En busca de tranquilidad (Robert Nobrack )

Para muchos el invierno representa paz, alegría y esperanza, es la época en la que familiares y amigos se reúnen con el fin de compartir y fortalecer sus lazos afectivos, es una época para dar y recibir o al menos eso era lo que pensaba antes de obtener mi inmortalidad. Recuerdo que el invierno solía ser mi época favorita del año, no solo por las enormes y divertidas fiestas que se formaban si no porque el 24 de diciembre también se celebraba mi cumpleaños.

Ahora el invierno solo representa para mí un escenario de horror un recuerdo amargo que no ha sido capaz de abandonar mi mente. Muchos vampiros antiguos aseguran que todo este tormento desaparecerá con el tiempo pero yo realmente no estoy muy convencida. Es por ello que cada vez que se acerca el invierno abandono mi hogar y me dedico a recorrer el mundo para tratar de distraerme y evitar que todos esos recuerdos me atormenten.

Hacía ya un mes que no veía a mi pequeña Natasha, me habría encantado llevarla conmigo a recorrer el mundo pero con los Voltarados al acecho era demasiado peligroso, no podía correrme el riesgo de que se percataran de su existencia y menos ahora que la cazeria de hibridos ha aumentado de manera alarmante. En casa estaba segura con el resto de la familia.

Después de enviarle mi última carta desde California me teletransporte a Forks, el invierno ya casi terminaba y Forks siempre era mi última parada antes de regresar a casa, muchos inmortales suelen preguntarme el por qué siempre elijo a Forks como mi destino final y la respuesta es muy simple, Es aquí donde inicie mi nueva vida como inmortal antes de conocer a mi actual familia, para mi Forks tiene un significado especial…además es el hogar de algunos amigos cercanos.

A los pocos segundos de haber partido de california aparecí en un callejón obscuro, era un lugar bastante peligroso y poco recomendable para los turistas por ende se convertía en el lugar perfecto para aparecer si riesgo a ser descubierta. Esa tarde el cielo se encontraba bastante nublado y frio , la neblina cubría gran parte de la carretera y los rayos del sol apenas lograban penetrar las densas nubes. Arregle un poco mi traje y Salí del callejón a paso lento, las carreteras se encontraban casi vacías en su totalidad y era de esperarse, el viento soplaba con algo de fuerza y varios de los que estaban cerca se me quedaban viendo probablemente preguntándose cómo era capaz de soportar aquel clima con apenas un traje corto y tacones. Continúe caminando unos pocos metros más y tome asiento en una de las bancas del parque. Forks sigue tan acojedor como siempre- comente en voz baja mientras dibujaba una pequeña sonrisa.