Crimen y castigo-Amarylis Maddox LeFae

17 de noviembre de 2013, Londres.

La escena ya era bastante problemática. El hombre muerto estaba prácticamente en total estado de putrefacción y además su aroma era a lo menos, desagradable. La carne de un cadáver encontrado en el río, no era nada agradable de ver. Astor tendría problemas para identificarlo, afortunadamente le encontramos íntegro, y pudimos sacarlo de la misma manera.

En base a mi experiencia y a la numerosa cantidad de cadáveres que he encontrado desde que me incorporé a la policía, el hombre llevaba alrededor de cinco meses en el río. También tenía otro trabajo, asegurarme por orden de mi jefa, que no fuera víctima de un vampiro. Y si lo era, tenía que desaparecerlo, pero este no tenía signos de violencia propia de los vampiros, ni mucho menos se podía ver si los tejidos habían sido privados de la sangre antes del momento de muerte, aunque el agua no era muy útil en esto. De nuevo, Astor podría decirme con exactitud todo lo que necesitaba saber.

Sin embargo, otra de mis preocupaciones en ese momento era que llegará alguien que no quería ver ni en pintura, pero mi jefa consideraba de vital importancia ahora que le había incorporado a trabajar con nosotros. No me importaría en lo absoluto, si no fuera por su facilidad para sacarme de juicio y probar fuertemente mi paciencia.

De nuevo llegaba tarde. Le había llamado personalmente en el móvil que se le proporcionó por órdenes de Drystan, pero de nuevo me contestó con su acostumbrada insolencia. No me sorprendía en lo absoluto. Así como que no me sorprendía que llegara tarde. Lo que me exasperaba es que en parte sabía las razones de su comportamiento. No era idiota. Le encantaba y tenía una vena perversa por hacerme enojar.

Seguí observando los detalles de la escena, totalmente abstraído en todo lo que mis sentidos percibían. Las huellas, el aroma de su carne, todo me daba pistas para llegar a una conclusión. Ninguno de mis hombres me interrumpía, en especial por que sabían que me ponía extremadamente furioso cuando lo llegaban a hacer. Lo lamentaban con creces.

Mi proceso de pensamiento es bastante ordenado. Todo se mueve en base a lógica, pero necesito estar en total abstracción para realizar mis propias conclusiones. Armaba las piezas mentalmente, buscando la que encajará mejor con el. La evidencia que hallábamos en el hombre nos conducía a más pasos.

Primero, tenía una manta de un tejido realmente barato envolviéndole el cuerpo, cuando lo sacamos de la bolsa de plástico. Esa sería nuestra primera incógnita ¿de quién era la manta? ¿Era del hombre?¿O de su asesino? . Segunda, le había lanzado al río completo. Estaba tan ansioso o ansiosa de deshacerse del cadáver...tanto que no se le ocurrió no facilitarnos el trabajo cortándolo en piezas...tercera...tendríamos que ver por que tenía...

La escuché. ¿Por qué demonios tenía que llegar ahora? La miré con furia, apretando los puños para no cercenar su cabeza de su cuerpo, y conté mentalmente en búsqueda de no hacer una escenita, pero si provocó que apretara con tal fuerza mi puño que rompiera la grabadora que llevaba en mis manos. Me había costado cerca de novecientas libras esterlinas. Su chiste me acababa de costar novecientas libras esterlinas.

-Señorita LeFae-si, mis palabras estaban totalmente cargadas de  veneno.-Que placer que nos haya decidido acompañar a trabajar, y más placer ver que interrumpe a los que lo están haciendo-estaba molesto, odiaba que me interrumpieran en medio de mis pensamientos, por que alteraban mi lógica y mi pensamiento racional ,además me sentía con la ansiedad y obsesión de empezar desde el principio.-¿Por qué ha entrado, si nadie le ha solicitado?-gruñí, viendo como mis propios colegas se alejaban temerosos de su vida. Si fuera hombre...le hubiera lanzado hasta la patrulla con mi mano.

Yo bien sabía que se había divertido a mi costa. Me preguntaba si Drystan también se divertía poniéndome a esta clase de parásito a trabajar conmigo. He de reconocer que era útil, pero de menos podíamos conseguirnos una bruja más…considerada. O siendo sinceros, que me hiciera enfadar menos.

-No es de su incumbencia que es lo que tengo o no qué hacer- pulvericé por completo el aparato en mis manos. Las novecientas libras esterlinas valdrían la pena de por lo menos imaginar que eran el cuello de la bruja. Serían las novecientas libras mejor gastadas de mi vida.
Ciertamente, me producía un placer morboso imaginar que era su garganta siendo triturada tan fácilmente con mi fuerza de híbrido.

-No tengo idea de donde ha trabajado usted, señorita Maddox, pero en este lugar, se siguen normas y no puede acercarse a una escena de crimen sin alguna justificación y menos en medio de una recolección de pruebas.-si, estaba realmente enfadado. Ahora mi mente estaba completamente desordenada, había perdido el sentido de mis pensamientos. Mi propia forma de ser, me hizo empezar de nuevo con mi teoría. No espere su respuesta, además su cara de despreocupación me hizo entender que no tenía la menor intención de dejarse regañar sin implicar divertirse a mi costa.

Me acerqué al hombre, observando un detalle que llamó mi atención. Era una especie de…interesante, esto había tomado otro tinte. Ahora veía que quizá no era un descuido que su asesino lo hubiera arrojado al río, pero tendría que averiguar más cosas. Iba a tener que usar a nuestro equipo especial, y en el equipo especial…estaba nada más y nada menos que la bruja. Maldición, ahora esto iba a ser más pesado de lo que esperaba.

Me quedé callado, peleando con mi orgullo, que no deseaba pedirle nada a esta bruja, pero…si deseaba un avance, iba a tener que tragármelo. Y no, no era en lo absoluto de mi agrado.

Mis conocimientos en historia y en otras áreas nada tenían que hacer con un sello de semejantes características. Era un círculo, marcado con…una especie de tinta, por los restos…no, no era tinta…era ceniza. Los bordes de la cicatriz estaban marcados por su propia carne. La inflamación no lo hacía ver del todo bien, pero, era sumamente interesante. Tenía como una especie de tridente en su interior, y unas “J” invertidas a los lados, además tenía en su orilla lo que parecía una especie de letras griegas, me parecía pero no lo comprendía del todo.

Spoiler: