Nuevas amistades y preocupaciones.... [Loire S.Leblanc - Lenna Lyd]

Ya había terminado por fin la escuela y comenzaba a vivir en el mundo real. Era mucho más difícil de lo que me había enterado antes y no era lo único con lo que debía lidiar... Un nuevo mundo se me había sido revelado hace unos meses antes de la graduación y a pesar de que no había pasado casi nada malo, debía admitir que saber de aquel secreto me mantenía preocupada cuando estaba sola. Trataba de poner más atención en la gente, aunque debía admitir que esas criaturas si sabían mantener su identidad en secreto. Aquello me asustaba un poco puesto que ellos sabían lo que yo era, pero yo no podía adivinarlo.

Aún no dejaba la casa de mi tío, pero eso era solo cosa de tiempo. Unas amigas me estaban ayudando para trabajar de niñera. Me hacían recomendaciones y todo eso... Además, el hecho de saber que es que tus padres no estén presente creo que me hacían mejor niñera de lo que yo pensaba. Empero, no era un trabajo definitivo. Solo necesitaba encontrar algo que me pudiera pagar además de un techo la carrera que iba a tomar. Y a decir verdad ya estaba algo retrasada, probablemente debería pedir un crédito al estado...

Estaba caminando por las calles de Edimburgo, buscando anuncios, dejando curriculums, etc... Era bastante agotador, pero debía hacerlo y estaba muy motivada. Pase entonces por el café de siempre, en el que conocí a Violet. Suspiré y decidí no pasar a ese lugar aquel día. Probablemente la preocuparía, pero debía concentrarme en mis asuntos. Si todo marchaba bien tal vez luego iría a visitarle.

Me detuve en cuando llegué al parque del centro. Estaba agotada y curiosamente aquel día hacía más calor de lo normal. Caminé un poco más hasta poder encontrar una banca algo alejada del resto de la gente. Esto era lo que me gustaba de las vacaciones. Mis compañeros salían de viaje y podía disfrutar del parque tranquila sin tener que andar evadiendo y escapando de ellos como de costumbre. Era bastante agradable, aunque claro, no podía darme el lujo de disfrutarlo demasiado puesto que aún tenía asuntos pendientes.

Pocos minutos después de que yo me sentara en aquella banca algo poco usual paso justo al lado mio. Una chica se sentó ahí, no era algo usual, al menos no para mi que una desconocida se sentara conmigo teniendo más opciones. No le di mucha importancia al principio, aunque parecía algo agotada por la forma en que se sentó. Sonreí en cuando me miro a la cara, pero luego subí mi vista al cielo tratando de pensar que lugares debía visitar para conseguir trabajo. No quería trabajar en el mismo lugar que Violet y no porque no me gustara estar con ella, simplemente no quería mezclar ese lugar con negocios. Definitivamente no sería lo mismo y debería buscar otro café lo cual me resultaba molesto ya que estaba bien acomodada en ese.

Baje nuevamente la mirada para observar que la chica había sacado un Ipad y mirando un poco más pude apreciar que estaba jugando Angry Birds. A decir verdad nunca me llamó mucho esa tecnología y no era una fanática de los juegos, pero algunos podía reconocerlos gracias a mis compañeras de escuela que se la pasaban jugando cuando estaban aburridas en clase. Sonreí al recordar esos días, antes de tener que preocuparme por encontrar trabajo o pensar en la universidad. Cuando no sabía nada de licántropos o vampiros y menos aún los conocía personalmente. Era todo mucho más simple...

Suspiré mientras me preguntaba como gente en mi situación a veces podían mostrarse tan felices. No solía ser una persona negativa, pero era de esas que tenían poca esperanza y se rendían con facilidad. Aunque debía admitir que con el tema del trabajo me estaba esforzando incluso más de lo que creí que lo haría.

– Es un día bastante caluroso, ¿no? – Le dije en un tono alegre sacando el tema de conversación quizás más seguro para comenzar a conocer a una persona. Normalmente me habría quedado unos segundos ahí y me habría marchado para seguir con lo mío, pero ya que estaba comenzando una nueva vida decidí que quizás era la hora de dejar algunas malas costumbres de lado. – Lenna, por cierto, mucho gusto. – Le volví a decir sin quitar una sonrisa de mi rostro. No esperaba hacer una nueva amistad, pero nunca estaba de más intentarlo.