Reuniunea pentru atribuirea unor noi norme (Invitados Solamente)

por **Vladimir** Jue Mayo 31, 2012 3:52 pm

Desde que nosotros los Rumanos habíamos tomado posesión del reino vampirico nos habíamos propuesto poner un orden pacifista, a diferencia de los Vulturi que mataban a cualquiera que cometiera una infracción a sus reglas, en realidad nosotros preferíamos hablar, castigar o cualquier cosa antes de matar a alguien de nuestra especie.
Todos los de mi clan habíamos estado preparando una reunión ya hacia unos meses, después de todo para nosotros el tiempo era un detalle insignificante. Esta reunión consistiría en invitar a 2 integrantes de cada clan existente para asignar nuevas reglas a las cuales tendrían que respetar, queríamos que esto fuera mas justo para todos y que ellos mismos aportaran pero al final los que tendrían el control seriamos nosotros.

El día de la Reunión al fin había llegado, ya los últimos detalles se revisaban, desde la sala de reunión, los bocadillos humanos así como los bocadillos animales, había de todo para que cualquier vampiro estuviera conforme.
Todos los guardias rumanos tenían una función y cada uno estaba en su posición por si las cosas llegaran a salirse de control, porque así como había vampiros educados y con modales los habían los que eran casi animales. Los neófitos últimamente habían generado muchos problemas tantos así que hasta por un momento había pensado en sacrificarlos a todos por completo aunque eso era contradecir mi propio pensamiento de primero hablar antes de atacar.

La hora había llegado, yo me encontraba ya en la sala donde todos hablaríamos, había pedido que metieran una gran mesa de piedra redonda como las que usaban los políticos para discutir temas acerca de gobierno. Estaban las sillas exactas de los que habían sido invitados, ahora solo era cuestión de tiempo solo me quedaba a esperar que todos llegaran...

por **Alexander Dupont** Sáb Jun 02, 2012 9:17 am

Aquello era ridículo, se dijo. Simplemente ridículo. En ocasiones había pensado ya en reunir a sus hermanos -y unos cuanto no-incompetentes de su clan- para tomar el poder, pues los rumanos no era ya solamente unos reyes pacifistas, no, ellas eran indulgentes e incluso incompetentes. Y cuando de vampiros se trataba, aplicaban las misma leyes de la jungla, el más grande se comía al más pequeño; era tan sencillo como la lucha por la supervivencia del más apto. Inadaptados, despotricó nuevamente para sí mientras miraba la ventanilla del avión privado, luego giró su cabeza mirando a su hermana que parecía concentrada en sus cosas. Tantas cosas habían pasado desde que llegase a Londres por primera vez para inaugurar un nuevo hotel que le daba la sensación de haber perdido una parte de sí mismo... o quizás no hubiera perdido, sino ganado, pero sea como fuere, aquello había causado una especie de barrera entre los hermanos. Podía sentir el repudio de Mae por eso en lo que "le habían convertido" pero no dijo nada, al fin y al cabo el drama nunca había sido lo suyo y tampoco le interesaba revolver más el tema.

Escuchó entonces la voz del capitán Coffman que anunciaba el aterrizaje y minutos más tarde, las puertas del avión se abrían mientras la escalera era colocada en su lugar pertinente. Desde luego al pelinegro le hubiera encantado hacer una entrada aún más triunfal pero no disponía del tiempo para capricho, debía volver lo antes posible a Londres y estar a tiempo para la boda. Alexander esperó a la dama para que bajase -como buen caballero de época- y se ajustó sus lentes rayban negros mientras bajaba las escaleras. Alexander subió al asiento del piloto en el Mclaren que los esperaba y espero a que Mae se subiera para comenzar a conducir en dirección a la sede de los rumanos incompetentes.
-Mae, sabrás seguramente que los Vulturi estarán allí. En caso de que suceda algo...- comienza a hablar con seriedad preocupándose lo justo pero luego sonríe maliciosamente dándole un nuevo significado a sus palabras-. Asegúrate de cubrirte bien con los guardias rumanos. Primero tú que ellos ¿cierto?
Y entonces aceleró y una sensación plenamente excitante recorrió su cuerpo.

por **Loire LeBlanc** Dom Jun 03, 2012 5:56 pm

Desde el comienzo sabía que esta situación era inevitable, pero el saberlo no disminuía la tensión que se apoderaba en este momento de mi alma entera. Tenía conocimiento de los pensamientos de los demás clanes, de los nómadas y de los neófitos, de los humanos, licántropos, y de todas las razas que quizá hasta desconocíamos y todos se resumían a uno mismo: paz. Una "paz" que los Rumanos nos encargábamos de mantener sin llegar a los extremos con los que los Volturi se encargaron de reinar durante tantos siglos, lo que lo hacía en realidad aún más difícil. Castigar y gobernar con justicia, siempre habían sido los ideales de mi marido y mi cuñado, aunque para mi punto de vista daba pie a irregularidades que no debíamos permitir.

Por eso Vladimir, Stefan, la guardia y demás clanes importantes, tomaron la decisión de hacer una reunión donde se discutirían los temas del reino vampírico. Y ese era el motivo de mi tensión, pues confiaba en mi marido y mi cuñado, su facilidad de palabra y de lograr sus objetivos, pero no confiaba en los demás clanes, excepto los Shiraoka y lo Báthory, con quienes mi relación era más que cordial y manteníamos una buena amistad, sin embargo tenía muy poco contacto con los demás, y además, los Volturi estaban invitados a la reunión.

Para una híbrida como yo, encontrarse en medio de tantos vampiros con tanto poder no era muy común, y mucho menos deseado. Desde luego que no me retiraría, pues mi lugar estaba a lado de Stefan. Ayudé a preparar los bocadillos, y repetí la lista veinte mil veces en mi cabeza, deteniéndome cada que leía a los Volturi. Ordené que todo el castillo y sus alrededores estuvieran despejados y me preparé en mi habitación para la llegada de los invitados. Bajé a la sala donde ya se encontraba Vladimir y le sonreí un poco nerviosa - Todo está listo, Vladimir - hice una leve reverencia y suspiré, esperando que llegase mi marido, mirando hacia la puerta cada dos segundos.

por **Jane Volturi** Dom Jun 03, 2012 8:30 pm

-Rumanos incompetentes. Este momento llegaría. -Reí débilmente mientras volvía a releer la carta que nos había llegado a causa de una convocatoria para una reunión con los principales clanes.- El poder os viene grande. Sólo es para quien de verdad lo merece. -Dije ésto refiriéndome a nosotros, al clan que debe reinar: Los Volturi.
Si antes teníamos el poder por algo era, y si hemos perdurado ahí durante siglos es porque nuestro clan es el que de verdad merece tener poder, y tiene la fuerza para hacer uso de él.
Volví a leer la carta donde nos convocaban a una reunión para hacer algo parecido a una Carta Magna internacional con unas leyes que todos cumpliéramos. Por supuesto, nosotros debíamos estar allí para saber qué hablarían y qué estupideces haría ese clan. Una vez acabé de leer la invitación arrugué el papel y lo lancé justo cuando me iba, cayendo de lleno en la papelera.

