Una nueva luz en nuestras vidas -Keira Wolf y Sol Black Wolf-

Muchas noches habían dialogado sobre si hacerlo o no, pensando que no serían buenos pero al final su deseo de cuidar de alguien más sobrepaso sus temores. Habían salido inicialmente hacia Grecia como un viaje de luna de miel. El piloteo el jet durante toda la noche a pesar de los juegos que tuvo junto a su loba, evitando muchas veces que el jet se estrellara contra alguna montaña o en medio del océano, logro llegar a la ciudad de Atenas sobrevolando sobre el mar de luces que destellaban desde la tierra que poco a poco iba mermando a medida que la noche seguia su curso terminando en un manto de oscuridad total.

Tomo algo de tiempo conseguir el permiso pero luego de circular algunas horas aterrizo en la ciudad evitando despertar a quien dormía en la parte trasera del jet. Luego de que se detuvo completamente apago los equipos y camino hacia la parte de atrás del avión. Verla dormir tan pacíficamente lo hizo cambiar su plan inicial y en vez de hacer que despertara cambio a su forma lobuna. La acomodo sobre su lomo para que siguiera durmiendo sobre su pelaje y salió del jet aprovechando la oscuridad de la luna nueva caminando por las calles de Grecia observando en el cielo las estrellas, la unica luz que daba un poco de vida a las calles en direccion hacia la playa donde estaba su hotel , lugar donde se quedarían durante su estadía en la ciudad costera en el fin del mundo.
Sus pisadas resonaban sobre las calles desiertas provocando un eco escalofriante que después fue sofocado cuando llego a la playa. Avanzo sobre la blanca arena mirando de reojo a su loba viendo si seguía dormida sobre su lomo mientras se podía apreciar el destello de la pequeña posada ubicada a la orilla del mar. . Sabía que aún no estaban del todo seguros, pero antes de regresar a Londres estaba seguro que tendría a su pequeña hija entre sus brazos junto a su prometida que aún se encontraba perdida en el mundo de los sueños sobre su lomo.

Luego de mucho caminar llego a la posada, entrar como un lobo gigante seguro asustaría a todos y más aún si entraba como un hombre desnudo, ya que ninguna era una opción válida, salto hacia un balcón en el piso mas alto. Una vez ahí cambio a su forma humana y entro a el cuarto llevándola en brazos pensando que tal vez ese cambio brusco pudo haberla despertado mientras la recostaba sobre la cama y se colocaba un pantalón negro sentándose a su lado observándola descansar recorriendo su rostro con su mano con extrema delicadeza.

Su mirada estaba perdida en el rostro de su mujer, cada rasgo de ella era tan unico, tan perfecto, la volvia la mujer mas bella de todas, la unica que lograba calmar y agitar al mismo tiempo su ancestral corazon. Ellos no eran como los demas matrimonios, su union no habia sido frente a muchas personas, no habia sido oficiada simplemente era una union espiritual, un amor inmeso y eterno que los mantendria juntos mientras la eternidad del mundo durara. Su mente volaba en miles de pensamientos pero al ver los ojos de su esposa, todos se convirtieron en uno solo, ella. Su rostro se acerco al de ella robando un beso de sus suaves labios, los cuales podian hacerlo perder la cabeza, podia soportar cualquier tipo de dolor a su lado, su amor era mayor que cualquier otro sentimiento, como prueba estaban las letras que descansaban en su piel que lo marca como el hombre de esa mujer, unicamente de ella.
Los dias volaron estando en paz lejos de todo tipo de conflicto y guerra. El viaje que hicieron juntos por los mares, la confesion de uno de sus lugares mas secretos a su esposa, la pelea que tuvieron tanto en la isla como en el barco, el dolor casi muerte que sufrio cuando regresaban a tierra luchando para no abandonar a la mujer de sus ojos, la impotencia que sentia al no poder realizar el deseo de su esposa de ser madre, sentia una gran tristeza por no poder darle una hija a su amada loba.
Pero un rayo de luz ilumino su mente, su alma, el recuerdo de la pequeña niña que podian adoptar, a la cual podian darle una familia, un hogar feliz y lleno de amor, de su pequeña....Sol.
Esa misma tarde luego de que habian descansado en la posada una vez mas demostrandose el uno al otro cuanto se amaban y que siempre estarian juntos, salieron por las calles de Atenas hacia un pequeño orfanato llevado por un amigo suyo donde daban refugio a niños lobos que habian perdido a sus familias o habian sido abandonados por ellas.
El viaje hacia el orfanato fue corto pero le parecio que duro eternidades debido a los nervios que empezaban a llenarlo temiendo que no seria un buen padre para la pequeña niña, pero cuando miro a su costado a su esposa emocionada y feliz, toda duda se borro de su mente y se encamino a la puerta.

