Nightmare before Christmas [Robert]

Cuando hay que hacer algo hay que hacerlo bien. Y lo que quería estaba en Suiza. Era uno de los regalos que tenía que comprar y no dudé en buscar mi pasaporte -falsificado-, que no podía estar más sellado, e irme al aeropuerto. No hacía pereza a la hora de viajar por algún motivo concreto que me gustase a mi.
Después de varias horas de viaje y con la intención de quedarme al menos 3 días, bajé del avión en Suiza y me dispuse a ir al hotel, aunque no a descansar sino a dejar mis cosas en la habitación. Me encaminé al hotel y nada más llegar dejé las cosas y volví a la calle.

La verdad es que la ciudad era muy bonita y no tenía desperdicio un buen paseo, y más con las decoraciones navideñas que colgaban de las farolas o de las fachadas de las casas. Daba un buen ambiente a la ciudad, más cálido pese a que estaba nevando. Mis huellas quedaban grabadas a mi paso en la acera blanca. Ajusté mi bufanda, que era algo innecesaria pero un buen complemento invernal, y seguí mi paso contemplando luces, guirnaldas y escaparates.
A veces salía algún dependiente de su tienda y me ofrecía diferentes cosas para probar, y de esa forma acceder mejor a la venta. Pero yo casi siempre decía que no a todo. Iba con una idea fija y no quería que me entretuviesen. Después de negarme unas cuantas veces crucé la calle y torcí para entrar en otra, que también estaba decorada de rojos, dorados, verdes y plata. El olor a chocolate y mazapán salía de las tiendas e inundaba las calles. Entré a una chocolatería con la imagen de mi bff en la mente. De seguro que le iba a encantar encontrarse chocolate y dulces el 25 de Diciembre. ¡Era una choco-adicta! Compré una caja de surtidos chocolateados y salí de allí.

Hasta hacía unos años no celebraba la navidad. Estaba sola vagando por el mundo sin sitio fijo y no veía sentido a la fiesta. El encontrar a mi hermano, hacer amigos y tener pareja me habían hecho replantearme que pasar las fiestas con ellos era bastante bonito. Ahora me gustaba celebrarla y tener recuerdo de las anécdotas navideñas de otros años... Algunas mejor que otras, pero recuerdos de familia, a fin de cuentas.

Paseé por ahí esquivando a la gente cargada de bolsas y regalos y me detuve en un escaparate mirando un árbol de navidad hecho de mazapán. Era tan curioso que por poco no me di cuenta del olor que reemplazaba al de los dulces... Un vampiro.

Un viaje improvisado a Suiza, así había empezado la cosa, mas que un viaje de placer fue a arreglar algunos detalles con su cuenta de banco, ese banco era su predilecto desde hacia dos siglos y en general nunca le costó cambiar de "heredero" cuando se veía exagerado que el mismo Noback metiera y sacara dinero de su cuenta, así que había llegado el cambio de cada sesenta años.

Sus pasos por la plaza eran tranquilos, acababa de arreglar su plan de cambio de cuenta: asesinar a todos los del banco que aún recordarán su rostro era un plan sádico en si, pero a el no le importaba mucho asesinar a personas comunes y corrientes si eran un estorbo en sus planes a corto, medio o largo plazo y si el quería ese auto nuevo necesitaba hacer ese traspaso de millón y medio de euros.

Antes de comenzar su plan estudio a sus víctimas, en ese momento seguía a la hija de uno de los Bancarios, exactamente a la hija del coordinador general de transacciones internacionales, el tipo encargado de firmar bien vistos la mayoría de los documentos para transacciones grandes entre países.

La chiquilla era un encanto, dieciséis años, lindo rostro y cuerpo por igual definitivamente se divertiría con ella antes de asesinarla junto con toda su familia, más sus ideas homicidas fueron detenidas por un momento, su nariz capto un aroma, uno delicioso que el ya había olido antes: Una vampiresa, y no una cualquiera su comída preferida una estrié.

-Siempre hay tiempo para un bocadillo~


Dijo pára si mismo y dejo de seguir a la jovencita y cerro sus ojos concentrando su mente en buscar la fuente de ese delicioso aroma, cuando sintió un indicio más específico abrió sus ojos y sonrió malicioso, era hora de comer, sus pasos se encaminaron directo hacia donde esa deliciosa escéncia provenía. Sus movimientos eran lentos y tranquilos, no tenia prisa como para usar su velocidad de vampiro sólo necesito algunos pasos para encontrar con la vista a la dueña de esa escéncia tan exquisita y al verla....sonrió.

-Hey.....