Ya habíamos llegado hacía una hora o así a Rumanía. Yo iba acompañando a los líderes Aro y Sulpicia. Por supuesto, ellos debían asistir a la reunión. Los guardias rumanos custodiaban la entrada y hacían un pasillo a los recién llegados. Al menos tenían la decencia de recibirnos como era debido.
No éramos los primeros; el clan Dupont se nos había adelantado, pero aún teníamos que esperar a los otros aquelarres. Alguien nos anunció y nos ofreció un lugar para quedarnos.
Ahora, cuando todos llegasen, podríamos empezar a ver cómo intentaban manejar el poder de forma ridícula estos rumanos.

por **Mae Dupont** Lun Jun 04, 2012 12:23 am

Nos había llegado una invitación a una estúpida reunión que organizaba el clan rumano para asignar nuevas reglas y supuesta mente hacerse cargo de los neófitos que causaban problema, para mi todo esto era una perdida de tiempo, por lo que había escuchado desde que ellos tenían el control las cosas no iban para bien, pero en definitiva me gustaba mas que ellos tuvieran el control que los Vulturi. Siempre había sentido lo que mi hermano sentía como si fuéramos hermanos gemelos y por eso mismo sentía como a el le interesaba tener poder sin duda estaba claro que el deseaba derrocar a los Rumanos.

Yo iba algo incomoda porque había probabilidades de que me encontrara con el vampiro que me había transformado, aquel rubio de la guardia vulturi, Demetri.
Escuche la voz del capitán que avisaba que aterrizábamos y me sentí lista para hacer semejante estupidez, baje lentamente las escaleras y sentí como Alex venia detrás de mi, ambos subimos al coche que ahí estaba y mi hermano empezó a decir algo serio, me gire a verlo seria también pero luego vi sus sonrisa maliciosa al mismo tiempo que escuchaba sus palabras, reí un poco y coloque mis lentes de sol. Una Aventura empezaba el día de hoy.
Nada pasara Alex, solo veamoslo como una aventura excitante.

Sonreí un poco negando con mi cabeza, a mi hermano siempre le habían gustado esas aventuras donde hubiera peligro de por medio incluso aveces había percibido una especie de excitación de su parte. Para mi a donde íbamos solo era como una junta de esas de trabajos, aburridas, y tenia que asistir porque no iba a dejar que mi hermano fuera solo, algo irónico pues parecía que el me acompañaba por esa inquietud que tenia por estar frente a los Vulturis.

por Invitado Lun Jun 04, 2012 8:37 am

Aro había recibido la invitación, hizo una mueca y dejo la carta a un lado como si no le importase, todo el día estaba pensativo de que es lo que realmente Haria, miraba a su esposa y miraba la carta, hasta que llego Jane y lo animo a participar, además perderíamos, sabíamos que eramos los mejores, esos Rumanos se arrepentirán de habernos invitados, pensó mientras Jane sonreía ampliamente.

-Bueno Jane tu supones que vayamos y conozcamos físicamente a todos eh.- pensó por un largo rato lo dicho y se giro hacia su recamara diciendo mientras se retiraba con su esposa. –Iremos alístate- llego a su recamara y se cambio de ropa lo mismo que su esposa, medio hora mas tarde Jane lo esperaba en la puerta lista para irse, Aro miro a Jane y le dijo. –Creo que estas muy ansiosa de asistir a ese encuentro Jane. –Diciendo lo suyo se encaminaron al encuentro llegaron una hora a Romania y Aro alzo una mueca de asco al ver a los guardias Rumanos, no se porque había llegado si todo y todo el ambiente le apestaba.

Miro levemente como el clan Dupont estaba ahí cómodamente y plácidamente, Aro hizo como no le prestaba atención, pero los observaba de reojo como queriendo estudiarlos, miro a Jane y le dijo, -ellos son el Clan Dupont verdad, me puedes hacer una descripción de quienes están ahí.-

por Invitado Lun Jun 04, 2012 3:26 pm

Sulpicia no solía salir demasiado cuando estaba en Volterra y éste era el tipo de oportunidades que no perdía de ninguna forma ya que le encantaba pasear al aire libre y su esposo le había puesto a cuidado de Corin; sin embargo ella había ido a America para solventar asuntos con unos neófitos. Sonrió complacida, pues aún cuando ellos estaban tratando de mantener el perfil bajo aún eran eficaces en lo que hacía. Su alteza se miró al gran espejo mientras tarareaba y echaba una ligera capa de maquillaje en sus facciones ya hermosas de por sí.

Dentro de poco estuvo más que lista y, aunque no sabía qué tipo de reunión era, ella prefería ante todo la elegancia. Cabe destacar también que no le gustaban en absoluto esos trajes tan monótonos que usaban en su guardia. Sulpicia dio los últimos retoques a su cabello y salió de sus aposentos para reunirse con Aro y Jane, sonrió viéndolos a ambos y luego se pusieron en marcha. Al llegar me acerqué a uno de los chicos que estaban allí, haciéndole un gesto a Jane y a Aro con la mano para que me permitiesen ir sola.
-Corin me ha hablado de usted, pequeño Dupont- la primera dama sonrió levemente ante la actitud del caballero, sin segundas intensiones-.Dice que parece una bomba atómica, dispuesto a explotar en cualquier momento. Permítame pedirle de buena gana que resuelva el pequeño incidente de América-. La Vulturi miró a Mae en esta ocasión y sonrió amistosamente-. Siéntase honrada de saber que me encanta su cabello.

Entonces se volvió con los suyos sin prestar demasiada atención a lo que pequeños Duponts dijeran al respecto. Justo a tiempo para escuchar lo que decían Jane y su querido esposos de los Franceses, Alemanes, Ingleses... ¿Acaso los Duponts estaban en todas partes? Así parecía.

por **Heather Baker** Lun Jun 04, 2012 9:44 pm

Habiamos recibido una carta del clan Rumano para una especie de junta para ver que se haria con las leyes ahora que el mando estaba de vuelta con los Rumanos. Me sentia ligeramente nerviosa por esto ya que por primera vez era oficialmente una de las representantes de mi clan, lugar que solia ocupar mi marde. Si bien a veces solia suplirla, jamas en eventos de esta magnitud, asi que eso me preocupaba mas. Lo unico que me calmaba era que sabia que no iba a ir sola, Drake iba a ir conmigo y eso me hacia sentir increiblemente mas tranquila, mi hermano era definitivamente todo lo que podria esperar de un lider de clan y seguro cuidaria que no hiciera nada incorrecto, si es que me descuidaba por mi nerviosismo. No queria arruinar las cosas, menos con un clan del cual el nuestro siempre habia sido algo asi como una especie de aliados.

Drake y yo salimos de Londres juntos, tomamos un vuelo rumbo a Rumania y esperamos pacientemente, no hubo muchos problemas con nuestro vuelo y pronto nos encontramos dirigiendonosal castillo del Clan Rumano.

