Solo en diciembre(+18) -Robert Noback

El fuerte rugir del motor le generaba una ligera sonrisa. Mas allla del hecho que la cabina de su amado auto no permitia vibrar en lo minimo apesar de la fuerza del motor su cuerpo se mantenia estatico, las compras de Navidad para el siempre resultaban un dolor de cabeza pues cada año era comprarse algo a si mismo y quizas para alguna amante que hubiera conocido por esas fechas y a quien deseaba botar con un lindo obsequio primero para evitarle tanto dolor.

Su mundo dio un extraño giro en un abrir y cerrar de ojos. Un dia era un vampiro soltero y prepotente que buscaba divertirse y tirarse a cuanta mujer se le atravesara.

Y al dia siguiente tenia dos hijos, dos esclavas, un imperio y proximamente un plan para destruir al mundo vampirico actual que haria sonrojar al mismo Joker. Si, era curioso como todo cambio de golpe. Del auto bajo en un ligero movimiento, el garaje de su mansion era enorme y espacioso algo comun ya que debia guardar una docena de vehiculos con valores que rozaban lo absurdo. Vio los regalos en el asiento del copiloto y sonrio por su torpeza regresando dentro de ellos apoyando su rodilla suavemente en el asiento del conductor.

Cinco regalos, eso habia conseguido. Compraria mas sin duda, pero estos cinco eran especiales...uno para cada uno, para su hija Raven, su hijo Prince, sus queridas brujas y uno para la mas nueva adicion a su familia Caely. Arrugo la nariz y sonrio de nuevo, se estaba poniendo cursi pero eso era irrelevante el no era debil, solo le gustaba tenerles cerca.

Bajo todos los presentes del auto y a velocidad vampirica se movilizo hacia su escondite secreto tambien conocido como el sotano de torturas, ese calabozo a prueba de sonido donde solia torturas a quienes deseaba interrogar o simplemente a quienes deseaba ver sufrir era su lugar preferido de la casa junto con su cuarto con Jacuzzi y la sala donde jugaba Fifa 14 y veia el Futbol con su hijo los sabados.

Su vida era buena. Sus pasos lo sacaron del macabro lugar cerrando con las multilpes llaves que solo el poseia copias. Conforme camino sintio algo, arrugo la nariz maliciosamente en una mueca de diablura sabiendo que esa era su pequeña Courtney dormida en la sala rapidamente se dirigio hacia alla acercandose silencioso y letal como una serpiente sin huesos.

Sus zapatos se habian quedado ya en la entrada de la sala, como buen ninja no podia permitirse hacer ruido sobre el fino piso de madera cara que tenia en su sala asi que se los saco rapidamente y los dejo en la puerta sin hacer el minimo sonido. Conforme se acercaba noto algo, una extraña taza llena de lo que el juraria era otro de esos intentos de magia o brujeria que solian hacer las brujillizas. Sonrio, ¿Estaria hechandole algun embrujo?

Se acerco a ella apegandose casi pero sin tocarla aun, sus labios se acercaron a ella rozando su cuello ligeramente expuesto entre la manta y su cabello que el movio solo con un dedo aplicando su ya famosa gracia y sus movimientos finos como la seda China.

Abrio sus finos y palidos labios liberando cuatro enormes colmillos mientras el resto de sus dientes parecian afilarse por si solos, su lengua salio por enfrente de su boca y dio una suave lamida a su palida piel dandole un escalofrio placentero al delicioso sabor que provenia de la joven bruja. Sus colmillos rozaron lentamente la piel de la bruja, pero se detuvo separandose lentamente.

Sus colmillos se retrajeron y con una mano la tomo de la mejilla izquierda para que alzara un poco su lindo rostro. Admiro sus labios rojizos y con la misma mano que la sujetaba alzo su pulgar levemente rozandolos lentamente. Estaba deleitado con la vision, no sabia si era algo que ella hacia o si era el hecho de que su alma le pertenecia pero si estaba seguro de algo...deseaba a esa mujer, no con amor o afecto vano si no con una fuerte atraccion mucho mas que fisica o sexual.

Se acerco a ella y con impetu y casi frenesi comenzo a besarla, no sintio resistencia o apoyo a sus besos en un principio, hasta que...