba recordar algo simplemente lo arrojaba a un depósito sellado. El pelinegro se había entrenado durante varias décadas, entrenando su subconsciente, de modo que pudiera tener su memoria y pensamientos bajo excelente control. Sabía bien cuando debía comportarse de una forma y cuándo de otra, ahora incluso había desarrollado una especie de personalidad análoga a su yo anterior. Alexander, la bestia que había acabado con la vida de miles de inocentes, aplicándoles torturas de las más terribles y él; Alex, un hombre como cualquier otro, un tanto insoportable, con aspiraciones como cualquier otro, con puntos débiles y con expectativas a algo mejor. Con todo, tenía cierto encanto magnético, un poco diferente a lo que él pensaba de sí con respecto a otros pues su nivel de autoestima sobrepasaba el obelisco más alto del mundo. El vampiro ignoró a su morena "acompañante" y dio un gran sorbo a su vaso pidiendo un nuevo trago, después de todo debía aparentar mientras buscaba a una señorita a la cual arrastrar al más oscuro abismo.
-Desde luego, tan irreal como un vampiro en un cuento de hadas con sirenas y ponys- rodó los ojos sin prestar verdadera atención a sus palabras de lo cual más tarde se arrepintió. Le miró entonces realmente interesado, de un momento a otro le parecía que la distancia se había acortado entre ambos incluso a un punto incómodo. Bueno, al menos a él le parecía incómodo que Zafrina invadiera su espacio personal mientras hablaba de un modo tan sugerente.
-¿Qué estás haciéndome?- preguntó en un murmuro bajo sintiendo la tensión sexual entre ambos, su cuerpo traicionando sus anticuados ideales… no… más allá de eso, su odio por el pasado era lo que le había impedido haberse lanzado ya a sus labios-. Arpías como tú siempre tienen algo entre manos.
Sí eso era, una arpía, una arpía maldita que estaba intentando hacerle caer en los brazos de la tentación. Britney no se iba a enterar ¿cierto? Después de todo lo que no sabes no te hace daño. ¿Pero en que punto era Zafrina capas de mantener un secreto de magnitud? ¡NO! Alexander batió la cabeza alejando aquel pensamiento de su cabeza. Y antes de darse cuenta estaban tres de sus cuatro mujeres más importante. No, no era verdad. No podía ser verdad… ellas no habían entrado en ningún momento pero se veían tan vividas y reales… La sorpresa se fue de su rostro tan rápido como había aparecido cuando ella misma confirmó sus sospechas al hablar. Lanzó un bufido divertido.
-Definitivamente no-Mae- le miró ahora con una sonrisa enigmática, el dedo índice del pelinegro se poso bajo el mentón de Zafrina para obligarla a verle a los ojos y enfatizar sus palabras-. ¿Acaso no te enseñaron a no jugar con el fuego? Te puedes quemar....
Alexander llegó a divisar a una preciosa fémina de cabellera rojiza, sintiéndose encantado de inmediato se lanzó a por ella.
#Partida abandonada por inactividad.
-Desde luego, tan irreal como un vampiro en un cuento de hadas con sirenas y ponys- rodó los ojos sin prestar verdadera atención a sus palabras de lo cual más tarde se arrepintió. Le miró entonces realmente interesado, de un momento a otro le parecía que la distancia se había acortado entre ambos incluso a un punto incómodo. Bueno, al menos a él le parecía incómodo que Zafrina invadiera su espacio personal mientras hablaba de un modo tan sugerente.
-¿Qué estás haciéndome?- preguntó en un murmuro bajo sintiendo la tensión sexual entre ambos, su cuerpo traicionando sus anticuados ideales… no… más allá de eso, su odio por el pasado era lo que le había impedido haberse lanzado ya a sus labios-. Arpías como tú siempre tienen algo entre manos.
Sí eso era, una arpía, una arpía maldita que estaba intentando hacerle caer en los brazos de la tentación. Britney no se iba a enterar ¿cierto? Después de todo lo que no sabes no te hace daño. ¿Pero en que punto era Zafrina capas de mantener un secreto de magnitud? ¡NO! Alexander batió la cabeza alejando aquel pensamiento de su cabeza. Y antes de darse cuenta estaban tres de sus cuatro mujeres más importante. No, no era verdad. No podía ser verdad… ellas no habían entrado en ningún momento pero se veían tan vividas y reales… La sorpresa se fue de su rostro tan rápido como había aparecido cuando ella misma confirmó sus sospechas al hablar. Lanzó un bufido divertido.
-Definitivamente no-Mae- le miró ahora con una sonrisa enigmática, el dedo índice del pelinegro se poso bajo el mentón de Zafrina para obligarla a verle a los ojos y enfatizar sus palabras-. ¿Acaso no te enseñaron a no jugar con el fuego? Te puedes quemar....
Alexander llegó a divisar a una preciosa fémina de cabellera rojiza, sintiéndose encantado de inmediato se lanzó a por ella.
#Partida abandonada por inactividad.
Alexander Dupont- †Sweet Bastard†
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