-Crees que ya este mucha gente ahi?- le pregunte a mi hermano mientras bajabamos del auto que nos habia dejado frente al lugar y caminabamos tranquilamente hacia alla. Me habia arreglado de forma sencilla, nada muy extravagante, un vestido sencillo al igual que el maquillaje, y habia convencido a mi hermanito de ir arreglado con un traje qye le lucia de maravilla. Antes de entrar le acomode un poco el traje, tenia esa pequeña maña con la ropa, creo que la habia comenzado a adquirir con Matt que siempre accedia a usar los trajes elegantes que le elegia para ocasiones importantes.

Entramos a la habitacion y me tense un poco al ver que se encontraban ya ahi los Volturi. Aro no me causaba confianza y a su esposa la verdad no la conocia, pero el hecho de que Jane se encontrara presente era el que me incomodaba mas, no tenia precisamente muy buenos recuerdos de mis encuentros con ella.

Sonrei amablemente tratando de no mostrar mi nerviosismo, pero aprete ligeramente el brazo de mi hermano, del cual iba tomada por los nervios.
-Buenas tardes- salude amablemente y me acerque a Loire saludandola con un beso en la mejilla ya que con ella me llevaba bastante bien y tome mi lugar junto con mi hermano, esperando a que la reunion comenzara

por Edward Cullen Mar Jun 05, 2012 12:18 pm

Rumania, aquella vista y los vampiros que predominaban allí a veces eran tan predecibles que no era un secreto para nadie que al igual que los Vulturis ellos luchaban por ser los vampiros de la realeza, los que mandaban. Lo que si era intrigante era esa supuesta reunión que estaba dirigida hacia los clanes vampiros a nivel internacional... ¿Que era lo que planeaban esta vez?, por como estaban dibujadas y planteadas las cosas, de leyes y nuevas directrices seguro se trataba en lo que era en el mundo de los vampiros.

No sabia si mi padre o alguno de la familia se encontraba ya en la reunión, la casa estaba sola al igual que solo la carta estaba sobre la mesa de la sala, por lo que supuse que alguno se había adelantado o ninguno estaría allí.
Sin hacer tanto caso a donde estaba el resto de la familia, seguí manejando hacia el territorio de los Rumanos, lo importante era que estaba en Rumania y tenia que estudiar bien las acciones y actitudes de quien había hecho la invitación, saber que era lo que planeaban con toda esa convocatoria y cuales podían ser sus acciones futuras.

Gire con el carro que había tomado de uno de los conocidos de Alice hacia la entrada principal de los Rumanos, estacione el automóvil en las afueras y me baje con un caminar bastante normal, ajuste mi chaqueta negra mientras daba inicio de entrada en el castillo.

Los guardias de los Rumanos tenían todo un caminito por el pasillo con un perfil en su rostro bien prolongado, con un silencio bastante envolvedor. Exprese mi rostro en forma neutral caminando entre ellos dándome entrada hacia la puerta que daba a la reunión y donde ya se podían escuchar ciertos parloteo de pensamientos llenos de intrigas y de dudas; las voces de mi familia no se escuchaba por lo que quizás no estaban allí. -¡Buenas Tardes!- Solté en tono audible al cruzar la entrada dirigiéndome hacia los clanes que ya estaban presente, gire mi vista algo disimulada hacia mi alrededor y en concreto nadie de los Cullen a parte de mi estaban en la sala.

Los rangos de los clanes estaban en la sala haciendo dones de su presencia, compostura y comportamiento, ridículo en verdad, cada uno de ellos viendo quien se comportaba mejor ante la supuesta reunión y ante la vista de todos los presentes, aunque de cierta manera no podía juzgarlos ganarse el respeto era importante y mas cuando se trataba de nuestra especie, y como no era de sorprenderse los Vulturis alumbraban con su presencia, aunque se veía cierto interés sobre otros clanes que hablaban por si solo con su presencia.

por **Drake B. Tremere** Mar Jun 05, 2012 9:43 pm

Habíamos recibido una carta o para mi un mandato para que fuésemos como perros a obedecer nuevamente, aun que no podía quejarme, ahora nuestra familia tenía seguridad, gracias a que mi adorable hija, se había relacionado con el líder rumano, aun que fuera de eso, estaba seguro de que Vladimir era un hombre con los estatutos bien fijos y no como Aro, el hombre que se había creído Dios y que ahora pagaba el estar fuera de su "reino", al haber abusado de sus poderes. Suspire colocando un cigarro en mi boca, mientras observaba que Heather estaba incluida en la lista, lo cual no me agradaba pues si en algún momento aquello se convertía en una guerra, tendría que sacarla y aun así frente a ellos tenía que aparentar ser el hombre perfecto y seguro; no tanto por importarme lo que piensen ellos, en realidad me importaba más la seguridad de mi familia que los que ellos intentaran hacer o pensaran. Y a pesar de mis "ganas" notables de ir, tenía que hacerlo, heather contaba conmigo y con que yo fuese para cubrir esos ámbitos que nos correspondían.

Seguí a mi pequeña hermana la mayor parte del camino sin importarme mucho, aun que claro, una mirada a las sexys azafatas nunca estaba de más. Pero al darme un hermoso taco de ojo, la pequeña cosa peluda que iba a mi lado, me reprimía, pues en un futuro cercano sería una papa casada. Me dio igual lo que pasara en el camino, incluso podría decir que tome los audífonos, en realidad no había mucho que hacer en el camino a Rumania y platicar, no era mi interés femenino favorito y menos con mi familia. Era cierto que yo era el líder, pero eso no me quitaba el asco a ser miembro de una adorable familia feliz.

Llegamos en buen estado al aeropuerto de Rumania, con una hermosa cara de flojera, pero que a pesar de eso, me obligaba a mantenerme oculto, ya que tal vez no era la reina Isabel, pero conocido y famoso era. En cuanto estuvimos en el lugar adecuado escuche una pequeña voz diciendo cosas innecesarias, pero que a pesar de todo respondería, por que esa vocesita provenía de alguien importante para mi. Abrí la boca con cuidado y susurrando con una voz amable pronuncie -La verdad, es posible, recuerda que estamos con vampiros, no sería raro que ellos ya estuviesen en este lugar- Me coloque un cigarro en la boca, entrando con paso seguro, mientras mi cuerpo lentamente comenzaba a erguirse y a darme como fuerza notoria, por mi altura y musculatura, que bien era mucho mas notable que algunos de los presentes. Pero sobre todo, era la importancia de notar, que si uno de ellos intentaba tocar un solo cabello de mi hermana, terminaría con mas que sus bolas, desaparecidas. Observe que mi hermana se preocupaba demasiado por su apariencia, por lo que acaricie su cabello despeinandolo un poco, mientras que se podía notar claramente que yo portaba un traje de color negro a rayas y una camisa blanca, un poco abierta. Más sin embargo sentí aquellas pequeñas manitas arreglando mi traje, lo que me hizo darle una pequeña mirada asesina, desarreglando nuevamente mi traje.

