¿Vampiros, hibridos, half? Yo solo quería un café D: [Violet de Liouncourt - Lenna Lyd]

Otro día como cualquier otro... Parecía que cuando más próximo estaba el fin de las clases el tiempo corría más largo y eso me bajaba muchos los ánimos. No podía aguantar a que llegase la graduación y poder salir por fin de la casa de mi tío. Sabía que no iba ser fácil al no tener un techo, pero aprovechaba aquellas tardes de invierno para buscar trabajo, lo que fuese que me permitiera arrendar un departamento. Y como si fuese poco tenía que lidiar con las notas y los estudios superiores que a diferencia del tiempo los profesores hacían ver que ya estaban encima. Lo peor de todo es que aún no me decidía definitivamente que carrera iba a tomar.

Me acerqué al café que siempre visitaba en el centro mientras sacaba un periódico y pedía un café algo cargado. Estaba leyendo la sección de empleos sentada en una mesa de afuera del local. Siempre me gustaba tomar el café mientras miraba a la gente caminar por la calle, era como socializar un poco, aunque no fuera de esas chicas que solían compartir de todo.

Suspiré mientras pasaban algunos chicos de mi escuela y antes de que me vieran me escondí detrás del periódico, odiaba encontrarlos ahí, siempre me llenaban de preguntas incómodas e intentaban de coquetear conmigo. A veces tenía que ir a sentarme adentro solo para evitarlos, pero aún así a veces me veían y venían como polillas a la luz.

Deje el periódico de lado y saque de mi morral mi cuaderno designado para escribir en el café. Tenía esa manía de seleccionar cuadernos para diferentes partes de Edimburgo en las que solía escribir. No era por nada especial, simplemente se me hacía más fácil relacionar lo que escribía para luego releerlo. Aunque a veces me avergonzaba un poco de lo que escribía. Claro que ese día parecía que no tenía muchas ganas de escribir ni de hacer nada más que descansar. Y así me quede por un buen rato mientras daba sorbos a mi taza de café, esperando que el tiempo para llegar a casa y encontrarme a mi tío borracho como siempre no pasara.

Habia salido practicamente corriendo de el colegio como siempre y habia llegado a cambiarme de inmediato al cafe. Por un par de minutos no habia llegado tarde, lo cual era bueno, ya que el dia de hoy Blue no estaba para cubrirme, asi que me cambie lo antes que pudepues la chica que estaba antes de nosotras ya estaba por irse.

Ya cambiada me apresure a pedir ordened dentro y fuera del local. En la parte de afuera habia una chica que me parecia haber visto antes ahi, pero nunca la habia atendido yo, siempre era blue o alguien mas. Fui a pedir su orden y fue ahi cuando su aroma me dio de lleno en la cara.

Olia increiblemente bien, hacia que me ardiera la garganta y eso no era para nada bueno. Hice acoio de todas mis fuerzas y le sonrei tomando su orden. Rapidamente fui adentro dle cafe y tome aire agradecida del fuerte aroma de esta bebida. Me avoque a prepararlo sin mas.

Cuando regrese le entregue su cafe al iempo que veia como se escondia de unos chicos con su mismo uniforme

-Chicos pesados, eh?- comente como si la garganta no me ardiera como nunca- yo tambien los odio..- le dije divertida dejandole el cafe-Si necesitas algo mas, llamame- ofreci amablemente.

Suspire nuevamente y mire que mi cuaderno aún seguía sin una nueva palabra escrita. Estaba bloqueada, probablemente tendría que volver a casa más temprano. Negué con la cabeza y unos segundos después la chica que me había atendido hace unos segundos volvió a hablarme, tras haber notado como me escondía de mis compañeros.

– Si, una lástima que sean mis compañeros en la escuela – Dije sonriendo resignada. Me parecía extraño, aquel local no solía cambiar de personal y a esa chica no creía haberla visto antes. – Disculpa, creo que es primera vez que te veo aquí. ¿Eres nueva? – Le pregunté algo curiosa, no solía ser extrovertida como el resto de mis compañeras, pero en ese lugar a veces era distinto. Era como parte de mi territorio privado que podía compartir con gente a la cual no veía nunca o solo en ese lugar.

