Complicando las cosas (Alexandra)

Desde mi ausencia por todos los alrededores de mi hermano, había perdido la noción de los chismes y las cosas tan divertidas que el hacia como andar regando hijas por medio planeta, como si fuera tan bonito andar regalando el apellido tan prestigiado como lo era el Dupont, ahora lo tenía su hija, su recogida y peor aun su esposa. Puse los ojos en blanco al recordar eso ultimo. Los Vulturi me habían asignado a la tarea de vigilar a los humanos que estuvieran cerca y en relación con los Bathory y toda su prole, como era de esperarse el inicio de mi misión llegaba a la chiquilla Alexandra. Una humana insignificante con apenas unos ocho años aproximadamente y una extraña enfermedad que a la poca provocación de fluido sanguíneo hacia que se desangrara, eso si era interesante, las ordenes que mas me hubieran gustado seria matarla pero bueno ahora solo era observar y eso iba hacer.
Al llegar a Londres primero fui a la casa Bathory y el olor a humano parecía alejarse de la casa así que lo seguí a unos escasos metros donde parecía haber un parque, sonreí de lado pues lo mas seguro era que la chiquilla se encontraría ahí jugando.

La pequeña Alexandra pasaba la mayor parte del tiempo sola en casa, jugando con sus numerosos juguetes o esperando que su mami no tuviera alguna sesión de fotos para que así pudiera jugar con ella, ya hasta Sasha no había aparecido de algunas semanas atrás.

Este dia el plan era ir a un parque para ponerse a jugar con niños de su edad si es que esta vez se adaptaba a ellos pues siempre había tenido dificultad para adaptarse. Al llegar lo primero que hizo fue correr a los columpios acaparando uno rápidamente. Se sentó y pidió que la empujara la nana y ella la obedeció hasta cierto punto.

mas y mas y mas juelte

La nena parecia divertirse en todo momento que estaba ahí, seguía las indicaciones de su nana acerca de que tuviera cuidado cuando el columpio iba hacia arriba y luego hacia abajo. Podían estar pasando mil cosas a su alrededor pero ella solo pensaba en divertirse sin tomar mucho en cuenta que se acercaría a ella una persona mala.