En cuanto entramos los que más resaltaban eran los Volturi y no por que tuviesen un reflector arriba de ellos o brillasen como Edward Campanita bajo la luz del sol, en realidad resaltaban por el aura de asco y despecho que llevaban encima, se podía notar claramente como ellos no estaba a gusto con el mando de los Rumanos, pero no podían hacer nada y menos con tan poca gente en ese lugar. Una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro, cuidando que el cigarro que llevaba en la boca no se agotase ni se cayese, más sin embargo un gesto de mi hermana me hizo notar que estaba nerviosa por la presencia de la pequeña jane, lo cual me hizo despeinarla nuevamente, un gesto acostumbrado en la Familia Bathory. Mire detalladamente a la gente del lugar, de las cuales pude reconocer dos rostros en especial, saludando con cierto entusiasmo a Alexander, pues a pesar de que no eramos hermanos y puede que tampoco amigos, el era miembro de mi familia y habíamos congeniado en algunas cosas. Gire mi rostro hasta la vista donde se encontraba Vladimir e hice un gesto que parecía una mueca, pero era también una sonrisa amable y agradecida por la invitación. Fuera de eso me importaba un pepino el saludar correctamente, pero recordaba que ahora era el líder y no podía comportarme como un niño pequeño

-Buenas Tardes-

Acompañe como eco el saludo de mi hermana mientras bostezaba y esperaba a que la reunión comenzase o mejor dicho, que la guerra de gatas y peones comience, mientras la reina aun tenga cabeza y el rey siga cuerdo...aun que dicho de otra forma, la reina tenía media cabeza en el cuello y el rey hace meses que la única cuerda que tenía en su interior era la vocal...

por **Veronica Murray** Miér Jun 06, 2012 9:34 am

Hace unos días había ido a Cerdeña, pues habían comenzado las vacaciones en el colegio y había decidido ir unos días a ver a mi padre. No le extrañaba mucho ya que mi vida en Londres, junto a mi marido, era de ensueño. Pero tampoco era bien visto el abandonar a mi padre, que era quien pagaba mis gastos y le debía algo. Lo mínimo era ir a visitarlo.
Y para mi sorpresa una carta había llegado allí, a la mansión de Cerdeña, dirigida a mi progenitor y a mí. Llevaba el sello Rumano. Era una convocatoria para clanes donde se decidirían las nuevas normas que regirían el mundo vampírico. ¿Qué pasaba con los lobos? ¿A ellos les afectaría? Supuse que éso sería otra reunión aparte para no mezclar en la misma habitación vampiros con licántropos. Pero volviendo al tema de la convocatoria, sería como una nueva constitución, una forma de eliminar el pasado, los resquicios del mandato Volturi. Una forma de acabar con todo lo anterior y dar paso a una nueva era en la que los Rumanos tenían el poder.
Ésto no le sentó bien al clan aliado, los italianos, que también debían estar presentes.

Puesto que mi padre tenía otra reunión más importante me dijo que fuera yo de intermediaria entre clanes. No me pareció bien la idea, pues ya estaba siendo involucrada demasiado en cosas que no me importaban y de las que me quería alejar... Pero no pude hacer nada.
Me arreglé un poco para la ocasión: me puse un vestido de tubo y falda hasta las rodillas, de color azul claro, y una chaqueta de Chanel color beige palo, a juego con los zapatos y otros complementos. Me peiné y también me eché un poco de maquillaje, aunque apenas se notaba.

Horas después ya estaba en mi avión privado, creado y decorado exclusivamente para mí, con todas las comodidades posibles para mis viajes, pues era claustrofóbica y odiaba viajar en comerciales, que eran tan estrechos y tan... "de calle". Yo no quería ir sentada en un minúsculo asiento con 2 ó 3 personas al azar que a saber cómo se portarían durante todo el vuelo. Prefería sin duda ir en mi avión, donde podía tumbarme en un sofá de masaje mientras veía la televisión o estaba en el ordenador.
Dicho avión me llevó hasta una explanada cerca del castillo Rumano, y fui escoltada hasta la entrada del castillo. Aunque hube salido antes, me había entretenido y cuando llegué ya había unos cuantos a los que pude reconocer.

Entré en la sala a paso tranquilo pero grácil, tan suave y delicado como el de las bailarinas de ballet, y la cabeza alta. Me detuve en el lugar que me correspondía y dirigí unas miradas amables a todos.

-Buenas tardes a todos.

Al pasar la vista por Vladimir y la mujer rubia, que supuse que era alguien de la realeza del clan, incliné la cabeza ligeramente, cerrando los ojos, en señal de respeto por los reyes que ahora mandaban, y luego me aproximé al clan Volturi, pero si acercarme demasiado, pues yo no pertenecía enteramente al clan, simplemente era la mediadora entre ellos y el mundo cuando estaban ocultos. Ahora parecían querer salir a la luz, algo irónico, pensé, para unos vampiros. Permanecí allí quieta, junto a los líderes Aro y Sulpicia, y Jane esperando a los que aún no habían llegado para que diera comienzo la reunión a la que, aunque no quería asistir, había tenido que.

por **Jane Volturi** Mar Jun 12, 2012 10:22 pm

Vi pasar a cuentagotas a unos pocos de los convocados y suspiré en silencio por la presencia de tamaño grupo de ineptos. Todos se creerían importantes por el hecho de haber sido citados para la reunión, pero no lo eran. Los únicos importantes, los que de verdad merecían la pena éramos nosotros: Los Volturi.
Los demás eran mera basura.

El maestro Aro, su mujer y la niña malcriada de Murray estaban también en nuestro grupo. El líder me dijo que le pasase un breve informe de todos ellos. Pasé la vista por los presentes y no dudé en comenzar. -Allí, maestro, están los Báthory. Son una familia inglesa de halfs-blood. Ya hemos tenido experiencias con ellos. Hace varios años matamos al hijo de Michelle Báthory, es decir, al hermano de los dos que están allí. Si bien recuerda se atrevió a pedir un territorio neutral ajeno a las reglas Volturi. Ella es Heather y es una débil half-blood de la que no hay que preocuparse. Se derrumba con facilidad. El de al lado es Drake. Es hermano de Heather y el fallecido. Sólo sé que desapareció y parece haber vuelto.

Pasé la vista por el siguiente grupo presente, ya que aún quedaban unos cuantos por llegar.- Ellos son los Dupont. Son hermanos. La pelirroja mató a los padres y transformó al hermano, un engreído vampiro que tiene relación con una de las mujeres Báthory. Podrían llegar a fusionar sus clanes, maestro.
Añadí.- Y qué decir de Edward, si ya lo sabe usted todo del chico Cullen.