Note que faltaban pocas horas para que comenzara a esconderse el sol, pero no me importó. Había encontrado una persona interesante en aquel lugar o al menos eso creía, y aparentemente también era de mi edad. No borré mi sonrisa del rostro, aunque la hice algo más leve para beber un poco de mi café. Tampoco me gustaba salirme mucho de la rutina de quedarme ahí sin hablarle a nadie, pero aquel tiempo que tenía para mi sola en vez de aprovecharlo estaba haciendo todo lo contrario.

-Ugh... esos son los peores- le respondi con una sonrisa y no pude evitar reir ante su pregunta sobre si era nueva ya que nunca antes me habia visto.

-No, de hecho no soy nada nueva, ya tiene rato que trabajo en este lugar... pero tu por lo general llegas mas temprano y te sientas afuera, mi turno es el de la tarde y por lo general solo atiendo dentro, pero hoy estoy sola- le explique tranquilamente.

El ardor en mi gargata no cesaba, peor habia aorendido a controlarlo con los años. Aunque nor ecordaba jamas haber sentido la sed con tal intensidad antes, era algo nuevo y extraño para mi. Trate de entretener mi mente en otra cosa y vi su cuadero en blanco y su lapiz

-Oh...eres escritora?- pregunte curiosa ya que esta era el area que me gustaba a mi y que deseaba poder estudiar algun dia...si es que podia pagarlo...

Me sorprendí bastante al escuchar que no era nada nueva en el café, pues nunca la había visto en el lugar, aunque su explicación tenía sentido. Sobre todo tomando en cuenta de que cuando iba ahí era para estar sola en “mi mundo” y que no era buena socializando con la gente. Si conocía a más vendedores de ese local era por el simple hecho de ser clienta frecuenta, pero bueno, tampoco le di mucha importancia a eso. Así que simplemente le sonreí al escucharle.

Note por unos segundos que algo no andaba del todo bien con la chica, pero tampoco le di importancia. No era de preguntar a las personas cada vez que sentía que les pasaba algo, al menos no cuando las venía recién conociendo. Luego me preguntó si era escritora, la verdad en un principio no supe bien como responder, puesto que si bien me interesaba algo seguir esa carrera, por el momento lo veía nada más que como un pasa tiempo.

– Ya veo, se me hacía raro ver gente nueva atendiendo... – Dije un poco antes del cambio casi abrupto de tema. – No, no soy escritora. Solo estoy en el ultimo año de escuela. Es más que nada un hobby. Me gusta mucho, aunque hoy siento que solo vine para estar lejos de casa – Dije después de un suspiro para volver a sonreírle. – Lenna, por cierto. – Agregué recordando que no me había presentado. No solía ser tan amigable con la gente que me atendía, no por ser pesada, pero en este caso sentía que la chica buscaba acercarse y me había ayudado en cierto modo para que mis compañeros no se percataran que estaba ahí, puesto que siempre andaba sola y suponía que conociendo a los hombres ellos lo habían notado.

No sabía bien como seguir la conversación, el tema de la escritura no me llenaba del todo. Había aprendido por mis compañeras que la gente normal siempre muestra interés con el arte y cosas por el estilo a lo que la gente “normal” no estaba acostumbrada. – ¿Cómo fue que conseguiste el empleo aquí? Es un muy buen lugar, uno de mis favoritos de la ciudad – Dije por fin tratando de no dar mucho detalle sobre porque me gustaba tanto el lugar. No era de esas niñas que solían compartir todos sus sentimientos cuando estaba tratando de encerrarme en mi, aunque ese día precisamente aquello no me estaba saliendo bien del todo.

Le sonrei amablemente a la chica aun tratando de disimular. Como era posibl que la sangre de alguien oliera tan bien?

-Oh ya veo- dije sonbre que no fuera escritora, solo era un hobby- pues, sabes? la mayoria de los escritores famosos empezaron con un hobby- dije animadamente, despues de todo, eso era algo a lo que queria llegar yo algun dia- estas en ultimo? dije despues dandome cuenta y sonrei- yo tambien lo estoy, este año termino y, si bien me va, entrare al proximo a la universidad- le dije con una sonrisa mas amplia.

Apenas y respiraba, no podia soportar demasiado el ardor, sin embargo, la chica se veia agradable y me estaba hablando, porque tenia que ser tan dificil? Vamos, ya a estas alturas sabia controlarme, no debia dejar un aroma cualquiera, por mas delicioso que oliera, me descontrolara y me hiciera perder años de trabajo.