El aroma del vampiro me hizo girarme para intentar encontrarlo también con la vista. No fue dificil de encontrar teniendo en cuenta que era capaz de ver la forma exacta de los copos que caían. Era el vampiro que ya había visto en varias ocasiones y no acabamos muy bien en la primera vez.
Me quedé frente a él conforme se iba acercando y correspondí a su saludo.
-Hey, ¿qué haces por aquí?
De verdad, el mundo era muy pequeño. Ya había visto al vampiro unas cuantas veces en poco tiempo.

La gente caminaba ajena a nosotros cargada con sus bolsas sin percatarse que los que estaban parados a su lado eran vampiros. ¿Quienes podían pensar que había seres sobrenaturales paseando en su misma calle? Por suerte para ellos conmigo podían estar tranquilos, no les haría nada. Pero, ¿y Robert?
Bueno, tampoco podía prejuzgar a la ligera. El problema era que mis encuentros con fotosensibles no habían sido agradables y eran puros asesinos, así que me mantuve alerta por si acaso a éste se le ocurriera hacer lío en la calle, pues estaba muy transitada a causa de las compras navideñas y últimos detalles.


off: éste no me ha quedado bien :/

La estudio de pies a cabeza, una linda vampireza de compras no habia mucho mas que decir al respecto pero algo fue un poco obvio para el: No le convenia atacarla. No solo porque, para ser Estrie era de hecho bastante poderosa si no que ademas no podia permitirse quedar distraido de su mision primordial: Asegurar su preservacion monetaria por otros sesenta años asi que opto por lo mas logico, ser amable.

-¿No puede uno vacacionar?

Pregunta sonriendo, siempre sonriendo en un deje casi sarcastico pero creible que el usaba con todo el mundo, a veces era dificil recordar cuando fue la ultima vez que sonrio sinceramente. No es como si lo extrañara ya que de hecho preferia su forma cruel de ser, era divertido ver sufrir a los demas a costa de su propia felicidad...no, no solo eso su felicidad surgia del dolor ajeno y eso era tan gratificante para el.

-¿Y tu señorita? ¿No estas algo lejos de tu terruño?

Sus clasicas referecias a la vieja Inglaterra, los siglos habian pasado pero su lenguaje seguia tan antiguo como su lugar de nacimiento, en incontables ocasiones personas se sentian confundidas por sus expresiones y analogias pero el siempre ignoraba ese hecho evitando cortar cabezas cada vez que se siente insultado.

Así que estaba de vacaciones, según él. No me parecía tan mal, entonces. Que paseara por aquí no suponía necesariamente que fuera a liarla.
Pero su pregunta siguiente me descolocó. ¿Terruño? O era una expresión rara o antigua, seguro, pues éso era la primera vez que lo escuchaba.
-¿Qué es terruño? ¿Donde vivo?
Quise saber girando muy levemente la cabeza, no había entendido lo que quería decir con éso.
Sí que era antiguo este vampiro, aunque la mayoría de los fotosensibles, por no decir todos, superaban el siglo de edad. Eran los primeros vampiros, de los que partíamos los demás, así que... Sí, eran como momias vivientes.
Esas expresiones tan rebuscadas de la edad de los caballeros, danzas pomposas en palacios, etc, destacaban sobremanera ahora mismo. Pese a tener la edad casi de jubilación de una persona humana no me consideraba vieja, pero... ¡wow! Esos vampiros fotosensibles sí que lo eran. ¿Cuántas épocas habría vivido éste que estaba frente a mi?

No dije mucho más esperando su respuesta sobre el terruño.

Una pequeña sonrisilla burlona se apodero de sus labios, una sonrisa falsa pero tan creible que solo una mente maestra lograria reconocer que era tan falsa como un billete de tres dolares. Nego suavemente mientras cerraba sus ojos un poco en seña de que no era algun tipo insulto o algo parecido, si no que era una expresion antigua.

-En mi epoca, se le llamaba terruño a tu barrio o lugar de origen

Explica de forma lenta, pero perfectamente entendible su tono aristocratico siempre habia sido algo dominante en el y sinceramente no era algo que le gustara ocultar, si no al contrario, adoraba que la gente viera en el: Un caballero de otro tiempo, un hombre fino y elegante que siempre demuestra su porte y elegancia hasta en la mas cotidiana de las situaciones. Sus finos ojos azules no dejaban de verla, directo a sus ojos, escrutijandola con la mirada de una forma silente pero visible.

-¿Como esta su hogar?

Pregunto nuevamente, pero esta vez en un tono y "lexico" mas usual y entendible para ella, no era como si la tratara de idiota, claro que no. Solo adapto su lenguaje al Ingles de ...bueno, de este milenio.