Concluí mi informe breve porque eran pocos presentes y aparte nos conocíamos sus historias y qué-haceres y no tuve que hacer hincapié en nada más que el recordatorio.

por **Harada Souta** Miér Jun 13, 2012 8:35 am

i era en serio? de veritas, de veritas? debía usar traje y toda la cosa? la corbata era ridícula ya viendole en el espejo pero el saco me gustaba. mi hermanito dijo que era reunión importante así que...

hay que llevarlo con gran seriedad

repetí frente al espejo arremedando el tonito serio de Shiraoka. me vi otra vez y la camisa blanca estaba limpiecita, zapatitos brillantes y traje sin arruga. al diablo con la corbata! me autoaconsejé arrojandola por allí y cogí el móvil marcando el número de mi sobrina con delirio de Pikachu.

seh? Pikachu? aja... no... uno de tus admiradores que quiere cogerte... claro que soy yo! o también te metes con Santa? seh... estoy en el coche. —le dije haciendo el ruidito del aire con la boca, directo en la bocina del móvil.— seh... veo lo sexy que me veo en el retrovisor, con el aire volando los pelos de la cabeza...sayonara.

nah. en realidad apenas caminaba al coche, no encontraba las llaves en los bolsillos, hasta que recordé que el saco tenía un bolso en el interior. JA! ahí estaban. -w-

arranque super veloz en esa linda nueva adquisición europea — estaba seguro de que a mi leona le gustaría...—, notando que algunas calles eran algo estrechas. no faltaba viejita renegunda que me gritara a lo lejos que era un salvaje.. —seh, lo era pero con mi leona.—

dos cuadras más y miré a la enana eléctrica esperando fuera del hotel, en la banqueta. paré frente a ella y me miró feo —quizá por lo de Pikachu (?)— al levantar unas Ray Ban clásicas por encima de sus ojos. le hice la seña para que entrara y —reconociendo mi exigencia como líder nato Razz

— se subió. No pasó ni una milla cuando el móvil sonó y lo pusé en speaker para hablar.

seh? Domino's Pizza, puedo tomar su orden? ahh! Leona! debí saber que la querías con extra aceitunas porque siempre me las quitas. aja... Bucarest.. ahh...pues Shiraoka dijo que se trataba de la convención nacional y anual de teiboleras rumanas... algo así como de poner las nuevas reglas del pole dance.. nah... la verdad es que se lo cambió a Vladimira, dicen que tiene buen movimiento de caderas y super controla en tacones de más de 20 centímetros...si! Imaginate! sólo sale con esguinces...ok. te veo luego leona. MUAH! -w-

cuando terminé la conferencia de centros nocturnos, ya estabamos en las afueras de la ciudad y en camino a la madriguera rumana. el bosque se veía tétrico y ya no tanto cuando vimos esa vieja casona. bajamos y la sobrina que ya había estado ahí me guió a donde sospechaba que estaban los que se reunirían. y sí, apestaba a vampiro.

hola, señoritos y señoritas. clan Shiraoka presente.

saludé a todos los que estaban ahí con una sonrisita. Esto estaría bueno. los volturi presentes le daban vida al lugar.

por **Stefan** Jue Jun 14, 2012 2:18 am

Sabia muy bien que aquel era el dia en el cual se llevaria a cabo aquella gran reunion en la que todos los clanes se iban a reunir, pero sabia muy bien que de eso nada bueno podria salir, por lo menos no mientras estuvieran invitados los Vulturi, pues este pequeño grupo de personas estaba seguro que algo iban a hacer y por eso mismo mientras que Vladimir y Loire se dedicaron a ver cosas un como mas con respecto a la preparacion y manera de llevar dicha reunion, yo preferi irme por un lado mucho mas importante, el de la seguridad y por eso mismo vi para que los guardias Rumanos estuvieran cuidando todo lo posible los alrededores, ademas el territorio Rumano era tan impredecible que si se unian tantos vampiros no me extrañaria que "ellos" se acercaran, pero eso no era algo en que pensar, era algo obvio en nuestras tierras

La hora indicada para la reunion ya habia llegado y yo aun tenia cosas que hacer, pero bueno quizas hacer ese ultimo movimiento estaria de mas, asi que preferi mejor regresar para la Reunion en vez de lo que tenia en mente, igual por la distancia que habia viajado estaria llegando unos cinco minutos tarde y no era algo comun en mi hacer algo de ese estilo

Apenas entre cruzando las puertas note el aroma de algunos vampiros que no eran muy de mi gusto, pero aun asi preferi no hacer mas que entrar completamente y llegar al salon donde estaban todos apenas hice un leve movimiento con mi cabeza a manera de saludo hacia los presentes y entonces camine directamente hacia donde estaban los integrantes del Clan Rumano, osea donde se encontraba Vladimir y Loire. Bueno ahora comenzaria lo interesante, ya eramos realeza, por segunda vez y era momento de resolver algunos cuantos problemas que se acontecian en el mundo - Disculpen la demora, pero he tenido que demorarme un poco por que tenia unos asuntos que arreglar. Y todos sean Bienvenidos Respondi a todos con ese toque tan diplomatico y tranquilo que me caracterizaba siempre

por **Lucian Beryx M. Craiova** Sáb Jun 16, 2012 1:18 pm

Había llegado el gran día en que todos los clanes se reunirían en la gran "sede" del clan Rumano, hacia tiempo que yo no pisaba esas tierras, todo gracias a que yo y Akako habiamos permanecidos juntos viajando por distintos lugares del mundo, al inicio por la cuestion de los Vulturi, despues por una pequeña Mision que me habian impuesto a mi y que Akako me habia acompañado, una misión que ciertamente me habia aclarado muchas dudas con respecto a lo que habia sido el destino de mi linaje

Hasta que apenas una semana despues uno de los "guardianes" habia llegado hasta mi, habiaido a explicarme lo sucedido y que yo tendria que estar en la Reunion que se estaba planeando y claro explicarme que los Vulturi habian sido convocados tambien si mi cara no habia sido para nada agradable en el momento en el cual me habia dejado en claro que veria a esas, esas .... bueno si no habia palabra tan mala como para definirlos, pero bueno preferible mejor regresar a tierras Rumanas cuanto antes

Se me habia dicho exactamente todo lo que yo debia de hacer ese dia y eso fue lo que hice, ya que se me habia puesto digamos que como uno de los guardias que cuidarian de la integridad de todos los asistentes a la Reunion, y encargado de calmar las cosas si se ponian feas. Pero antes de eso entre todos los guardias nos repartimos algun sitio entre los alrededores la Reunion, los pasillos y en mi caso era de los pocos "afortunados" en que les tocaba estar dentro de la misma sala en que se llevaria a camo la Reunion

