A night of darkness and rain, we become something bigger than friends (Mikaela I. Heathcliff)

Una noche de tormenta sacudía las calles de la ciudad sin tregua alguna. Se podía ver una silueta oscura recorrer bajo este temporal sin mostrar ninguna clase de molestia hacia la fuerza en que el agua lo empapaba; a lo lejos unas chicas caminaban en grupo riendo sin mostrar alguna preocupación pero eso cambiaria en un solo momento. La sombra como si hubiese sido un fantasma despareció del lugar y apareció tras las chicas, un grito ahogado rompió la noche antes que todo quedara en un silencio total.

Pasados unos minutos dos aromas se entremezclaron en el aire, el de la sangre y el de la carne quemada. A lo lejos en un parque abandonado por los rumores que lo rondaban se lograba ver una columna de humo salir de los mas profundo entre los arboles, -este olor es asqueroso –mascullo la sombra viendo como los cuerpos de las dos chicas se consumían en llamas mientras sacaba una esfera que siempre llevaba consigo dentro de su gabardina cambiando su forma múltiples veces mientras esperaba con paciencia a que los cuerpos terminaran de consumirse.

Cuando los cuerpos al fin fueron solo cenizas, proceso que llevo mas tiempo del común debido al temporal que azotaba la ciudad, -muy bien, la cena lista, ahora veamos que mas puedo hacer –murmuro mientras durante unos segundos la luna se dejaba ver mostrando el aspecto de la silueta. Se trataba de un hombre que se podría decir joven, llevaba un conjunto por completo negro exceptuando la camiseta que era de un blanco impoluto misteriosamente sin una sola gota de sangre de las mujeres.

Una vez que la luna se oculto de nuevo, el sujeto guardo la esfera y despareció en un susurro solo logrando su ruta ser vista por el agua que chocaba contra su cuerpo la cual se abría como si una navaja pasara sobre ella formando una especie de túnel. Cuando al fin se detuvo se encontraba en una zona residencial bastante conocida para el, -donde era…-murmuro para si mismo mientras caminaba por las calles buscando el aroma de una chica en especifico lo cual se le dificultaba por la lluvia, -vamos donde era que vivas Mika..-musito con molestia caminando en silencio en medio de la calle sin acercarse a ninguna casa como una sombra de muerte en medio de la noche

La oscuridad a su alrededor crecía cada vez mas envolviéndolo difuminando su silueta. La lluvia no parecía querer ceder pero poco le importaba la intensidad con que golpeaban su ropa, -donde era –volvió a musitar con molestia llegando al final de la calle sin lograr captar el aroma de Mika el cual primero se mezclaba con el de otros humanos y segundo esa lluvia atontaba su nariz confundiéndolo.

A pesar de la fuerte lluvia que golpeaba sin cesar el suelo y las paredes, unidas a las fuertes relámpagos que opacaban cualquier sonido logro escuchar su móvil sonar dentro de su gabardina, lo saco y aunque no lograba ver quien era por la lluvia en su rostro contesto, -bueno? –hablo un poco alto mostrando una leve sonrisa cuando escucho la voz de ella. Al escuchar su pregunta no pudo contener una suave risa, -para nada Mika, de echo estoy cerca de tu casa –menciono mientras orientaba su mirada barriendo de nuevo las casas hasta captar una que tenia la luz de la sala encendida, -estaré ahí pronto –dijo mientras colgaba y caminaba con calma por la calle.

Luego de unos minutos logro reconocer la casa ahora que estaba frente a ella, bajo la cabeza suspirando con molestia y dio un golpe a la pared de concreto rompiéndola un poco, -genial –gruño limpiando su mano recordando que ella no sabia lo que en verdad era el. Tomo un poco de aire y camino hasta la puerta golpeando un par de veces, ahora que se encontraba bajo un techo se percato que toda su ropa estaba empapada y que su camiseta blanca se había pegado a su pecho marcando sus músculos, al igual que su pantalón a sus piernas y como su cabello caía empapado cubriendo sus ojos. Se mantuvo de pie esperando a que ella le abriera la puerta mostrando una sonrisa suave la cual solo aparecía cuando hablaba o se encontraba con ella.

El sonido de la lluvia a su alrededor lo empezaba a molestar, no era el frio o la humedad, era el incesante ruido que lo aturdía un poco para ser completamente sinceros. Amaba la lluvia pero esta vez si era un temporal como ningún otro y a pesar que el frio ni lo sentía la rompa mojada empezaba a estorbarle un poco. En su mente empezó a llegar el recuerdo de la noche que la había conocido, la cual era muy similar a esta fría y tormentosa noche.