-Ahm... no se.. un dia llegue buscando trabajo, la chica anterior a mi acababa de renunciar y necesitaban a alguien. Necesitaba el trabajo asi que lo tome sin pensar, y heme aqui!- dije apenas escuche su pregunta y mire alrededor, revisando que no hubiera mas clientes, pero muy dentro, rogando por que llegaran...

La chica comenzaba a agradarme. A diferencia de mis compañeras ella no intentaba de disuadirme para elegir otra profesión sino que me animaba a seguir o al menos así podía interpretarse. Estaba en el mismo año que yo, aunque probablemente en otra escuela ya que no la había visto antes, aunque no podía estar del todo segura ya que ella sabía que yo iba al café y yo a penas me enteraba hoy de su existencia. Que considerada, ¿no?... Con razón ahora pasaba por alto mi presentación.

– ¿A la universidad? Pareces muy entusiasmada, eso es bueno – Dije tratando de ocultar mi falta de esperanza ante aquel tema. Luego escuche la historia de como había conseguido el trabajo ahí. Empero, entonces algo me tomó por sorpresa. –¡Lenna! – Escuché a lo lejos y mis ojos se abrieron como platos.

Había logrado ver que mis compañeros volvían, pero esta vez cada uno con varias botellas que no me extrañaban fuesen de licor. Suspire y me dispuse a hablarle de nuevo a la chica, aún había tiempo para salvarme de esa; sabía muy bien lo que querían y no planeaba dárselo. – ¡Hay, no! Mejor me voy adentro, ¿puedes cerrar el local o algo? No quieren solo hablar conmigo – Dije rápidamente mientras tomaba mis cosas, luego de notar que el local estaba vacío para dirigirme hacía allá, esperando que mi nueva amiga me sacase de esa.

Una vez dentro del local me dirigí al baño de damas, por suerte ahí tampoco había nadie. Probablemente me habían visto entrar en el local, pero no esperaba que fuesen a meterse al baño. Al menos no con una vendedora como testigo. Lamentablemente, gracias a mi tío sabía que razones de sobra tenía para estar aterrada.

-Asi es..lo estoy-dije divertida y cai en cuenta que ahora yo no me habia presnetando- Lenna es un lindo nombre, yo soy Violet- dije con una sonrisa pero despues mire a los chicos que la llamaban con una mueca, no me agradaban, y menos con lo que dijo.
La acompañe dentro del local y la vi ir al baño, los chicos entraron u las botellas que llevaban no eran precisamente de agua

-Les voy a pedir que se retiren, no admitimos bebidas alcoholicas en este lugar- dije con calma pero ellos se negaban a irse- Que se vayan he dicho...- dije e inconcientemente un suave gruñido de advertencia se me escapo, apenas y fue audible, pero lo suficiente como para que su instinto de supervivencia se disparara, ellos eran la presa y yo el deoredador.. y si no se iban pronto acabarian como mi cena. Casi huyeron del lugar y yo fui al baño

-Lenna..?- dije mientras tocaba la puerta- ya se han ido, puedes salir...

No era la primera vez que sentía que estaba en peligro y aunque esta vez era una situación que se podría llamar cotidiana no quitaba el hecho de que estaba asustada. Pensé unos momentos que podría salir por las ventanas del baño sin poder escuchar lo que sucedía en el local, pero estaba seguro de que mis compañeros no se irían a rendir tan fácilmente en sus intentos de coquetearme y tal vez llegar a algo más.

La ventana en si era algo chica, pero no difícil de abrir, así que una vez abierta puse la mano sobre el marco de esta, estaba algo afilada pero estaba decidida a salir por ahí hasta que escuché la voz de Violet. Suspire aliviada al escuchar que se habían ido, pero en un movimiento torpe me hice un pequeño tajo en el dedo indice de la mano derecha. La sangre comenzó a brotar, aunque era poca y nada de preocuparse.

Me dirigí a abrir la puerta del baño para ver a Violet, algo sorprendida por lo fácil que se había desecho de mis compañeros. – ¿Ya se fueron? – Pregunta algo insegura apretando el puño de su mano izquierda. – Vaya, esos chicos son testarudos, ¿cómo lo hiciste? – Pregunta al echar una mirada por el local para apreciar que están de nuevo las dos solas.