-¿Lugar de origen? Oh, pues... Tampoco tan lejos.
Comenté a su pregunta anterior. Claro que estaba relativamente lejos de Londres, mi lugar de origen, pero teniendo en cuenta que vivía en Tokyo y que hacía frecuentemente viajes a Londres, de varias horas de viaje el avón, era lógico que a mi la distancia Suiza-Inglaterra no me parecía de las más pesadas y largas... No estaban tan lejos.

Este tipo era tan raro... A pesar de que no me agradaba mucho hoy se estaba portando bien, o éso parecía. Era curioso, hablaba tan raro... Se demostraba quién era el vampiro más viejo de los dos. Este tipo debía haber estado en guerras antiguas. Yo tenía algunas palabras usadas en mi época, que no era tan antigua, pero bueno, siempre había alguna diferencia, pero con mi mezcla cultural por vivir en Japón había modernizado un poco mi forma de hablar. Pero este tipo hablaba como en la edad antigua. Destacaba seguro... Los humanos debían tomarle por loco, como un Quijote que pasase por ahí. Me resultaba rara su forma de hablar hasta a mi...

-Todo bien.
No dije mucho más a lo que dijo de mi hogar, y miré alrededor.
-¿Estás aquí de vacaciones?
Pregunté curiosa refiriéndome a la ciudad, no al país, pues él ya me había dicho que estaba de vacaciones. Parecía un buen lugar para estar de vacaciones, aunque no la ciudad, sino las montañas de los Alpes, tal vez.


off se borró mi post u.u Tuve que escribirlo de nuevo D:

La miro hablar con un interes bien finjido, sinceramente no le interesaba en lo mas minimo pero debia finjir que si. Escucho su pregunta y su mezquina sonrisa volvio a aparecer mientras asentia suavemente, Oh, ¡Eran unas macabras vacaciones! Pero obviamente no le diria eso a esa mujer, no, claro que no. Una pequeña mentira bastaria, no mas.

-Asi es, siempre me a gustado esquiar en nieve

Solto de manera fluida y tranquila, en parte era cierto le gustaba hacerlo. Pero no era ni por asomo lo que tenia como plan para ese dia y sinceramente no era mucho problema, ella aunque se veia poderosa seguro podria derrotarla, incluso con ella conociendo su don. El habia mejorado mucho en usarlo, la practica hace al maestro y el ya tenia mucha practica.

-Despues de todo, sin poder romperse nada aunque caigas de una altura considerable ¡Te da ventaja!

Una gutural risa escapo de sus labios, eso de ser duro como el diamante y resistete como el mejor forjado de los aceros siempre le habia gustado, era algo que hacia mas sencillo muchas cosas, aunque le quitaba la emocion a muchas otras.

Escuché lo que el vampiro decía sobre las vacaciones en el país. Le gustaba esquiar y no poder romperse nada era, sin duda, una ventaja. También pensaba lo mismo pero algo me decía que no estaba aquí sólo de vacaciones.
¿Iría a comprar algo? Lo dudaba mucho más...
-¿Eres nómada o tienes clan?
Pregunté directamente con cierta curiosidad. Siempre le había visto solo así que supuse que era nómada, pero ya no se sabía. Había tanto flujo de vampiros por el mundo que muchos, aunque tuviesen clan, iban solos por ahí.
Ahora que pensaba, los fotosensibles casi siempre, salvo excepciones, habían sido nómadas. No les gustaba juntarse con vampiros más modernos. Habían pasado la vida en las sombras y resguardados, ajenos a lo que pasaba fuera. ¿Habría clanes de vampiros fotosensibles? Me quedé pensando en éso un instante y supuse que alguno habría, pero eran raros.

También miré un momento al hombre buscando el amuleto para no calcinarse al sol. Un anillo, collar... O tatuaje, aunque éso no podía ver si lo tenía por tanta ropa de abrigo.

Alzo las cejas tenuemente ante su pregunta ¿Queria saber de su Clan? Bueno tecnicamente estaba en el clan de su "hermano" Damon pero sinceramente no le gustaba comentar de eso, principalmente porque era una patada en las pelotas obedecer al lider de ese clan Pro hibridos bajo amenazas de muerte, y detestaba que usara su Don en el.

-Asi es...formo parte de un Clan Pro Hibrido

Respondio elocuentemente, no tenia tantas ganas de hablar y mucho menos de ese asunto, la mayoria de su atencion estaba en distraer a la vampireza y que no notara sus homicidas intenciones. Lo de Pro Hibridos podia sonar extraño, ya que la mayoria de los clanes comercian con ellos en vez de ayudarlos, pero no se asusto en decirlo es decir, el era el Rey del descaro lo ultimo que podia tener era miedo de algo.