Jamás pensó que una humana lograría descubrirlo cuando regresaba de su encargo, mucho menos que le fuera a colocar una pistola entre los ojos y aunque eso no lo mataría, si le hubiera dejado un terrible dolor. Pero la valentía de ella fue lo que le agrado y lo cual llevo eventualmente que se convirtieran en amigos inseparables, ya que ella siempre lo llamaba si algo pasaba y el estaba siempre dispuesto a ir con ella dejando cualquier otra cosa de lado.

Finalmente la escucho caminar hacia la puerta. En cuestión de nada la vio en el lumbral mostrando esa sonrisa que tanto amaba ver, -Mika –dijo feliz, algo nada común en el que era por lo general parco y arisco con la gente aun con sus conocidos, pero con ella era totalmente diferente. No pudo evitar reír cuando fue jalado hacia la casa con ella, -tranquila Mika, no es la primera vez que paso frio, los he pasado peores –comento riendo suave mientras se quedaba de pie en medio del pasillo evitando mojar el resto de la casa. La escucho y asintió despacio con su cabeza, -una toalla me vendría bien y si tienes un pantalón o un short te lo agradecería –comento mientras sin ninguna clase de recelo se despojo tanto de su gabardina como de su camiseta quedando únicamente con su pantalón dejando ver su torso por el cual bajan gotas de agua remarcando todas las cicatrices en su piel mientras esperaba que ella le trajera la toalla para secarse.

La escucho asintiendo con su cabeza. A pesar de estar mojado hace mas de medio milenio que no sentía frio, al menos no tanto como para llegar a molestarle pero aun así acepto lo que dijo, -si es verdad estoy muy mojado –dijo mientras observaba su sonrisa, le encantaba verla sonreír se veía incluso mas hermosa de lo que ya era ella. Durante unos segundos movió su cabeza alejando esa idea, ella era su amiga, claro que era muy bella pero no debía pensar en esa clase de cosas.

Escucho lo que decía pero noto como se quedo a medio hablar cuando se retiro la camiseta, siguió la línea de los ojos de ella notando que observaba sus cicatrices. Eran recordatorios de algunas peleas que había tenido en su vida, tal vez a ella le molestaba, -tranquila, mas bien discúlpame tu…no quería incomodarte –dijo usando un tono suave y pausado, uno que únicamente usaba cuando estaba con ella y reemplazaba su usual tono burlesco o en otras ocasiones frio que tenia tanto con conocidos como con extraños. Asintió a lo que dijo, -esta bien, aquí te espero Mika –menciono mientras miraba la sala de la casa con calma memorizando todo para no volver a perderse en lo que la esperaba.

Cuando la escucho volver de nuevo sonrió tomando las cosas entre sus manos, -gracias, ya vengo –se inclino besando la mejilla de ella y camino hacia el baño de la casa. Una vez dentro se miro en el espejo mientras secaba su cuerpo dejando su pantalón en el suelo, -bueno, ya estoy con ella –se mojo el rostro despacio respirando lento, -es bueno que bebiera antes de llegar –musito mientras terminaba de secarse y se colocaba el short. Cuando estuvo listo salió del baño solo con el short, descalzo y con la toalla alrededor de sus hombros, -parece que será una noche larga –comento viendo las noticias de posibles apagones mientras tomaba asiento a un lado de Mika abrazándola despacio.

Dio un pequeño beso a su cabello cuando un terrible relámpago ilumino las ventanas de la casa y la luz se apago de repente, -genial..-musito con molestia mientras la miraba logrando medio distinguirla por los destellos de los relámpagos, -Mika, tienes velas o algo? –pregunto sin dejar de abrazarla en ningún momento, no tenia la mínima intención de separarse de ella hasta estar seguro que estuviera bien y a salvo.

La tormenta era en verdad demasiado intensa. Fuera de la casa se podían ver los relámpagos caer con brutalidad contra el concreto y el bosque a lo lejos. Aunque Mika no lo dijera el sabia que a ella no le gustaban las tormentas. Cuando ella salto la abrazo un poco mas fuerte y la miro preocupado, el quería protegerla y cuidarla, era la única persona por la cual sentía ese fuerte deseo de siempre protegerla de todo y todos. Cuando escucho su respuesta afirmativa sonrió suave –que bueno Mika, así no estaremos por completo a oscuras –menciono calmado mientras pensaba que aunque a el la oscuridad le era un tema por completo indiferente tal vez para ella no fuera así.