-Estamos aqui amor... -dijo con un leve deje nervioso mientras daba dos golpes a la antigua puerta de madera esperando de la mano de su esposa que les abrieran y los llevaran donde los pequeños niños.

Tenia el cuerpo algo adormecido por los nervios que me recorrian, habiamos hablado tantas veces del mismo tema pero nunca pense que algun dia estariamos en la puerta del orfanato llevado por su amigo, uno de los pocos lugares, donde vivian y eran protegidos, niños licantropos, cuyas familias habian sido asesinadas, por vampiros y otras razas que buscaban destruirlos. Solo la idea de tener a una pequeña en sus brazos, cuidarla y darle un hogar que le fue arrebatado, una familia que fue destruida, era todo el valor que necesitaba, el sabia que podrian hacerlo, si podian sobrellevar todo, juntos podrian darle un buen hogar y ser una buena familia para esa pequeña niña.

Al cabo de unos momentos, una mujer salio del viejo edificio para recibirlos. Su trato fue muy cordial notando que no sabia que eran ellos o sabia lo suficiente para no tener algun miedo. Fuimos llevados por un viejo pasillo hacia lo que parecia ser un patio interno. Por lo que habia averiguado, los niños eran llevados a ese lugar para que los padres los vieran y pudieran saber a cual llevarian con ellos. Cuando salieron un aroma muy particular capto su nariz, su mirada viajo hacia su esposa, notando que ella tambien lo habia percibido, pero antes de poder hacer algo, vi a mi viejo amigo en medio del patio, me acerque a el, dejando a mi esposa sola unos momentos con los pequeños.

Lo primero que hicimos, fue estrechar nuestras manos y luego un fraternal abrazo. Jamas habia sido un hombre de muchas amistades, pero ese lobo habia sido mi compañero en muchas batallas y viendo la masacre que no solo debastaba a los humanos, si no tambien a nuestras razas, elegio un estilo de vida donde pudiera cuidar a los retoños cuyas familias fueran muertas en esos conflictos. Intercambie muchas palabras con el, historias de su vida en ese orfanato, cuidando de seres vivos en vez de exterminarlos, le conte mi vida junto a Keira, siendo el uno de los pocos que conocia esa historia por completo. Parecia que continuariamos hablando sin cesar hasta que senti la voz de mi loba llamandome.

Regrese mi mirada hacia donde ella, notandola con una pequeña niña, la misma que habia captado a penas entramos a ese lugar y supe que seria ella, me gire a mi amigo pidiendole que preparara todos los tramites para la adopcion y luego de que se marcho, me acerque a mi esposa acunclillandome a su lado frente a la pequeña.
-Creo que, encontramos a nuestra pequeña Sol... -dije a mi esposa tomando a la pequeña niña en mis brazos levantandome del suelo con ella.
-Dime, te gustaria venir con mi esposa y conmigo, para ser nuestra pequeña hijita? -pregunte a la niña de cabellos dorados mientras estiraba mi mano a mi esposa mostrandole una sonrisa muy calida y suave, sintiendo mucha felicidad en ese momento.