Deberian de haber pasado apenas un par de minutos en que habian comenzado a llegar todos cuando yo entre con mi ya normal gabardina de color negro y simplemente camine hasta quedar justamente atras de donde estan los lideres del Clan Rumano que era donde yo debia de estar, justo detras de los señores Vladimir y Stefan y la señora Loire. me pongo en mi posicion mientras veo atentamente a todos los integrantes de aquella reunion, algunos si los conocia otros no, me suponia que esos deberian de ser el clan Dupont o creo que asi se pronunciaba, el hecho es que habia escuchado que eran varios integrantes, de los Vulturi fueron justamente los que pensaba que tenian que ir, aunque del resto de los clanes parecia ser que aun no llegaban, pues no veia integrantes de ciertos clanes que habia visto en mis viajes de los ultimos meses

por **Alexander Dupont** Sáb Jun 23, 2012 1:22 pm

La advertencia de la Vulturi femenina se la pasó por el forro y un gruñido bajo se proyectó desde sus fauces, sabiendo que si hubiera querido partir el cuello de Su Bajeza en ese mismo momento hubiera podido hacerlo. Eso desde luego hubiera sido una imprudencia y si bien Alexander podía detonar su instinto asesino de un momento a otro, también podía controlarlo sin problemas, cuidando de si mismo en primer lugar y de Mae en segundo. Pero lo que realmente llegó a molestarle había sido el hecho de que le hablase así, con tal confianza, sabiendo que él no haría nada "estúpido", porque realmente era estúpido lanzarse a un Vulturi sin tener un respaldo. Negó con la cabeza y pasó olímpicamente de la fémina, ya tendría tiempo de enojarse en otro momento porque sabía perfectamente que sería cuestión de tiempo antes de que ellos mismos se encargaran de ello. Sea como fuera, las cosas no estaban para distracciones así que se fijó en los presentes. Ya les conocía a la mayoría: A los Vulturi de sus pasadas experiencias; al Cullen ridículo que se había arriesgado al suicidio por una mísera e insignificante humana que después fue convertida en una neófita asquerosa y aún más insignificante; a Vladimir de aquella vez en la que Mae tuvo por capricho decirle al cazador que ella era un vampiro; a los Báthory por obvias razones; a la pelirroja insufrible, con su cafecito de Starbucks y tu traje de escolar. Y por último al más importante, el asiático por el cual había estado tan tenso desde que apareciere Jerome por segunda vez, solamente faltaba el otro para que la fiesta comenzara. El pelinegro notó que el Sol Naciente de la Mañana le saludaba y en un gesto, como de saludo policial -aunque únicamente con los dedos índice y medio-, correspondió al trato. A Drake no le conocía demasiado, tampoco había tenido la oportunidad de llevarse del todo bien pero tampoco para llevarse del todo mal; en realidad, el Báthory masculino le era indiferente.

Alxander miró a los desconocido y no tardó en determinar quiénes eran insignificantes y quienes no. Tampoco demoró mucho en desgarbarse sobre uno de los asientos y bostezar por vanidad, aunque no estuviera cansado ni mucho menos necesitase dormir, era un gesto para dar a conocer su rotundo aburrimiento. Llevó una mano a una oreja, introduciendo el dedo meñique en la misma y sacando de allí algo de polvo acumulado y algunos residuos de cera con sustancias propias de la anatomía vampírica.
-Aburrido...- musitó con indiferencia mientras se limpiaba el dedo con la superficie de algo, quizás una mesa, no estaba demasiado al pendiente de nada en aquel preciso momento. Acto seguido sacó su iPhone, le tomó una foto a Heather y se puso a editarla con una de la aplicaciones, poniéndole la cabeza más grande y labios de pescado-. ¡Qué maravillosa obra de arte!

por **Elena Minako Shiraoka** Dom Jun 24, 2012 6:31 am

el insoportable de mi "tío" me recogió fuera del hotel en que me quedaba, venía con esa sonrisita que de seguro se debía a las tonterías que me había dicho por teléfono. levanté las gafas y lo mire con cara de pocos amigos.

---"ni siquiera me digas una cosa más o le diré a Helene sobre todos tus negocios sucios..... tío"--- sonreí toda tierna bajando las gafas y subí al auto que la verdad era una genialosidad. saqué una cajetilla de cigarros del bolso negro que traía al hombro y cuando yo lo prendía, Harada se puso a contestar el teléfono. por la vocecita que se escuchaba al otro lado sospeché que era Helene. era tan atento y graciosito con ella. ya entendía porque con ella se llevaba tan bien. Harada parecía transformarse cuando se trataba de ella.

reí bajito por algunas de sus tonterías y terminó la llamada. sonreí soltando el humo del cigarro por la boca.

---"pillín! te tiene muy enamorado!"--- le dije pegando un manotazo en su hombro derecho. ---"Y yo que pensaba que eras sólo un matón sin corazón."---

manejó como una media hora más, yo iba indicando por donde se fuera por supuesto, y entonces dio con la antigua mansión Rediux, el hogar de los Reyes Rumanos. ---"Rumania, dulce Rumania."--- murmuré bajando del auto y tiré el cigarro en la tierra y lo pise para apagarle. ---"Huele a sangre.... Vamos."---

como hace un año me integré a las filas de la guardia, ya tenía más o menos una idea de la mansión pues había estado ahí cuando pedí unirme, lástima que con todo eso de mi transformación estuve un poco ausente, lo bueno de eso, es que me había hecho más fuerte. llegamos al salón de donde venían todos esos aromas reconocibles. ya estaban los italianos despreciables, un Cullen y un clan que la verdad no conocía muy bien. mi tío se presentó como parte de nuestro clan-familia Shiraoka y yo hice una pequeña reverencia.

---"mis señores."--- y me coloqué al lado de ellos. me preguntaba cuando aparecería mi padre, quizá quería dar una sorpresa, pues creo que los Reyes Rumanos aún sabían que estaba vivo.

por **Mae Dupont** Lun Jun 25, 2012 1:35 am

Definitivamente estar en la reunión se había vuelto fastidiosamente y aburrido, creí que las cosas se pondrían mejor, mas emocionantes o al menos se trataría algo de interés. Después de unos minutos empezaron a llegar los invitados, vi a los Vulturi y puse los ojos en blanco, luego al Cullen que había arriesgado su vida por una humana ¿que tenia en la cabeza? reí por dentro para no quitar mi mirada de seriedad e "interés" también llego uno que otro ya conocido que ignore puesto que no era una reunión de amistad.
Me cruce de brazos y di unos pasos hacia una mesa para ver lo que había, en realidad era una distracción para alejarme de tanta gente que no me interesaba. ¿Cuanto mas tardarían en empezar hablar?
Uno que otro hablaban con las personas que asistían o con sus conocidos, yo me gire a ver a Alexander y el parecía aburrirse mas que yo por lo que empezaba a sentir una especie de "remordimiento" por traerlo casi a la fuerza, empezó a ser toda clase de cosas que siempre hacia para demostrar su aburrimiento, yo me limite a negar levemente con la cabeza y girarme a ver un cuadro que ahí estaba admirando el arte.