Cuando la escucho y la vio bajar del sofá se acomodo de nuevo sentándose, -ten cuidado –menciono pero fue tarde porque apenas se bajo del sofá golpeo su pierna contra la mesa del centro, -estas bien? –pregunto preocupado mientras observaba como se iba dando tumbos tanteando el camino hacia la cocina. Suspiro y aprovechando que ella no estaba se puso a pensar unos segundos en que podrían hacer en esos momentos, el sabia que este tipo de eventos eran los que escogían los de su especie para atacar a los humanos por lo cual dejarla sola no era una opción, y en caso de que la luz no volviera el se quedaría en la casa cuidándola aunque debería simular que dormía como había echo otras veces que se había quedado en la casa con ella.

Escucho los ruidos de los cajones abriéndose. Oriento sus ojos hacia la cocina y logro ver la suave luz que producía la llama de la vela *bueno luz * pensó mientras observaba como ella dejaba una sola vela en la cocina y llevaba las otras hacia la sala. Cuando las velas quedaron en la mesa, ella se sentó de nuevo a su lado y el una vez mas la abrazo con cuidado escuchando lo que decía, -creo que con las velas bastara –comento sonriendo suave acariciando su mejilla despacio.

Escucho su pregunta y ladeo su rostro pensando en que podrían hacer en ese momento, -pues, podríamos jugar a verdad o reto Mika, el tiempo se pasaría rápido y nos entretendríamos un poco –dijo con una sonrisa cálida y suave. La verdad quería saber mas de ella, aunque no lograba entender como fue que paso, el deseaba tener algo mas que una amistad con Mika, pero no se atrevía a decirlo por miedo al rechazo, ella era hermosa, buena, muy valiente, merecía alguien digno de ella y el temía no serlo.

La oscuridad de la sala levemente amainada por el destello de las velas los rodeaban por completo. No era la primera vez que estaba en una situacion asi con una mujer, claro que en esos momentos lo unico que hacia era esperar al momento para beber de su presa, caso que no se aplicaba a ese momenot junto a Mika. Disfrutaba la compañia de la morena, estar a su lado lo hacia feliz y tenia la certeza que si fuera aun humano, su corazon latiria con fuerza cada vez que estaban juntos.

Revolvio su cabeza pensando en alguna buena pregunta para empezar el juego de verdad o desafio. Finalmente una pregunta bastante sencilla le llego a su mente tambien con la doble intencion de descubrir un poco mas de Mika.- Te gusta alguien? -pregunto mirando a sus ojos perdido en la mirada de ella que por alguna razon se veia aun mas atrapante bajo el destello de las velas.

Su mente comenzó a divagar a lugares lejanos, aunque parte de ella se quedó ahí presente, mirando fijamente al castaño. Su mente le trajo recuerdos de momento de felicidad o de calidez, las dos cosas que estaba sintiendo ahí con la compañía de Matt. ¿Hace cuánto no se encontraba en una situación como esa?  Ni si quiera se acordaba. Mikaela no era muy partidaria de andar toda enamorada de alguien o de salir a citas. No le gustaba mucho tener a tipos babosos encima, tampoco es que fuese una virgen, pura y casta, pero no era de ella salir a gastar su tiempo con hombres que sabía que no valían la pena. Por eso hace mucho no había tenido el placer de compartir un momento sencillo e intimo con alguien. Tal vez por eso se sentía tan nerviosa o tal vez era la presencia de Matt. Con el moreno, Mika parecía ser más amable, calmando ése lado hostil y frío que poseía. Él la hacía sonreír constantemente.

Sus orbes verdes pasearon un momento por la habitación, y a los segundos se posaron nuevamente en los oscuros de él, sonriéndole levemente. Rascó el puente de su nariz, esperando a que le preguntara algo. Arqueó las cejas de forma automática al escuchar su pregunta y se dio una bofetada mental, debió preguntar ella primero. Jugó con sus manos sobre su regazo, pensativa. – No es justo. – se quejó de forma divertida y tiró su cabeza hacia el lado izquierdo. – Creo que sí. No estoy muy segura. Necesitaría saber si él está interesado en mí, un tipo de señal o algo. No quiero arriesgarme y terminar herida. – se encogió de hombros, mordiéndose suavemente el labio inferior. La morena sabía lo que hacía o eso creía. – A ver, ahora vas tú. ¿Verdad o reto? – se inclino un poco hacia él, esperando su respuesta de forma expectante.