Laufen für Ihr Herz -Shana-

Una fuerte tormenta agitaba Berlin esa madrugada cuando el jet privado aterrizo en la ciudad. El aparato patino sobre la pista por culpa del agua, casi chocando contra el hangar que lo contendria durante la estadia en el pais germano. Cuando finalmente estuvo dentro del edificio, la puerta lateral se abrio dejando ver a una pareja algo especial.

-Bueno llegamos -comento el hombre rubio mientras bajaba las escaleras del jet y caminaba hacia el fondo del hangar.

Detenido en el fondo del edificio habia un auto azul totalmente modificado. Desde hace dias debia viajar para una carrera dentro de la ciudad por lo cual habia mandado a reparar su viejo auto para dejarlo en perfectas condiciones, listo para la primera carrera de esa noche.

-Amor, estas lista? -pregunto subiendo al auto mientras esperaba que su novia subiera tambien para poder salir de ahi.

Un leve suspiro abandono sus labios luego de mirar sus ojos. Si algo no podia negar era que su novia lo convencia con una mirada. Habia lidiado con mafiosos, contrabandistas, asesinos e incluso una vez fue sometido a interrogatorio y jamas pudieron quebrarlo en cambio, ella ponia una mirada adorable logrando que dijera que si a todo lo que le pedia.

-Shana...no me mires asi...-encendio el auto, saliendo del hangar mientras pensaba.- Esta bien...pero primero iras conmigo en una ronda de practica...para asegurarme que nada te pase -la miro de reojo, dandole a entender que si no aceptaba, no correria.

Esperando la respuesta de su novia, cambio el rumbo hacia la zona exterior de la ciudad. Sin importar que dijera, irian a practicar primero y luego podrian salir a correr juntos. Por experiencia sabia que los corredores contra los que competiria les gustaba jugar sucio. Debia asegurarse que su novia no recibiera una sola herida por culpa de esos tramposos.

Un mensaje entro a su telefono. Las indicaciones del lugar de la carrera y la fecha. Segun decia, habian cambiando la carrera para el dia siguiente, debido a que unos policias recibieron un soplo de la locacion. Suspiro dejando el telefono a un costado, aun manejando por la carretera que salia de la ciudad hacia unos valles perfectos para practicar.

Los edificios desaparecion luego de un tiempo, pasando a un paisaje mas verde donde claramente los humanos aun no habian llevado su destructiva necesidad de expandirse. Esos valles habian sido uno de sus sitios favoritos para praticar cuando vivia cerca de la ciudad. Tenia total libertad para hacerlo sin temer el lastimar a alguien en caso de que perdiera el control de su auto o de que alguien notara su "condicion especial" cuando se mostrara virtualmente ileso. Le alegraba compartir ese lugar con la chica que lo acompañaba. Esa pequeña neofita que tantos dolores de cabeza le causo cuando se conocieron pero que lo ayudo a sentirse completo nuevamente. Ella con todo y sus locuras era su mundo entero, la unica razon por la que se mantenia en ese clan de locos del que ella era parte. Mantenerla a salvo era su primera prioridad aun sobre su propia seguridad pero eso ultimo se lo guardaba ya que sabia muy bien como reaccionaria. Luego de haber perdido dos de sus amigas mas cercanas, habia notado que lo cuidaba aun mas que antes, con el temor de que él tambien la dejara un dia, algo que jamas pasaria mientras viviera.

-Primero veamos si no destrozas el auto....-bajo su mano acariciando la ajena. -Y luego...tal vez te lleve a un lugar muy hermoso -le regalo una sonrisa muy misteriosa, volviendo su atencion al camino.

Atacar la curiosidad de Shana era algo que disfrutaba mucho. Le gustaba saber todo, volviendose loca cuando el hibrido mantenia algo en secreto. A pesar de ello casi siempre terminaba cediendo por sus formas sucias de converserlo, usando un rasgo demasiado peligroso para el. Su excesiva ternura. Esperaba ser lo suficientemente fuerte para no sucumbir nuevamente ante sus gestos. Cuando pasaron una curva, un frondoso valle cubierto de arboles y mucho pasto aparecio ante ellos.

-Bueno...hemos llegado amor...