Let me just love you a little bit more. | Caely.

Acomodó lo mejor que pudo su chaqueta de cuero negro, esa noche no estaba colaborando con él o quizás eran los estúpidos nervios que le hacían sentir como una estúpida quinceañera enamorada, cuando obviamente se debía comportar como un hombre hecho y derecho. ¡Pero vamos! Cualquier que conociese a Frederick sabía que él vampiro de tantos años se comportaba como un mismo niño a veces. Ésa noche tenía excusa y una bastante válida. La volvería ver a ella, después de tanto tiempo y obviamente era culpa de él. Si estuviese más atento a las cosas que de verdad importaban, como ella....no tendría que joderse tanto intentando conquistarla. Porque cada vez que hacía un avance, retrocedía porque desaparecía, se metía en problemas o el trabajo le llamaba. Eran diferentes factores que le afectaban, pero ya no dejarían que ésos factores sin interpusieran en su camino. No más. Haría las cosas bien y esperaba que ella se diera cuenta de su esfuerzo, porque en serio no la quería perder. Si no la podía tener como una novia....al menos como una mejor amiga. Algo era algo. Estaba tan listo para ganar, como para perder.

¡Por fin, su chaqueta decidió cooperar! Logró bajarse de su auto y agarrar el ramo de flores que estaba en el asiento del pasajero sin cometer alguna estupidez. Caminó hasta la acera y luego por ella, dirigiéndose hacia uno de los parques más cercanos. Sólo quería hablar con ella, comprarle helado y pasear. Estar a su lado era lo único que le importaba. Caminó hasta la entrada del parque y sostuvo el ramo de flores en su mano. ¿Desde cuándo un vampiro se ponía tan nervioso? Desde que la conoció a ella. Esa morena no tenía ni la menor idea del efecto que tenía sobre él. Le lanzó una mirada al reloj de su muñeca y se recostó de una columna, impaciente por verla.

Era impresionante como una mujer podía tener kilos de ropa y aun así no sabía que ponerse en una cita. Tenía meses sin ver aquel vampiro que tanto la descontrolaba, ya no sabía ni cuál era su situación ¿Eran novios? ¿Amigos? Eso la frustraba aun más de lo que ya estaba. Con el tiempo todas sus amistades se habían alejado de la chica, no quería pensar que era su culpa, prefería seguir adelante aun y cuando le costaba levantarse cada día, su vida era patética y aburrida. –Esto está bien…- Eligio un vestido azul rey que tenía apenas unos dedos arriba de su rodilla, afortunadamente para ella el clima en esos días estaba muy cooperativo así que no tendría que preocuparse por llevar algo con que cubrirse el frio… o eso esperaba, no lo sabía, tenía que cruzar los dedos para que eso no ocurriera. Ya estaba lista, su cabello se había comportado y su tobillo había mejorado así que podía ponerse algunos tacones para no verse tan chaparra junto al vampiro. Estaba nerviosa, debía admitirlo, pero esperaba comportarse y no caer de rodillas al suelo con tan solo verlo. –Tranquila… todo saldrá bien, solo platicaran y será como otras veces.- Se tranquilizo un poco antes de salir rumbo al lugar del encuentro.

El parque estaba demasiado cercano a su casa así que prefirió caminar y de esa manera aclaraba sus numerosos pensamientos de que es lo que podía ocurrir en dicha cita, algo dentro de ella le decía que esa cita solo la lastimaría aun mas, pero algo mas la incitaba a arriesgarse a lo que pudiese ocurrir. Iba tan distraída en sus pensamientos que cruzo la calle sin darse cuenta que un auto se aproximaba, cuando se dio cuenta lo único que hizo fue detenerse y abrir los ojos a su máxima capacidad, el auto freno rápidamente y las llantas se marcaron por la calle, afortunadamente para la morena el chofer parecía tener buenos reflejos. Está bien señorita?. Ella se limito a asentir y salir caminando lo más rápido posible hacia su destino. A un par de cuadras mas visualizo a Fred con un ramo de flores a la entrada del parque, una sonrisa se dibujo en su rostro, ya hacía mucho tiempo que no sonreía de esa manera. Era momento para demostrarse a ella misma que tan buen control de sus nervios tenía, además que se había prometido actuar de diferente manera con los hombres, pretendía dejar de ser dulce para así no salir lastimada. –Hey!- Saludo.