Aspire el aroma tranquilamente y percibí el aroma de híbrido, arrugue levemente la nariz, no me gustaba el aroma a híbrido me parecía empalagador y asqueroso pero ¿que mas podía hacer?, tenia que aguantarme. Aun no entendía la importancia de los Rumanos para citarnos a todos para sus nuevas reglas, si ahora ellos eran los lideres que se limitaran a hacer lo que ellos quisieran era mas que suficiente. Su incompetencia se volvía tediosa y absurda ¿que nunca encontraríamos a los lideres perfectos?, unos ponían reglas absurdas y otros no sabían cuales ponerlas, ¿a donde llegaríamos con todo esto?.
Quel ennui -susurre-

por Invitado Vie Jun 29, 2012 7:12 pm

Mansión Rediux, 31 de Mayo de 2012.
Hacía ya más de 6 meses desde que su clan completo hubiera sido atacado y su marido, un híbrido, fuera asesinado cruelmente por los Vulturi. Y todavía cabía una inmensa duda en su mente: ¿Cómo era posible que ella hubiera sobrevivido? Los primeros meses habían sido dolorosos a más no poder, nunca imaginó que tras centurias de amor y paz incondicional todo hubiera acabado de tal forma, súbita y tajante. Cuando pensó que todo habría de acabar conoció a un hombre bondadoso, el cual se apiadó de ella, le dio un hogar y el apoyo que necesitase para sobrellevar la pérdida del amor de toda su vida. Se había unido a la guardia hacía mes y medio pero ya muchos de ellos conocían su pasado, no porque realmente les importara o porque ella accediera a hablar al respecto, sencillamente porque los rumores solían viajar con rapidez. En el poco tiempo que había ejercido en su cargo, Seion demostró siempre su lealtad, perspicacia, eficiencia y habilidad a la hora de llevar sus misiones a cabo, razón por la cual se encontraba a día de hoy, en aquella gran sala. Se mantuvo alerta ante todos los movimientos sabiendo que debía actuar de inmediato si llegaba a suscitarse alguna disputa en lo que daba comienzo la reunión. Y allí se encontraba, cara a cara con aquella enana siniestra, espeluznante, odiosa pero, sobre todas las cosas, detestable. Sí, era era la palabra adecuada para referirse a los Vulturi: seres detestables, despreciables y merecedores de toda causa de sufrimiento.

Y entonces miró nuevamente el recinto, reconoció a todos y cada uno de los invitados, siendo que le informaron quienes asistirían hacía ya varias horas. Al principio se encontraba lívida de furia, odiaba encarecidamente a los italianos, sin embargo mantuvo su típico semblante, aquel que parecía complemente carente de sentimiento alguno. Nunca le había agradado mostrar demasiado sus sentimientos, razón por la cual siempre se mantenía lo más ajena posible a los públicos, se cerraba en ella misma y se alejaba de los que intentaban hacerse con sus sentimientos. Y es que ella no podía aún superar el amor que había sentido alguna vez por Kaneshiro. Entonces miró al frente, la sala parecía extensa y al fondo, en paralelo a ella, se encontraba otro guardia que no logró reconocer.

por **Joseph Maktavish** Sáb Jun 30, 2012 8:00 pm

Es sobre con ese sello especial, había llegado días antes, el Híbrido sabía bien de quienes procedía, pues ya se había cruzado con ellos antes, claro después de haberse vengado por la perdida de casi todo su clan varios años atrás, la simple idea de saber que lo invitaban a una reunión de clanes lo intrigaba, claro que quería saber todos lo temas que se tocarían, pero por otro lado estaba lo más importante para él, la familia que estaba comenzando a formar, no quería meterse en problemas grandes, ni mucho menos arrastrar a quien más amaba a ellos, pues si llegase a estallar algo grande, ella se vería involucrada del mismo, no por ser su novia, si no por ser lo que era.

Tomó la carta y comenzó a leerla sentado en el sofá de su taller “así que también estarán los Voulturi” pensaba al llegar hasta la lista de los que estarían presentes en dicha reunión, “vaya, ha pasado mucho tiempo desde que no me topaba con ninguno” cavilaba con amargura, recordando con algo de placer la última vez que encaró a uno, pues aquella noche la ira lo envolvió por completo convirtiéndolo en una bestia sedienta de sangre y de ese modo consiguió despedazar a su oponente, sintiéndose satisfecho pues al menos pudo probar unas gotas del dulce néctar de la venganza.

No eran muchos los Maktavish que aún respiraban hasta quizás él podría ser el último, pero por el bien de su familia debía asistir, cerró el sobre, lo dejó dentro de su Bugatti, regresó al salón de su enorme Mansión y tomo un vaso de whisky con el cual subió hasta su habitación para alistarse antes de salir, en esta se encontraba Roxie, quien descansaba sobre la cama, le explicó toda la situación y por qué tendría que ausentarse un par de días, se despidió con un profundo beso para luego subir a su Veyron y conducir hacia el aeropuerto donde ya lo esperaba un avión privado.

Al llegar a Rumania condujo hacia la enorme mansión guiado únicamente por un mapa y su gps, no demoró mucho y al llegar notó varios autos ya estacionados, sin lugar a dudas estaba tarde, aparcó su flamante Bugatti Veyron, bajó de este, colocándose sus gafas obscuras para ocultar su heterocromia y caminó directo hasta la enorme puerta que daba al gran salón, se podía sentir el aroma de los Voulturi cerca, y al entrar observó varias caras, muchas desconocidas para él, pues más de 120 años en la total anonimidad no pasan vano, -buenas tardes- fueron las únicas palabras gesticuladas por el Híbrido antes de ocupar su lugar.

por **Jane Volturi** Miér Jul 04, 2012 2:41 pm

¿Por qué debíamos esperar? Y lo más importante, ¿por quién? ¿Qué ser infame podía osar hacer esperar al clan más poderoso del mundo?
Y sin embargo, varios tuvieron la desfachatez de llegar con retraso a una reunión de importancia, aunque fuese promulgada por los Rumanos, para debatir el futuro y las normas a seguir. Ridículo. ¿Normas? Pero si los Rumanos eran demasiado permisivos en ese campo, ¿qué normas harían? Todo el mundo se las podría saltar sin recibir castigo. Las verdaderas reglas, las que eran seguidas por todos, eran las nuestras. Nadie podía rebelarse sin recibir su merecido. Temblaban ante la mención de nuestro apellido y morían en el fuego de nuestras llamas. ¡Así se debe gobernar! Con mano dura, con puño de acero para evitar que pase lo que está sucediendo ahora: rebeliones, neófitos descontrolados y el peligro de nuestro ocultismo. A los Rumanos les viene grande el poder, que está hecho para nosotros... Y nosotros lo tendremos.

Estaba acabando el resumen al maestro Aro cuando empezó a venir más gente invitada. El primero al que vi hizo que los músculos de mi rostro se tensasen y formasen una mueca de asco, de completa repulsión. Era el hermano de Shiraoka. El culpable de que hubiese salido con vida del castillo hace más de un año... Debía mantener la compostura. Estábamos en una reunión y debíamos dar ejemplo. Estábamos por encima de esos salvajes. Pero su sola presencia me hacía querer lanzarme contra él y arrancarle la cabeza, separársela del cuerpo.
Pero, si Shiraoka estaba vivo, ¿por qué habían venido su hermano y su hija? ¿Por qué no él? ¿Acaso tenía miedo? Casi esperaba que su hija estuviese aquí, porque era miembro del despreciable clan Rumano, ¿pero su hermano? Lo esperaba a él... Aunque por lo visto no iba a aparecer.
-Los que acaban de entrar representando al clan Shiraoka son su hermano y la hija de Shiraoka, Souta y Minako. Son híbridos como él. -Repugnantes híbridos como él, pensé en mi mente y luego vi pasar a otros tantos más. Sin importancia, uno era la pareja de Akako, la traidora amiga de Shiraoka, y era guardia Rumano, otro miembro de la guardia, esta vez una mujer y... Otro híbrido.
Al sentir su efluvio giré la cabeza hacia la puerta y pude ver a un hombre a quien no había visto antes. Pero, ¡¿cuántos híbridos había?! Estábamos matando a clanes enteros... Pero aún había algunos que se resistían a morir. ¡¡Malditas abominaciones!! ¿Cómo podían permitir que estos salvajes asistieran a reuniones de categoría?
-¡Vaya! Parece que la seguridad rumana deja mucho que desear... Se cuela cualquiera.
Dije con ironía mirando directamente a los líderes Stefan y Vladimir, refiriéndome a la entrada de la familia de Shiraoka y del híbrido último.

por **Veronica Murray** Dom Jul 08, 2012 5:17 pm

Los invitados aún seguían viniendo dejando en entredicho su puntualidad. Pero, ¿qué se le podía hacer? Nada. Al menos hacían honor al refrán "Más vale tarde que nunca.", porque aunque llegasen tarde, llegaban.