Mientras más minutos pasaba ahí parado más se desesperaba, porque las ideas locas de que ella le iba a dejar plantado o algo por el estilo le estaban carcomiendo el cerebro. Suspiro, cosa que no era necesaria para un vampiro, a menos que quisiera oler una presa, en este caso Frederick lo hacía para liberar los nervios que le estaban atacando como si fuera la primera vez que la iba a ver o como si ella le fuera a rechazar. Si acepto encontrarse ahí con él, es que aun tenían un chance para tener una relación o por lo menos una amistad muy buena. Porque a Caely no la pensaba perder por nada del mundo.

Despegó su espalda de la columna y volvió a suspirar, estaba demasiado impaciente. Aspiró un poco del aire y giró su rostro, porque pudo percibir el hipnotizante aroma de ella. Sonrió para sí mismo, antes que la pudiera divisar con sus ojos y cuando lo hizo, sonrió aun más. Se veía tan hermosa, como siempre. Lo más que amaba de ella era esa hermosa sonrisa que poseía.  Dio unos cuantos pasos hasta por fin quedar delante de ella. – Hey, te ves hermosa. – le dejo un cálido beso en la mejilla, cerca de la comisura de los labios. Sonrió de nuevo y le estiro el ramo de flores. – Espero que te gusten. – se encogió levemente de hombros y ladeo un poco el rostro, antes de tenderle el brazo. – ¿Lista para pasar una noche súper aburrida? – preguntó con una sonrisa divertida en los labios. Espero que le tomase el brazo, para comenzar a caminar por el parque. Se detuvo un segundo y le dejo un beso en la frente, aspirando su dulce aroma. – Te extrañé demasiado. – murmuró, mostrando una sonrisa algo apenada. Comenzando a caminar de nuevo.

La morena estaba segura que podía controlar sus nervios, tal vez no sus sentimientos pero sus nervios podían ser controlados, claro, no contaba con el contacto físico con aquel hombre imponente y atractivo. Ella sonrió ampliamente cuando él la saludo de una manera muy calurosa al mismo tiempo que recibía el ramo de rosas, las acomodo en sus brazos. –Son hermosas.- No evito dejar  de sonreír. –Esta noche puede ser muchas cosas pero estoy segura que aburrida no será.- Le guiño el ojo de una manera divertida más que seductora, ella no sabía seducir. Una vez más acomodo el ramo de rosas que empezaba a resbalarse, pero esta vez lo hizo de una manera mejor para ahora tomar el brazo del vampiro. Sus nervios terminaron por desatarse al sentir el contacto de sus labios en su frente, su corazón palpitaba cada vez más rápido como si estuviera haciendo alguna práctica extrema. Cerro sus ojos y disfruto el momento, estaba segura que no había vampiro que la pusiera más nerviosa que él y eso la enfurecía aun mas con ella por no saber controlarse, el se daría cuenta de las palpitaciones de su corazón y todo por ser una half. Cuando el menciono que la había extrañado ella le dedico una sonrisa y bajo la mirada –También te extrañe.- Se incorporo lo más rápido posible y camino con él a su lado. Giro su rostro hacia al frente y se dedico a observarlo solo de reojo, tenía que comportarse lo más neutral posible, lo quería demasiado pero no estaba dispuesta a que él se diera cuenta que aun y cuando desapareciera mucho tiempo ella lo estaría esperando, eso no sería siempre. -¿Y como estas?- Porque yo estoy mal, me estoy muriendo lentamente y los días pasan igual de lentos, no tengo ganas de vivir si no hay motivo para hacerlo. Pensó. Intento tranquilizar sus pensamientos de cómo comportarse y decidió empezar una charla en la que no se traicionara así misma donde se lanzara a sus brazos.