Los miembros del clan de Rumanía ya estaban: Vladimir, Stefan y la mujer de éste, una bella mujer de pelo rubio a quien no conocía, pero sí sabía su nombre: Loire. Ella era conocida como primera dama, quien tenía el papel que en los Volturi desempeñaba la señora Sulpicia. Ella me parecía una mujer respetable y sensata pese a que pertenecía a un clan que deseaba la muerte y el sufrimiento.

Y allí me encontraba esperando en mi lugar el comienzo de la reunión. Varias personas llegaron y por las palabras de Jane se sabía que eran híbridos. Ella los odiaba a muerta. Tal era el asco que les tenía que había matado a varios clanes. No podía evitar sentir tristeza al imaginarme a esas familias muriendo quemadas por el simple hecho de ser de otra raza. Me recordaba tanto al nazismo...
Jane presentó a varios de los que entraron, casi todos híbridos, y uno de ellos era el hermano de Shiraoka. Recuerdo a aquel hombre porque me mintió sobre cómo se llamaba cuando fuimos al teatro. Y también porque acabó con un neófito en un callejón. ¡Fue horrible!

La guardia seguía lanzando palabras malsonantes por lo bajo, maldiciéndolos por su condición. ¿¡Cuándo iba a empezar la reunión!? Yo quería volver a casa. Pero a mi casa de Londres junto a Frederic, y no a la de Cerdeña, que estaba ocupada por un clan de vampiros sangrientos.

Suspiré por el aburrimiento de forma muy leve mientras pasaba mis dedos entre mis cabellos anaranjados. Sólo quedaba esperar que diera comienzo el meeting entre clanes si no venía nadie más.

por **Heather Baker** Lun Jul 09, 2012 12:53 am

Vi como poco a pocoi la gente ocmenzaba a llegar. Le sonrei a Souta y a Mina, hacia tiempo que no veia a mi prima, lastima que no podiamos platicar tranquilamente en el lugar. habia varios guardias rumanso en la habitacion, no los conocia, solo pude reconocer a Lucian, la pareja de akako y le sonrei amablemente.
Cuando vi llegar a Ronnie y tomar su lugar junto a los Volturi me puse seria nuevamente, si bien la queria mucho como amiga ain no sabia bien que pensar sobre lo que habia pasado aquel dia que la habia visto tan en buenos terminos con ese clan tan despreciable que no sabia hgacer mas que causar dolor y sufrimiento a los demas.
Mire a Vladimir en espera de que comenzara a hablar ye sta reunion comenzara y acabara lo mas rapidamente posible, mientras mas pronto pudiera alejarme de los volturi, mejor.

por **Vladimir** Vie Jul 13, 2012 10:27 am

Ya estaban todos los que tenían que estar, ya todos los invitados y si faltaba alguno cuando llegara los guardias se encargarían de notificarle lo que habíamos hablado durante su evidente ausencia.
Mantuve el gesto serio pues el asunto era serio, ya tenia pensada un par de reglas que serian nombradas y ellos empezarían a discutir de si eran buenas para ellos o simplemente no. Junte mis manos y deslice mi mirada una vez mas por los presentes.
Bueno, ya que están los que deberían estar. Hay dos temas que quiero tratar antes de adentrarnos a las reglas. Hibridos y Neofitos.
Sabia que con lo mencionado anteriormente los Vulturi's empezarían a tener delirios de grandeza pensando que aun eran lideres pero tenían que entender que aquí no eran superior a nadie, todos estaban a la misma altura.
Es evidente que los Neófitos se están saliendo de control, incluso algunos están comprometiendo la identidad de todos nosotros, pero a diferencia de los gobernantes anteriores, nosotros decidimos darles una segunda oportunidad. Pero para eso necesitamos que ustedes opinen al respecto después de todo no tenemos porque alejarnos de la Democracia.
Sonreí un poco con eso ultimo, y espere a que comentara, definitivamente alguien hablaría para dar un buen o mal comentario al respecto.

por **Alexander Dupont** Vie Jul 13, 2012 4:36 pm

Mientras Alexander jugaba editando las fotos de aquella fémina tan odiosa pudo escuchar la voz del "magnate mayor", el hombre de los velos blancos, la paloma de la paz, el mensajero del amor y cuanto ridículo apodo se le pudiera ocurrir a los partidarios Rumanos. Insignificante. El olor a híbrido había impregnado la sala, cosa en realidad le había tenido por sorpresa, pues no hubiera pensado nunca que los Shiraoka, tan inteligentes como se preciaban, hicieran presencia de un modo u otro dentro de aquella reunión. Después de todo aún cuando se evaluaran las probabilidades de un posible ataque, seguía suponiendo un riesgo, los Vulturi no jugaban limpio o al menos Alexander estaba completamente seguro de que no lo hacían. Guardó el telefono para no distraerse mientras llevaban a cabo la discusión, qué ternura, invitar al enemigo para discutir normas, como si eso fuera de gran ayuda.
-Tortúralos, haz que rueguen por tu piedad. Y ya verás como no vuelven a desobedecer- comentó de la nada con un deje de diversión, como si la sola imagen le causase excitación, y realmente así era. Entonces subió el rostro y una sonrisa descarada se dibujo en sus facciones-. A menos que eso te parezca demasiado.... inhumano - casi sintió placer al escuchar esas palabras salir de sus propios labios-, y quieras acabar con sus miserables vidas rápida e indoloramente.
Debían admitirlo, todos sabían que no iban a llegar a nada si la situación seguía tal cual estaba. Alexander podría decirlo de la forma "cruel" y muchos podrían estar de acuerdo o no. Pero en el fondo todos deseaban que se hiciera algo al respecto, no solamente por lo correspondiente a los ataques sino por cuestión territorial, los humanos estaban siendo masacrados y aquello producía dificultades a los clanes ya establecidos. Estaban "agotando" los recursos y no precisamente por necesidad. Alexander se obligó a permanecer tranquilo, sin inmutarse si quiera por prestar atención a algunas de las réplicas. Por otro lado, el ego de Alexander estaba en el fondo muy convencido de que si se arrojaba en ese preciso instante al cuello de Vladimir y le arrancaba la cabeza de cuajo no muchos se molestarían en detenerle.
Paciencia, Alexander Joël Dupont Harley, paciencia.

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